Disclaimer: Los personajes de Shingeki no Kyojin le pertenecen a Hajime Isayama.

Notas:

Han pasado 84 años...

Capítulo dedicado a Nicot, por haberme inspirado a escribir esto. Cualquier queja sobre el cap, dirigirla a ella. (?) Bueno, no.


I'll be the watcher of the eternal flame

I'll be the guard dog of all your fever dreams

I am the sand at the bottom-half of the hourglass


Eren deja caer su décima botella de la noche sobre la mesa. Lo hace tal vez con demasiada fuerza, porque el resto de sus compañeras de cristal se sacuden en su lugar por unos segundos.

"Entonces es verdad que no te puedes embriagar"

Dejo salir un quejido como toda respuesta. No sé qué estoy haciendo aquí, sentado en la supuesta casa del niñato supuestamente inmortal con el que llevo conviviendo ya dos meses.

"¿Por qué? Llevas lo mismo que yo y ni siquiera parpadeas. Me das miedo" su sonrisa de lado me hace pensar que miedo es lo último que le causo. En realidad, es al revés; él comienza a darme miedo.

"Es... una mala costumbre, supongo" murmuro quedamente, viendo la botella vacía entre mis dedos y dándole un par de vueltas, haciendo que el poco líquido que queda gire dentro. "Me obligué a mantener la guardia alta siempre que me veía obligado a beber; ahora no puedo bajarla aunque quiera"

"¿Tanta desconfianza me tienes?" su tono de voz intenta salir ofendido, pero se acerca a mí en el sofá donde estamos sentados, nuestros muslos rozándose. Chasqueo la lengua. Demasiados mensajes mezclados para mí.

"No es eso, idiota" me encojo de hombros, dejando por fin la botella en la mesa al lado de la de Eren y recargándome contra el sofá, cruzando las piernas. "Simplemente no puedo. Es como si le dijeras a un estreñido que cague cuando obviamente no puede por más que quiera"

"Curiosa analogía" Eren intenta reprimir una sonrisa incómoda, pero no lo logra. Yo le miro de reojo, queriendo preguntar muchísimas cosas. A pesar de haber convivido con él por bastante tiempo ya, el tema de su peculiar habilidad no ha salido a flote. Y a mí aun me resulta difícil comprender cómo es posible que alguien así exista.

He llegado a cortarle un dedo a propósito, fingiendo estar distraído mientras le digo que le ayudaré a preparar la comida, todo con el propósito de comprobar si la herida estará ahí el siguiente día. Nunca lo está. Cualquier cosa, cualquier moratón, hasta un corte de cabello; todo vuelve a como originalmente estaba al siguiente día, justo como Eren ya me había dicho.

Tal vez sea la oportunidad perfecta para preguntar. Debe estar algo atontado por el alcohol.

"Debes tener muchas preguntas, ¿huh?" Eren dice de pronto, mirándome con una sonrisa divertida. Yo me sobresalto ligeramente. "Pensé que nunca preguntarías, pero apuesto a que ya no aguantas. Pero yo tengo un par de preguntas antes"

"Adelante" le digo, cruzándome de brazos y alzando una ceja en su dirección.

"Esto de aquí" Eren alza una mano. Por un momento pienso que se dirige hacia mi cuello y me encojo sin querer, pero uno de sus dedos se posa sobre mi sien derecha. "¿No debería haber una herida? ¿Una cicatriz? ¿Acaso tienes la misma habilidad que yo y no me has contado?"

No parece que esté bromeando, pero no puedo evitar rodar los ojos. "¿Qué clase de pregunta es esa? Por supuesto que no soy un raro como tú. ¿Y por qué debería tener una cicatriz en la sien?"

Eren hace un gesto falso de dolor ante el cometario sobre su habilidad, aunque puedo ver que en verdad luce ligeramente ofendido. "Te salvé la vida aquella vez, ¿sabes?"

