Antes de empezar:
He de decir que el fic se toma algunas licencias ya que, hay datos que desconozco o no se han confirmado, así que prefiero usarlo a la conveniencia del Fic, como la edad de los personajes, familiares, etc.
El fic, como casi todos mis fics, tendrá escenas eróticas. Cualquiera en contra de esto, favor de abstenerse de leer y/o comentar; así mismo, puede (o no) incluir escenas sangrientas. Lo cierto es que si bien tengo esbozado el argumento del fic, no he diseñado del todo la historia.
La historia toma lugar tras un año después del arresto de la vicealcaldesa. Es lo único importante que necesitan saber. Disfruten el fic.
01-Tabú
(Jueves 01 de Febrero)
Miró por la ventana mientras dejaba su celular en la mesa; la ciudad pasaba por esa transición entre el día y la noche, donde los animales diurnos se retiraban a sus hogares y los nocturnos aun no despertaban; esto dejaba la ciudad en un estado momentáneo de sopor conocido como "la transición". La transición solamente se suscitaba en el cambio del día a la noche, pues en el cambio de la noche al día, los animales diurnos empezaban a circular en distintos horarios, con una cantidad paulatina de ciudadanos. No, la transición solamente ocurría por la tarde pues todos los animales nocturnos tenían un horario estricto y bien definido. La puesta del sol se asomaba entre los edificios, y Judy Hopps la observaba con una media sonrisa en el rostro.
Había logrado su sueño, estaba cambiando la sociedad, un conejo a la vez; aun así, nadie ponía en dudas que Judy había sido el parteaguas que había roto con ciertos esquemas y prejuicios que separaban a la sociedad. No todos los prejuicios, ella misma aún conservaba algunos, como los nudistas, pero no estaba segura de cuales "prejuicios" y tabúes eran correctos y cuáles no, lo cual, siendo una figura pública, le llegaba a acarrear uno que otro disgusto. Podía recordar, por ejemplo, la forma atroz en la que había manejado hacia un año el asunto de los Depredadores. Siendo ella una Presa, había sido bastante insensible y la causante de la simpatía por la vicealcaldesa, posterior alcaldesa, posterior convicta; en todo el asunto, no habían resultados muertos, lo cual era un alivio siempre que se ponía a pensar al respecto de lo mal que había manejado todo el asunto. Aun así, gracias a Nick, había logrado terminar con la pesadilla y romper los esquemas de la sociedad. No obstante, había algo que no la dejaba tranquila respecto al caso de "los aulladores". Un presentimiento, una especie de incomodidad que no la dejaba dormir cada vez que la asaltaba. Y hoy era uno de esos días.
Volteó a ver el expediente sobre su única mesa, y soltó un suspiro. Con la cura encontrada y la alcaldesa en prisión, la red de "anti depredadores" se había desmantelado. Pero los cabos sueltos habían quedado en segundo plano, cuando estaban seguros de haber terminado el rompecabezas. Judy se preguntaba constantemente si el rompecabezas realmente estaba resuelto, si comprender lo sucedido realmente no servía de nada cuando el peligro ya había pasado. Se preguntaba si el peligro ya había pasado.
Alguien golpeo en la puerta, con impaciencia. Judy se giró rápidamente y en un par de pasos se encontró abriendo la puerta. Frente a ella, Nick apareció con una gran sonrisa.
-Hola, Hopps- saludó Nick. En su mano izquierda sostenía la caja de una pizza- ¿Te importaría si entro? Esta cosa esta caliente...
-Claro, pasa- asintió Judy sonriendo. Ver a Nick siempre le sacaba una sonrisa, haciéndola olvidar sus problemas.
Nick entro, y dejo la caja en la diminuta mesa. Observando alrededor, se sentó con delicadeza en la cama y cruzo sus piernas.
-Deberías cambiar de apartamento- comentó Nick-. Llevas más de un año en zootopia, y este lugar es deprimente.
-Bueno, mi sueldo es deprimente- declaró Judy cerrando la puerta.
-Lo sé- rio Nick abriendo la caja de pizza-. Te fuiste muy rápido, pensé que olvidaste que hoy era jueves...
Judy vivía cerca de la estación de policía, donde también quedaba cerca una pizzería. Poco después de empezar a trabajar como pareja, descubrieron que los jueves había oferta en las pizzas, así que tomaron la costumbre de cenar juntos. De hecho, cenaban juntos la mayor parte de la semana: lunes con ofertas en ensalada, martes ofertas en pasteles, miércoles ofertas en bonicos, jueves ofertas en pizza, sábado ofertas en galletas integrales. Viernes y domingo se resignaban a preparar sus propios alimentos; puestos que ambos vivían solos, y ambos ponían todo su empeño en el trabajo, la idea de llegar a casa a cocinar era poco atractiva. Por supuesto, los gastos por comprar esa comida preparada eran considerables, aun con las ofertas. Pero ninguno de los dos cambiaria esas reuniones, por eso el comentario de Nick era ridículo en más de un sentido.
