Capitulo XXII

"El final"

Habian pasado 6 meses desde aquella batalla contra Orochi.

En Francia se encontraba Ash en las caballerizas esperando a Elisabeth quien momentos atras le habia dicho que lo esperara, apenas la vio llegar se acerco a ella.

—¿Saldremos a montar?

Ella nego con la cabeza entregandole algo muy apreciado para el en sus manos.

—Mi diadema. -murmuro complacido colocandose nuevamente en su cabeza. —Crei que la habia perdido.

—Yo la he estado concerbando, necesitaba recordarte. -le confesó bajando un poco la vista, ella habia sufrido mucho durante su aucencia. Ash la tomo de la barbilla obligandola a que lo mirara a los ojos.

—Tambien te extrañe, eres mas que una amiga para mi. -le dijo con sinceridad haciendo que los ojos de Eli brillaran para luego abrazarlo con fuerza asombrandolo, ella no era muy demostrativa, siempre tan orgullosa.

—Prometeme que no volveras a irte nunca. -le dijo mientras trataba de perder la compostura de mujer fuerte.

—Lo promero rayo de luz...

Ella sonrío, le gustaba como la llamaba ahora.

En Kioto, Japón Mai se notaba exausta, bajaba por las escaleras con sus ojos pequeños apenas podia mantenerse despierta, otra noche en la cual no lograba dormir bien, el bebe no paro de moverse y le costaba caminar ya que habia subido mucho de peso. Llego a la cocina donde vio a su esposo Andy prepando el desayuno.

—Buenos dias ¿Como amaneciste? -le pregunto Andy fresco como lechuga

—No muy bien, tu hijo no paro de moverse, ya no se como ponerme para dormir. -le contesto bostezando.

—Ya veo, no te preocupes por la casa, yo me ocupare del aseo.

Ella se sento mientras lo veia hacer unos huevos. Su esposo seguia siendo tan guapo, se preguntaba ¿Si aún la queria? Ella habia estado deprimida este ultimo mes de embarazo, se sentia gorda, sus caderas ya no eran las mismas ni su vestimenta, además de las estrias en sus gluteos, era obvio que su esposo habia notado esas diferencias.

—Andy tu.. -dudo en preguntar a lo que el le presto atención mientras le dejaba un plato con dos huevos revueltos —¿Aún te sigo siendo atractiva?

El se asombro de lo dicho sin poder dejar de ver su gran vientre, poniendose un poco nervioso a la espera ansiosa de su respuesta.

—Pues si.. eres emmm hermosa, tierna y.. hermosa.

—Eso ya lo dijiste. -le contesto ella levantando una ceja.

—¡Hola! -saludo Terry haciendose presente.

—Oye, ya te dije que no entres a mi casa sin ser invitado. -le dijo Mai enfadada viendo como el se sentaba tambien a la mesa.

—Oye desde hace dos meses que no me ven y ¿Asi me recibes? -cuestiono ofendido mientras comia un pedazo de pan para luego ver el enorme vientre. —Mai pero ¡Que gorda estas!

La castaña abrió sus ojos como platos al escuchar eso, miro a su esposo y salió llorando de la cocina.

Andy miro a su hermano enojado a lo que Terry dejo de comer sintiendose culpable.

—Eh, lo siento brother.

—Mai se siente deprimida desde que empezo a subir de peso por el embarazo y tu vienes diciendole eso. -le reclamo su hermano menor.

—Yo lo arreglo, no te preocupes. -salió disparado buscando a la ninja a su cuarto.

—Mai, en verdad lo siento. -dijo al tiempo de entrar sin ser invitado. La vio recostada sobre la cama.

—¡Largo! -exclamo ella mientras comia bombones que sacaba de una caja.

El se acerco a ella sentandose en el borde de la cama. Tratando de buscar las palabras correctas para hablar con su cuñada.

—No quise decir eso, me malinterpretaste.

Ella lo miro incredula siguiendo comiendo sus chocolates.

—No estas gorda, llevas al bebe de mi hermano ahi adentro, es algo natural que pasan las futuras madres, luego volveras a ser la misma de antes. -le aseguro el rubio a ella quien dejo de comer balbuciando.

