Waffles Que Te Hacen Pensar.

Un ligero ruido provenía de la pequeña cocina, pude escuchar la madera de la puerta crujir, seguido de pasos al azar. Un mueble abriéndose, el tintineo de los platos, el agua saliendo del grifo. Todos los sonidos me llegaron como cada mañana, como todos los días. Casi como establecidos en la rutina en la que se había convertido mi vida. Volteé hacia la ventana, y me quedé viendo los suaves copos de nieve que caían sobre el lago congelado, volviéndose pequeños charquitos de agua que reflejaban el sol naciente, dándole al color gris acero del lago matices naranjas, casi doradas, un espectáculo que empecé a contemplar hacía dos años sin faltar ningún sólo día. De alguna manera, sabía que ellas habrían de estar viendo el mismo amanecer desde su casa… Nuestra casa.

Philemon entró con la vajilla del desayuno. El "buenos días" que iba a darle se atoró en mi garganta al ver la gravedad de su expresión. Lo conocía demasiado bien como para saber que algo pasaba, y algo malo.

Me señaló ambas sillas cerca de la chimenea, dándome a entender que quería que me sentara. Tamborileé nerviosamente los dedos en el alfeizar de la ventana antes de dirigir mis pasos hacia donde se encontraba él. Me senté y esperé a que terminara de poner todo el contenido de la bandeja en la mesa. Finalmente se sentó enfrente mía. Tomé una tostada y le empecé a poner jalea mientras él empezaba a hablar.

—Los templarios vuelven a buscarte. —Phil nunca había sido hombre de rodeos, sin embargo, me sobresaltó ligeramente el exabrupto comentario.

—¿Falló el proyecto Arcángel? — No me sorprendía para nada.

Philemon asintió con la cabeza.

—No me sorprende, Arcángel nunca fue una empresa viable. En el fondo ellos también lo sabían… ¿Cuándo fue?

—Hace tres, cuatro semanas. Más o menos. —Me contestó mientras tomaba sorbitos de su café.

Levanté las cejas, sorprendido.

—¿Y por qué es que yo no sabía que me estaban persiguiendo?

Phil se encogió de hombros.

—Según mis informes, no te empezaron a seguir hasta ahora.

—¿Y qué fue lo que hicieron por tres semanas? ¿Rascarse las pelotas? — Conocía al comandante de la orden lo suficiente como para saber que no desperdiciarían tres semanas.

Philemon dejó su taza sobre la mesa y me vio directamente a los ojos.

—Eso es porque iban detrás de tu hija, Serena.


Serena

Desperté después de un sueño turbulento. Unos instantes de pánico me invadieron al desconocer la oscuridad en la que me encontraba. La clásica luz que siempre se filtraba por las delgadas cortinas de mi habitación habían desaparecido. Por instinto, traté de ver mis manos, sin ningún buen resultado. Fue después de unos segundos que ya empecé a distinguir mi entorno, a medida que mis ojos se iban adaptando a la poca luz.

Para ese momento ya recordaba todo lo que había pasado el día anterior. Un fuerte dolor de cabeza me invadió de repente al tratar de levantarme de la cama. Sin poder lograr mi cometido, me quedé sentada al borde, viendo fijamente a la nada por unos segundos hasta que escuché un ligero toque a mi puerta, seguida de la suave voz de Rebeca.

—¿Estás despierta Serena? —Preguntó.

A mi respuesta afirmativa, Rebeca por fin abrió la puerta, y entró junto a una ráfaga de tenue luz. Se encaminó ligeramente a tientas hacia la mesita de noche, y tomando un pequeño control remoto blanco, abrió las gigantes cortinas de la habitación con un simple botón. Tuve que cerrar los ojos durante unos breves momentos para acostumbrarme a la intensa luz que entró a raudales por la ventana abierta.

—¿Cómo te encuentras? ¿Dormiste bien? —Me preguntó mientras se sentaba en el borde de la cama.

—¡Sí! Muchas gracias —Exclamé de manera amable. —Ésta cama es como hundirse en una nube.

Rebeca me sonrió.

—¿No te sientes mal, conmocionada o algo por todo lo que pasó ayer? —Preguntó con cautela.

Negué con la cabeza, aunque no era del todo cierto, una vez ya había pasado el impulso de adrenalina del día anterior, me sentía confundida y un ligero miedo empezaba a sentirse por toda mi columna vertebral, más que por mí misma, sentía miedo por mi madre y por la incertidumbre de toda la situación. A pesar de que mis "guardaespaldas" parecían cualificados, el simple hecho de que estuvieran tan bien entrenados y preparados me asustaba. ¿Qué era aquello de lo que me protegían?

