Prólogo

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Quizá era porque ya estaba muerto, quizá porque vagaba por un espacio vacío completamente sólo; su única esperanza es que su sacrificio no haya sido en vano. Ése era su mayor deseo, poder ver como todos sus amigos y camaradas vivían en paz, sin miedo a no volver a despertar.u Ya no tenía sentido (al menos para él) el desesperarse, era muy claro que su alma estaba condenada a pudrirse por toda la eternidad. Su oportunidad había sido tomada y no volvería a ver el rostro de sus compañeros nunca más; jamás podría cumplir su sueño de volverse el mejor hokage de su aldea, no pudo obtener el amor de su pelirrosa compañera de equipo y tampoco sabría si algún día iba a poder corresponder el amor que le profesaba la Hyuga ojiperla.

Simplemente parecía que su destino siempre iba a ser ése por toda la eternidad. No pudo evitar sonreír con ironía, ahora comenzaba a sonar como Neji Hyuga y su antigua obsesión con el destino.

Caminó y caminó perdiéndose en aquél lugar; soñando e imaginando lo que pudo y jamás fue o podrá ser. Ese lugar cada vez se le hacía más desesperante pero no podía hacer nada para cambiarlo. Siguió su curso sin inmutarse en lo absoluto…

-Oe, Kurama ¿me escuchas? – preguntó mentalmente a su zorruno inquilino, un poco preocupado por él.

-Claro cachorro – afirmó con su usual gruñón tono de voz; Naruto sonrió de alegría al saber que si vagaría por ese lugar por siempre al menos no lo haría sólo.

-Oye, ¿sabes porqué estamos aquí? Es decir sellamos a Madara y a Juubi con ese sello prohibido y no estamos en el estómago de Shinigami – cuestionó internamente, el zorro de nueve colas simplemente resopló aburrido y soltó.

-No tengo ni la menor idea cachorro – admitió mentalmente a su casero que sólo siguió vagando fastidiado.

Y así sucedió que estuvieron caminando durante un buen rato hasta que, delante de él algo empezó a brillar y en humo empezó a formarse un cuerpo. Cuando todo terminó lo observó…

-Hola, mortal – Con una profundamente grave voz saludó casualmente el ser frente suyo; su rostro demoníaco con una larga cabellera blanca con dos rojos cuernos sobresaliendo de su cabeza, vestido con una especie de bata blanca dejando al descubierto su huesuda caja torácica y que cubría hasta sus esqueléticas manos y justo entre sus dientes un tanto envuelto con vendas.

-¡Shi…Shinigami! – exclamó entre sorprendido y asustado el joven rubio frente a aquella entidad divina. Se alejó uno, dos, tres pasos atrás atemorizado y calló de bruces al suelo blanco golpeándose la retaguardia - ¡Auch! – se sobó su trasero el muchacho ojiazul adolorido.

Ahora lo sabía; el día en el que Uzumaki (recién descubierto Namikaze) Naruto daría su alma al Dios de la muerte. Era más que claro, pero él no iría al infierno ni mucho menos al cielo, Naruto se dirigiría al limbo… el estómago de aquella entidad celestial.

-Veo que me reconoces… Uzumaki Naruto – tomó la palabra el ser espectral viéndolo con indiferencia, claramente observándolo como si no fuera la gran cosa.

-¿Po…porqué a…aún n…no es…estoy en t...tu esto…estómago? – el rubio se sentía extrañado al tartamudear pero creyó que era normal después de todo ¿quién está en frente de el Dios de la muerte y no se intimida? Definitivamente quien no lo haga no es humano.

El Shinigami permanecía estoico e inexpresivo ante tal nerviosismo expresado por el rubio – No te tienes que asustar mortal – su intento de calmar al rubio era en vano puesto que cada silaba que salía de su boca era un gutural sonido, combinándolo con su apariencia era muy claro el temor – No te haré nada –

Naruto un poco más calmado soltó un sonoro suspiró de cansancio por sus labios y cerró los ojos tomando la palabra – Bu…bueno, pero no lo entiendo… yo usé el Shiki Fujin (sello consumidor del demonio de la muerte) así que debería de estar en tu estómago – argumentó intentando saber porqué no se encontraba en el estómago del Dios de la muerte; el ser espiritual comenzó a reír frenéticamente soltando extraños alaridos guturales.

Pasaron cinco minutos y el ser dejó de burlarse del muchacho – Dime mortal… ¿qué harías si tuvieras una segunda oportunidad? – Inquirió sin perder ese poderoso tono de voz. Su rostro no daba indicios de sentimiento alguno, pero era claro que su mirada era de alguna manera u otra inquisitiva.