"Ya sé" replico. Y antes de que pueda decir algo más, Eren me interrumpe:

"Te empujé bastante fuerte. Por un segundo pensé que en realidad no te había salvado, sino que te había matado yo mismo" sonríe ligeramente. "Así que supongo que tendrás alguna herida, ¿no? O que en su tiempo la hubieras tenido. Honestamente no me fijé, pero debería haber una cicatriz, al menos"

"No me quebré la cabeza" respondo, suspirando. "Sólo me salió una bola horrible y sangrienta; nada del otro mundo" Eren se ríe a mi lado. Yo me permito sonreír apenas visiblemente. "Bromeo. En verdad no me pasó nada. Creo que mis manos se llevaron lo peor, y aun así, sólo se rasparon un poco"

"Hm, está bien, te creo" dice, dejando caer la cabeza hacia atrás y suspirando. "Ese hombre... Lo conoces desde hace un tiempo"

Parece una afirmación más que una pregunta, pero aun así me encuentro asintiendo. "Sí. Smith"

"Si lo conoces desde hace tiempo... ¿Nunca tuviste la oportunidad de matarlo?"

Chasqueo la lengua. "¿De qué mierda hablas?"

"Matarlo. Sabes, dispararle entre ceja y ceja. Te hubieras evitado todo este problema"

"No soy un asesino" murmuro, y Eren me mira sorprendido. Tengo que rodar los ojos antes de responder. "Supongo que tienes una idea de qué clase de persona soy"

"Tengo una vaga idea" dice. "Eres un, uh..."

"Criminal" completo yo. "Robo cosas a gente que no las merece para subsistir"

"Subsistir" Eren repite despacio. "O sea que robas, pero ¿no lo suficiente para darte un par de lujos? Suena a que deberías cambiar de carrera"

"No es como si tuviera opción" replico. "Además de que no tengo necesidad de todas estas mierdas que tú tienes" señalo al cuarto donde estamos con un gesto vago de la mano. "Con todo lo que tienes aquí, podría comprar toda la mierda que quisiera por toda la vida. Es innecesariamente grande y lujoso"

"Te doy todo esto, entonces" es toda su respuesta. Yo le miro con el entrecejo fruncido.

"¿Por qué tienes todo esto, en primer lugar?"

Eren me mira entre divertido y molesto. Supongo que en verdad lo estoy molestando, pero no estoy dispuesto a callarme. Le devuelvo la mirada con intensidad.

"He vivido por más tiempo del que te podrías imaginar. ¿No te parece lógico que tenga bastantes cosas?"

Me encojo de hombros. "Supongo que sí. Ahora es mi turno de preguntar. Nunca me dijiste por qué sabías mi nombre" La expresión de Eren se oscurece visiblemente. Tal vez no debí haber preguntado eso, pero no pienso retractarme. Necesito saber.

Eren pone una mano sobre su boca y bosteza. "¿No te parece que es algo tarde ya?" dice, parpadeando un par de veces. "Debe pasar de la media noche"

"Son las tres de la mañana" respondo, apretando la mandíbula sin querer. No me ha respondido.

"Puedes dormir aquí, si quieres. Es algo peligroso salir a estas horas, y tu casa está a una manzana de aquí. Podrían..."

"¿Robarme?" me burlo. "¿Recuerdas a qué me dedico?"

Eren bufa divertido. "Tienes razón. De todos modos, preferiría que te quedaras aquí, sólo por si acaso" se pone de pie, extendiendo su brazo para señalar vagamente a una de las dos puertas en el lugar. "Hay una cama por allá. Te prometo que es cómoda. Puedes quedarte ahí" no espera a que responda; comienza a caminar hacia la puerta y yo me veo obligado a seguirle. Abre la puerta, dejándome ver un cuarto igual de ridículamente lujoso. La cama debe ser tres veces más grande que la mía, y mucho más cómoda. Aunque no sabría decirlo con certeza; rara vez duermo en mi cama.

Entro al cuarto y Eren me sigue de cerca. Me quito las botas que traigo puestas y me siento sobre la cama, mirando fijamente a Eren quien ha optado por buscar algo en un enorme clóset frente a la cama. "¿Piensas dormir conmigo?" le digo burlonamente, recostándome en la cama. Eren se ríe.