De cualquier manera, ya suficiente tendrían entre manos protegiéndome, no quería incumbirlos en mis problemas personales.

—¿Ya se levantaron los demás? —Pregunté, para tratar de cambiar el tema y alejar mi mente de los turbulentos pensamientos que se arremolinaban en ella.

—Bueno, Ashton se encuentra en el piso de abajo, Kalm, por otro lado, sigue tan dormido como un bebé, Gary aún no ha regresado y Kazuto salió hoy en la mañana.

Levanté ligeramente las cejas, sorprendida.

—¿No dijo Gary que regresaría por la noche?

Rebeca se encogió de hombros.

—Simplemente avisó que regresaría más tarde, que nos ocupáramos nosotros mientras tanto del lugar, al parecer Kazu se reunió con él.

—Entonces… ¿Deberíamos bajar a desayunar? —Pregunté después de un breve silencio.

—Sólo si ya tienes hambre. —Me contestó divertida.

—Bueno, soy la que está causando problemas aquí, no quiero importunar demasiado. —Le contesté abochornada ante la perspectiva de estar molestándolos.

Rebeca soltó una risita.

—Lo creas o no, eres una de las "clientes" más simpáticas que hemos tenido. —Me replicó haciendo énfasis en la palabra cliente. —Hemos tenido que soportar cada cosa… —Hizo una pausa dramática. —En fin, ¿Bajamos?

—¿No debería cambiarme antes? —Pregunté, un poco apenada.

—Pues si tú quieres, no saldremos a ningún lado hasta nuevo aviso así que yo te recomiendo quedarte con ropa cómoda. —Se señaló a sí misma, riendo. —Yo aún ando con la ropa de dormir.


Ash

Me tallé un ojo mientras abría el paquete de tocino y ponía las rodajas en el sartén. Sólo éramos cuatro personas ya que Gary no volvía desde ayer y Kazuto había tenido que salir en la mañana a reunirse con él.

Después de guardar el sobrante de tocino, saqué la masa instantánea de waffles. Le agregué leche y lo batí hasta que me quedó una masa más o menos espesa, finalmente puse un poco del contenido en la wafflera y la cerré, junto a un sonido silbante ante el repentino cambio de temperatura. Mientras los primeros se cocinaban, saqué café de la despensa y conecté la cafetera. Después de agregarle el agua y la medida de café para cuatro personas. No sabía si Serena tomaba café o jugo, pero era mejor prevenir que lamentar.

Puse pan en el tostador y saqué la jalea, así cómo la mantequilla para ponerlas en la mesa. A medio camino el bote de jalea se deslizó y trató de caerse, acción que rápidamente arreglé. Dejé las cosas en la mesa mientras aún sentía la descarga de energía en mi brazo por el acto-reflejo. Suspiré mientras observaba mi brazo, el cuál pareció brillar tenuemente un momento antes de apagarse. Dejé las cosas en la mesa y me senté, sabiendo lo que venía a continuación. Un ligero mareo me atenazó unos segundos después, haciéndome ver todo borroso durante un momento.

Mi poder era asombroso, sí, pero también peligroso. Una vez el efecto desaparecía, la descarga de energía provocaba un desfallecimiento en mí, cuya intensidad dependía del esfuerzo que hacía. La última vez que lo había usado fue protegiendo a Serena. No había usado demasiado y aún así tuve que hacer equilibrio con un árbol para no caerme después del suceso.

Mi padre me había dicho que el efecto siempre estaría allí, pero podía entrenarlo para ser menor.

"—Tu condición es diferente a la de tus hermanos. Ellos liberan energía de manera gradual, que fluye con la sinergía de su cuerpo, desde el estómago a la parte del cuerpo que la usará, en el caso de Gary sus ojos y cerebro, y en el caso de Kalm, la piel. El estómago es capaz de suministrar la suficiente "corriente" en ellos. En cambio, tú debes liberar grandes cantidades de energía en poco tiempo, hacia tus extremidades y tu cabeza. Por lo tanto el estómago no es suficiente para suministrar toda la necesaria y debe tomarla de otras partes de tu cuerpo. Las más enérgicas son el corazón, cerebro y páncreas. Debido a que no puede comprometer las dos primeras, se le obliga al páncreas liberar cantidades enormes de adrenalina que suplen tu estado. Después de que el estado desaparece, lo hace también la adrenalina, un momento después, el corazón se desacelera de súbito por la falta de la energía, lo que causa que te sientas mareado o incluso te desmayes. Si pasas demasiado tiempo en ése estado, corres altos riesgos de un paro cardiaco, ese estado es increíblemente poderoso, pero también increíblemente peligroso Ashton, debes usarlo con sabiduría.

