Frozen y sus personajes son propiedad de Disney... aunque yo quisiera algún indicio de Helsa en Frozen 2 eso solo les concierne a ellos


Advertencias/Aclaraciones: Modern AU, bebidas alcohólicas. OoC

One shot


Sparrings

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Las luces estrambóticas del lugar se movían al ritmo de la música, en la pista, varias personas se encontraban bailando. En el piso superior en la zona VIP un pelirrojo miraba desinteresado el lugar, en su mano un vaso de whisky por la mitad, se encontraba jugando más con aquello que en realidad bebiéndolo.

Había acompañado a su hermano mayor Lars al lugar del momento, más por solidaridad que porque realmente tuviera ganas de salir aquel día. El Westergard mayor acababa de terminar con su novia, una seria relación de tres años y había buscado olvidarla con alcohol o mujeres, dudaba mucho que la tuviera en mente ahora que tenía a una castaña con unas piernas de infarto sentada sobre su regazo.

Él también hubiera podido conseguir a cualquier chica en el lugar, la ventaja del dinero de la familia y el buen parecido que poseían todos los hijos. Pero estaba solo, esperando a que su querido hermano se embriagara lo suficiente para llevarlo arrastrando hasta su hogar o bien se fuera por su cuenta con aquella chica. En el costado derecho pudo ver a un grupo de mujeres hablando mientras lo miraban, bufó. La verdad es que desde hacía unas semanas prefería estar en casa estudiando o viendo películas en Netflix que en uno de esos lugares, la razón era muy sencilla, rubia platinada de ojos azules y una adorable nariz.

"¿Qué estará haciendo Elsa en estos momentos?" Se preguntó mentalmente y si hubiese podido ver la sonrisa bobalicona que surcó su rostro se habría sentido patético. Seguramente la chica con la que compartía algunas clases en la facultad estaba haciendo la tarea o leyendo alguna novela, de terror o suspenso, Elsa no era de las aficionadas al romance, por lo cual aquel género quedaba totalmente descartado.

Sumido más en el aburrimiento Hans se llevó el vaso a los labios y entonces la vio.

La inconfundible cabellera de Elsa, pero, no podía ser ella ¿o sí? Su enamoramiento estaba escalando a grandes escalas a tal punto que parecía verla en cualquier parte. Sin embargo el visualizar a la chillona de Anna su -de alguna manera inexplicable- mejor amiga lo había hecho confirmar su presencia.


La rubia se bajó disimuladamente lo más que pudo el vestido negro que le quedaba demasiado ajustado y corto. Ni siquiera sabía cómo había llegado ahí, corrección, si lo sabía, Anna había entrado salvajemente a su habitación con el vestido en mano, una enorme caja de maquillaje en la otra y una sonrisa que no auguraba nada bueno.

—¡El lugar es grandioso!—La pelirroja sonreía bastante, difícilmente sus padres la dejaban ir a lugares así, pero cuando las cosas eran con Elsa ellos podrían pensar que tirarse de un puente no era tan mala idea.

—Anna ¿podemos irnos? Este lugar es muy ruidoso—Dijo incómoda la rubia.

—¡Oh vamos El!–La pelirroja estaba bastante alegre por el ambiente—¡Mira ahí está Kristoff!—Señaló a la barra a un bartender rubio fornido que se encontraba atendiendo la barra—Hoy me pondré tan borracha que despertaré en México—Soltó un chillido corriendo a donde el joven dejando a su amiga abandonada.

Una anudada e indignada Elsa apenas si alcanzó a boquear antes de dirigirse hacia donde se había perdido la de cabello rojizo, sin embargo chocó con un chico pelinegro que la tomo del brazo.

—Hola linda. ¿Bailamos?—Preguntó con un desagradable aliento alcohólico

–No gracias—Dijo intentando soltarse del agarre, pero el otro la tomó de los hombros pegándola a él.

—Vamos sé que quieres—Acercó su rostro peligrosamente cerca.

—Estoy segura de que no quiero—Respondió tajante y justo cuan el tipo iba a intentar algo más alguien se interpuso entre ellos.

—Amor ¿en dónde andabas preciosa?—Reconoció la aterciopelada voz de Hans Westergard, un compañero de la facultad y recurrente protagonista de sus fantasías. La alejó con suavidad antes de voltear a ver al sujeto de manera sombría—¿Se te ofrece algo?

El otro alzó las manos rindiéndose y se alejó bufando.

—Gracias—Musitó suavemente la rubia y agradecida de las luces del lugar ya que cubría su rubor.

Hans se encogió de hombros.

—Es el deber de un caballero salvar a una damisela en apuros.

La joven enarcó una de sus delgadas cejas.

–Creo que eso sonó más a un comentario machista que a un piropo ¿cierto?—Dijo el pelirrojo componiendo0 una sonrisa arrogante–El posmodernismo y los millenials no te dejan ser romántico ya en estos tiempos.

Elsa parpadeó confundida.

—¿Romántico?

Hans ignoró completamente su comentario bajando de la plataforma de baile y ofreciéndole una mano para ayudarle a bajar, cosa que agradeció.

—¿Qué haces aquí?—Preguntó el ajustando la camisa de manga corta que le quedaba deliciosamente pegada en todo el torso dejando una buena idea de su atlético cuerpo–No te ofenda, pero no te ves del tipo de chica que frecuenta estos lugares.

Ella exhaló fuertemente mientras se dirigían a la barra.

—Lo sé, pero Anna insistió que debía de acompañarla… para que me dejara abandonada a merced de tipos nada confiables, al menos se ve feliz.—La chica señaló a su mejor amiga quien estaba muy entretenida hablando con el barman

Hans volvió a sonreír.

