CREDITOS A MASASHI KISHIMOTO POR LOS PERSONAJES
Derechos Reservados: Ela Forcela
Twitter: ElaForcela
Coffee Girl
EPÍLOGO
…
Un corto cabello rosa hasta los hombros, ojos verdes más que puestos en la pantalla de una laptop y un uniforme blanco de médico. Sakura estaba sentada en el comedor de su acogedora y lujosa casa, checaba uno que otro blog en internet, mientras bebía un vaso de jugo de naranja. Aquella concentración en la laptop era tanta que fue levemente asustada por un beso de su esposo, Sasuke. Él ya no se veía como aquel chico de veintiún años, su cabello era más largo, había crecido de estatura y sus facciones maduras se hacían notorias.
-Compré granos de café…- dijo él dejando una bolsa a lado de Sakura.
Ella suspiró y cerró la laptop -¿colombianos?- alzó una ceja.
Él aceptó.
-Los mejores, aunque se me antoja para mañana un café irlandés, ¿Qué dices?-
-Quiero uno americano-
Sakura rió –No cambias- dijo mordiéndose el labio y levantándose del asiento. -¿Qué hora son?-
-4:30 pm- contestó Sasuke dándole un sorbo a un vaso de jugo de naranja. Él se había servido el suyo.
-¡Es tarde!- exclamó ella apresurada. -¡Sarada! ¡Rápido!-
-¡Voy mamá!- gritó una voz femenina desde una de las habitaciones de la casa.
-¿Es tarde?- preguntó Sasuke como si nada.
-¡Si! Tengo que llevar a Sarada a ballet, después tengo que ir a la lavandería, de ahí me había quedado de ver con Hinata… oh Dios, tendré que cancelarle-
Sasuke caminó hacia ella y estiró su brazo para mostrar la palma de la mano frente a los ojos de Sakura.
-¿Qué sucede?- preguntó ella con el ceño fruncido.
-Dame las llaves de la camioneta-
-¿Qué?-
-Llevaré a Sarada e iré por la ropa a la lavandería-
La mirada de Sakura se había iluminado, sonrió tímidamente para después darse la vuelta, tomar las llaves que reposaban en la mesa y ponerlas en la mano de su esposo.
-Ya estoy lista- dijo Sarada. Aquella adolescente de once años, cabello corto color negro y ojos también negros igual a los de su padre. Sin embargo, las facciones idénticas a Sakura y carácter igual al de ella. Lista para ir a ballet, con un leotardo negro, mallas rosas, falda negra estilo Giselle y zapatillas de puntas color rosa.
-Te llevará tu papá-
Sarada sonrió ampliamente -¡Sí!-
-Andando- dijo él tomando a Sarada del hombro para empujarla levemente hacia la puerta principal.
-Adiós mamá- gritó ella desde la entrada.
Al cerrarse la puerta, Sakura sonrió pícaramente, 23 de Julio, pensó ella.
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-Vengo por ti en una hora ¿de acuerdo?- dijo Sasuke dentro de su camioneta.
Sarada bajó su mirada tristemente. Él lo notó -¿Qué te pasa?-
-Es que, siempre he querido que asistieras a una de mis clases de ballet- contestó.
Él frunció el ceño –Te veré bailar en diciembre para tu recital-
-No es lo mismo…- dijo ella inmediatamente –Quiero que me veas ensayar-
-Puedo hacerlo luego…-
Sarada hizo una mueca y reviró sus ojos –Sí, déjalo, será para otra ocasión, como siempre dices-
-Bájate, estacionaré la camioneta-
Sarada sonrió ampliamente al escuchar lo que su padre había dicho.
Padre e hija entraron a la Academia de Ballet. Sarada corrió y colocó su mochila en un gran anaquel –Puedes quedarte ahí- apuntó ella hacia un sillón en donde habían algunas madres de las compañeras de Sarada. Él suspiró y obedeció a su hija. Aquellas madres y algunas que otras chicas de unos veinte años, bailarinas también, no dejaban de ver a Sasuke, obvio, si aún conservaba su apariencia de galán que tanto volvía loca a cualquier mujer que se cruzara enfrente, y estando ahí en un lugar donde puras mujeres lo rodeaban, estaba en medio del nido.
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-¿Qué hiciste para que él saliera de la casa?- preguntó Hinata mientras colocaba un letrero en la pared que decía Happy Birthday.
Sakura sonrió irónicamente –No sé como pero se ofreció para llevar a Sarada a sus clases de ballet-
-Pero las clases de ballet solo duran una hora ¿no?-
-No te preocupes, Sarada se encargara de eso- guiñó el ojo.
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-¡¿Te gustó como baile?!- preguntó Sarada emocionada, acomodando su mochila en el hombro.
-Sí- respondió él con una leve sonrisa –Ahora vámonos- Sasuke no quería seguir ahí rodeado de mujeres, las cuales no despegaban la vista de él.
-¿A dónde vamos ahora?-
-¿A dónde? Jovencita, iremos a la lavandería y después a casa-
-¡No! Después de la lavandería quiero que vayamos a comer un helado- sonrió Sarada.
-¡¿Helado?!-
-¡Si!-
Sasuke suspiró –Tenemos que llegar a casa-
-Quiero un helado, no recuerdo la última vez que me llevaste a comer uno-
Él la miró fijamente y entrecerró los ojos, ella había bajado su mirada mostrando tristeza y desilusión.
