NOTAS AUTORA:

¡Hola! Bueno muchas gracias por el apoyo y por leer mis historias. Esta vez me apeteció escribir algo que veo muy interesante. ¿Bulma y Vegeta en el instituto? Un gran universo alternativo, hecho a mi manera. Espero que os guste, y una vez más mil millones de gracias por leer.

La alarma sonó. Una despeinada y despistada peli azul con alocados cabellos despeinados intentaba aplazar la alarma a toda costa. Desgraciadamente en su casa la conocían de sobra, así su madre pegó uno de esos gritos que ella odiaba.

-¡Bulma! ¡ Arriba! - Se escuchó desde el piso de abajo.

La joven Bulma, hizo caso omiso,se giró y siguió durmiendo. Su madre, colocó el desayuno encima de la mesa, mientras encendía la estufa y se comenzó a impacientar.

-¡Bulma! ¡ levantate! - un gritó subido de tono se escuchó en la casa. Bulma se tapó la cabeza con una almohada, comenzando a quejarse un poco.

-¡ BULMA! ¡Arriba, ya!- Ese último grito con un toque de enfado, terminó por hacer que poco a poco se levantará de la cama con los ojos aún cerrados. No por el entusiasmo de madrugar si no, porque una de las cosas que más odiaba del mundo eran los reclamos pesados de su madre para despertar.

Colocó sus piernas en el suelo, y comenzó a caminar hacia el cuarto de baño de su grande dormitorio. Como era de esperar, su familia era una de las más prestigiosas de la ciudad. Su padre, era el creador de la más famosa empresa en ciencia del mundo, la Capsule Corp., su madre, se dedicaba a actuar de ama de casa, ya que pensaba que debía atender antes el cuidado de sus hijos, y tampoco necesitaba trabajar, realmente. Bulma se miró en el espejo de su baño, abriendo un poco sus azulados ojos. En un bostezo, agarró el cepillo y la pasta de dientes, y volvió a cerrar los ojos, lavándose los dientes mientras casi se dormía de nuevo. Tomó el agua en la boca, y en unas gárgaras la escupió. Miró su reloj, vaya... no era tan tarde como parecía. Pues, concretamente, ese día era el primer día de clases por fin después de todo el verano, así que ese día debía arreglarse más de lo normal para ir a clase. Era una chica bastante presumida y coqueta, por eso madrugaba tanto, debido al tiempo que debía emplear en su pelo, su ropa, y maquillaje. Preparó el agua caliente, haciendo que cayera en la ducha, y comenzó a desvestirse con lentitud. Otra de sus cualidades, sí, lo lenta que era para todo, por eso daba igual que madrugara...siempre llegaba tarde. Por fin se desvistió, preparada para entrar en la ducha, dios que frío, en un movimiento rápido entro. Se duchó, enjabonando su azulado cabello, después una mascarilla, y finalmente lavó su cuerpo con un gel de olor a coco. Lista, agarró dos toallas, una para su delicado cabello y otra para su cuerpo, y salió mirándose al espejo, para comenzar con su maquillaje. Agarró base, sombras azuladas, coloretes... y como no, el último toque, un pintalabios rosado. ¿Por qué? Pues Bulma era una de esas chicas que opinaban que hasta que no pintas tus labios, no estas vestida. Se retiró la toalla del pelo, y peinandolo con cuidado, se dispuso a secarlo con su secador favorito, el más avanzado y caro del mercado, un regalo de su padre. Gracias al avanzado secador, pudo alisarlo con facilidad, así al plancharlo, no le costaría tanto. Miró el reloj, ¿Qué? ¿ las ocho? Pero si se había levantando a las siete menos cinco... dios era un caso, se le iba todo el tiempo en el cuarto de baño. A las ocho y media debía estar en el instituto, y por si fuera poco... aún no había terminado, le faltaba vestirse. Corriendo salió, colocándose con rapidez su ropa interior, y abriendo su armario, buscó su uniforme encerrado allí desde que acabaron las clases. Se lo colocó rápidamente y salió como una bala, corriendo hacia el piso de abajo para tomar el desayuno. Bajó las largas escaleras pero parece ser que encontrándose algo que no le gustó nada... Su madre con un rostro muy molesto, estaba de brazos cruzados, mientras que su hermano mellizo, Christian, andaba riéndose desde detrás.

- Otra vez... ¿ tanto tiempo para arreglarte? ¡ Bulma! -

después de unos buenos cinco minutos de regañina, Bulma se sentó en la silla, con la cabeza baja y malhumorada. Su hermano la miraba fijamente, con una sonrisa prepotente.