—Andy ya no me quiere.

—¿Que dices? ¿ Como no ha de quererte si hasta tus calzones lava? -dijo divertido a lo que su cuñada lo miro algo enojada al comentario pero solo suspiro.

—¿Lo dices encerio?

—¡Claro que si! ¡Ese hombre no te quiere! ¡Te Ama Mai!

Le remarco a lo que ella sonrío complacida al ver como la tomaba de la mano.

—Ahora vamos a desayunar, tienes que alimentarte para que el pequeño Jeff, nazca sano y fuerte como lo fue su abuelo. -dijo animandola. — Además tengo mucha hambre.

Ella asintío dejandose llevar, Terry Bogard no tenia remedio.

Kyo habia abierto su nuevo taller de motos, solo se dedicaba a ello, era lo único que hacia para alejar los pensamientos hacia Athena, ya ella habia elegido su vida con el pelirrojo, aunque habia dicho que no dejaria de insistir, no pedia la esperanza de que algún dia estar con ella, Kyo dejo la univercidad y en ese momento estaba arreglando una moto que le habia dejado Chizuru en la mañana, a pesar de las insistencias de Yuki de que volvieran, además que hace poco tuvo una una conversación con ella cuando fue a buscarlo a su departamento dejandole las cosas claras.

Por favor Kyo, dejate de tonterias. -le pedia Yuki queriendo abrazarlo pero el se apartó. –Yo te amo.

Yuki, porque sigues actuando como si fueras mi novia.. tu y yo ya terminamos -le recordó.

¿No lo entiendes? Nuestro destino es estar juntos.

¡No! -exclamo cansado de repetirle lo mismo. –Tu no me dejas ser quien soy, me ahogas cuando tratas de controlar mi vida.

Abriendo un taller de moto ¿Esa es tu vida? -le cuestiono como si fuera lo mas absurdo que habia escuchado.

Si. -le contesto claramente. – No vuelvas a buscarme ¿Esta bien? Yo ya no quiero saber de ti.

– Hola Kyo. -lo saludo la morena llegando a lo que Kyo se asombro al verla sin su larga y ancha túnica, usaba unos jeans, playera blanca, una chaqueta de cuero como tambien zapatos.

– ¿Que sucede? -le pregunto al ver que no le quitaba la vista de encima.

– No, nada es solo que es raro verte sin tu ropa habitual. -le contesto con una media sonrisa.

– A veces es mejor no ser tan tradicional ¿No crees? -le dijo riendo a lo que Kyo asintío

– Luces bien. -la alago a lo que Chizuru se sonrojo un poco. — Ya casi esta lista. -le indico la moto a lo que la morena se saco la chaqueta.

— De acuerdo, ¿Por dónde comenzamos?

Kyo río divertido.

— Solo pasame las herramientas.

Asi pasaron toda la tarde, eran las siete y media, comenzando a anochecer.

— De acuerdo, la moto está lista. -susurro la morena a lo que Kyo frunció el ceño. — ¿Pasa algo?

— Hmmm... Creo que el motor no está del todo arreglado -dijo serio .— ¿Qué le puede faltar?

— No me preguntes, sabes muy bien que no se nada de motos, por eso pedi tu ayuda.

Kyo asintió y suspiró.

— Vaya asistente de motos que elegí...

— ¡Oye!

—Lo siento.

—Que lastima tenia una carrera esta noche. -dijo suspirando.

Kyo comenzo a reir divertido encendiendo la moto, comprobando que estaba arreglada, la habia engañado.

—No fue gracioso. -le contesto algo enojada.

—Fue solo una broma. -le aseguro algo apenado a lo que la morena rodeo sus ojos tomando su moto y una idea cruzo por su mente.

—¿Quieres ir?

—¿A dónde?

—A la carrera, sera en la cuspide de Tokio. -le comunico ella sacando la moto afuera del taller.

—¿Encerio corres? -dudo el al verla motar la moto.

—Ve y averigualo por ti mismo. -le dijo al tiempo de ponerse el casco y salir a toda marcha.

Kyo sonrió con arrogancia.

—¿Porque no he de ir?

