Hi! (?)
Como recordatorio ya que no paso por aquí desde abril (?) quieor decirles que eh vuelto al fandom (sólo con one-shots) y que tengo una lista con un par de ideas sobre las siguientes historias 33 que espero les gusten, yo las leí (las escribí hace mucho tiempo) y necesito leerlas en un one-shot xDD ← Se emocionó sola (?)
Otra cosa (?) Publiqué las historias en Wattpad, por que todo lo que escribo lo tengó ahí también, además de que esta historia estará pronto en AO3 para quienes les guste ahí también xD
Si… si… ya me cayo xDD Disfruten el one-shot!
Cicatriz
Nick Wilde x Judy Hopps | WildeHopps | (c) Disney
Judy Hopps, la primera coneja policía de Zootopia, reconocida por resolver casos complicados en tiempo récord junto a su compañero un zorro con historial pero que junto a ella eran la pareja de policías perfecta.
Reconocidos en toda la ciudad, fueron noticia en todo el país, orgullosos portadores del lema de Zootopia "No importa si eres un predador o una presa, aquí puedes ser lo que quieras"
¿Qué estarías haciendo ahora estos héroes?
– Esa palabra lleva acento– Se burló Nicholas P. Wilde, a su compañera de trabajo.
– ¿Qué? – Pausó repasando la palabra con la mirada– ¿Dónde?
– En la penúltima silaba.
La coneja tecleo el tilde para la palabra y Nick volvió a burlarse, ella le miró enfadada hasta que notó el tonto juego de palabras.
– Todas las palabras tienen acento – Musitó mirando la pantalla del computador, entrecerrando los ojos por el estúpido juego.
– Torpe coneja – El zorro afirmó el codo en el escritorio mirando el entrecejo de Judy.
– Estas con tiempo – Comentó más tranquila girando el rostro con una pequeña sonrisa, pero ocultando sus ganas de lanzarle la carpeta que tenía a su lado.
Nick tan solo le devolvió la sonrisa, elevando el hocico y cerrando sus ojos. La policía borró la palabra y volvió a escribirla como al inicio, esta vez tecleando un poco más fuerte las letras.
Judy recargó su espalda en la silla y golpeo suavemente son su pata derecha su hombro, movió el cuello lento de derecha a izquierda y dejó escapar un quejido suave.
– ¿Que pasa? ¿El trabajo de oficina no es tan bueno como en terreno? – Esta vez la miró de reojo afirmando sus brazos en su propio escritorio manteniendo su sonrisa. Ella lo ignoró unos segundos, movió sus hombros en círculos y volvió a poner ambas patas sobre el teclado.
– Se útil y traerme un café – Su mirada se mantuvo en la pantalla y pronto sus suaves volvieron a moverse sobre las teclas con rapidez.
– ¿Algo más, jefa? – Continuó provocando a su compañera.
– Si, que uses ese don tuyo de charlatanería para escribir el informe.
Nick pudo apreciar como una pequeña sonrisa de burla se formaba en el rostro de Judy, sin que sus miradas se cruzaren, sabía que ella había esperado un momento propicio para devolverle los comentarios ácidos.
Ella aprendía rápido a contestarle, y eso no podía provocarle más que una sonrisa de satisfacción.
– Entendido – Le daría esta victoria a ella, por ahora.
Al escuchar esa respuesta ella movió ligeramente el mentón, balanceaba su rostro ensanchando su sonrisa a sabiendas de que él aún la miraba y que esta la había ganado ella.
Mismo gesto que paró la caminata de Nick, su mirada se paralizó al percibir una extraña marca en una de las mejillas de la coneja, cubierta pobremente por su pelaje grisáceo.
El rostro de Judy, manteniendo su sonrisa con ligera burla, se giró hacia él confundida.
– ¿Y? Acaso esperas algo o qué.
– ¿Qué es eso? – Preguntó directamente. Judy rodó los ojos.
– No caeré de nuevo – Asumió que era sobre la broma de antes– Yo revisare la ortografía de mi…
Pero fue interrumpida por Nick y su tono de voz serio.
– No, en tu mejilla– Esta vez apuntó con su pata.