- Siempre tanto tiempo malgastas en todo eso... yo solo necesito cinco minutos...- se echó a reír, mirándola fijamente. Bulma subió su mirada muy malhumorada clavando sus azulados ojos en él, haciendo que parara al instante.

Vaya, ¿ si que lo tenía entrenado, eh? pues él conocía el gran mal carácter que tenía su hermana. Hablemos de Christian. No tienen mala relación ni mucho menos, precisamente Christian era el hermano que muchas soñarían tener. Bulma y él tenían una gran relación y tenían la gran confianza de hablar de cualquier cosa entre ellos. Ambos hacían cosas por el otro, sin importarle las consecuencias, pero eso no quita unas risas y unas peleas de vez en cuando como en toda relación de hermanos. A decir verdad, físicamente eran dos gotas de agua, ella femenina y cuidadosa, él masculino y fuerte. Ambos tenían el mismo color de cabello y los mismos intensos azulados ojos. Compartían en común incluso algunos gestos de manos al hablar, sin darse cuenta. Más de una vez, les han dicho que son versiones de ellos mismos en diferentes sexos, es decir, Bulma es una versión mujer de Christian, y Christian es una versión hombre de Bulma, como dos espejos o dos gotas de agua. A Christian le traía sin cuidado pero a Bulma quizás le mosqueara un poco aquello, ella siempre pensó que son personas distintas y cada uno tiene su vida, no son versiones de nada.

Christian ignoró a su hermana y se dispuso a tomar su último sorbo de leche. Miró su reloj, aún quedaban unos 10 minutos para salir, agarró el mando y encendió la televisión.

-Más vale que te des prisa en comer enana...- dijo fijándose en un anuncio donde salía unas zapatillas de deporte interesantes.

¿Enana? ...Bulma arrugó una ceja y le sacó la lengua.

- ¡Estúpido! ¿enana? solo naciste dos minutos antes, ¡solo dos! - dijo tomando rápido la leche y las tostadas. Christian se echó a reír, le encantaba molestarla de esa manera, era los momentos que más apreciaba junto a su lado- ¡ Además, yo iba para hija única, tú te acoplaste en la tripa de mamá! - Se abalanzó y comenzó a estirarle la mejilla mientras Christian reía, entonces unos gritos se escucharon desde el piso de arriba.

-¡ Quietos, por favor basta! ¡Que dolor de cabeza me dais! ¡ si seguís así os castigaré un mes! - parecía que la señora Briefs no andaba de buen humor. Teniendo a dos mellizos peleando a esas horas de la mañana, era normal. Bulma y Christian se soltaron al instante, poniéndose cada uno a lo suyo, asustados. Mamá daba realmente miedo cuando se ponía así...

Parecía una mujer amable y generosa a vista de todos, sobre todo muy servicial cuando Bulma o Christian traían amigos a casa. Pero con sus hijos a solas, provocaban a una mujer que llevaba dentro escondida, con poca paciencia. Bulma terminó de desayunar y aún quedaban cinco minutos. Christian apagó la televisión, levantándose a por su mochila.

-Vamos, Lans estará esperando fuera en el coche, ¿sabes? no tardes...- se fue dejando a su hermana para esperarla allí. Lans era el mayordomo privado que tenían Bulma y Christian contratado por el señor Briefs. A decir verdad, se pasaba media vida viajando, quizás intentaba encontrar un sustituto, porque pasaban más tiempo con Lans. Él los cuidaba cuando su madre no podía y les llevaba a todas partes, programando sus rutinas. Pero el tema del padre ausente, era una espina de la que a los hermanos no les gustaba hablar. Lans por su parte, tenía un enorme cariño hacia ellos. Bulma corriendo metió un montón de bolígrafos y una libreta en la mochila y salió de allí. Bajó y su hermano ya estaba dentro del coche. Lans le abrió la puerta y ella como una centella entró dentro.

-Buenos días señorita Bulma, ¿primer día de clase? - se sentó en el asiento del piloto, y comenzó a poner el coche en marcha.

- ¡Buenos días Lans!, sí, voy bien maquillada, con mi uniforme precioso... y...- se giró un segundo observando como Christian se intentaba sacar algo de los dientes con las manos, mirándose en el espejo del retrovisor- con un espécimen extraño como hermano...- Christian se giró al instante estirándole de la mejilla al igual que ella hizo antes, era el juego de ellos. Bulma se quejó apartándose de él llamándolo ' acoplado de barriga ' y una vez más Lans sonrió, viendo como volvía esa rutina después del verano, en su vida y en la de los mellizos.

