Hola, creo que es tiempo de continuar algunas historia que tengo un poco abandonadas, espero que disfruten este capítulo y me digan que tal quedo, aquí habrá un poco mas de interacción de las naciones con los caballeros y con Atenea.

Bueno sin más que decir, EMPECEMOS! X3

NOTA IMPORTANTE: Hetalia y Saint Seiya no me pertenecen, pertenecen a sus respectivos creadores.


Capitulo 3: Honor a una gran guerrera.

Ya era el día en que sepultarían a Julchen y todas las naciones, el hermano de la difunta y un joven castaño con una rosa blanca en la mano estaban frente al ataúd que contenía el cuerpo de la chica, la cual por lo que ponían apreciar estaba vestida con un muy hermoso vestido de seda color blanco y una corona de flores del mismo color en su cabeza, en eso llegaron los caballeros dorados y de bronce junto a su diosa, las naciones se hicieron a un lado para que todos pasaran.

Llegaron donde el hermano de la joven y Saori se acerco al joven alemán.

-Siento mucho tu perdida joven Ludwig-Dijo en tono calmo pero con un poco de pena hacia el joven frente a ella.

-Julchen, era mi única familia, ahora se que me esta viendo y vigilando junto a mi abuelo y mis otros tres hermanos (*)-Dijo el mirando por el cristal del ataúd a su hermana mayor.

En eso todos vieron como el joven castaño, quien respondía al nombre de Daniel Hedervary, se acercaba al ataúd y dejaba la rosa en el cristal de modo que esta quedara a lado de donde estaba su rostro reflejado, y mientras la miraba pudo ver como esta chica creída y arrogante, pero a la vez valiente y leal era sepultaba bajo tierra.

-No puedo creer que jamas la vuelva a ver-Dijo el castaño con tono dolido.

En ese momento, Camus se acerco a el.

-¿La amabas, cierto?-Pregunto sin mas mirando junto a todos, como sepultaba a esa chica.

-Era irritante a veces, pero siempre estaba dispuesta a darte una mano cuando lo necesitabas-Dijo esbozando una ligera sonrisa.

-Mis compañeros y yo tuvimos el privilegio de luchar con ella, era fuerte y hábil-Dijo el caballero de acuario elogiando la destreza de la dama.

-Su abuelo la entreno bien-Comento Daniel aun con su sonrisa.

Una vez que la sepultaron todas las naciones empezaron a entonar un cántico en un dialecto que solo ellos conocían, los caballeros y la diosa no lo entendían muy bien pero sabían que era para honrar la memoria de la dama guerrera que se encontraba durmiendo bajo ese montículo de tierra, cuando terminaron dieron paso a alguien que no pensaron ver ahí, China.

La nación milenaria se acerco y entonando un rezo en un idioma que nadie mas que algunos entendieron, en sus manos estaba la bandera del antiguo Imperio de Prusia, cuando termino el rezo China clavo la bandera detrás de la lapida de la tumba, la cual soltó un resplandor que subió al cielo, ese resplandor tomo la forma de la fallecida la cual los miraba a todos con una sonrisa y luego voló al cielo hasta perderse en las nubes.

En eso todos miraron que alguien mas venia con China, ese era Grecia, el cual ya se encontraba recuperado casi por completo, Saori se acerco a este.

-Heracles, me da alivio y alegría saber que ya estas mejor-Dijo la joven con una suave sonrisa.

-Me alegra que este bien mi diosa, pero vine a dejar esto en la tumba de mi amiga-Dijo mostrando un medallon dorado con el grabado del águila del norte-El águila siempre te represento bien, querida amiga.

Con esas palabras lo dejo sobre la lapida, junto a su cruz de hierro, después de eso, todos emprendieron el camino para irse a sus casas y demás, hasta que los de habla germana se acercaron a los caballeros y a la Diosa que estaban junto a Grecia.

-Oigan, tenemos que decirles algo, que esperamos que logren encontrar la espada de nuestro abuelo-Hablo Suiza de forma seria.

-Hermano, no los presiones, ellos lo lograran, yo lo se-Dijo la pequeña Lily, con una leve sonrisa.

-Grecia, tu eres el encargado de que lo cumplan-Dijo Alemania mirando a todos los presentes serio.

-No te preocupes... Amigo, lo haremos-Dijo el griego con una voz algo somnolienta.

Los germanos se fueron no sin antes decir gracias a la Diosa y caballeros por asistir.

En la frontera de China.

Japón regañaba a China por ir a exponerse de esa forma, Yao no dijo nada hasta que su hermano menor hubiera terminado.

-Kiku, sabes que el tiempo es limitado para todos, y mas para alguien como lo era Julchen a cada día que pasaba ella, su cuerpo y su alma que quebraban mas y ella era consciente de eso, Julchen estaba lista para morir-aru-Dijo mirando a Japón frente a el-Mas aparte, ella era una guerrera honorable hasta su ultimo día, y tenia que honrarla.

-Yao-San se que Julchen-San era una buena guerrera pero ustedes no debe exponerse de esa manera, recuerde que hay dos asesinos que vienen por su cabeza y que si ustedes muere el balance se puede romper, recuerde también que esta en usted que no se pierda ese equilibrio entre lo antiguo y la actual-Dijo de forma clamada y respetuosa.

