Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Fairy Tail es propiedad de Hiro Mashima y ste conjunto de drabbles participa en el reto maratón multicolor del foro: Cannon Island.
Advertencias: Errores y distracciones de edición: ortografía y puntuación. Me disculpo por los mismos, estoy trabajando en ello.
Notas de Autora: Pues bien, el summary no es el mejor pero veremos si lo mejoro. Estoy bastante orgullosa de este primer drabble y eso es raro así que debo disfrutarlo xD
Por si acaso, el espectro es el resultado obtenido mediante el fenómeno de la descomposición de la luz al direccionarse cobre un prisma. La luz blanca está en realidad formada por colores, y es por ello que me pareció un fenómenos apropiado para el título, pues yo creo que el amor es particular para cada quien, tan variado como los colores, pero al final del día, es amor. Tal cual la luz que inicia uniforme, el amor se presenta, pero se descompone dando lugar a cada una de sus variaciones.
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¡Maratón multicolor!
Jerza.
Color: Zafiro.
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—Tan solo es azul, Jellal —reiteró por enésima vez la maga del brillante cabello escarlata.
Habían estado varados en el medio del bosque desde hacían horas, a la espera de uno de sus informantes que se estaba tardando demasiado en hacer su aparición. La tensión había sido evidente, sobretodo porque no era dudable para ninguno de los dos, la posibilidad de un retraso voluntario por parte de Sorano, quien no parecía cansarse de burlarse o colocar en incómodas situaciones a cuantas personas se le fuera posible.
El joven de cerúleos cabellos, había intentado quebrar el silencio luego de la tercera vez consecutiva en la que sus ocasionales conversaciones llegaban a su fin y no había encontrado mejor objeto de debate, que el color de la marca de gremio de su compañera.
—Yo creo quizá pudiera ser Colbalto —continuó Jellal. Había estado citando toda la gama de azules existentes a lo largo de los últimos minutos.
Erza le dedicó una mirada desaprobatoria, pero cuya severidad se perdía en la mueca de sonrisa que intentaba disimular.
Eso era lo que él buscaba.
—No sé de que azul se trate. Cuando me uní al gremio, tan solo solicité que fuera azul.
La chica se encogió de hombros, pero no pasó por alto la sonrisa aniñada que mantenía él, cada vez que la observaba.
—Tu cabello es escarlata —refutó el sin previo aviso—, no burdeos, no granate. Escarlata.
Ella lo observó cuestionante, no había entendido a que se refería.
—Tu apellidé por el color de tu cabello, para no olvidarme jamás de ti —el sonrojo se apoderó de las mejillas de la chica ante el recuerdo—. Para ti quizá solo sea azul, pero para mí es otro modo de recordarte… quiero recordar todo sobre ti.
Ambas miradas cafes se encontraron, avergonzadas, pero renuentes a apartarse la una de la otra y quebrar así aquel momento.
Él fue el primero en rendirse, al haber notado como Titania comenzaba a descadenar una lucha consigo misma, deseosa de contestar.
Él no era merecedor de la ternura que destilaban aquellos orbes oscuros.
—Zafiro —comentó con naturalidad, pero ella no lo entendió.
Parpadeó continuadas veces, confusa. Había estado tan perdida en sus últimas palabras, que el recordar algo previo a eso —incluyendo la razón de esa conversación— se le hacía imposible.
—¿Qué? —arriesgó, y el dejó escapar una pequeña risa.
Elevó su mirada al cielo, y Erza podía jurar que su perfil resplandecía bajo la luz de los distantes astros.
—El color de tu marca —aclaró— es azul zafiro. No tengo dudas de eso.
Ella abrió su boca, pero no para refutarlo. Se sintió asombrada, sin habla ante lo perfecto de aquel singular momento. Llevó su mano inconscientemente a su marca y sonrió, mientras un adorable sonrojo se apoderaba de su rostro.
—Sí. Supongo que tienes razón.
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—470—
—Gracias por leer—
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