Capítulo 1. Ladrón de eternidad.

"Y al principio lloré, pero tiempo después el hambre y el dolor me hizo cambiar, tuve que matar y de sangre alimentar a este pobre ladrón de eternidad"

Tokio, Japón. Unidad Especial de Homicidios, 10:00 P.M.

El Teniente Ranma Saotome llevaba 3 días investigando el asesinato de 5 jóvenes del centro de estudios de Ciencia y tecnología de Tokio. No podía sacar las imágenes aterradoras de su cabeza que para ser detective de homicidios no podía más que estremecerse al ver el desgarramiento del cuello, los rostros petrificados, horrorizados y ni una sola gota de sangre. Parecía más que un caso de homicidios una película de horror. Y ninguna huella, ninguna pista excepto por aquel olor extraño picándole la nariz. Las respuestas no llegaban a su cabeza, se recostó con la cabeza hacia atrás en su amplio sillón, decidió relajarse un poco, cerró los ojos para adentrarse en lo más recóndito y oscuro de su subconsciente se imaginó como un vengador nocturno buscando a un asesino de cuento, un vampiro sería la solución, la sola idea hizo que su mal humor fuera desapareciendo y siguió jugando más. No parecía obra de algún vampiros ¡No! –Se repitió para sus adentros- ellos son bastante cautelosos y discretos en sus cacerías, aquella masacre sería algo poco elegante y de mal gusto. ¡Demonios! Tenía que aceptar que son asesinos muy pulcros y limpios, por otro lado por el desgarramiento del cuello y heridas tan salvajes bien podría tratarse de un lobo un hombre-lobo para ser exacto. La sola idea le erizó la piel abrió los ojos rápidamente tratando de quitar tan horrible escena, lobos y vampiros jugando y destrozando aquellos frágiles cuerpos.

- La sarta de idioteces que estoy imaginando, debo salir de aquí mi cerebro no da para más. ¡Vampiros! ¡Lobos!

Soltó una carcajada mientras se incorporaba para salir por un café, sin saber lo cerca que estuvo en sus fantasiosas suposiciones, el timbre de ultratumba del teléfono resonó en su oficina y le hizo pegar un brinco, agradeció en lo más profundo que Ryouga no lo hubiera visto, si se enteraba seria el hazme reír de todo el departamento durante varios meses.

- ¿Si?

- ¿Detective Saotome?

- Diga

- El Sargento Osawa. En la línea 2

- La tomo

- ¿Saotome? ¿Qué es lo que está pasando? No puedo creer que tengo 5 días fuera y el caos se despertara en toda la capital ¿Que pistas tienes? ¿Sospechosos?

- No señor, de hecho nada a pesar de los días que hemos llevado el caso se exactamente lo mismo que usted.

- No trates de tomarme el pelo Saotome ¿Qué demonios ocurrió ahí?

- Una masacre espantosa Sr. No tengo pistas, no tengo huellas, no tengo una gota de sangre.

- ¿Como que no hay sangre?

- Ni una gota Sr. le estoy enviando todos los datos por correo electrónico.

- Voy a revisarlo te marco en veinte minutos así que no se te ocurra salir de ahí –Cortando la llamada-

- No he salido en tres días ¡Demonios! Qué más da veinte minutos.

Ranma Saotome de veinticinco años con la coleta un tanto despeinada por el encierro de tres días en su oficina, no entendía que conexión tenían en común esos cinco chicos para merecer una muerte tan violenta. Exactamente veinte minutos después el teléfono comenzó a sonar nuevamente.

-¡Saotome!

- Por suerte mañana recibirás a la Dra. Akane Tendo una especialista forense en patrones de sangre. Tiene mucha experiencia trátala bien viene de Hokkaido sólo para este caso.

- Que parte del no hay una gota de sangre en los cuerpos usted no.