"Necesito buscar algo que dejé por aquí. No te preocupes, te prometo que no tardaré mucho. Tú duerme"

Le hago caso y cierro los ojos, girándome sobre un costado y llevando mis rodillas a mi pecho, abrazándolas. Escucho a Eren revolver cosas por un par de minutos, hasta que el ruido cesa. Ni siquiera logro oír su respiración. Entonces, oigo pasos dirigiéndose hacia mí con lentitud, casi con cautela; no podría oírlo de no ser porque mi oído es bastante sensible.

Siento un ligero peso a un costado mío, y asumo que debe ser la mano de Eren, o tal vez algo que ha dejado ahí. Pero entonces el peso se va y siento una mano sobre mi hombro, girándome para quedar boca arriba. Me dejo hacer sin abrir los ojos, fingiendo estar dormido. Me pregunto qué pensará hacer. Tal vez...

Siento un contacto cálido contra mis labios. No esperaba eso, a pesar de que... era obvio.

Es apenas un roce; Eren se separa de inmediato, y yo abro los ojos, viendo una pequeña sonrisa en su rostro.

"No estaba dormido aún. Pensé que habrías aprendido a notar la diferencia después de 'haber vivido por más tiempo del que pueda imaginar'."

Eren no luce realmente sorprendido, ni alarmado por que le haya descubierto besándome. Tan sólo cierra los ojos y suspira, sacudiendo la cabeza ligeramente.

"Quédate conmigo"

"¿Qué?"

"Ven aquí, a vivir conmigo. Mañana mismo podemos traer tus cosas. Quédate. Después de hoy, no quiero que te vayas. Tampoco tienes que seguir robando"

"Qué estupideces dices..." me giro de vuelta a mi posición, cerrando los ojos, escuchando un quejido de parte de Eren. Puedo oír la sonrisa en su voz.

"Huh... Creo que aceptaré tu propuesta y dormiré contigo" mi cuerpo rebota por unos segundos cuando Eren brinca a la cama a mi lado. De inmediato, siento un par de brazos envolverme. "Buenas noches, Levi"

"Hm"


Una semana después, camino con Eren devuelta de una improvisada cena en un restaurant italiano, donde Eren ha pagado de más para que nos dejen entrar sin reservación. Es algo noche ya, y me parece que Eren va algo ebrio. Su brazo está rodeando mis hombros.

"Vamos por aquí" dice de pronto, señalando a una calle estrecha y oscura. Comienza a caminar en dicha dirección, y yo me veo arrastrado con él.

"¿Por qué? No es el camino de vuelta" quito su brazo de mis hombros, mirándolo con el ceño fruncido.

"Ya sé, pero hay un lugar bonito por aquí" me dice, tomando mi muñeca y acelerando el paso.

Pasamos cinco minutos caminando, y honestamente, no veo nada particularmente bonito. Estamos caminando por otra calle oscura que sólo parece llevar a una calle aún más oscura. De pronto, Eren se detiene de golpe y yo choco contra su espalda.

"¿Qué...?" No alcanzo a terminar; pone su mano sobre mi boca. Se gira para verme y me hace un gesto para que me mantenga callado. Yo quito su mano de mi boca con fuerza, pero no digo nada y obedezco.

"Levi" lo escucho susurrar. No digo nada; espero a que él se voltee y se acerque a mi oído para decirme algo. "Revisa tu cuello"

Le hago caso, y no encuentro nada. "No hay na..." a media frase, me doy cuenta de a qué se refiere Eren. Mi collar, el que siempre cargo conmigo, no está. Alarmado, miro a Eren.

"Hace un par de días..." comienza a decirme, en una voz tan baja que apenas puedo oírle. "¿Recuerdas al hombre con el que chocaste? Llevabas una bufanda ese día, y él la jaló de tu cuello por error. Era uno de los hombres de Erwin. Te ha quitado el collar sin que te des cuenta"

"¿Smith tiene mi...?"

Una luz parpadea frente a nosotros por un segundo.