Benimaru estaba sumamente nervioso ya que habia invitado a su suegro a comer a su lujosa mansión, se habia vestido de gala para poder caerle bien al comandante, apenas sono el timbre se apresuro en abrir antes de las mucamas de servicio.

—Bienvenidos. -saludo cordialmente al comandante Heidern y a su novia Leona a quien no pudo dejar de observarla como bobo, se veia hermosa con su vestido Azul.

El comendante carraspeo al notarlo y ambos entraron a la mansión.

—Con que tu eres el novio de Leona. -dijo desconfiado. —Ahora entiendo porque no lo conoci antes — Viendo su pircing, Leona le habia hecho señas apuntando la nariz y este se lo saco discretamente.

—Pasemos al comedor, ya esta lista la cena. -le comunico el rubio al tiempo que los tres entraban al otro salón.

El comandante miraba cada detalle, la mansión era inmenza ademas de los adornos costosos y la exagerada araña que iluminaba a lo alto del comedor. Tomaron asiento Benimaru se sentó a la cabecera de la mesa mientras que Leona y su padre en ambos lados.

—Bien, comencemos. -dijo al tiempo de hacerle señas a las meseras que comezaban a servir la comida.

—Salchichas alemanas. -comento el comandante al tiempo que le servian cerveza negra.

—Un pajarito me dijo que son sus favoritos -le dijo guiñiandole un ojo a Leona quien le sonrío.

—Mmm

—¿Que le parece comandante si este fin de semana vamos usted y yo de pezca? -le propuso a lo que el comandante lo penso un momento mientras tomaba su bebida.

Leona lo miro sin entender al modelo, no se lo imaginaba llendo de pezca.

—Esta bien, acepto su invitación. -siguió comiendo su cena.

—Quiero decirle que amo mucho a su hija. -le confeso a lo que hizo sonrojar a la peli azul.

—Tanto para casarse con ella. -contesto haciendo que ambos se ahogaran con la comida.

Benimaru tomo un sorbo largo de cerveza antes de contestar.

—Claro señor, no imagino mi vida sin ella.

Si el joven queria impresionarlo, lo estaba haciendo muy bien.

—Vaya, siendo sincero con usted joven cuando lo veia en los torneos KOF creí que era homosexual.

Benimaru abrió su boca sorprendido viendo como el comandante miraba la forma en la que el sujetaba la copa con dos dedos y las piernas cruzadas que rapidamente se incorporo dejando la copa sobre la mesa.

—Eh.. no señor como cree. -carraspeo poniendo una voz gruesa —Yo soy un hombre.

Eso hizo reir a la peli azul.

—Bueno al menos no es Iori Yagami. -comento al tiempo que su hija lo miraba con reproche de lo dicho Benimaru volvió a retomar su comida ante el momento incomodo.

Luego de la cena acompaño al comandante a que viera la colección de armas que tenia en una sala, aún se notaba serio viendo a la joven quien se acerco a el mientras su padre veia y tomaba las armas probandolas.

—¿Que sucede?

—¿Porqué no me dijiste la relación que tuviste con Yagami? -le reclamó el con enfado.

Ella se asombro nunca lo habia visto de esa manera.

—No fue una relación, es solo.. -suspiró, el esperaba su respuesta. —que me interese en su historia, ya que ambos llevamos la sangre de Orochi, un noche visite un bar en la que el frecuentaba.. yo solo queria conocerlo un poco mas.

—¿Te gustaba?

Ella asintió a lo que el rubió rio sin poder entender como el maldito pelirrojo volvia loca a todas las chicas, lo odio por eso además que le habia sacado a la mejor amiga de su amigo Kyo.

—¿Y que sucedió? -pregunto temiendo lo peor.

—Nada, el fue descortés conmigo, solo me advirtió que dejara de seguirlo, claramente no le interesaba, mi padre lo descubrió y me prohibio verlo. -le respondio como si nada a lo que fue alivio para el rubio. —Es a ti a quien quiero siempre conmigo.

Benimaru dejo de lado la conversación y solo le sonrió al ver sus mejillas arder, el tambien la queria demaciado para enojarse con ella, la acerco hacia su pecho abrazandola.