- Mira Saotome llevas tres días a cargo y no tienes ninguna prueba ni pista del caso así es que si esta mujer tiene algo que aportar al caso no me interesa tu opinión dale toda la información que necesite ¿De acuerdo? – La llamada se cortó antes de que el teniente refutara algo más-

- ¡Maldita sea! Que podrá hacer esa maldita mujer que yo no he conseguido en tres días.

Azotó la bocina y sin mirar atrás salió a buscar el néctar de los dioses un americano doble para regresar su confundido cerebro a la realidad.

Hokkaido una semana antes.

Unidad Médico Forense, Hospital Izumo.

Dos de los más reconocidos forenses de Japón, estaban frente a un rompecabezas humano, llamado Hikaru Gosunkugi, las M.F. Ukyo Kuonyi y Yuka Utada tomaban fotos, notas y no dejaban de admirarse de la aterradora imagen. El cuerpo estaba seccionado milimétricamente parte por parte ellas consideraron que era un trabajo quirúrgico por la limpieza de los cortes, tan solo la cabeza a la altura de la garganta tenía un pequeño punto, el asesino narcotizó al infeliz de Gosunkugi para poder diseccionarlo, tan solo eso tenían al recibir el informe del examen toxicológico de uno los cabellos de muestra, pero nada más de información y allí estaba el rompecabezas, las piernas separadas del tronco pies y manos al igual que los brazos, el cuerpo totalmente acomodado pero lo más increíble era la falta total de sangre, ni una sola gota del vital líquido.

- ¡Demonios Yuka! Esto es increíble cómo puede estar tan limpio esto, tan condenadamente limpio, no tengo ni la más remota idea de cómo pudieron sacarle toda la sangre

- Esto es una obra de arte, probablemente algún grupo sadomasoquista en una de sus prácticas brutales encontraron una manera de sacarle todo el jugo –sonrió excitada - La sola idea me ha puesto de humor, esto me recuerda cuero negro y cadenas –Lamió sus labios-

- ¡Cuándo pienso que nada más me puede sorprender de ti! Sales con algo nuevo, el hecho es que no podemos resolver esto solas, tenemos que pedir otra opinión.

- ¡Estás loca! No pediré ayuda a esa maniática, cara pálida, parece un maldito muerto con ese color, dime Ukyo ¿Quién diablos con el maldito calor y playas de Hokaiddo tiene ese color? Dime ¿Quién?

- Lo sé, ella es un tanto...un tanto. Extraña digamos, pero necesitamos ideas, este maldito loco no puede seguir en las calles haciendo esto.

En el laboratorio más equipado de la unidad estaba ella la mejor M.F. reconocida en todo el mundo por encontrar indicios de algún asesinato, prácticamente de la nada, su astucia y capacidad eran respetadas por todos los forenses, constantemente la llamaban agencias como el FBI o la INTERPOL, para verificar patrones de sangre en las escenas del crimen, ella podía recrear de manera increíble la forma en como una víctima de asesinato pasaba sus últimos instantes, las personas que habían presenciado sus "demostraciones" constatarían la forma en que se les helaba la sangre ante la crudeza de Akane Tendo. A pesar de eso ella era a la vista de cualquier hombre una verdadera muñeca de porcelana japonesa, su cabello negro azulado por encima de los hombros, sus ojos verdes enigmáticos, un cuerpo atlético y bien formado, su piel era blanca como el marfil, indicio de ser una enemiga declarada del sol. La realidad es que ella salía muy poco durante el día, era un ser nocturno y solitario su única pasión era la sangre. Verificaba los resultados del cabello de Gosunkugi, que llegó a sus manos instantes antes de que Ukyo y Yuka los tuvieran en su poder.

- Morfina para dormirlo, las partes del cuerpo en perfecto estado, tal vez lo congelo antes de desmembrarlo y cero sangre. ¡Sangre!