"Es bastante grosero susurrar en la presencia de otra persona, Ackerman" De la puerta que se ha abierto frente a nosotros anteriormente, sale una figura alta que identifico como Smith. "Sobretodo cuando estás hablando de ellos"

"Dame mi collar"

"¿Qué? ¿Quieres esto?" una mano enguantada se alza a su cuello para tomar una cadena colgando de éste. La sonrisa que luce Smith me hace querer golpearlo, pero me conformo con arrebatarle el collar de un jalón certero. Smith me mira, molesto.

"Eres bastante predecible, Erwin" dice Eren con una pequeña sonrisa de lado. Lo veo meter una mano dentro de su abrigo mientras se da la vuelta, apuntando con el arma que ha sacado a otro hombre al que no alcanzo a ver. "Tus hombres también lo son"

"Eres una persona curiosa" dice Smith, levantando una mano para hacer un gesto en dirección al hombre al que no alcanzo a ver. "Es cierto que hasta ahora, pareces saber lo que va a pasar en cada momento. Sin embargo, actúas de manera errática ante la situación. Estoy seguro de haberte visto casi morir antes protegiendo a esta... persona"

"Los policías debieron haberte matado. En verdad es una lástima que no lo hayan hecho; quería evitarme el esfuerzo" Eren intenta sonar tranquilo, pero es bastante obvio que su ira mal contenida sale a relucir sin que él pueda evitarlo.

"Disfruta de esa cosa mientras la tienes" dice, y no estoy seguro si me dice a mí o a Eren. "No me costará mucho trabajo arrebatártela"

Entonces, escucho un disparo al mismo tiempo que unos pasos alejándose. Asumo que es Eren el que ha disparado, porque he visto por un segundo la chispa y el sonido me ha dejado con el oído zumbando. Tomo mi cabeza entre mis manos y frunzo el ceño por el ligero dolor, mirando a Eren. El aliento se me va cuando veo que la sangre brota de su cuello.

"¿¡Eren!?" me apresuro a tomarlo por el torso antes de que caiga al piso, recargando la mayoría de su peso contra mí. "¡Mierda, Eren!"

"¿Acerté?" murmura debilmente, mirándome con expresión despreocupada. Joder, ni siquiera se ve mínimamente perturbado por el hecho de que una bala le atravesó el cuello.

"¿¡A qué mierda te refieres!?" no me responde; lo veo cerrar los ojos. "¡Eren! ¡Mierda, no te mueras!" recuerdo por un segundo que debe haber otra persona con un arma, así que lo dejo con cuidado sobre el piso y me giro a medias, observando que hay otro cuerpo tirado frente a nosotros. Un agujero perfora exactamente el centro de su frente. "Sí, acertaste. ¡Acertaste! ¡Mierda, ya despierta!" le doy una bofetada, pero no parece reaccionar. "Mierda. ¡Mierda! ¡Joder!" limpio con furia una lágrima que está a punto de salir de mi ojo. "Joder, ¡no vuelvas a hacerme esto!" lo tomo por las piernas y el torso, alzándolo al tiempo que me paro. "Encima estás más pesado que antes. ¿¡No se supone que tu mierda de habilidad también te impide engordar!? ¡Carajo!"

Me tambaleo hasta el final de la calle, donde por fin veo una tenue luz proveniente de un pobre alambrado público. Camino con dificultad hasta que la calle se abre en un enorme campo que parece estar solo a esta hora. Apresuro el paso hasta que estoy lo suficientemente oculto de la potencial vista de alguien más, bien adentrado en los matorrales del terreno. Dejo a Eren sobre el pasto seco, y me siento a su lado. Me limpio las lágrimas y el sudor, mordiéndome el labio para intentar detenerme.

"Sé que es estúpido llorar, joder, pero..." no completo la frase. Lo más probable es que Eren no pueda escucharme. Me limito a observar su cuerpo inerte. Tiene una herida en el dedo por haberse cortado con un cuchillo del restaurant. Estaba distraído intentando lucir elegante, y por imbécil se ha causado eso. Me concentro en la pequeña herida.

