Solía mirarla desde la ventana cuando pasaba frente a su casa, ella se detenía a mirar su jardín, su cabello azul y su piel pálida le hacían parecer una muñeca, Natsu podría mirarla todo el día sin cansarse, pero sabía que solo sería eso, mirarla, el hecho de que hablaran ya le parecía muy lejano, después de todo nadie se encadenaría con él.

Tiempo después descubrió que iban en la misma escuela y al cambio de curso el destino quiso que estuvieran en el mismo salón, sin embargo nunca cruzo palabra con ella, ni con nadie. La situación de la chica no parecía ser distinta de la de él; eran como polos opuestos, él era antipático, altanero y violento, un incendio que se llevaba todo a su paso; ella era tranquila, sumisa (tal vez demasiado) y buena en todo lo que hacía, una lluvia que tranquilizaba; y sin embargo ambos estaban solos, aislados de sus propios compañeros. Natsu era observador y al transcurrir los días no tardó en darse cuenta de que la peli azul se sentía por lo menos atraída (por no decir enamorada) de Gray Fullbuster, el tipo era en cuestión frio, era duro y en ocasiones hiriente, tampoco era muy bueno con el tacto a los demás, la diferencia entre él y Gray era que a este último lo seguían bastante tanto hombres como mujeres, el típico chico popular que nunca falta en un salón. Hielo y agua parecían, no mejor dicho eran para Natsu la mejor combinación posible, era cuestión de tiempo para que esa pareja se diera, siempre y cuando Gray pudiera tener los pantalones en su lugar para nadie era un secreto que Fullbuster era un ojo alegre y que la muñeca podría romperse de tristeza.

Llega un momento en la vida en la que te hartas de todo, nada te interesa por bueno o malo que sea, si no mandar todo a la mierda y salir corriendo, Natsu se sentía así, podría decirse que su vida se resumía en tratar de salir y volver a entrar a esa situación. Había pasado ya una semana de ausencia de Dragneel, aunque no parecía que esto fuera importante para nadie, excepto para una rubia de ojos verdes. Mavis sabía mejor que nadie que la situación del peli rosa no era fácil, entendía lo difícil que era ser él. Ella les impartía literatura además de ser su profesora particular, podría parecer que era una mujer frágil, era pequeña y delgada, pero cargaba un coraje enorme.

-Juvia-

-Dígame profesora-

-¿Podría pedirte un favor?- Sabía que era aprovecharse, sabía que Lockser nunca se negaba a nada ese era su mayor virtud (o defecto) y sabía que si no era ella nadie más podría (o querría) hacerlo, como calculo la chica acepto su propuesta.

Sentía el corazón palpitar duro contra su pecho, sabía que debía haber dicho que no aunque nunca podía, se decían muchas cosas de Natsu, que si era un delincuente, si había asaltado a alguien cuando solo tenía trece, que era el jefe de una pandilla, que vendió un riñón a cambio de un arma, incluso que había matado a alguien, Juvia no sabía si todo era cierto pero considerando que siempre se metía en peleas y la actitud que cargaba, no le ayudaban mucho a desmentir los rumores, y sin embargo no podía creer que estaba parada frente a la casa del chico, las piernas le temblaban y se sentían demasiado pesadas como para moverlas y salir corriendo de ahí.

-¿Hola?- su voz salió más temblorosa de lo esperado, trago saliva y tras un breve respiro lo intento de nuevo más fuerte-¿Hola?- esta vez su esfuerzo rindió fruto y el peli rosa se dejó ver en la puerta, Juvia al ver que el chico no decía nada trato de iniciar la conversación.

