Fanfic escrito para Fredo Godofredo por su cumpleaños. Sé que los ereri que escribo no son buenos, es por eso que no lo hago tan seguido. De todas formas lo hago con amor. I love you

DISCLAIMER: Los personajes de SNK no son de mi propiedad

Ereri. Drama. Humor. Romance. Hurt-comfort. Lenguaje altisonante


Hasta el día de mi muerte te amaré solo a ti

¿ME RECUERDAS?

...

Trabajé durante 4 años en la empresa de Fredo Godofredo dedicada a difundir todo tipo de contenido con los Ichis ukes de todo el mundo, actualmente soy el mayor publicista y jefe de la planta de estrategia. Producimos accesorios y material con ese personaje moradito que vuelve loco a medio mundo.

Para mí, es el trabajo perfecto.

Aún no me he casado a pesar de tener 26 años, las mujeres no me interesan y los hombres me inspiran desconfianza. Mi vida amorosa se resume a fines de semana compartiendo maratones de Harry Potter junto a una prima hermana y su esposo. Lo cual no significa que sea una bola peluda de amor, solo que a veces tengo mis buenos y malos momentos.

Realmente no quiero causarle problemas a nadie, desde que era un estudiante les suceden cosas malas a las personas que tratan de acercarse a mí, como si algo les extrajera la buena suerte para dármela en una bandeja de plata. Por esa razón me he mantenido alejado de la gente que me importa.

Hasta ahora.

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Ƹ̴Ӂ̴Ʒ

ALWAYS

Ƹ̴Ӂ̴Ʒ

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Esa tarde fue a revisar los carteles con Karaichi , era molesto que Auruo todavía no lograra distinguir a los personajes. Irónico, ya que cada uno tenía una personalidad diferente e incluso se clasificaban por colores. Habría que explicarle el funcionamiento de la compañía desde un principio.

El rojo con el morado.

El azul se folla al morado.

En ese orden.

—Carne nueva —escuchó que decía Petra, la recepcionista, viendo pasar a los nuevos empleados.

Levi ni siquiera se dignó en verlos. Fue directamente a su oficina para ordenar los últimos detalles del evento de medio año mientras su equipo sale a comer.

Según él, lo mejor sería poner a Ichi con el hermano rojo, ósea Oso.

—La jefa los empareja con todos —le dice Petra que vino a darle la pastilla para el dolor de cabeza y una taza de café. Realmente es una buena asistente, quizá le aumente el sueldo.

—Si hiciéramos eso todo terminaría en una orgía —respondió— desagradable.

—¿Qué opina usted? —la ojimiel levantó un muñeco rojo pegándolo al morado.

—Perfecto.

—No se lo diremos a nadie —ella guiñó un ojo antes de retirarse— serán la atracción principal. Por cierto, jefe Ackerman, el nuevo vicepresidente se presentará el día de hoy.

Trabajaría codo a codo con el nuevo vicepresidente, contra la compañía de Smith que producía juguetes de la pareja Ichikara en masa.

Era antinatural que el moradito se cogiera a sus hermanos tanto como si él fuera a follarse al rubio cejon de Erwin.

Perturbador.

Aun sonaba mejor Ichikara, no, no debería cae en la tentación.

Quiso comentarlo con Petra pero ella ya se había ido, así que volvió a sumergirse en su trabajo.

—¿Jefe de producción?

Un hombre de 25 o 26 recargó la espalda contra la pared cruzándose de brazos para mirado con burla. Era nuevo al parecer, porque ya nadie lo llamaba jefe de producción sino "Jefe Ackerman".

Sus verdes y profundos ojos se encontraron con los grises.

Al instante oír aquella voz tan sospechosamente familiar por su mente pasaron miles de imágenes.

Estuvo a punto de escupir el café.

Conocía a ese tipo.

O a su versión abirragada del pasado

—¿Me recuerdas? —le preguntó el ojiverde, con una voz profunda.

Sí.

Sí, joder, siempre.

Always.

Como Snape confesó ante Dumbledore.

Always.

De ser posible tomaría la pluma de Petra a falta de una varita apuntándola hacia la ventana del rascacielos para sacar un perfecto patronus y demostrarle al mocoso engreído que lo recordaba como si fuera ayer.

...always.

Pero no podía hacerlo.

Miró sus manos aún con una taza caliente entre ellas. El humo del café negro se expandió por su rostro y le dio las fuerzas necesarias para mentir.

—Tu cara es común —dijo con indiferencia.

—Eren Jaeger. El nerd de la clase 104. Tu compañero de fila —aquello ojos verdes destilaron veneno— Eren el "repulsivo" ¿Ahora me recuerdas?

Ahí parado como un águila.

Extravagante, moreno, alto, atractivo y sensual.

La cabeza le latió a Levi.

Dolía

—Quizás o tal vez no.

Jugueteó con los dedos golpeando el borde de esa taza con diseños de puntos verdes.

La presencia del ojiverde era como un fantasma esos que te persiguen y jalan los pies poder las noches hasta que empacas tus cosas y te largas de esa casa.

Sea lo que sea, su magnífica intuición estaba gritándole que se largara de ahí o lo pagaría caro. No era un cobarde pero en estos casos lo mejor evasión para evitar un aesinato. Se puso de pie caminando a paso rápido para alcanzar la bendita puerta, al otro lado estaba el comedor de su planta de trabajo.