En la otra punta de la enorme ciudad, un chico de cabellos extravagantes, andaba hacia la escuela Orange, hablando por su teléfono móvil.

-¿Qué?, ah sí, jajaja-

Parecía tener una conversación tranquila, andaba contento y era muy risueño. La gente se quedaba mirándolo fijándose en esa calma que transmitía.

-¿Y qué, de momento te gusta la ciudad? , ya, bueno, te acostumbrarás, mi madre dice que esta tarde podría enseñártela un poco más, eh, ¿no? bueno... a tu ritmo...sí, sí, ¿vienes a clase, no? es el primer día... Eh , oh, vaya, bueno este...nos vemos al volver, supongo...-

Apagó el móvil un poco entristecido. Esa persona era nueva prácticamente en su vida y no sabía como hacer una buena compenetración, parecía muy complicado. Levantó un momento la mirada deteniéndose, por fin llegó a la escuela, y parecía que llegaba a tiempo, alegre se fijó en como un coche de lujo aparcaba en la entrada del instituto, y comenzó a caminar a prisa sabiendo quien salía de ese coche.

-Bueno, Lans, ¡ nos vemos! - Christian bajó del coche, junto a Bulma, despidiéndose ambos con una sonrisa.

-¡Que tengan un buen día! ah, no olvide Christian, mañana sus clases de baile de hip-hop, tampoco olvide que en tres días comienzan sus clases de Ballet señorita- con el coche en marcha se despidió de allí, dejándolos suspirando a los dos hermanos. Rutina...maldita rutina. A decir verdad, Christian era un chico sencillo, siempre le gustó las cosas con estilo, era un apasionado del rap, le encantaba la cultura del hip-hop. Bulma era más refinada, optando por el ballet, el arte, y la interpretación.

-Bueno...- suspiró Christian una vez más- aquí nos vemos otro año más, Orange School... - Bulma asintió comenzando a caminar junto a su hermano, entonces alguien les gritó a lo lejos.

-¡Hey, Hey! - Christian se giró, sorprendiéndose con una gran sonrisa.

- ¡Goku! - agarró la mano de su amigo, chocándose como suelen hacer los hombres -¡ tío no he sabido nada de ti en todo el verano!

-¡jajajaja! ya ves, este, ¡Hola Bulma! - le dirigió una enorme sonrisa, a lo que Bulma le respondió con otra-

-Hola, Kakaroto- Bulma entonces disipó a lo lejos a una de sus amigas, llamada Lázuli, una chica rubia bastante hermosa, pero algo arrogante y despreocupada. No procedía de una buena familia y tubo bastantes problemas, aún así era fuerte y educada pudiendo afrontar todo lo que se le ponía delante, sin perderse a sí misma, por eso Bulma la admiraba.

Goku era un chico bastante animado, gentil y amable. Era uno de los amigos de Christian, conciendose desde niños. Al parecer un día haciendo una hazaña con un bastón en el parque, hizo que le proporcionaran el apodo de Goku, referido al cuento popular. Aunque Bulma prefería seguir usando su nombre, que era Kakaroto.

-Bueno, es que este verano...-

-¡ no jodas , tío! has estado fuera, y no he podido contactar contigo - reía Christian- me has preocupado pequeño Son Goku - dijo con tono de burla, a lo que Goku le acompañó- que, ¿fuiste a ver un nuevo país? - Andaban por los pasillos buscando las listas nuevas de clase.

-Tío que va... verás, ¿recuerdas? mamá se fue a una reunión en Tokyo, por la empresa y eso. - Christian asintió, recordando aquello. Gine, la madre de Goku, era una mujer divorciada que controlaba bastantes acciones, el ejemplo de una mujer independiente, por otra parte el padre de Goku controlaba la mitad de la empresa. La fundaron juntos así que fue lo más justo a la hora de divorciarse, gracias a dios fue un juicio amistoso, lo que alegró mucho a Goku. - pues verás...en esa reunión un gran empresario quedó impactado por su manera de exponer las acciones y los bienes gananciales, y le pidió...una cena...- Christian abrió sus ojos asombrado.

-¿una cita? -

-Bueno, - Goku se rascó sus alocados cabellos sonriendo- el hombre es viudo,...la cuestión es que la cosa cuajó y quedaban para verse de vez en cuando así que...bueno están juntos.- Christian abrió su boca sorprendido, sin esperarse eso- así que...sabes pues este verano lo pasé en la enorme mansión que tiene en una isla él, es un hombre muy rico.