A pesar de que hago mi mayor esfuerzo por no pensar en ello, mi mente no puede evitar pensar en miles de preguntas. ¿Y si esta vez no despierta? ¿Qué pasa si en verdad ha muerto esta vez? ¿Podría ser que sólo me ha jugado una extraña broma de gemelos, y que el Eren que me salvó en verdad esté muerto y haya sido reemplazado por su hermano? ¿Tengo que cuidar su cuerpo, o revive en otro? Para todo lo que sé, el cuerpo original que conocí podría estar enterrado en donde yo planeaba hacerlo.

Suspiro. No tiene sentido pensar en nada de eso. Ya sabré la respuesta cuando el Sol se alce otra vez.

"Si en verdad te mueres, te juro que te mato"

Tremenda estupidez ha dejado mi boca sin que yo pudiera evitarlo. Frunzo el ceño; debe ser el cansancio. Lucho por mantener los ojos abiertos.


Algo toma mi muñeca fuertemente.

"¡Ahh!" abro los ojos de golpe, observando a un Eren lleno de tierra y algo de pasto seco.

"Esta vez no me has hecho un funeral. Qué triste"

"¿¡Qué!?"

"Siempre quise un funeral. Pero dos no habría estado mal"

"¿¡De qué mierda hablas!?"

"¿Tienes tu collar?"

"¿¡Collar!? Mejor respóndeme por qué mierda has ido a suicidarte de esta manera sólo por un jodido collar"

"Es... importante, ¿no es cierto?" se alza, apoyando sus brazos en la tierra. Se sienta en posición de flor de loto frente a mí. Mi vista se dirige a su mano; el corte de anoche ya no está. Con temor, mis ojos viajan hasta su cuello. Suspiro aliviado al no encontrar rastro de herida alguna.

"Supongo que lo es" murmuro, sacando la cadena de mi bolsillo. De ésta cuelga un dije con forma de corazón. "Pero no es excusa para lo que hiciste"

"Sabías que volvería" Eren se encoge de hombros, tomando el collar de mis manos. "¿Alguna vez lo has abierto?"

"Creo que una vez lo intenté" respondo, distraído, acercándome más a Eren. "Cuando era un niño. No pude, no tenía fuerza; nunca lo volví a intentar"

Eren toma el corazón entre sus dedos y lo abre con facilidad. Saca algo de éste, y deja el collar sobre su muslo. Me extiende lo que ha sacado. Yo lo miro por un momento antes de tomarlo, dubitativo.

"Es un pedazo de tela vieja mal cosida" le digo, observando el objeto en sí. Es un pequeño pedazo de pañuelo con otro pedazo de tela verde mal cosidos. La tela entera debe medir un par de centímetros apenas, y luce bastante vieja.

"Así es" Eren parece bastante emocionado por este simple hecho. "Pero es más que eso"

"¿Hm? ¿Qué más podría ser? ¿El portador de una bacteria?"

Eren se ríe. "Es un símbolo" dice. "Bueno, no precisamente, pero..." sacude la cabeza. "Cuéntame por qué lo tienes"

"Mi madre me lo regaló. Pero creo que ella tampoco sabía qué tenía adentro"

"¿De dónde lo sacó?"

Me encojo de hombros. "No lo sé. Lo tengo desde muy pequeño, y no recuerdo nada, honestamente"

"Smith sigue vivo, ¿sabes?"

Bufo. "¿Por qué mierda insistes tanto en matarlo?"

"Es..." Eren suspira. "No es importante"

"Dime por qué"

"Vale, no te enojes" se ríe, pero puedo notar que lo hace incómodamente. Lo miro fijamente. "Es... Una larga historia"

"Tengo tiempo"

"Te iba a contar de todos modos" replica, agachando la cabeza un poco. "Le conozco. Bueno, conozco a su tipo. Yo... No puedo dejar que te hiera. No de nuevo"

"Hay otra gente de la que deberías preocuparte" respondo, irritado. "Él no me ha hecho nada serio. Hay gente que sí ha tratado de matarme, casi con éxito"

"No" el tono de Eren me hace sobresaltarme por un momento. "No, me refiero a que..." se tapa el rostro con las manos. "¡No te puedo contar! ¡Me tomarás por un loco!" su voz sale ahogada entre sus manos.