-Natsu…ahh soy Juvia de tu clase-

-¿Qué quieres?- interrumpió en seco el Dragneel

-La profesora Vermillion me envió, ella…-

-Ver… ¿Quién?-

-Vermillion, nuestra profesora de literatura- Natsu puso cara de hacer memoria

-¿Mavis?- pregunto dudoso al cabo de un corto silencio

-Sí, ella quiere que tu…-

-No me interesa- interrumpió de nueva cuenta el chico, entrando esta vez a la casa dejando con la palabra en la boca a la peli azul. Esta tenia cara de no creer lo que pasaba, no sabía si seguir insistiendo o retirarse, en lo que se decidía, Natsu la observo de reojo por le ventana, escondido cuidando de no ser visible, cuando vio que la chica se retiraba se asomó para observar mejor, se preguntó por qué Mavis la habría enviado precisamente a ella y no a Erza la delegada de clase, pensó que no debería tomarle importancia y así hubiera sido si la ojiazul no hubiera vuelto al día siguiente (aunque esa ocasión no salió solo observo por la ventana) y al siguiente de ese. En su cuarta visita decidió aparecer nuevamente

-¿No tienes algo mejor que hacer?-

-¿Puedo pasar?-

-No-Juvia puso una cara bastante cómica a parecer del chico ante su respuesta, pero se reservó su reacción y decidió seguir hablando-Si Mavis quiere hablar ¿Por qué no viene ella?-

-Dijo que ni siquiera saldrías de verla en la puerta-

-¿Y porque no envió a la delegada?-

-Pensando en el carácter de Erza y el tuyo, seguro acaban peleando y con mayor razón seguirías faltando- Maldijo a la rubia por conocerlo tan bien, porque sabía que ella intuía que con la peli azul el actuaria diferente

-¿Qué quiere la anciana?-

-La profesora quiere que vengas a la escuela, tienes más de una semana de falta y pronto estaremos en evaluaciones, si no las presentas lo más probable sea que repruebes el semestre-respondió la chica haciendo especial énfasis en las dos primeras palabras, hecho que el Dragneel decidió ignorar, se hizo presente un silencio, Juvia pensó que Natsu podría estar reconsiderándolo así que decidió seguir hablando- Estamos por concluir la escuela…yo creo que…bueno…podría ser buena idea terminar el semestre- se tropezó con sus palabras más de lo que hubiera querido, Natsu le resultaba más imponente y amenazador de lo que esperaba.

-Aunque lo intentara, sería una lucha perdida- respondió al cabo de un rato el de ojos verdes

-No tendría por qué serlo-

-En esa escuela le importo una mierda a todos, aunque presente los exámenes no sabría los temas, ni siquiera tiene sentido intentarlo-

-Yo podría ayudarte-Por alguna razón la chica había hecho suya la petición de la maestra, Juvia era de esas personas que nunca le fallan a nadie, la profesora le caía particularmente bien y sabía que ella se sentiría pesimamente de fallarle en ello

-¿A si? ¿Y cómo?- pregunto más sarcástico que curioso el chico

-Yo te explicaría los temas que vimos, podría venir después de clases…solo ven a la escuela-

-¿Tu que ganas con eso?- Hablo más serio el chico

-¿De qué hablas?-

-¿Qué te prometió Mavis a cambio de venir a convencerme?-

-Te equivocas ella no…-

-Vete- el chico se empezó a adentrar a la casa

-Espera Natsu-

-Que te vayas dije- hablo más fuerte sin llegar a gritar, la miro de reojo y desapareció de la vista de la chica.

Juvia fue a la escuela desanimada al día siguiente, sentía que lo poco que logro avanzar con el chico (si es que avanzo algo) se había esfumado, tal vez lo había presionado de más, sentía que le había fallado a la maestra, pensó en hacer un último intento hoy, de no dar resultados hablaría con la profesora, tal vez otra persona daría mejores resultados. Estaba decidida a rendirse esa tarde, pero la cabellera rosada que vio al fondo del salón cambió sus planes completamente.

Natsu sabía que lo más probable era que se arrepintiera de esa decisión, la tarde en la que hablo con la chica estaba considerando abandonar la escuela, ya no le encontraba sentido, pero al ver que ella, precisamente ella estaba dispuesta a ayudarlo en darle una última oportunidad, no le pareció que fuera tan malo intentarlo. La profesora entro a impartir la primera clase de la jornada. A Natsu le pareció mal chiste que precisamente Vermillion impartiera la primera hora de la mañana

-Bien, ya que por fin están todo comencemos con la clase-