-Buah tío, ¿van enserio , no? aunque esto está muy alejado de Tokyo y...- entonces Goku interrumpió a Christian.

-Claro es que la cosa es que...ahora él está aquí en mi casa...-

-¿ En tú casa? joder tío esto si que es un primer día de clases bomba - comenzó a reír sin parar.

- Eso no es todo...él tiene dos hijos, ¿sabes?...-

-¡Tienes hermanastros! HA, ahora sabrás lo que se siente, Bulma es un coñazo, pero hey... das todo por ellos...- sonrió con alegría, recordando a su hermana.

-Uno es unos cinco años más pequeño que yo sabes... el otro...tiene nuestra edad...-

-¿Nuestra edad? vaya, genial, uno más a la pandilla- rió Christian.

-Que va tío... es muy orgulloso, de hecho le han apuntado a este instituto y no quiere venir, no hemos hablado mucho, solo cuando nos cruzábamos alguna vez por la mansión...pero mi madre me pide por favor que le anime a bajar a la ciudad y así alegrarlo un poco pero...- Christian pasó su brazo por el cuello de Goku, riendo.

-Bah, tío tranquilo yo te ayudaré, esta tarde podríamos llevarlo al cine o algo, ¿te parece? -

-¡Gracias Christian! - Goku le dedicó una amable sonrisa, entonces se fijó en algo- mira, las listas.

Ambos entusiasmados se acercaron a ellas, haciéndose paso en la multitud.

-¡Tío la misma clase, clase C !- Goku y Christian chocaron los cinco contentos de pasar un curso juntos, les encantaba gastar bromas a los profesores y reírse en cada clase - espera...¿dónde habrán puesto a mi pequeña? -

-Oh, te refieres a Bulma, tío...déjala volar no puedes ser siempre tan protector, además es de tu edad...- entonces Goku se calló mientras Christian le miraba con cara de demonio escupe fuego.

-¡Es mi pequeña, vale! ¡ es mía y siempre la protegeré! - Goku le calmó riendo.

-Vale, vale tranquilo , jajaja- se fijó en un papel- hey mira aquí va mi ' hermanastro' y...- bajó la mirada a otro nombre- parece que...le ha tocado con tu hermana.

Bulma subía las escaleras, abrazando a su amiga, dándole apoyo. Al parecer la pobre Lázuli había pasado el verano en casa de su tía, su padre se presentaba todas las noches borracho en casa y apalizaba a su madre, así que le pusieron una orden de alejamiento y tuvieron que quedarse allí. Su hermano mellizo Lapis, estaba en un internado militar, llevaba allí ya un año, por culpa de su estúpido e irresponsable padre. Le echó la culpa de tener una mala vida a su pobre hijo y le mandó allí castigado, así que él poco podía hacer por su madre y su hermana.

- Lo siento tanto amiga...- una pequeña lágrima caía por su rostro. Lázuli limpió la mejilla de Bulma con un rostro serio.

-No tienes nada que sentir, me has estado llamando todo el verano y has venido a verme, no podría esperar más de una amiga como tú...a saber donde estaría yo...- Bulma sin poder evitarlo le dio un cálido y enorme abrazo, llorando por sus palabras. Lázuli se apartó de ella, dándole un pañuelo para que se secara. Entonces giró la vista mirando una alocada multitud de gente - hey, allí están las listas, ¿vamos?-

- ¡Sí! - Bulma se secó sus lágrimas tirando el pañuelo a la basura, sonriendo para que su amiga la viera fuerte. Emocionadas se acercaron a las listas, buscando sus nombres.

- Clase B...- dijo Lázuli, murmurando. Bulma puso un rostro apenado y bajó su mirada.

-Clase A...- ambas se miraron apenadas. Quizás Lázuli no lo expresara tanto pero... aquello le dolió mucho. Muchas chicas la veían dura y rebelde, o eso aparentaba, y se acercaban a ella por conveniencia, lo que le irritaba. En cambio Bulma siempre estuvo ahí, apoyándola y ayudándola, sin importarle lo demás. Todos rumoreaban que era mala como su familia, que su hermano se drogaba, que ella bebía...un sin fin de cosas, mentira todo. Bulma jamás creyó eso y optó por conocerla a fondo, sin saber que ella acabaría siendo unos pilares de su vida. Al principio Lázuli la veía como la típica mocosa rica y mimada que tenía todo en la vida, y la rechazaba mucho. Bulma jamás se rindió, y ahora Lázuli se lo agradece, siendo inseparables.