"¿Bromeas? Eres un jodido inmortal. Te creería si me dijeras que Cleopatra en realidad era un hombre vagabundo con un álter ego"

"Nunca conocía a Cleopatra..." murmura.

"Sabes a qué me refiero"

"Sí"

"¿Entonces?"

Eren alza el rostro de entre sus manos, luciendo derrotado. Me mira por un segundo antes de volver su vista al piso. "Te he visto morir antes. La mayoría de las veces tiene que ver con ese tipo"

"¿Qué?"

Se ríe un poco. "Te dije que me tomarías por un loco. ¿Ves? Podría contarte... Podría contarte sobre todas las veces que te he conocido, sobre todas las veces que te he visto morir por algún descuido mío"

"¿Por eso sabes mi nombre?"

"En parte" responde, pasando una mano por su cabello. Puedo ver que está sudando. "En realidad... No te conocí tantas veces. Me refiero" tose "No eras Levi"

"¿Cómo que no era Levi?"

"No. Casi nunca lo eras. Siempre tenías otro nombre, otra estatura, otro color de ojos, de pelo, de piel. A veces eras idéntico a como te conocí, pero luego te llevaba a un restaurant y te observaba comer con las manos, sin habértelas lavado" sonríe de lado. "Cosas así. Eran pequeños detalles, la mayoría de las veces. Medías un centímetro más, un centímetro menos. Te llamabas Paul. Eras mujer. Tus cejas eran ligeramente más gruesas. Tu pelo era un poco más claro. O no tenías este lunar" me pica la clavícula por encima de la camisa. Yo alzo el cuello para ver, y en efecto, hay un lunar ahí. "O tenías uno de más al lado. No sé. Cualquier cosa. Pero nunca eras tú en verdad"

"¿Y cómo sabes que soy yo en verdad?"

"Debes serlo, o debo estar volviéndome loco por fin" se ríe, sacudiendo la cabeza. "Eres exactamente como... Como él. Eres él, lo sé. Cuando te vi, caminando hacia lo que no sabías era tu muerte, sentí... No sabría explicártelo. Era una sensación familiar, que no había experimentado en siglos. Literalmente. Pude sentir que eras tú, aunque una parte de mí se negaba a creerlo, porque debías ser alguien diferente de nuevo, ¿no? Siempre era así"

"¿Mi muerte? No hay manera en que supieras que eso iba a pasar. ¿Eras tú el raro en la capucha que me seguía?" Eren asiente.

"Me sorprendió tu habilidad para disimular, para mezclarte con la multitud y parecer la persona más común que podría existir. Toda esa destreza ante la situación me recordaron al hombre que alguna vez fuiste. Tu carácter es apenas diferente, sí, pero es algo lógico; ahora no tienes tantas cosas por qué preocuparte como antes. Pero esencialmente, eres el mismo. La misma alma"

Ruedo los ojos. "Que no tengo cosas por qué preocuparme... No digas estupideces"

"Es cierto. En verdad. Mi propio carácter ha cambiado; ya no soy el mismo niñato inmaduro que tú alguna vez conociste. Bueno, no tú, el tú de..." hace gestos vagos con las manos. Yo lo miro con una ceja alzada. "Me entiendes. Quiero decir que... La vida me enseñó algunas lecciones. Muchas, en realidad. Forjó mi carácter de una manera muy distinta a como era en aquel entonces, y supongo que ahora no soy la misma persona"

"Dices que has madurado..." comento. "Si es así, no quiero ni imaginar qué tan estúpido eras en 'aquel entonces'."

Se ríe. "Justo lo que Levi diría. Lo que tú dirías" suspira. "A tu anterior pregunta... Supe que ibas a morir porque así siempre era. Siempre te conocía en una situación donde tu vida estaba en riesgo, y siempre era yo el que te salvaba. Hasta que un día me harté de hacerlo, porque de todos modos morías en menos de medio año de conocerte. A veces ni siquiera podía salvarte. Esa vez que te seguí... no sé bien por qué lo hice. En realidad, planeaba simplemente verte morir de nuevo, pero algo me hizo dar un paso al frente y tomar esa bala por ti."