Un escalofrió cruzó la espalda de Judy, un fugaz recuerdo de ese momento en su tierna infancia azotó su mente con rudeza. No contestó, solo pudo cubrir ese lado de ir rostro con su pata.
– Hopps – Gruñó Wilde al no recibir respuesta de su amiga.
Ella miró hacia el suelo tomando aire y algo más para devolverle la mirada.
– Realmente necesito ese café.
Nicholas se marchó, sus pasos fueron más pesados que de costumbre, su cola se meneaba de manera brusca, aunque solo la punta. Su mirada era la que más preocupó a la oficial, sobre todo por que no la miró después de que ella insistiera con el café.
Ella volvió a mirar la pantalla de su computadora, tomo aire y comenzo a mover sus patas sobre el teclado con rapidez y precisión. Nada de esto era excusa para no entregar un informe digno de una de las mejores oficiales del cuartel.
Mucho menos uno de sus mas duros recuerdos.
Nick llegó a la cafetería en cuestión de segundos, tal vez, solo tal vez había caminado más rápido de lo normal. Estaba parado enfrente de la maquina que hace los cafés instantáneos, con su billetera en su bolsillo, ni fila ni animales cerca.
Sólo él y su mente confundida.
Aquella marca en la mejilla de Judy, el cambio drástico en su rostro cuando él lo notó, la larga pausa en que sòlo el sonido de los teclados ajenos, los teléfonos de la central y el resto se apagó paulatinamente hasta solo escuchar la respiración de ella, la bocarada de aire y su mirada que le exigía unos minutos para pensar el qué le diría exactamente.
¿De donde salió esa marca?¿Qué mierda había pasado? O más bien ¿Que es lo que le pasaba a él?
La reacción de Judy no la había comprendido pero sabía que había una justificación, sabía que ella también había sido pisoteada por hablar de su sueño, esas eran sus cicatrices emocionales, él también tenía las suyas. Pero no había visto una física.
No en ella.
Y pensar en que otro animal lo había hecho le erizaba los pelos de todo el cuerpo.
Movió su cuello lentamente haciendo un circulo, pudo escuchar el crujido de los huesos y soltó un suspiro. Él también necesitaba un café, uno bien cargado y amargo.
En cuanto pudo depositar el dinero en la maquina para el primero y dejó el vaso de plástico, pudo concentrarse en el sonido del liquido caliente cayendo dentro, necesitaba centrar sus pensamientos en escuchar a su amiga y no en lo que le pasaba por la cabeza al imaginar cosas.
Espero bastante impaciente a que el segundo vaso se llenara con su propio café, ya estaba más claro de mente, había logrado apartar la mayoría de sus pensamientos sin fundamento alguno hacia algún rincón de su cabeza.
Ahora solo quedaba escuchar la verdad y ya.
Frente al mismo computador, en la misma silla, en ese mismo escritorio ridículamente más grande para su tamaño estaba Judy Hopps, escribiendo muy concentrada el estúpido informe.
En cuanto dejó el café cerca de ella, se sentó en su escritorio, tomo un sorbo para aparentar estar tranquilo mientras esperaba que ella comenzara a hablar.
Judy tomó su café, soplando la superficie antes de tomar un sorbo. Dejó el vaso otra vez y dirigió su mirada hacia su compañero.
– Quiero terminar el informe primero – su vista se fue directo a su monitor – Lo de la cicatriz puede esperar un poco.
Nick dejó el vaso en su escritorio y asintió sin decir comentario alguno. Su mirada y a duras penas su mente se centraron en las carpetas que debía ordenar, y con poco animo comenzó a dejar fichas y documentos en sus respectivas carpetas.
Este era uno de los momentos más incómodos que habían tenido en mucho tiempo.
Horas más tarde, después de terminar gran parte del informe, Judy se quejó golpeando el teclado con sus patas hechas un puño. Alertó a Nick, quien dio un pequeño salto sobre la silla y miró a la coneja, se notaba algo fastidiada.
– No es tan importante – Gruñó ella desviando la vista hacia el suelo. – Es sólo un episodio de mi infancia…
– No tienes que hablar de eso si no quieres – La interrumpió Nick, una pequeña sonrisa cruzo su hocico.
Ella guardó silencio un momento y se contagio de esa sonrisa. Negó con la cabeza y bajó ambas orejas algo enternecida.