Al pronunciar esta palabra un cosquilleo subió desde su estómago a su cerebro sus ojos pasaron del verde a un gris profundo y unos pequeños colmillos fueron creciendo en su boca, tenía sed, mucha sed. El ardor que se acumuló en su garganta era infernal, llevaba varias noches que la sangre sintética ya no minaba la necesidad urgente de sangre humana, cerró los ojos y apretó fuertemente sus puños tratando de controlarse, mordió su labio inferior liberando su propia sangre, la tomo con su dedo índice y la limpio vehementemente con su lengua. Unos golpes en su puerta la sacaron de su éxtasis.

- Demonios que patética soy. –Arregló su bata blanca y lamió las últimas gotas de su sangre mientras se dirigía hacia la puerta- Que manera de tocar mujer ¿Qué pasa?

Ukyo la miro detenidamente y le pareció ver un corte en su labio.

-¿Que te paso allí?

- Nada, nada, me mordí comiendo –Soltando una risita delatora-

- Pues vaya que tenías hambre, vengo a una consulta profesional. Sobre un nuevo asesinato, al parecer –Miró enfurecida el reporte en las manos de su némesis-

- Hombre asiático de 27 años 1.70 metros de altura, complexión delgada, bueno de hecho casi esquelética, cuerpo desmembrado y sin una sola gota de sangre., encontrado el día 05 de Noviembre alrededor de las 11.00 p.m. en el callejón de la calle Masui. Estudio de toxinas, positivo a morfina. Cortes quirúrgicos de gran precisión al parecer con un arma de gran filo posiblemente una katana ya que el corte se presenta de un solo golpe. En una trayectoria descendente, partes encontradas en perfecto estado sin indicio de putrefacción probablemente refrigeradas por largo tiempo. Todo está aquí -Mostrando el sobre del parte policial-

- ¡Demonios Tendo! ¿Por qué tienes esta información? La titular en esta unidad soy yo, recuérdalo bien –Le clavó su mirada desafiante, quien imperturbable solo profirió una disculpa con un dejo de desprecio-

-( ¡Por qué eres una basura como MF por eso!-pensó)- Lo siento Dra. Kuonyi

¡Como odiaba a esa mujer! En ese mismo instante podría tomar su vida entre sus manos, pero en ocasiones debía ceder para poder continuar con su estilo de vida y alimentarse de los asesinos dementes de la ciudad, era un tanto difícil ser como cualquiera pero a la vez como ninguno, aclaró su garganta y se dirigió en tono conciliador a la Dra. Kuonyi. No sin antes, clavarle esa mirada enigmática y de ultratumba que tenía para sus amigos especiales.

- En que puedo ayudarla -(Con la sed que tengo podría degollarte si quisieras)

- Quiero saber tu opinión sobre la falta de sangre en el cuerpo, eres especialista en patrones de sangre y ¿Quiero saber si...?

- Lo siento –Interrumpió en un tono arrogante- No hay sangre, no hay opinión, al menos por mi parte.

- No juegues conmigo Tendo sabes a lo que me refiero, quiero una posible y real hipótesis de cómo diablos fue vaciada esta víctima, quiero un reporte detallado en mi escritorio por la mañana. Esto parece un maldito ritual demente de algún sadomasoquista. (Diablos lo dije o lo pensé, ya no debo estar tanto tiempo con Yuka) ¿Entendido Tendo?

- Usted manda, yo obedezco.

Ukyo salió como un huracán tras demostrar su incompetencia ante su terrible Némesis. En tanto ella se tumbó en un amplio sillón dentro del laboratorio a recapitular nuevamente la información que ya tenía.

- Esto lo he visto ¿Dónde, donde? Piensa Tendo piensa, lo único coherente que dijo Ukyo fue la palabra ¡Ritual! Piensa, piensa. ¡Sí! Eso es lo tengo.