-Hey, Lázuli, mira este nombre...parece nuevo...- Bulma señaló un nombre en la lista de su clase.

-Hmp, da igual, ten cuidado con él, ¿de acuerdo? si es nuevo no sabemos nada de él.- Bulma sin poder evitarlo la abrazó.

-¡Cómo te preocupas por mí! - Lázuli se despegaba de ella por vergüenza.

-Ah, mocosa...-

Las clases transcurrieron aburridas, al menos para ellas. Las niñas rodeaban a Lázuli preguntandole por su vida, con quien iría en clase... y ella en una rabia les gritó, haciendo que la mandaran al director. Goku y Christian se la pasaron genial, eran los graciosos de la clase y los demás le admiraban. Christian como de normal recibió varias invitaciones de las chicas para acudir a citas, pero él siempre se negaba, ya que aquello no le interesaba mucho. Era de saber que era bastante atractivo al igual que Bulma, y cuando las chicas veían como se preocupaba por su hermana, y lo amable que era, las chicas se derretían a sus pies. Los profesores entraban a clase con la frase de ' Goku y... Christian, dios, que curso me espera ' y suspiraban sentándose mientras todos reían. Bulma tomó algunos apuntes y se sentó al principio de la clase, los chicos la rodeaban hablando de ella, por si se atrevería alguno a invitarla al cine pero, teniendo a Christian era complicado. Cuando uno de ellos se le acercaba su hermano aparecía de escudo como por arte de magia, malhumorado. Se pasó las clases aburrida y fijándose en aquel sitio vacío. ' que grosero, el primer día de clase siendo nuevo y no se presenta...que chico tan raro. ' pensaba Bulma.

Ya en casa, Bulma se tumbó en la cama, desanimada. Su hermano tocó la puerta de su cuarto.

-Enana, voy a salir, si necesitas algo...- entonces escuchó unos pequeños llantos. Rápidamente sin pensarlo entró en el cuarto de su hermana preocupado. Vio como Bulma lloraba, se alarmó sentándose a su lado.- ¿qué ocurre? vamos dímelo, ¿alguien te ha hecho algo? - puso un rostro enrabiado.

-No... es Lázuli...después del verano tan duro que ha soportado, y sin ver a Lapis, hoy tubo un incidente en la escuela, y está otra vez con ansiedad... no sé como ayudarla - abrazó a su hermano, mientras él la rodeaba con sus brazos sobre protectores.

-No llores...- entonces se le ocurrió una idea- ¡hey! vamos a recogerla con Lans, poneros guapas, veniros conmigo y os animáis, yo y Goku quizás vayamos al cine con otra persona, ¿te parece Bulmita ?

A Bulma le cambió la cara al instante, dándole las gracias a su hermano mientras marcaba el número de Lázuli, pensando que les vendría bien salir a ambas.

-Venga vamos, tan solo será un rato, seremos tú, un amigo y yo, te enseñaré la ciudad y...- El otro chico interrumpió a Goku con mal genio, apartándolo de su camino.

- No me interesan esas tonterías, déjame en paz ¿de acuerdo? - entonces un hombre con barba, y con una edad mediana apareció entre ellos.

-Hijo, será divertido, además conocerás la ciudad y podrás pasar un poco de tiempo para conocer a Kakaroto, ¿de acuerdo? - Mierda, cuando el viejo se metía en medio, era difícil llevarle la contra. Desde que su madre murió, el muchacho difícilmente desobedecía, pero... - vamos, no seas tozudo, sabes que te vendrá bien, y sé... - se cruzó de brazos con seriedad- que hoy no fuiste al primer día de clases... -

El chico malhumorado y gruñendo subió a su cuarto sin decir nada, pese a su orgullo, para vestirse y marcharse de allí.

-Vaya...- Christian miró la hora en su móvil de última generación - Goku se retrasa... -

Se encontraban en el centro de la ciudad, donde estaban los monumentos y las tiendas más importantes. Bulma se había vestido con una camisa de palabra de honor, un pantalón corto y su tiípica pequeña coleta con un lazo a un lado de su cabeza. Lázuli, llevaba un estilo más 'rebelde', con vaqueros rasgados camisa de rayas y botas camperas. Quien podía verlas tan distintas y pensar que eran amigas...

-Así es Kakaroto, siempre tardando...- Lázuli dijo eso cruzándose de brazos, sentándose en un banco que había al lado.