Estaba exagerando su silencio respecto a esa marca en su mejilla, era un episodio de hace mucho tiempo, cuando ella tan solo tenía seis años de edad. No era la única que había sido agredida por Gideon Grey, y de igual manera ella conocía a bravucones que eran conejos.
Tal vez, verse expuesta de esa manera ante alguien tan fuerte como Nick la hacía sentir como una simple coneja con grandes sueños. Algo que hasta ahora no había admitido.
– Tú me contaste sobre lo que te hizo dejar de creer, y tener fe en lo que representa Zootopia.
– Eso fue por qué necesitabas un consejo y después de que me obligaras a ser tu compañero en ese loco viaje por Zootopia.
Judy Rió.
– Si, lo hice.
– Fue un zorro, ¿No?
Ella asintió, llevando una de sus patas hacia la mejilla con la marca, su mirada viajó hacia los verdes ojos de Nick, pero él no estaba mirándola, sus ojos estaban fijos en las palmas de sus patas.
Él sacó las garras, las volvió a guardar. Repitió eso una vez más y bajó las orejas, recordando como eran de largas y afiladas incluso cuando él tenía seis años de vida.
– Él tenía ocho años, era un bravucón en la escuela, le gustaba molestar a las ovejas y siempre decía malos comentarios sobre que yo no podría ser policía.
Nick dejó de lado su recuerdo propio y escuchó atentamente el relato de Judy, las orejas de la coneja estaban otra vez en alto, su pequeña y rozada nariz se movía en su rostro, nerviosa.
– Después de una obra que organicé… – Comenzó a relatar.
Fuimos a una feria con mi familia, todos en la escuela estaban ahí.
Y Gideon Grey no pudo faltar, emboscó a un par de ovejas y un conejo, que eran compañeros en mi curso, los amenazó y les quitó sus boletos para uno de los juegos mecánicos, no recuerdo cual.
Empujó a uno de ellos, burlándose de su voz y de su especie, fue cuando tuve que intervenir.
Me paré en frente de él, sin miedo en el rostro, pero con el corazón palpitando a mil por hora, no sabía que iba a hacer, no sabía hasta que punto él llegaría o si yo podría hacerle frente.
Pero lo hice.
Me empujó, se burló de mi y de mi sueño. Me intimidó por ser una presa y él un depredador, fue cuando le di una patada en el rostro empujándolo bastante lejos de mí.
Él saboreó la sangre en su hocico, lo sé por que se miro la pata con un poco de sangre sobre ella. Me miró, con los ojos enfurecidos.
– No sabes cuando rendirte – Esa fue la única cosa correcta que le escuché decir a Gideon Grey en su infancia.
Sacó las garras y rasguñó mi mejilla con fuerza, no salio sangre de inmediato, pero ardió como pocas herida que me hubiese hecho cuando niña. Se marchó dejándome en el suelo, a punto de romper en llanto, asustada y jadeante.
Pero no humillada. Jamás se lo permití.
Los hermanos oveja corrieron a ver como estaba, preocupados y asustados, yo estaba bien, y por suerte conseguí los boletos de vuelta.
Judy se dio como premio un sorbo largo de su café que estaba al punto perfecto entre caliente, pero no lo suficiente como para quemar sus labios y arrugar su nariz por el vapor.
– Eso no me frenó, me hizo más fuerte – Sentenció ella dejando el café en su escritorio y mirando a su mejor amigo en Zootopia y compañero de trabajo.
– Lo noté – Nick sonrió de lado, se dio el lujo de mirar de arriba hacia abajo a su coneja amiga. – Y ese Gideon Grey… ¿Qué ha sido de ese?
Un ligero tono de repulsión se escuchó en la voz del zorro policía, tono que ella pasó por alto.
– Ahora es socio de mi padre, es repostero.
No pasaron ni cinco segundos, Nick Wilde abrió los ojos y la boca al mismo tiempo en que sonoras carcajadas salían de sus fauces, golpeó la mesa con el puño cerrado repetidas veces y se sostuvo el estómago con el otro brazo manteniendo el equilibrio entre risa y risa.
Judy lo secundó un minuto después, sin comprender el porqué de su escandalosa risa ni el chiste en todo esto.