-No tienes que recordarme mi trabajo Kiku, yo lo se muy bien-Dijo con una suave sonrisa-Ahora debo ir a mi casa, cuídate en el regreso a la tuya, llama si ocurre algo, y recuerda revisar que los demás estén alertas y protejan las reliquias de sus padres que les di a proteger, ya perdimos la espada de Germania y se que la armadura de Roma esta en un lugar seguro, no podemos tener el lujo de perder otra-Aru-Dijo tranquilamente para empezar a caminar.

-¿Confía en esos hombres Yao-San?-Pregunto no muy seguro de su confianza en los caballeros.

-Kiku, no te dejes guiar por las apariencias-Fue lo único que dijo y retomo su camino a su hogar.

-Nos vemos en otro momento... Hermano-Dijo antes de irse y hacer el encargo de China de alertar a los demás de estar alertas.

En el santuario.

Los caballeros y la diosa, junto con Grecia llegaron a la cámara del Patriarca y la nación miro a todos los presentes.

-Mi diosa, ¿me permite hablar a sus caballeros?-Pregunto Heracles a su diosa.

-Adelante-Asintió con la cabeza aceptando.

Heracles dio un paso al frente y se puso serio mirando a los caballeros de oro y Bronce.

-Muy bien señores, la siguiente reliquia es el báculo de Egipto, su hijo lo custodia en una de las pirámides, la entrada en subterránea, y conozco a Egipto, les pondrá trampas para que no logren pasar y muchas de esas trampas son muy peligrosas, tendrán que tener mucho cuidado y estar alerta-Les dijo en modo firme, todos asintieron dando a entender que lo entendieron-Bien la otra es el arco de Galia, sus hijos lo custodian en la casa de uno de ellos, mas concreta mente en Francia, el hombre encargado de ese país podrá ser un pervertido que se quiere violar todo lo que produzca sombra, pero es fuerte y no estará solo, puede que sus hermanos estén con el para mayor protección.

Todos lo escucharon con atención en sus indicaciones y después el mismo Grecia los formo por equipos: A Egipto irían Seiya, Shun, Shaka y Mu, y a Francia Hyoga, Ikki, Aioria y Aioros, después de eso todos pudieron irse para poder prepararse, ya que al día siguiente irían de "expedición".

Una vez que los caballeros y la diosa, junto con el Patriarca se fueron y en el lugar solo quedo Grecia, este se acerco a una de las paredes del lugar, puso su mano en esta y sin mas empezó a hablar en un dialecto que nadie mas que el conocía, la pared se abrió y dejo ver un pequeño cofre donde reposaba una hermosa tiara con una bella joya de color azul, esa era la reliquia de la Antigua Grecia, su hijo se había encargado de ocultarla en un lugar que solo el conocía.

-No dejare que toquen tu tiara madre-Susurro y la llevo junto a la armadura de Roma.

En Egipto.

Un joven de piel morena y ojos dorados vestido de tal manera que lo protegiera del sol del desierto se encamino al lugar donde custodiaba la reliquia de su amada madre, si ese joven era Egipto, el cual iba de regreso a la pirámide donde estaba el báculo de su madre.

Dijo algo en su lengua madre y la entrada se abrió, era como una rampa la cual bajo y pudo entrar al lugar donde estaba la tan deseada reliquia.

-No lograran pasar mas allá de esta entrada-Susurro mientras la entrada se volvía a cerrar.

Después de eso, se puso a preparar todo tipo de trampas, para dificultar el avance de quien se atreviera entrar a ese lugar.

En Francia.

Cierto hombre de largo cabello rubio ondulado miraba por la ventana de su casa, era de noche donde el vivía, este no estaba solo, otras cuatro sombras estaban detrás de el.

-Preparence hermanos y hermana, algo me dice que tendremos visitas dentro de poco-Dijo serio, las otras cuatro sombras asintieron y se retiraron dejando solo a su hermano.

Este hombre rubio se acerco a una vitrina de cristal y miro su contenido, este era un arco de oro con gravados hermosos en este, era el arco que perteneció a su madre, Galia.

-No dejaremos que toquen el único recuerdo de nuestra madre-Susurro de forma seria.

No cabía duda de que todos estaban determinados a dar hasta la vida por esas reliquias que debían proteger, tal y como lo hizo Julchen.


Bueno creo que ya es todo por hoy y perdón por la inactividad en actualizar, pero ya me voy a poner las pilas e intentar actualizar por lo menos una historia por día o por lo menos por semana, pero aveces no queda mucho tiempo, pero lo intentare.

Bien mientras tanto les dejo esto y debo decir que ya estoy trabajando en los capítulos de otros Fics que tengo arrumbados por ahí, solo necesito paciencia.

NOTAS DEL FINAL:

(*) Alemania si tuvo otros tres hermanos, pero no recuerdo sus nombres, los cuales dejaron de ser países por voluntad propia para que Ludwig pudiera nacer.

Bien ahora si, me voy n_n

Milly Loca, Fuera.