-Bueno, al menos estamos juntas, y has venido - Bulma se sentó a su lado abrazándola, haciendo que Lázuli vergonzosa se apartara - ya verás, me esforzare para que esta tarde sonrías mucho - Lázuli se quedó asombrada una vez más ante su amiga, y con una sonrisa acarició su cabeza azul como si fuera una niña pequeña.

-¡Hey, habéis esperado mucho! - una risueña voz se escuchó, haciendo que todos se giraran. Christian entusiasmado caminó hacia su amigo.

-Tío ya creía que no venías, joder - comenzó a reír - el verano no te ha cambiado ni una pizca...- Goku se rascó sus alocados cabellos riendo. Bulma se levantó dispuesta a ir a saludar a Goku, mientras que Lázuli, prefería saludarlo con un gesto de mano desde donde estaba sentada, al que Goku correspondió con una sonrisa.

-Hola Kakaroto - Bulma le sonrió, entonces, se fijó en alguien andando un poco más alejado a Goku. El tiempo se detuvo un segundo, mirando a aquel chico. Lucía con un rostro irritante, sus cejas arrugadas y su cabello tenía una forma curiosa, parecía una flama, acompañado de un pequeño flequillo en punta por su frente. Una camisa apretada de manga corta, dejaban ver sus músculos libremente, llevando sus manos en los bolsillos de su vaquero, acompañados con una cadena moderna de acero colgando de su cinturón. Sus andares eran arrogantes y despreocupados a la vez, y su mirada, chispeante. ¿Qué tenía ese chico? Algo a Bulma le llamó la atención de él, y justo cuando menos lo esperaba...

- Hey, vamos ven aquí, ¿tendré que presentarte , no? - Goku se giró mirando a aquel misterioso chico, respondiendole con una mirada prepotente. Se acercó poco a poco a ellos, sin involucrarse mucho, estando detrás de Goku.

Bulma no podía creerlo, se acababa de fijar en él por casualidad y resulta que venía con Goku, ¿quien era? jamás lo había visto antes por aquí o junto a Goku. Pero lo más raro de todo, era que escasos hombres llamaban la atención de Bulma, por no decir casi ninguno, y mucho menos por la calle. A pesar de que demasiados chicos de la ciudad y la escuela deseaban tener una cita con ella, pero...ese chico tenía algo, algo que los demás no tenían. Estaba asombrada de como él pudo captar tanto su atención, haciendo que incluso se fijara en sus facciones y andares.

-Bueno, - dijo Goku mirando a aquel chico - este es Christian... - Christian asintió con una gran sonrisa a dicha presentación - esa es Lázuli - la señaló y ella desde el banco movió la mano en gesto de saludo, el chico apenas la miró, entonces...- y esta es Bulma, la hermana de Christian...- El chico fijó sus ojos en ella, haciendo que ella se quedara impactada por esa rebeldía arrogante que se notaba en ellos. Tragó saliva nerviosa, y miró hacia abajo, algo sonrojada - bueno chicos, él es mi 'hermanastro'- añadió Goku con un gesto de comillas - Vegeta..., le veréis a menudo ya que ha ingresado en nuestro instituto, solo que hoy...bueno no acudió...- Vegeta se cruzó de brazos malhumorado mirando hacia otro lado.

Un momento... ¿no había ido al instituto, y era nuevo...? No será... ¿Aquel tipo que no apareció esta mañana? Bulma se sorprendió, sin saber que pensar ahora. En fin...

- Encantado - añadió Christian por educación, Vegeta solo se limitó a mirarlo de una manera arrogante, añadiendo un hmp, pero parece ser que Christian apenas se dio cuenta- Bien chicos, esta tarde promete, - Christian agarró el brazo de su hermana para comenzar a caminar, - vamos, venga Lázuli, muévete- reía mientras Lázuli se levantaba caminando junto a ellos, Goku con una gran risa les seguía por detrás... y Vegeta caminaba malhumorado, lento y con arrogancia.

¿Qué ocurrirá esa tarde? ¿Cómo se debe tomar Bulma el impacto que tuvo al ver a ese tal Vegeta? Parece ser que este nuevo año de clases será interesante.

NOTAS AUTORA : Bien, he dibujado a Christian y podéis verlo en mi cuenta de Devianart, ladymaryjaneholland. Lázuli y Lapis son androide N 17 y 18, como creo que sabréis. Espero que os haya gustado todo esto, mil millones de gracias una vez más.