Se incorporó y se conectó inmediatamente en la red de homicidios, buscando todo lo referente a asesinatos relacionados con ritos vampíricos, cientos y cientos de reportes de asesinatos alrededor del mundo aparecieron en pantalla, la mayoría de ellos sobre juegos de rol como "The Masquerade" en U.S.A. "Vampire" en Inglaterra, pero solo uno de ellos llamo su atención.

"Masacre en la residencia Kuno"

05 de Noviembre.

La noticia del macabro asesinato del matrimonio Kuno, estremeció al pueblo de Nérima, Japón. La pareja fue encontrada por su hijo mayor Tatewaki, quien presenció un terrible espectáculo: Sus padres muertos, golpeados y apuñalados repetidas veces, sin una sola gota la sangre.

La otra hija del matrimonio Kuno, Kodachi, de tan solo 15 años, pertenecía a un grupo de culto vampírico. Iniciados a las ceremonias de sangre y seguramente adeptos a jugar el famoso juego de rol "Kasha" japonés, los más de 40 seguidores realizaban todo tipo de ritos sangrientos, desde torturar y matar animales, hasta beberse la sangre entre ellos. De este grupo, 5 viajaron a Nérima para realizar lo que sería él culmine de su transformación en vampiros. Entre ellos, la propia Kodachi, quien en su momento se pensó fue la asesina de sus propios padres, se pidió cadena perpetua a la joven, pero los trastornos psicológicos que padecía la llevaron a un hospital psiquiátrico a purgar su condena por asesinato en primer grado. Ella fue ingresada al instituto Hasegawa para enfermedades mentales.

- ¡Instituto Hasegawa! Le haré una visita a esa pequeña perra.

Mientras conducía por la calle en su flamante Porsche Spyder color rojo sangre, meditaba sobre la forma correcta en que debería extraer a Kodachi del hospital, limpia y rápidamente. La luz roja la detuvo y al mirarla el ardor de su garganta se acrecentó de manera alarmante.

- ¡Maldita sea muero de sed! – Soltó una gran carcajada de solo imaginarlo – ¡Si ya estoy muerta!

Encendió la radio para escuchar algo que distrajera un poco su necesidad vital. Cambiando las estaciones no encontraba algo acorde a su exquisito oído se detuvo en el 1500 de FM y una melodía bastante metalera para su gusto comenzó a impregnar el ambiente del vehículo, pudo cambiar de estación inmediatamente si no fuera por las palabras irónicas que empezó a escuchar.

"Aún recuerdo el momento, en que todo ocurrió un dolor y un lamento y mi vida terminó desde que sentí su aliento, no vi más la luz del sol la sangre anhelo

Algunos remordimientos, ya he empezado a olvidar y la vida del pasado ya no quiero recordar sé muy bien que he cambiado, ha sido la situación juego a otro juego

y al principio llore, pero tiempo después el hambre y el dolor, me hizo cambiar tuve que matar y de sangre alimentar a este pobre ladrón de eternidad

y al principio llore, pero un tiempo después el hambre y el dolor, me hizo cambiar tuve que matar y de sangre alimentar a este pobre ladrón de eternidad

Si, golpea mi nariz, tu sangre siento así el hambre aflorar No, no lo puedo evitar, no creas que está mal es que yo soy así, vivo en la oscuridad

Si, golpea mi nariz, tu sangre siento así el hambre aflorar No, no lo puedo evitar, no creas que está mal es que yo soy así, vivo en la oscuridad..."

Vampiro Warcry

- ¡Pero qué demonios! -Sonrió de buena gana-¡Ya me alegraron la noche!

Comenzó a cantar con su aterciopelada voz, aquella letra tan absurda, pero real al mismo tiempo, lo único cierto era que la necesidad de sangre era más urgente, la luz roja la detuvo y al mirarla el ardor de su garganta se acrecentó de manera alarmante. Apretó el volante del auto y busco en la guantera, una bolsa de sangre sintética esperaba, lista para ser bebida, iba a abrirla cuando escuchó un gritó de mujer. Olisqueó un poco el aire y sonrió de forma tétrica mostrando sus colmillos brillantes.