"Hm..." tomo distraídamente una roca pequeña que está a mi lado, y la lanzo lejos. "¿Y por qué la insistencia en buscarme? ¿En tu otra vida tenías una obsesión insana por mí que se extendió a esta?"

"Técnicamente, es la misma vida" me mira divertido, sonriente, pero hay algo en su expresión que me inquieta. "Y sí. Podrías ponerlo de esa forma. La primera vez que te conocí, nunca tuve oportunidad de tener algo como esto contigo. Te confesé lo que sentía, pero en ese entonces no había tiempo para que nos importaran esa clase de cosas"

"Hablas como si hubieras estado en una guerra"

"Lo estuve. Varias veces" se encoge de hombros. "Aunque esa vez en particular mi papel fue más importante. Las demás veces fui un mero espectador"

"¿Eras un comandante?" digo, mofándome. "Se supone que tu cuerpo es el mismo que el de ese entonces, ¿no? Luces como un niñato. No pudiste haber sido más que un soldado más" Eren desvía la mirada. "¿O eras importante por tu habilidad?"

"Algo así. No era exactamente la misma. Aunque supongo... supongo que podría serla. Nunca se nos ocurrió qué pasaría si alguien de mi clase no fuera asesinado. No sabíamos si envejecería, si moriría por la edad. Era un milagro si pasaba de los quince años. Aunque yo no era el único de mi clase"

"¿Hay más como tú?"

"Ya no" Eren toma otra roca y la lanza detrás mío. "De nuestro lado, sólo estaba yo. Yo era un símbolo de esperanza para mucha gente" sonríe, mirando hacia algún punto detrás de mí. Parece estar recordando algo. "Honestamente, mi vida perdió sentido por mucho tiempo. Cuando esa horrible lucha acabó... yo no fui el responsable de ello. Yo estaba muy lejos de ahí. Cuando... Cuando aquél hombre me cortó la cabeza, con un tajo certero justo aquí" se señala la nuca. "supe que no podría volver. No lo supe de inmediato, pero lo entendí cuando desperté al siguiente día, intacto, cuando intenté volver a las murallas que nos protegían sólo para descubrir que yo era un nombre más en el registro de fallecidos que ni siquiera tenían tiempo de hacer"

Opto por no decir nada. No he pasado por todo lo que dice, pero en cierta forma, logro entenderlo. Puedo imaginar su desesperanza, y también la veo reflejada en sus ojos.

"O tal vez no volví porque era demasiado cobarde. Porque tú ya habías muerto y yo no había podido hacer nada mas que sostener lo que quedaba de ti, rogándote por que no me dejaras solo" se muerde el labio, agachando la vista, impidiéndome verlo. "Luego, cuando la guerra acabó, te volví a ver. Te llamabas Levi, y eras esencialmente la misma persona, excepto que eras más alto que yo" ambos hacemos amago de reír, sin hacerlo realmente. "Quise creer que podría tratarse de ti, de algún milagro, de la reencarnación; todo me pareció posible ante mi propia situación. No se trataba de ti, y nunca se trató de ti, en los cientos de veces que te 'encontré'."

"¿Por qué me seguiste buscando? Debiste haber pensado que simplemente no iba a volver. Pudiste haberte enamorado de alguien más. No tenías por qué ser un jodido mártir y llorar por que tu primer amor ya no estaba"

"Pensé de esa manera en algún punto, pero sucedió algo extraño" Eren sonríe incómodamente. "Esta es la parte más loca de la historia. ¿Estás listo?"

"No creo que pueda haber algo más ridículo que lo que ya me has contado"

"La persona que me mató... Había dejado un mensaje para mí"

"¿Mensaje?"

"Sí, una carta. La encontré un día en un museo, antes de que lo cerraran. Todo rastro de aquélla época estaba siendo borrado rápidamente de la historia. Pero eso seguía ahí, y la letra era inconfundible"

"¿Qué decía el mensaje? ¿'Busca a tu amor verdadero y serás libre'?"

