¡Hola! Bienvenidos a este nuevo fic. A los lectores de "Muchacha terrícola...", gracias por ser pacientes mientras termino el último capítulo. Esta vez, les traigo un fic sobre Freezer y Cell: una pareja que me gusta mucho y que desgraciadamente hay muy poco sobre ellos.

Freezer, Cell y todos los personajes pertenecen a Akira Toriyama. De las peripecias que van a pasar aquí, acepto la culpa. Ya que los tomo prestados, intento tanto como puedo mantener sus personalidades. Aunque claro, es muy difícil ver a estos dos seres en situaciones románticas, así que perdonen si por momentos están Out of Character. Intento que por lo menos se pueda reconocer su carácter.

Sí, habrá romance. De eso se trata todo esto. Son dos personajes masculinos, aunque vaya a saber Kamisama si tienen género siquiera. Pero están avisados. A los detractores del género, pueden darle una oportunidad: prometo no ser escabrosa. A los amantes del género, lo siento: ya prometí no ser escabrosa XD.

Perdón por tan extensa nota, sin más los dejo con estos dos en el Infierno, y no olviden decirme qué piensan en un review: su opinión siempre me interesa.

Zweitbeste.

Capítulo 1: El recién llegado

Freezer desdibujaba sus facciones en una mueca de disgusto al regreso de sus soldados. Los rumores lo habían alcanzado, por supuesto. Los rumores siempre se extendían con rapidez en el infierno. Se decía que un recién llegado había tomado control de la parte oeste del infierno, amenazando así su título de amo completo del inframundo. Que era muy fuerte, decían. Terrible, decían. Pero claro: las palabras estúpidas de hombres débiles que se impresionaban fácilmente. Los mandó de vuelta a llevarle un mensaje del Gran Freezer al nuevo.

- Pero Señor, ese ser es muy fuerte - replicó asustado uno de sus hombres-, más fuerte que usted…

Un rayo fulminante lo atravesó en cuanto lo pronunció. Las comisuras de los labios de Freezer no podían estirarse más, en lívido desprecio. El círculo de hombres que lo rodeaban se abrió cuando todos retrocedieron con temor frente a esa escena. Incluso, sí, también el recién caído. Eso era algo que odiaba del infierno: no podía realmente matar a nadie, ya que todos allí ya estaban muertos. Pero esperaba que un par de agujeros de vez en cuando sirviera como escarmiento, al menos.

Volteó sus ojos rojos a un soldado al azar. Éste quedó helado de miedo y en un último impulso logró empujar a un soldado cercano delante de él. El antepuesto tembló como una hoja y escapó corriendo, trastabillando y cayendo, con un lloriqueo casi infantil.

- ¡Tú! -apuntaló Freezer al soldado que había quedado. Se sintió un poco divertido al ver el temor que le causaba y suavizó la voz. -No tengas miedo -le sonrió.- Sólo quiero que me digas dónde puedo encontrar a ese extraño.

El soldado dudó un momento hasta que se sintió seguro para hablar. Tragó duro, respiró hondo, ya tartamudeó la ubicación de ese que amenazaba arrebatar el título del Gran Freezer.

Todo parecía indicar que no había más opción que presentarse personalmente.

Freezer y una mediana comitiva marcharon en dirección al oeste. Algunos de sus soldados se sentían más seguros que otros.

- Estamos locos. Ese tipo nos matará sin compasión como a los demás.

- No seas estúpido. Esta vez estamos viajando con el Gran Freezer, no podrá hacernos nada.

- El estúpido eres tú si crees que eso te salvará de algo. Lo mismo será Freezer quien nos mate, a él no le importaría.

- Por favor, señores… todos ustedes ya están muertos -se entrometió afablemente Freezer desde el frente. Los dos soldados enmudecieron al sentirse descubiertos, pero Freezer no estaba ni siquiera molesto. Estaba relajado y hasta algo entretenido por las reacciones que cosechaba todo el tiempo. No estaba preocupado tampoco por ese al que iban a ver. No sentía curiosidad siquiera. Seguramente no sería un problema. Sin duda no estaría ni al nivel de Ginyuu.

Llegaron por fin al territorio del que hacía llamarse el nuevo Rey del Infierno. Lo vio de pie en lo alto de una saliente rocosa: alto, verde, alado… Como la extraña mezcla entre un saltamontes y una jirafa. Raro. No había una armada, ningún ejército. Sólo él, solo y monolítico, de pie en lo alto de la saliente rocosa.

Freezer se adelantó a sus hombres, en procesión ya detenida, y subió una pequeña porción de terreno elevado desde donde pudiera hablarle sin esfuerzo.

- ¿Eres tú el recién llegado que está tomando territorios que pertenecen al Gran Freezer? -alzó la voz para llegar hasta él.

Desde lo alto, el sujeto volteó los ojos hacia él. Pareció reconocerlo de algún modo y sin mediar palabra descendió levitando para verlo más de cerca.

Aterrizó a sólo un paso de él. Freezer le sostuvo la mirada, aunque para ello tuviera que forzarse el cuello.

En silencio y sin delatar ninguna expresión el otro lo miró de arriba abajo.

-Escuché mucho sobre tí, aunque no tenía idea de cómo te veías - habló el hombre verde caminando a su alrededor para verlo desde cada ángulo.