En un callejón aledaño un hombre alto y bastante fornido tenía maniatada a una jovencita contra la pared, con una mano le sujetaba ambas manos, mientras con la otra tocaba y frotaba brutalmente el virginal cuerpo de la chica. Ella suplicaba con vehemencia que aquella bestia la dejara ir.

- ¡Por favor! ¡Déjeme ir se lo suplico! –Llorando aterrada-

- Y dejar ir un bombón como tu ¡No! Esta noche serás mía de todas las formas que puedas imaginarte. –Comenzó a reír como un desquiciado mientras sus ojos estaban inyectados de lujuria-

- ¿Y qué te parece si mejor tomo su lugar?

La sensual voz de Akane entro como música de ángeles a los oídos del depravado quien poco a poco soltó a la joven para poder observar de que hermosa criatura pertenecía esa voz, giró y no fue decepcionado ante aquella aparición que sus miserables ojos jamás hubieran visto, una modelo de revista parecía mientras se acercaba sensual, provocadoramente a él, en un abrir y cerrar de ojos estaba a un metro suyo, el por instinto intento tomarla por miedo a que tan divina aparición se esfumara, pero ella detuvo sus manos, mientras miraba a la joven aun petrificada por el giro que había tomado todo.

- No querrás hacer esto frente a los niños ¿Verdad cariño? –Le susurró al oído-

- ¡No, no! Claro que no.

- Vete de aquí –Le ordenó a la joven mientras le guiñaba un ojo-

La chica se levantó y salió corriendo, agradeciendo a todos los dioses lo afortunada que había sido.

- Bien pequeña ahora verás lo que es un hombre de verdad –Sonrió pasando la lengua por sus labios de forma vulgar-

El bravucón trató de tomar sus labios desesperadamente, pero no pudo moverse ni un solo centímetro, las manos de su captora parecían tenazas de acero.

- ¿Pero qué diablos?

- ¡Shh! -Siseo-¡Ahora te haré mío de formas que ni siquiera imaginas, violador de porquería! - De un apretón le fracturó ambas manos-

El dolor lo hizo doblarse e hincarse frente a ella, poco a poco levantó el rostro y lo que vio lo paralizó, el antes hermoso y sereno rostro se había convertido en una mueca de satisfacción coronada por dos agudos colmillos, sus ojos inyectados de rojo y una mirada que penetraría hasta el concreto.

Lo levantó como si fuera una pluma sujetándolo del cuello de su camisa y sin piedad enterró sus colmillos en el cuello de aquel pobre infeliz, gritó desgarradoramente mientras miles de escenas pasaban por su mente, una a una las victimas de sus bajos instintos danzaron burlándose, su vista comenzaba a nublarse cuando todas las chicas se acercaron a él y le sonreían mostrándole colmillos, garras, ya no eran las jovencitas hermosas que el violó, ahora eran demonios sedientos de sangre ¡Su sangre! Ahogó un grito de terror en su pecho cuando en sus últimos momentos las vio abalanzándose sobre él, desmembrándolo, arrancando piel y vísceras de su cuerpo, finalmente vio a su ángel infernal que con paso danzarín se acercó y de un solo tajo le arrancó la cabeza, fue la última alucinación que tuvo antes de que "La asesina de la noche" bebiera la última gota de su sangre y le quitara el último hálito de vida, para después dejarlo caer como un muñeco de trapo al suelo.

- "Y al principio lloré, pero tiempo después el hambre y el dolor, me hizo cambiar tuve que matar y de sangre alimentar a este pobre ladrón de eternidad" –Repitió con su aterciopelada voz, dejando escuchar entre línea y línea un dejo de tristeza, mientras con una mano arrastraba sin esfuerzo alguno el cuerpo, o mejor dicho los restos de lo que fue su cena.

Continuara...