-Andando- dijo Sasuke dándose la vuelta.
Sarada lo siguió sin cambiar su expresión.
-¿De qué sabor quieres tu helado?-
Ella alzó su mirada y dio un brinco de alegría -¡¿Te he dicho que eres el mejor padre del mundo?!-
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La decoración en la casa de los Uchihas era con globos de colores, gorritos, serpentinas y un pastel en medio de la mesa. Hinata y Sakura se habían esmerado para hacerlo. Ding dong sonó el timbre. Sakura atendió.
-Bonne nuit!- gritó desde la entrada su rubia amiga, Ino, la cual a pesar de los años seguía igual de jovial que siempre. Ella iba acompañada de su esposo, Sai y su adolescente hijo, igual de rubio y con ojos azules como los de ella, a diferencia del color de piel, era idéntica a la de su padre. -Inojin, saluda- dijo Ino dándole un leve empujón a su hijo.
-Buenas noches- obedeció el adolescente.
-¡Hola!- gritó Naruto desde la entrada de la casa. Un rubio adolescente entró junto con él, también una dulce niña de cabello negro y ojos azules, los iba acompañando.
-¡Mami!- exclamó la pequeña mientras corría hacia Hinata, al llegar con ella, la abrazó.
-Himawari, Boruto ¿Cómo les fue con su padre?- preguntó Hinata con una leve sonrisa.
-Mal- contestó Boruto –Bien- contestó Himawari. Ambos al mismo tiempo, estilo coro.
-¿Por qué mal?-
-Fuimos a las carreras de caballos, el viejo se la pasó hablando con una tipa- contestó Boruto revirando sus ojos.
Naruto lanzó una mirada amenazante a su hijo -¡Te compré todo lo que me pediste!-
-¡Pero hubo algo que no me compraste!-
-¡¿Qué?!-
-Mi silencio- respondió Boruto orgullosamente.
Todos en la casa rieron, Hinata frunció el ceño y tomó a Naruto del brazo -¿Una tipa?-
-Pu, pu, puedo explicarlo…-
-¡Ya llegaron!- gritó Sakura desde la ventana, al ver que la camioneta en donde Sarada y Sasuke iban, había llegado.
Todos corrieron a esconderse. Ino y Sai se metieron debajo de la mesa, Inojin detrás de una pared, Boruto atrás de la puerta principal, Himawari y Hinata se cubrieron con las cortinas, Sakura hizo lo mismo, mientras que Naruto… se quedó dando vueltas en medio de la sala principal, no sabía dónde esconderse.
-Estúpido viejo…- susurró Boruto.
Finalmente, Naruto se escondió o mejor dicho, se hizo pasar por una lámpara, debido a que le quitó la tulipa, poniéndosela en la cabeza y así "ocultarse".
Ya estando en completo silencio, se logró escuchar como Sasuke y Sarada se bajaron de la camioneta y caminaron hacia la puerta principal de la casa. Los pasos y las llaves en movimiento eran los únicos ruidos fáciles de distinguir.
-¿Por qué esta tan obscuro?- preguntó Sasuke abriendo la puerta.
-¡Sorpresa!- gritaron todos saliendo de sus respectivos escondites.
Sarada rió. Mientras que, la expresión de Sasuke fue indiferente-¿Qué?- preguntó él.
-Es tu cumpleaños, tonto- respondió Naruto.
-Ah, eso- dijo Sasuke observando las decoraciones.
-Es Sasuke ¿Qué esperaban?- Sakura estaba con una amplia sonrisa.
-¿Tú hiciste todo esto?- preguntó él a su esposa.
Ella rió -¿Hay algún problema?-
-Gracias- contestó él con una leve sonrisa.
Ambos se quedaron viendo por unos instantes.
-¿Hola? Yo también soy parte de esto- dijo Sarada cortando el momento inspirador.
-Bien, ¿alguien quiere cenar?- preguntó Sakura dándose la vuelta con una amplia sonrisa.
-Creo que llegamos algo tarde…- dijo Mikoto Uchiha entrando por la puerta principal. La bella mujer, iba acompañada de Fugaku, Itachi e Izumi, aquella enamorada que tenía, la cual ya era su esposa.
-Para la sorpresa sí, pero para la cena están a tiempo- sonrió Sakura.
-Sí, como sea, ya quiero cenar- dijo Naruto de impaciente mientras abrazaba a Hinata.
Todos los invitados se sentaron en el gran comedor, cenaron y comieron pastel, fue una noche agradable a lado de amigos y familiares que siempre habían estado ahí en todo momento. Ya no hubo más problemas después de todo lo que se pasó, como siempre y en todo matrimonio, tienen sus indiferencias para después solucionarlo y reconciliarse de la mejor manera.
Sakura se embarazó de Sarada a la edad de veintitrés años, en su tercer año de universidad. Poco tiempo después de casó con Sasuke, su único y verdadero amor. Con un matrimonio y ya siendo madre, ella pudo lograr superarse como siempre había querido.
Gracias de antemano a todos/todas ustedes por darme la motivación para que yo continuara escribiendo. Mi hobbie, mi talento.
PD: Nos vemos pronto ;)
Atentamente
Ela Forcela