–Que buena amiga, aunque bueno, yo solo vine de chaperón de mi hermano, es el pelirrojo que está bajando las escaleras con la morena—Un joven delgaducho de lentes y piel tan blanca como Elsa, se acercó a ellos del otro lado. Su uniforme tenía el nombre de Olaf bordado en letras doradas—Dos cervezas por fa…

—Danos algo más fuerte.

—¿Más fuerte?—Preguntó no muy seguro Hans.

—Si Anna y tu hermana solo nos trajeron de pretexto, creo que sería mejor soltarnos un poco.

—Oh, estamos de fiesta hoy—Dijo alegre Olaf antes de colocar un par de vasos pequeños y tomar una botella de vidrio sin etiqueta—. Este es un alcohol bastante potente, tanto que su porcentaje de alcohol no debería de ser legal, lo trajo el dueño de México y solo los reservamos para personas agradables como ustedes—Sirvió las dos copas— ¡Salud!

–¡Salud!–La pareja tomó alegre la bebida y la bebió de un solo trago.

–¡¿Por qué diablos quema la garganta?!–Exclamó Elsa después de un ataque de tos.

—¿No les gustó?—Preguntó Olaf algo triste y decepcionado.

—¡¿Estás de broma?!—La rubia tomó al pequeño bartender de la playera—¡Sirve más!

—Elsa no creo que eso sea buena idea–Hans aceptaba que no bromeaba con el contenido del alcohol.

—Aburrido—La joven bebió rápidamente de su trago y luego tomó el de él.

El pelirrojo miró preocupado como el estado de ebriedad de Elsa subía con una facilidad inverosímil.


Se despertó confundida y algo irritada por la luz que se colaba en la habitación, volteó hacia todos lados aun con sueño y con la garganta seca. Esa no era su habitación, los afiches pegados en la pared de futbol y un grupo de rock pesado confirmaron eso. Se miró, el vestido que tenía estaba todo arrogado, su cabello estaba hecho un desastre y había algo molestando en su mejilla, una de las puertas de la habitación se abrió y ella parpadeó queriendo pensar que esa era otra de sus fantasías donde su guapo compañero la tomaba de la cintura y la embestía violentamente. Hans estaba con un pantalón de pijama gris, una camiseta blanca sin mangas y una toalla sobre sus hombros mientras frotaba su cabello rojizo oscurecido por la humedad.

—Oh, despertaste—Dijo dejando su cabello—. Olaf me dijo que el mezcal no produce resaca. ¿Tenía razón?

—¿Qué paso ayer?—Preguntó confundida.

—Bebiste toda la botella, bailaste sobre la barra mientras cantabas Wannabe de las Spice Girls y luego le gritaste a Anna que la que iba a terminar en México ibas a ser tú—Hans se encogió de hombros–. No entendí muy bien eso último, pero al parecer tú amiga si supo a qué te referías porque estalló en carcajada antes de irse con este chico… ¿Christian?

—Kristoff—Corrigió—¿Es todo?

—Sí, bueno, después vino Marshmallow, ya sabes el de seguridad y dijo que si no te retirabas iba a llamar a la policía. Así que te tomé llegamos a mi departamento y te quedaste completamente dormida.

—Eso es…. Vergonzoso—Dijo la blonda tirándose en la cama.

—Fue divertido, aunque claro espero que recuerdes lo que decías que haríamos en el camino para acá. Aunque claro yo te dije que hasta que estuvieras sobria—Hans se sentó en la cama dándole la espalda a la joven.

—¿Qué?

Hans volteó hacia ella con una mirada gatuna y una sonrisa maliciosa en los labios.

—Sexo duro y salvaje.

La cara de Elsa se convirtió en un poema.

—¿Qu-qué?

El pelirrojo estalló en carcajadas.

—Descuida, estabas demasiado ebria, aunque no me molestaría que tomaras un café conmigo—Escuchó una prenda caer al piso.

Elsa se había quitado el vestido y tenía una mirada decidida.

—Claro, aunque antes debería de cumplir mi promesa—Dijo jalándolo de la camiseta.

Hans se encogió de hombros antes de dejarse llevar por lo que la rubia proponía.

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Nota de la autora:

Largo, no va a haber actualización de "Jugando a la conquista" hoy, estoy molida con lo de la escuela y el maldito frío a las cinco de la mañana u.u

El título de sparring se refiere a que Hans y Elsa fueron acompañantes de un par que los dejaron abandonados, y sí, eso pasa más seguido de lo que parece. En cuanto al mezcal, hay un rumor de que no da resaca, peeeero si te embriagas con uno puro de 50% con solo unas cuantas copas. El otro día yo probé uno y en la tercer copa ya andaba bailando bien feliz mientras arrastraba mis palabras, una fiesta normal en la vida de Lolli.

Este OS lo tenía guardadito desde julio de 2016, de hecho tengo varios que ya cumplieron casi dos años a medio completar... así que, voy a estarlos terminando. Este era para la página de facebook "Helsa Amor Verdadero" la cual administro, si les interesa también están "Anti Jelsa" y "Frozen Una Aventura Congelada Latinoamérica" acabo de ingresar a la última y podrán encontrarme bajo el seudónimo de Chika Alien, que quizás algunos recordarán como mi antiguo nick aquí. Me bloqueé un poco con Jugando a ala conquista y cambiaré la fecha de actualización los sábados, así que para desloqearme estoy terminando los empezados... son como unos quince calculo. Así que espero cada semana estar aquí sí o sí.

Cuídense conejitos del Helsa

18 de enero de 2018