Naruto se mantuvo pensativo ¿una segunda oportunidad? Ciertamente no sabía que haría, por supuesto intentaría arreglar la mayoría de sus errores como el no haber podido vencer a Sasuke en el valle del fin, era más que claro que salvaría a su maestro y padrino Jiraya. Pero… para él sólo era un si tuviera una nueva oportunidad.

Si pudiera nuevamente vivir haría todo lo posible para evitar esa desastrosa e inhumana guerra. Poder vencer otra vez (porque venció, murió pero venció al fin y al cabo) pero esta vez sobrevivir para ser feliz junto a sus familiares y amigos.

Si a Naruto se le concediese esa segunda oportunidad él reescribiría toda la historia, él buscaría la paz que su mentor siempre estuvo buscando; salvaría del sufrimiento a todas las personas que pudiera.

Y como si el Shinigami hubiera leído su enigmática mente le habló – Tú lo sabes… A pesar de usar mi poder para sellar al Juubi y al shinobi conocido como Uchiha Madara su legado y destrucción aún permanece intacto. Hay un gigantesco desequilibrio de almas…. Como la tuya por ejemplo, tú no debiste de haber muerto todavía – terminó su habla de manera calmada y estoica como si fuera del clima el tema que abordaban.

-Yo… ¿a qué quieres llegar con esto? – cuestionó al Dios de la muerte un tanto nervioso, quería saber porqué abordaba ese tema ¡y joder, se estaba desesperado! Él debería de estar agonizando en el estómago del Shinigami pero no lo estaba haciendo,

-Porque es inaceptable – habló con su gutural voz tomando nuevamente la palabra – No puedo permitirme esto, no señor – dijo confundiendo a nuestro rubio protagonista de lo que hablaba.

-Etto… ¿a qué se refiere Shinigami-sama? – su fuerte nunca había sido el respeto, jamás lo fue y probablemente nunca lo sería; pero este salió como si en verdad así fuera, tal vez era por el temor que el espectral ser delante suyo le provocaba.

-El genjutsu – afirmó causando más confusión en el ojiazul – El tsukuyomi infinito. Aún cuando hayas hecho lo que hiciste muchas almas quedaron bajo aquella ilusión, por lo tanto no le temen a algo tan natural como la muerte; si esto sigue así ya no habrá almas que cosechar y todo quedaría bajo un bucle infinito – reveló quitando la confusión de Naruto, ahora que lo recordaba no había sido capaz de eliminar por completo aquella ilusión de las personas.

-Pero… ¿qué tiene que ver conmigo? – interrogó a la espera de una respuesta clara y precisa. No sabía el porqué, pero lo averiguaría a toda costa sin importarle nada.

-Porque te tengo un trato – afirmó con su potente voz, rápidamente un sentimiento helado pasó por su columna vertebral… un escalofrío.

-¿Qué… clase de… trato? – preguntó entre pausas el muchacho ojiazul con ése incómodo sentimiento que surgió cuando el Shinigami habló; quería saber porqué lo sintió, pero de algo si estaba seguro… le dolería mucho.

-Ahora sólo eres una alma y aún mejor; eres mi alma – por dios, ¿es qué ese tono de voz era normal? Sentía raro e incómodo escuchar su demoníaca e histérica risa – Me refiero a que… te daré una segunda oportunidad – dijo.

-U…una segunda ¿oportunidad? – cuestionó confuso ante la propuesta del Shinigami; pero también feliz de tener una oportunidad de salvar a sus amigos y empezar desde cero.

-Así es. Como te dije hay un desequilibrio en las almas pues tú no debías de haber muerto de esa forma – habló, ahora lo entendía más claramente lo que quería decir, pero había algo que no entendía ¿Porqué a él? – Ahora dime, ¿qué estas pensando en este momento? –

-Si yo tuviera una segunda oportunidad – comenzó alzando la mirada con decisión – evitaría esta guerra, evitaría el sufrimiento de todas las personas que amo y –

-Eso es todo lo que necesitaba – interrumpió el Shinigami a Naruto, sacó el tanto que estaba en su boca mostrando sus afilados dientes y su larga y serpentina lengua.

La agarró con su mano izquierda y de un tajo abrió una herida en el vientre del rubio justo donde el sello del kyubi.