"Eres algo cruel" se ríe, sin embargo. "No, no decía eso"

"¿Entonces?"

"Encuéntralo"

Guardo silencio por un momento. "Sólo... ¿Sólo eso? Pudo haber sido un mensaje cualquiera, un fragmento de otra cosa"

"No lo era, estoy seguro" se inclina un poco hacia mí, dejando el collar sobre mi mano. "Además tienes esto. No me importa lo que pueda parecer; se trata de ti" me sonríe ampliamente, con todo y dientes. Quiero imitarlo, pero me abstengo, mordiéndome el labio.

"No necesitabas una historia tan elaborada para llevarme a la cama. Podrías habérmelo pedido con una cena humilde y lo habría considerado seriamente"

Rompe en carcajadas. "¿Ves?"

"Sí, no estoy ciego"

Sacude la cabeza. "Eres inconfundible, Levi" deja un pequeño beso sobre mis labios, y lo veo abrir la boca y tomar aire para decir algo más.

Lo interrumpo antes de que diga nada. "¿No te parece muy pronto para decirlo?"

Me sonríe "He estado esperando por años" se acerca hacia mí para volver a besarme, pero yo me paro antes de que lo haga.

"Eso me recuerda" Eren me mira confundido. "Sigo enojado contigo por haber hecho que te dispararan frente a mí. No me importa si eres inmortal; no lo vuelvas a hacer, maldito niñato"

"Pero..."

Antes de que diga nada, mi bota está cruzando su cara con una patada.

"¡Mierda!"

Me cruzo de brazos, sonriente. "Ahora, volvamos a casa. Quiero darme una ducha y comer"

Eren me mira con un puchero en su labio roto. Se limpia un hilo de sangre y se incorpora, siguiéndome de cerca cuando comienzo a caminar fuera del campo donde estamos.

Lo único que me interesa por ahora es volver a casa con el hombre demente a mi lado.


La imagen que me saluda al día siguiente es la de un techo blanco, que me resulta demasiado brillante por el momento. Entrecierro los ojos por un momento para bostezar, girando sobre mi costado hacia el hombre recostado a mi lado.

Sonrío sin querer, negando con la cabeza. "Mocoso demente" murmuro, alzándome para tomar su barbilla y besarlo. Lo escucho suspirar quedamente, y le muerdo el labio.

"¡Ouch!" un empujón me separa de él. "¡Joder, Levi! ¡Me duele!"

"¿Te duele? ¿Qué cosa? La última vez que recuerdo, las mordidas te gustaban bastante"

"¡No es eso! Creo que estoy sangrando..." una mano se dirige a su labio inferior y, en efecto, hay sangre. "Creo que me he roto el labio"

"No me jodas. Te lo he roto ayer con la patada, pero no hay manera de que se haya roto de nuevo con una simple mordida. Ni siquiera fue tan fuerte. Deja de lloriquear"

"No... No es eso..." murmura, su dedo recorriendo la herida con insistencia. Sus ojos se abren de par en par. "Es... ¡Es la misma herida de ayer!" me mira con inexplicable alegría en los ojos, incorporándose de golpe. La sábana se desliza por su torso, descubriéndolo, y puedo ver que hay un par de marcas por aquí y por allá.

"Me estás jodiendo. No puede ser"

"Sí lo es"

Apenas puedo reprimir la sonrisa en mi rostro.

"Te dije que tenía razón. La maldición se rompe encontrando al amor verdadero, siempre"

Eren niega con la cabeza, riéndose. "Claro, idiota" me golpea juguetonamente en el brazo.

"¿A quién le llamas idiota, idiota?" me abalanzo sobre su cuerpo, tirándolo de vuelta a la cama, escondiendo mi rostro en su cuello.

Eren me envuelve en sus brazos. "Seamos inmortales juntos"

"No digas estupideces" murmuro contra su piel. "... Sólo no por mucho"

"Valió la pena tener fe"

"Hm. Tal vez"


Bien, esta historia queda concluida. Lo único que podría faltar es el lemon, pero no es completamente necesario, así que se puede omitir.

Gracias por haber leído y comentado.