Hasta hace solo un momento estaban en silencio, uno muy incómodo. Y ahora…
– ¡Si vuelvo a escuchar un escándalo como este otra vez, Wilde! Te mandaré a archivos, junto a la basura. ¡A ambos! ¿Me oyeron?
Bueno, digamos que al jefe Bogo no le agradan las risas de Nick, ni su voz, ni su presencia. Aunque sólo era una ligera sospecha de ellos.
– ¡Si señor! – Vociferaron ambos colocando su pata sobre la frente.
Pero Nick no pudo guardar silencio. Colocó una ligera sonrisa de burla y entrecerró sus ojos.
– Y déjeme agregar, jefe que usted luce muy…
– ¡Calla Wilde! No me interesa.
– Radiante.
El jefe Bogo cerró los ojos, contó hasta cinco mentalmente antes de pronunciar la sentencia, colocando una pequeña e imperceptible sonrisa.
– Tendrás horas extras hoy.
Y a grandes zancadas se retiró de la zona de oficinas de la comisaría de Zootopia, provocando susurros entre el resto de oficiales del lugar.
– Tenias que abrir el hocico – Le regañó Judy cruzándose de brazos, pero no molesta.
Nick levanto los hombros y giró la cabeza hacia su compañera restándole importancia a su castigo de trabajo extra.
– De todas formas no estamos trabajando en un caso muy grande – Rió un poco y dejó un par de documentos en una carpeta. – Gracias.
Judy lo miró guardando silencio, sonrió un poco y negó con la cabeza lentamente.
– No sé de que hablas. – Ella enderezó su espalda y continuo con los últimos toques de su informe.
Wilde la miró de reojo, sobre su hombro. No lograba entender como podían pasar tantas cosas por su cabeza cuando se trataba de ella, suspiró para relajar sus emociones.
– Zanahorias.
– ¿Mh? – Ella volteó.
– Esa palabra lleva acento… – Sonrió con burla y apuntó al monitor ajeno.
– Nick basta. Hace tú trabajo.
El volvió a reír, mientras la coneja trataba de disimular un enojo falso, pero él estaba seguro que por dentro se reía.
…
….
…
Primero: ¡No estoy muerta! Un poco de parranda, sí (?) y esta cosa me tomó bastante terminarla, pero espero que les haya gustado 33 Ahora sus hermosos comentarios :*
MyobiXHitachiin: Adoro eso igual de Benjamín, y hay una idea sobre él para más adelante.
Lo de "sabes que me amas" es mi frase favorita de ellos, por muchas razones *-* ¡Gracias por el comentario! 33 y ¡PERDON POR LA TARDANZA! ;-;
PamExpelliarmus: Adoro ese instinto animal que conserva Nick 33 El pasado de Nick siempre lo arrastra o le mueve el piso, aun más ahora que encontró algo por lo que hacer la diferencia.
Hesvan: Adoro a Nick y sus celos son jodidamente adorables 33
Me parece más bien One-shot sin lo policíaco xD no sé de eso y realmente no cuento con el tiempo de investigar como dios manda (?) Muchas gracias por eso 33 Y por eso igual, gracias. Me pareció el mejor ejemplo para la metáfora del racismo.
ChoMi-ChoMi: Gracias, y si, me parece que ellos no funciona mucho lo cursi en exceso pues empezaron siendo la contra parte de la presa y el depredador, pasando a ser amigos, y me gusta ver su relación como esos amigos que coquetean sin darse cuenta. Para cuando caigan en que se gustan, ya estarán enamorados, este par me encanta xD Pues si, crecerá. Por lo menos es lo que quiero intentar con cada one-shot. ¡Yo también soy de Chile! Besos 33
Cazadragones2204: ¡Aquí tiene más! (?)
Akira10012: Me tarde mucho pero eh vuelto a casa (?) Yo no soy mucho de contestar comentarios, pero necesito hacerlo una costumbre xD Gracias por eso, me vino un boom cuando vi la película y ahora volvió, espero no desaparecer otros tantos meses jajaja… GRACIAS!
Julieta6787: Me disculpo pues esa idea quedó a medias en mi PC :c pero espero que esta igual te encante *-*