-¡¿Eh?! – contempló asombrado la abertura que la cuchilla de esa arma le dejó, pero no le dolía. De hecho se sentía bien, pronto aquella herida se cerró y sin darse cuenta sus ojos azules se tiñeron de negro al igual que su cabello que creció hasta ligeramente debajo de los hombros - Oe, ¿q…qué me pasó? – preguntó nervioso ante su cambio de color de pelo pues no podía ver sus ojos que también recibieron esa modificación.

-Considéralo un regalo, mortal – empezó su dialogo viéndolo inquietante a los ojos – Modifiqué tus genes, ahora eres un Uchiha. Para ser más precisos, sanguíneamente eres el nieto de Madara Uchiha – afirmó causando revuelo en el rubio.

-¡¿De qué me estas hablando?! – interrogó inquieto, ahora no sólo era un asqueroso Uchiha, sino también nieto del hombre que ocasionó esa estúpida guerra.

-Considérate afortunado, aún tienes genes Uzumaki, son pocos pero los conservas. Agradéceme el que te haya dado los ojos de tu abuelo, así cuando actives tu mangekyo sharingan no quedarás ciego – informó ahora sí enojándolo. ¡¿Eran los ojos de Madara Uchiha?! ¡¿Cómo se atrevía a darle los ojos de ese asesino?!

Decidió suspirar y relajarse, no podía evitarlo. Odiaba a Madara, odiaba a Obito y odiaba cualquier cosa que tenga que ver con el sharingan.

De repente todo la parte blanca que estaba a sus pies se empezó a teñir a negro, como si el piso se estuviera rompiendo en pedazos.

-Ya llegó el momento – avisó llamando la atención del rubio.

-¿El momento? – preguntó confundido ante el aviso del ser espectral frente a él.

-No hay tiempo – y con esto el dedo índice de su mano diestra tocó su frente rasgándola por su afilada uña ocasionando que un leve rastro de sangre salga.

Empujó levemente su frente y cayó al vacío negro que se formó debajo de sus pies.

-¡Pero qué… Ahhhhhh! –

CRUCH… CRUCH… CRUCH…

Había caído por donde veía en un frondoso bosque, ya que algunas ramas de los árboles habían amortiguado su caída libre.

-Maldición… si me ibas a tirar así hubieras puesto algo más suave – se quejó suavemente observando a su alrededor. El bosque era tenuemente iluminado por la luz de la luna así que era de noche.

Se levantó de la tierra y sacudió su ropa…

-¡¿Pero qué mierda?! – su ropa consistía en una camiseta de manga corta con el cuello alto de color negro, pantalones azules oscuros con vendas en los tobillos y sandalias negras; en sencillas palabras Naruto ahora era un calco de Madara Uchiha en su juventud salvo por el color de cabello, ya que el de Madara era azul negruzco y el de Naruto era totalmente negro – Ahora si me parezco a ese maldito – rugió mentalmente al verse con esa apariencia.

Se levantó del suelo y sacudió el polvo de su descubierta nueva ropa; volteó a ver a sus lados percatándose de si no había enemigos en los alrededores, haber vivido en la guerra le había hecho un ninja más maduro y perceptivo de su ambiente, suspiró mentalmente; tal parecía estaba seguro.

Aún no sabía con exactitud en que época estaba. Rogaba a Dios el que haya caído en algún lugar cerca de Konoha, o que siquiera existiera Konoha.

Se frotó las sienes con cansancio y se talló los ojos que le habían empezado a arder; empezó a andar en el sendero del bosque, impaciente intentó hablarle a su inquilino.

-Oe, Kurama ¿me oyes? – preguntó sin despegar la vista del camino, no sabía porqué pero presentía que muy pronto algo saldría mal.

-…- silencio, fue lo único que recibió como respuesta el ex-Uzumaki. Se preocupó por la ausencia de su compañero zorruno, impaciente empezó a intentar hablar con él una y otra vez sin respuesta.

-Algo debió de haberle hecho el Shinigami – comenzó su línea de pensamientos – ahora que recuerdo él dijo algo de una segunda oportunidad y por lo que me parece el me envió al pasado – se dijo mentalmente al recordar su segunda oportunidad de reescribir todos los errores del pasado – pero no sé en que época estoy –

-Pero si técnicamente soy el nieto de Madara debo estar en… no sé, tengo diecisiete años por lo cual debo encontrarme un poco antes de la tercera guerra – reflexionó siguiendo su camino por el sendero que aquel bosque le brindaba.

Caminó durante un buen rato en aquel lugar y empezó a desesperarse al no encontrar la salida. Pero hubo algo de lo que se percató; al agacharse se encontró con una fina hebra de cabello rojizo escarlata.