Eren lo retuvo en la puerta. Sosteniendo su cintura y pegándolo a la suya de forma teatral.

¿Acaso esta era un puta película de los 70?

De ser así donde estaban los bailarines que irrumpirían cantando "my heart will go on".

Pero Eren podía transformar la escena en una película de terror. Lo empujó con fuerza hacia la pared, lanzándole rayos laser con esos ojos centelleantes.

Debería golpearlo y ponerlo en su lugar, sería fácil, desde hace mucho tiempo nadie nunca se había atrevido a tratarlo de esa forma.

Un rodillazo entre las piernas lo haría ver estrellas y replantearse la idea de acosar al líder de publicidad. Lo dejaría estéril con un futuro entierro para sus espermatozoides de ojos verdes y cejas castañas.

No lo hizo.

De alguna forma...no podía darle la contraria.

Haría todo para pagar lo que sucedió entre ellos.

Si el mocoso le dijera acostarse con él lo haría le entregaría su inviolable trasero.

Tanto así era el remordimiento que sentía hacia ese castaño.

—Ahora soy más alto —gruñó Eren sin dejar de acorralarlo.

—¿Se supone que eso deba alegrarme? —le pregunto al castaño para romper la tensión.

—De ninguna manera.

Debería ser cortes.

Buscar algo amable para decirle.

—Te arreglaste los ojos —mencionó— Y ¿la cara?

Otro gruñido escapó de la garganta de Eren.

—Los ojos y la retina, para dejar los lentes. Mi cara es la misma.

—Tu cabello sigue siendo un lio.

El ojiverde hizo una mueca de odio.

—¿Crees que sigo siendo el perdedor de antes?

—Eso no es...

—Pero te superé.

Eren se había convertido en un psicópata.

—Nos vemos mañana —le dijo tratando de soltarse pero Eren sujeta sus muñecas con fuerza.

Garras de águila.

Todo en él es una puta águila enojada.

Su cabeza golpea contra la pared en un ruido sordo, necesitara hielo para calmar la hinchazón.

Comienza a doler y Levi cree que ya fue suficiente.

Lo aparta sin problemas.

Sigue siendo más fuerte.

Eso es seguro.

Enojado por comprobarlo, el castaño quiere tomarlo del cuello, lo empuja con más fuerza y chocan contra la puerta, abriéndola. De inmediato, los trabajadores de la planta se quedan atónitos ante la escena. Ninguno movió un solo dedo, de repente creyeron que estar en silencio era lo mejor.

Levi y Eren no se dan cuenta.

Sus rostros están cerca puede sentir su respiración.

Ya no es tímida como antaño.

Hierve en ira.

—¿Quién te crees? —le dice Eren entre dientes— ¡¿Quién crees para enrostrarme tu fuerza?!

—Oí, cálmate.

—¡No me des órdenes!

Hay algo más en ese grito. Algo más que odio.

Un atisbo de dolor.

Oh. Ahí está Eren. El mocoso de preparatoria. Cubierto poder máscara de egocentrismo.

Pero sigue ahí.

El ojiverde lo suelta, siente que ha sido descubierto. Con un rubor ligero. Enojado.

No sabe cómo demostrar que esto no es un berrinche.

—Gunter —llama al moreno que está más cerca.

—Sí jefe Ackerman.

—Escolta al señor Jaeger. Ya no es bienvenido aquí.

—Pero... —Gunter vacila— es el nuevo vicepresidente.

Mierda.

—Entonces reporta cada visita —concluye— me duele la cabeza.

—Sí, jefe Ackerman.

Gunter señala la salida y acompaña al vicepresidente, el ojiverde vuelve en si para ver a los asustados empleados que lo miran con recelo.

Esta no fue la bienvenida que imaginaron.

Eren no es la supuesta "mano derecha" que esperaban.

El pelinegro vuelve a su escritorio, no quiere dar explicaciones.

¿Si lo conoce?

¿Lo conoce?

No, no lo conoce, es la primera vez que lo ve. Mierda, esta mintiendo, pero es lo mejor. Mentir es su única salida, las exlicacines serían largas e inconcisas...dolorosas.

Su café está frio.

Lo cambia en la máquina dispensadora. Un chorro del líquido negro, dos...

Always...

Lo recuerda.

Eren Jaeger.

Lo recuerda desde que se mudó de ciudad.

Está en sus pensamientos. Siempre está ahí, cuando tiene que despedir a alguien, cuando atropello a ese perro, cuando terminó con su novia, cuando alguna mancha no se quita, cuando duerme.

Always...

"Levi"

Sus enormes gafas de mosca vieja.

El cabello desarreglado.

La leve gordura de adolescente.

"Usted me gusta"

Su carta hecha a mano.

Tinta azul. La escribió en clase, ellos solo utilizaban tinta azul para química.

"Por favor...acepte mis sentimientos"

No era consciente de que su respuesta desencadenaría todo aquello.

Lo que le hizo a ese chico...lo que le dijo no tuvo nombre.

Lo rompió.

Mierda, al parecer su buena suerte se ha acabado.

No tiene arreglo.


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Eco

La vida es un eco. Lo que siembras, cosechas; lo que envías, regresa; lo que das, obtienes. La vida es un eco que siempre regresa a ti.