¿Puedo hacer algo al respecto? —Le pregunté en esa ocasión a mi padre.

El entrenamiento físico debería ayudar bastante. Te recomiendo estar bien nutrido antes de hacerlo, tal vez comer algún suplemento proteínico antes. De cualquier manera el efecto siempre estará presente, en menor o mayor medida."

Aunque ya lo dominaba muy bien, en algunos momento de despiste podía usar sin querer ése poder, sobre todo ante estímulos fuertes como la sorpresa o el enojo. Atrapar el bote de jalea no debería haberme afectado tanto como para marearme, sin embargo era de madrugada y aún no había comido nada, por lo que fui especialmente susceptible.

Se escucharon ruidos sordos, como pasos sobre madera. Eran dos pares de pies, que caminaban a velocidad moderada, por lo que supuse que Rebeca y Serena se habían despertado ya. La silueta de ambas muchachas en la puerta lo confirmó. La castaña olfateó un poco el aire antes de voltear hacia mí.

—¿Hiciste waffles? —Dijo mientras se sentaba en uno de los bancos altos del desayunador.

—Buenos días a ti también, Rebeca. —Le contesté de manera irónica. —Buenos días Serena. —Suavicé mi voz hacia la pelimiel.

—¡Buenos días! —Contestó de manera alegre. —¿Necesitas ayuda en algo?

Negué con la cabeza.

—Ya casi termino por aquí, con la compañía es suficiente.

—¡Claro!, Somos expertas en acompañar. —Contestó divertida Rebeca. —¿Alguna noticia de Gary y Kazuto?

—Reunión de rutina con el resto de la orden, nada del otro mundo. —La castaña asintió, dando por concluido el tema.

En realidad, no era una reunión de rutina, por lo que Rebeca intuyó que no podía hablar de eso enfrente de Serena. En realidad, se encontraban en una misión bastante importante. Los templarios estaban detrás de Desmond Miles, pues ya no podían acceder a Serena, Gary participaría en la operación, pues búsqueda y espionaje es su punto fuerte. Kazuto también había sido asignado a la misión, dejándonos a Rebeca, Kalm y a mí con nuestra protegida.

Nunca me gustó no estar en el centro de la acción, sin embargo ésta vez la idea de quedarme en la casa resultó mucho más digerible que otras veces, por alguna extraña razón. Miré de reojo a Serena, quien hablaba animadamente con Rebeca en el desayunador.

"Una muy extraña razón"


Gary

—¿Lograste averiguar algo? —Le pregunté a Kirito, quien se encontraba tecleando en su computadora.

—De los últimos registros que se tienen de él se tiene una IP extraña, probablemente generada por un proxy. Debo averiguar cuál tipo de VPN utilizó para poder ejecutar el algoritmo apropiado… Tomará algo de tiempo, pero velo de ésta forma, los templarios también tienen éste obstáculo, si es que ya lograron conseguir alguna transmisión. No te desesperes Gary, lo encontraremos. Siempre lo hacemos.

Asentí sin demasiada seguridad, por alguna razón, sentía que algo malo pasaría ésta vez.


La verdad es que no debería y al mismo tiempo debía éste capítulo. Resulta que tuve problemas con mi disco duro externo, que es donde guardo las copias de mis historias, por lo que perdí este capítulo, completamente. Sé que suena a excusa repetida, yo tampoco me lo creía. Ésta historia tiene una maldición, y a partir de ahora voy a empezar a guardar los archivos en drive o alguna nube, por precaución. EL punto es, tuve que volver a escribirlo y aquí está. No debería haberlo escrito porque ya voy a entrar en la etapa final del semestre y sinceramente tendría que estar adelantando proyectos, pero debía subir y decidí dedicarle unas cuantas horas al capítulo para poder dárselos.

Vamos con los review.

Guest: Me imagino que las habrás visto amigo, cada día debes verte al espejo para diversas actividades cotidianas. :D

Caballero Azabache: ¿Capítulos? No sé muy bien que respuesta te podría dar, unos 20 tal vez, depende de si se me ocurre algo en el camino. ¡Un saludo!

DarkSoldier41: ¡Gracias! Lamento la espera, ¡Espero te guste el cap!

Txukyahm: ¡Gracias! Es muy agradable leer reviews como el tuyo. ¡Espero te siga gustando la historia! Un gustazo.

Elay Grimm: ¡Eso espero también! Lamento la espera, pero tuve que retrasar debido a muchas razones el cap, espero te guste.

Jbadillodavila: ¡Gracias!