-¿Qué es esto? – cogió la pequeña hilera de cabello y a unos pocos pasos se encontró con otra – Otro – habló sosteniéndolo – y otro más – nuevamente encontró otro hilo de ése precioso cabello rojo y sin darse cuenta empezó a seguir un rastro de dicho elemento.

Cuando por fin el rastro terminó pudo ver cuidadosamente que se trataba de una adolescente; unos quince años, su cabello era rojo escarlata y le llegaba hasta la cintura. Por lo que pudo ver la jovencita estaba amordazada y varios sujetos la arrastraban.

Eran cuatro que estaban alrededor de ella por lo que dedujo se trataba de una escolta de protección, no pudo ver bien el rostro de los secuestradores pero si pudo ver sus bandas ninjas.

-Kumogakure – pensó al reconocer la vestimenta jonin de los shinobis del país del rayo; se acercó lentamente cuidando el que no lo vean y suprimiendo su chakra (de hecho parecía poseer todavía un poco de chakra de Kurama) al mínimo para pasar desapercibido.

Saltó de una rama sigilosamente y cayó atrás del último ninja y lo golpeó en el cuello cayendo desmayado, lo escondió en unos arbustos cercanos y rápidamente volvió a aparecer junto al shinobi de la derecha y le tapó la boca ahogándolo. La muchacha pelirroja vio esto y trató de permanecer tranquila.

Después apareció junto al de la izquierda y le apuñaló con un kunai tapándole la boca para que no grite. Lo acostó en el suelo del sendero.

El último shinobi de Kumo, el que iba adelante sosteniendo la cuerda que mantenía atrapada a la niña, tal parecía no se había dado cuenta de las bajas de sus compañeros hasta que sintió algo frío en su cuello, cerca de la arteria carótida derecha. Giró lentamente el rostro para encontrarse con un inexpresivo par de ojos negros.

Un grito fue lo único que se escuchó provenir de él cuando calló al suelo con la sangre brotando a borbotones de su garganta.

La joven pelirroja observó con sorpresa y terror al pelinegro delante de ella; sorpresa por haber derrotado fácilmente a cuatro jonin de Kumo (la segunda aldea con mayor poder militar, detrás de Konoha) y terror por cómo asesino sin remordimientos a su captor. También observó como su camisa en la espalda portaba orgullosamente el emblema del clan Uchiha.

El Uchiha antes Uzumaki se volteó para encarar a la pelirroja. Sus ojos eran violetas claros, hermosos, pensó; la pelirroja se sonrojó al ver sus profundos ojos negros.

El ex-Uzumaki se agachó a la chica que se había caído y le quitó el pedazo de tela que cubría su boca y le impedía gritar.

-¿Qui…quién e…eres? – se sentía extraño, era la primera vez que se sentía nerviosa frente a alguien.

El sujeto le sonrió sonrojando sus mejillas más y procedió a quitarle la soga que impedía la movilidad de sus brazos; el amarre era muy duro por lo que desistió y la partió con un kunai.

-U…Uchiha – susurró en una voz muy baja que no pasó desapercibida para Naruto. Se acercó a su rostro y empezó a chasquear los dedos de su mano derecha.

-Oe chica ¿te encuentras bien? – preguntó recibiendo como respuesta silencio. La joven pelirroja aún estaba en shock por la persona que la salvó.

El ahora Uchiha la empezó a zarandear de adelante a atrás mareándola y que salga de su shock.

-Cómo… - la joven aún intentaba recuperarse del shock inicial – ¿cómo pudiste encontrarme? – preguntó observando al chico.

-Emm, creo que deberías agradecer a tu cabello – se sentía extraño; esa chica le parecía muy, pero muy familiar – deberías cuidarlo más, es muy lindo ese color – opinó sin pensar, la muchacha se sonrojó al oír ese cumplido.

-Tú… ¿me seguiste por mi cabello? – cuestionó confusa, pero a la vez feliz de tener un cumplido – y piensa que es bonito – murmuró lo último extrañamente feliz, pero prefirió bajar la mirada, evitando la del muchacho.

-Claro, no fue muy difícil distinguir las hebras de cabello en el suelo – aclaró, la joven tomó sus muñecas que hace unos momentos estaban atadas y se las acarició.

-¿Y podrías decirme su nombre? Uchiha-san – el pelinegro ladeó la cabeza confundido, ¿Uchiha? Fue lo que le vino a la mente pero de pronto recordó lo que sucedió antes de estar aquí.