- Qué puedo decir: mi reputación me precede -concedió Freezer ocultando presunción con cortesía.

El insecto humanoide tomó la muñeca del icejin y le levantó el brazo para verlo mejor por el costado. Entonces escuchó el rumor de varias decenas de hombres alistandose contra él. Viró sus ojos en derredor: debajo, toda la comitiva de Freezer estaba apuntando hacia él sus armas, espadas y cachiporras. Soltó a Freezer con mucho cuidado.

- Hombres muy leales, los que tienes… -comentó.

- Leales, no: astutos. Saben lo que les conviene -lo corrigió Freezer.

El otro no dijo nada. Sólo se quedó mirando de reojo a la pequeña muchedumbre debajo de ellos.

- Y bien, podemos seguir como dos perros oliéndose el trasero o podemos presentarnos como personas civilizadas. Yo, soy Lord Freezer. ¿Por qué no me dices tu nombre?

- Cell -respondió escuetamente el otro, alzando la frente con dignidad.

- Muy bien, Cell, -siguió Freezer tratando de guardar las buenas formas, aunque su mirada desbordaba la acidez de un desprecio profundo que le era tan característica a pesar de su discurso cortés. -parece que tenemos un problema aquí. Un…"conflicto de intereses", digamos. Porque según tengo entendido, estás tomando territorios que me pertenecen y además osas hacerte llamar el nuevo Rey del Infierno. Y el problema es que -se permitió una risita como si lo que estuviera por decir no tuviera importancia, pero luego le dedicó una mirada amenazadora, la voz cargada de furia: -¡soy bastante posesivo con lo que me pertenece! ¡Mi título de amo Total del Infierno, por empezar!

- Todo lo contrario -replicó Cell, una sonrisa dibujándose por fin en su rostro, la mirada fija aún en esos de allá abajo.- Tú ves un problema: yo una solución. Ambos tenemos lo que el otro necesita. Yo, poder. Soy mucho más fuerte que tú -dijo Cell sin reparos y Freezer enseñó los dientes, temblando de rabia.- Podría demostrártelo pero no quisiera avergonzarte delante de tus "leales" soldados. Pero adelante, si quieres. Puedes atacarme con todo lo que tengas; te aseguro que me costará menos que espantar una mosca. Por otro lado tú -continuó Cell- tienes seguidores -señaló a los hombres de abajo. El androide pensó en lo solo que estaba. No importaba lo poderoso o perfecto que fuera, no tenía el carisma de Freezer. Desde su llegada, no había conseguido que ni un gusano miserable se hiciera su súbdito, ni siquiera por miedo. Sólo había conseguido que todos huyeran de él aterrados, a llorar bajo las faldas de Freezer.-Tienes un séquito de hombres leales, dispuestos a seguirte y hacer lo que les digas. De nada me sirve gobernar solo; un rey sin súbditos no es nada. Por eso creo que deberíamos unirnos en una alianza.

- ¿Una alianza, dices?

- Piénsalo Freezer: -alzó las palmas de sus manos, animándolo. -Tú y yo juntos lo tendríamos todo. Nada ni nadie se nos interpondría en todo el inframundo. Incluso, si combinamos nuestros poderes, estoy seguro que podríamos romper la barrera del infierno y escapar al mundo de los vivos, ¡ y obtener nuestra venganza contra Goku!

- ¿Goku, has dicho? -Freezer tembló de rabia ante la mención de ese nombre inmundo. Ahora sabía quién había enviado a ese Cell allí, también.

Cell le ofreció su mano extendida para cerrar el trato.

- ¿Qué dices Freezer? ¿Formar una alianza no te parece una buena idea?

- ¿Formar una alianza…? ¿Contigo?...

Cell sólo esperó con la mano extendida mientras Freezer consideraba la idea, pensativo, inseguro…

Freezer frunció los labios, indeciso. Consideraba sus opciones, lo que había por ganar, lo que había por perder. Debajo, sus hombres tenían la mirada fija en ellos, sin llegar a escuchar lo que se estaba desarrollando. La de Freezer, a su vez, estaba fija en la mano tendida delante de él.

- Vamos, dame tu mano -lo animó una vez más Cell.

¿Debía… darle la mano? ¿Debía aceptar la propuesta de ese extraño? Su mano se sentía inquieta; sufrió un rictus involuntario. El resto de su no-vida se definiría en un instante.

¡Gracias por haber leído hasta acá! Quería contarles acerca del título: Como quizá ya notaron, es un juego de palabras con la expresión inglesa "when hell freezes over", que literalmente se traduce "cuando el infierno se congele" y figuradamente significa algo imposible o muy improbable, algo que nunca llegaría a pasar. Quizá por lo insólito de esta pareja, además de la obvia alusión a sus nombres. Y bien, ¡quiero saber qué les pareció! ¿Les gustó? ¿No? ¿Qué piensan de estos dos? ¿Qué piensan de estos dos como pareja? ¿Ya habían leído otro fic así? ¿Qué creen que hará Freezer? ¿Estrechará su mano? ¿La rechazará? Me interesa lo que piensan, así que déjenmelo saber en un review, ¿si? Esperen con ganas el próximo capítulo, será muy divertido. Próximo capítulo: la alianza.