El carraspeo del comandante nuevamente al verlos juntos, Benimaru la separo un poco de el, sabia lo celoso que era Heidern con su hija.

—Creo que ya es hora de irnos joven Nikaido, mañana tenemos un operativo -le informó el comandante.

—Comprendo, no olvide mi invitación a pescar.

—No lo hare, usted me parece un joven bueno y educado, solo le pido que cuide de Leona.

—No tiene que decirmelo comandante, ya le dije q amo a su hija y quiero lo mejor para ella.

Ambos se despidieron con un apreton de mano complaciendo a la soldado.

En unos de los jardines de la mansión Yagami se encontraba Athena sentada en el borde de una fuente, vestia un corto y moderno vestido rojo que ella misma diseño, tranquila bajo la luz de los faroles del lugar tocaba su guitarra, con cada acorde y en cada nota solo pensaba en Abril y Elian, esa pareja que tuvieron un final trágico, suspiró, aún sentia ese dolor y la tristeza de ambos que fue su inspiración para cantar.

Te prometo no llorar, esperarte y no olvidar

Regálame un último beso que me haga soñar

Y este grito de dolor nunca callará este amor

Prefiero vivir esperando a aceptar que no estás

Te quiero tanto amor, no sabes cuánto, amor

¿Por qué te vas?

Sintió la presencia del pelirrojo quien habia estado parado sin que ella se diera cuenta. Ella dejo su instrumento aún lado, sonriendole.

—¿Ahora me observas cantar?

—Solo queria salir del despacho -le respondio algo abrumado.

—¿Mucho trabajo? -cuestionó con interes.

—Demaciado.

Athena parecio pensarlo cuando una idea cruzo por su mente.

—¿Y si hacemos algo que nos guste a ambos? -sugirió ella

—¿A que te refieres?

Athena se levanto dando un giro se coloco en posición, como lo hacia en los torneos.

—Pelear. -dijo ella con seriedad a lo que Iori sonrió de lado satiafecho.

—No tendre piedad de ti solo por ser mujer. -le advirtió haciendola sonreir de nuevo, sabia que solo eran palabras.

—Lo mismo digo Yagami ¡Aquí voy!

Athena rapidamente se tele transporta delante de el dandole un puñetazo sobre el pecho de Iori haciendo que el retrocediera dos pasos y esquiva con rapidez un puñetazo que iba directo a su rostro.

"Se habia vuelto mas fuerte"

Pensaba Iori mientras esquiba sus golpes sin responder, no queria golperarla, ni lastimarla mas, se habia jurado protegerla, pero ella solo arrojaba golpe tras golpe.

—¡Vamos! -le exigía ella al ver que no se defendia. —¿Acaso tengo que diafrazarme de Kyo para incentivarte? -le cuestiono y al tiempo que el detenia con sus brazos una patada que iba justo a su rostro.

Athena se arrepintió de lo dicho al ver la cara del pelirrojo quien tomo su pierna con una mano y con la otra justo sobre su pecho estampandola sobre el suelo. Ella arrugo su rostro, ese golpe si la habia afectado. Iori aún tenia su mano sobre ella.

—No vuelvas a mencionar a ese idiota. -le advirtió el pelirrojo a lo que ella gimiendo adolorida asintió y apenas Iori aflojo su agarre ella lo tomo del brazo dandolo vuelta.

Ahora es Athena quien estaba arriba de el, sus brazos en cada lado de su cabeza apolladas sobre el cesped y sus piernas rodeaban su cintura. Se le formo una sonrisa ganadora en sus labios sorprendiendolo, ella era una buena actriz.

—Lo siento pero no me gusta perder. -le dijo ella a lo que el solo la miro con esa seriedad suya a lo que Athena ignoro acercandose lentamente a sus labios. —Eres único Iori Yagami. -le susurro al tiempo de besarlo a lo que el correspondió tomandola de la cintura, no podia negarse, ella le interesaba mucho mas que a su propia vida.

~FIN~

Gracias a todos por acompañarme en esta historia ! Al fin terminada jeje

El tema "¿Por que te vas?" Pertenece a la cantante Tini.

Saludos !