-Sí, emmm mi nombre es Naruto Uzu...am Uchiha – reveló un tanto nervioso, no podía dar información de ese tipo además su apariencia no concordaba con la de los Uzumaki que solían tener el cabello de color escarlata.

No le prestó atención a esto último y la joven mujer se levantó del suelo pero se volvió a acostar de bruces al sentir un agudo dolor en su tobillo derecho; quizá debido a que cayó muy fuerte cuando el último shinobi caído la soltó.

El antes Uzumaki vio esto y como buen caballero que es la levantó nupcialmente sonrojándola.

-¡O…oe qué crees que haces! – preguntó exaltada al sentir los brazos del muchacho por su esbelto y bien proporcionado cuerpo.

-¿No es obvio? – cuestionó con sarcasmo el ahora Uchiha – No puedes caminar así que llevaré – le aclaró y la joven sonrojada se resignó a aceptar; empezó a caminar el pelinegro y la joven oji-violeta vio el protector de Konohagakure en la frente del muchacho pelinegro.

-¿Eres un ninja de Konoha? – interrogó, el chico sudó frío al ver que no se había retirado su bandana ninja. A pesar de haber participado en la guerra y ver morir a muchas personas aún seguía teniendo un poco de su personalidad olvidadiza de antaño.

-Ahh, sí – respondió nerviosamente, esperaba que sea la única respuesta que tenga que dar en esa noche pero como la vida es una perra otra palabra salió de la muchacha.

-Jamás te había visto Naruto-san – informó – Además no te pareces al resto de los Uchiha, parecen tener un palo en el culo y tú… te ves y eres diferente – le dijo, por un momento el pelinegro se olvidó de su condición de Uchiha y se rio maniáticamente.

-Eso es cierto – afirmó riéndose mucho por lo que la jovencita le dijo, la cual le miró confundida – Todos los Uchiha tienen un palo metido en su culo jaja – aclaró nuevamente riendo.

-¡Oe, te estás burlando de tu propio clan! – le dijo la pelirroja y el ojinegro se atragantó y se empezó a reír nuevamente pero está vez de los nervios – además eso no es cierto, no todos los Uchiha son así – aseguró viéndole, Naruto enarcó una ceja confundido – Tú eres el segundo que conozco no sea así – dijo.

-¿Y la primera? – cuestionó curioso, no conocía mucho a esta chica y el saber que era "diferente" al resto de Uchiha tal vez sea porque aún conserve algunos rasgos Uzumaki.

-Mikoto-neechan – contestó cerrando los ojos – Es muy diferente al resto de los Uchiha, es muy bondadosa aunque cuando se enoja da mucho miedo –

-¿Mikoto? Donde oí ese nombre – se preguntó mentalmente, tal parecía había escuchado ese nombre en el pasado - ¿Mikoto? ¿Quién es ella? – interrogó.

-Es la hija del patriarca del clan Uchiha – informó, fugaces recuerdos llegaban a su mente pero todos eran de las pocas veces que había visto a Fugaku Uchiha, que en más de una ocasión intentó asesinarlo.

-Umm… por cierto todavía no me dices tu nombre emmm… ¿pequeña? – le dijo y la pelirroja hizo un puchero gracioso.

-¡No me llamo pequeña, idiota! – alegó graciosamente - ¡Mi nombre es Kushina Uzumaki 'ttebane! – le reveló su nombre pero el muchacho se puso pálido al oír ese nombre – Oye… ¿estás bien? –

Naruto bajó delicadamente a la Uzumaki de sus brazos y se llevó la mano izquierda a su frente - ¡Es mi madre! ¡Joder Shinigami! – maldijo y fue lo último que pensó antes de caer desmayado al suelo.

-¡Oye! –

Y aquí un nuevo fic. Sinceramente este fanfic rondaba por mi cabeza desde hace un tiempo pero no lo había hecho por que de hecho dejé de ver Naruto hace como dos años y medio (puto relleno) así que si por ahí ven alguna que otra incoherencia déjenme reviews para que yo la mejore.

Otra cosa, si leen fanfic en inglés se darán cuenta del parecido con uno llamado "Rewriten" del autor ParadoxJast y "Died Another Day" de NeonZangetsu, aclararé que sólo el inicio y una que otra cosilla será parecida NO todo. Además hay muy pocos fics de este tipo en español.

Espero les haya gustado y ahora voy a aclarar que será harem, el máximo de chicas no las tengo contempladas así que me pueden recomendar, es gratis =).

¡Hasta la próxima!...