En la mansión cobra aquel día las cosas transcurrían con normalidad, bueno tan normal como pueden ser las cosas en una casa donde viven una manada de locos cineastas y un fantasma.

- Rajeev no actúes como un robot, actúa como un zombi, UN ZOMBI- le dijo molesto el castaño a su amigo indú algo exasperado por haber repetido aquella escena unas 20 veces.

- Es lo que intento hacer- se quejo el moreno que también estaba cansado de intentar hacer de manera correcta aquella escena de la nueva película de su amigo.

Billy Joe Cobra el fantasma de aquella vivienda flotaba con pereza encima de la cabeza del cineasta con una cara de aburrimiento que sería la envidia de cualquier profesor de calculo universitario.

- Bro para eso por hoy- rogó el fantasma casi a punto de llorar- el grandioso yo ocupa tu atención.

- No molestes Billy, esto es importante, quiero presentar esta película para el día de mi cumpleaños- respondió Spencer mientras limpiaba el lente de su cámara.

El fantasma en otro tiempo hubiera exigido atención sin parar hasta que se la brindaran, sin embargo esa vez para sorpresa de Rajeev y Spencer solo bajo la cabeza triste y se marchó atravesando el techo.

- Spen yo no soy tan bueno como mi hermana en eso de ser conciencia pero creo que fuiste grosero- comentó el indú algo preocupado por la actitud de su amigo.

- Ya sabes como es Billy, él es un dramático de pies a cabeza, luego le daré un poco de mantequilla de maní y se calmara.

- Sera dramático pero tiene razón, estás obsesionado con esta película- el moreno frunció el ceño- ni siquiera me haz dejado despedirme de mi amada al salir de clases.

- Lolo puede sobrevivir sin tu adulación por un día- contesto el castaño revoleando los ojos de manera sarcástica- ¿Podemos seguir filmando? Realmente quiero terminar esto.

- ¿Y Billy? Últimamente esta actuando extraño.

- Ya después hablaré con él, tengo todo el tiempo del mundo para eso- concluyó el cineasta para luego continuar con la grabación. Sin embargo no sabía lo equivocado que se encontraba.

En otra parte de la casa Billy veía grabaciones de sus viejas giras musicales en una pantalla gigante con aire apesadumbrado, siempre que veía aquellos vídeos de su pasado recordaba que ya no estaba vivo, que no era más que un ser compuesto de ectoplasma, un ser que ni siquiera podía dar un cálido abrazo.

- Rayos odio ponerme sentimental- se quejo irritado y decidió terminar con su auto-tortura.

Sin embargo cuando tomó el control para apagar la pantalla algo curioso sucedió, por un segundo su mano se desvaneció y el control remoto cayó al suelo.

- Maldición me estoy quedando sin tiempo- expreso sin sorpresa alguna en su voz.

Para Billy aquellas desapariciones ya comenzaban a volverse normales, la primera vez que le ocurrió se asustó mucho y tuvo el impulso de contarle a Spencer de inmediato, pero luego lo pensó mejor y decidió no preocupar al menor, sin embargo las desapariciones no cesaron y cada vez se hacían más frecuentes.

El rápidamente dedujo lo que ocurría y se resigno a lo que el destino tenía preparado para él, no podía hacer otra cosa.

- Me pregunto cuanto me queda a tu lado bro- murmuró con tristeza mirando su mano- al menos espero poder celebrar tu cumpleaños.