-Sí, claro, no sé dónde tengo la cabeza- dijo Judy sonriendo. Se asomó a ver la pizza y tomar su trozo-. Espera... ¿Solo un tercio de zanahoria?
-Vamos, Hopps. Ambos sabemos que solo te comes un tercio de la pizza- replicó Nick tomando un trozo-. Es ridículo que pida la mitad de zanahoria.
-Supongo que está bien... siempre que solo pague un tercio de la pizza- replicó Judy sonriendo.
-¡Hey! Eso no es parte...
-Tampoco me des solo un tercio de pizza- replicó Judy-. Todo lo que no me como, lo desayuno, para tu información.
-Mmm...- Nick soltó un suspiro- ¿Sabes qué? Yo invito la pizza. Come tranquila.
-Todo un detalle, Nick- rio Judy dando una mordida a su pizza.
-La mejor compañera lo vale- comentó Nick mirando por la ventana.
En esa ocasión, Judy pudo percibir un aire nervioso, impaciente en su compañero. Evitaba el contacto visual con ella, comía con desgano y además mantenía sus orejas levantadas, como en estado de alerta. Judy lo estudio en silencio, sin decir nada, por cerca de cinco minutos.
-¿Pasa algo Nick?- preguntó ella tomando otro trozo de pizza.
-Hoy me topé con el señor Nutriales, Hopps- dijo su compañero mirándola de reojo.
-¿Nutriales, cuando?- preguntó ella con curiosidad. Había pasado ya un año desde que resolviera el caso, y varios de los nombres de los involucrados apenas si le sonaban, pero Nutriales lo conservaba demasiado fresco en su memoria; su primer caso, y la cara de agradecimiento de la señora Nutriales eran pensamientos recurrentes para Judy.
-En la pizzería, hace poco- dijo Nick agachando la mirada-. No había pensado en él hace mucho tiempo...
Las palabras flotaron en el aire. Judy sabía perfectamente que Nick era un zorro listo; como compañeros, Nick era el cerebro del equipo, mientras que ella era la más rápida y mejor combatiente. Aun así, Judy entraba en pánico constantemente, y Nick podía ser mucho más fuerte que ella, lo que la dejaba en una mala posición en algunos casos. Esto sucedía escasamente, no obstante. Otra cosa que diferenciaba a Nick y Judy era que ella le gustaba indagar, conocer todo hasta sus últimas consecuencias, mientras que Nick era un poco más chapucero; según su experiencia, podía ser que Nick no hubiera vuelto a pensar en el caso desde que hubieran terminado con él.
-No había pensado en el caso en mucho tiempo- admitió el zorro recostándose en la cama y mirando el techo-. Pero ver a Nutriales...
-¿Lo viste bien?
-Sí, él está perfecto- respondió Nick sacando de su preocupación a Judy-. Siempre ha estado bien...
-¿A qué te refieres?
-Bogo nos hizo guardar los datos de la investigación, para proteger a las víctimas- explicó Nick-. Cuando la alcaldesa fue presa, y los depredadores tratados con la cura, prefirieron ocultar los detalles de la investigación, como un caso clasificado de nivel 2...
-No sabía que era de nivel 2...- admitió Judy volteando a ver el expediente sobre su mesa. Estaba debajo de la caja de Pizza, pero un trozo de carpeta sobresalía; era probable que Nick no lo hubiera visto. Ellos no tenían autorización de nivel 2...
-Normalmente nada de esto me importaría, Hopps- dijo levantándose para quedar sentado en la cama-. Pero Nutriales me hizo recordar, después de tanto tiempo... hay cosas que no termino de comprender.
-Yo... yo también siento como si el caso no estuviera completo- dijo Judy con convicción.
Al principio expreso su inquietud con su compañero, pero él desestimo reiteradamente su preocupación; tras unas semanas sin obtener una respuesta diferente, opto por guardarse sus sospechas para sí misma, leyendo en ocasiones el expediente, el cual guardaba celosamente en su apartamento. Si aún no se daban cuenta que ella lo tenía, significaba que debía de haber pasado más de diez meses sin que nadie revisara el archivo. Al menos no cuidadosamente.
-¿Sabes lo que me molesta?- preguntó Nick-. Nunca supimos porque Nutriales iba a ese... ese Yoga Nudista...
Recordar el lugar hizo sonrojar a Judy. Nick esbozo una sonrisa.
-Lo digo en serio- prosiguió Nick-. Su esposa no sabía, y sigue sin saberlo. Tampoco entiendo porque escoger a Nutriales como objetivo, en un auto en movimiento; si, ser un objetivo es una cosa, aleatoria, comprensible. Pero la dificultad extra en el trabajo de infección, así como el momento específico... es irrazonable.
-Ciertamente- reflexiono Judy- ¿Sabes otra cosa que me intriga? Porque el alcalde se enteró primero de todo el asunto. El secuestro de las victimas infectadas fue una contención peligrosa e ilegal, mal llevada a cabo por el alcalde, pero no entiendo porque el alcalde fue el primero en enterarse si no fue el responsable.
-Bien pensado- dijo Nick sonriendo-. También lo he pensado, y al principio me decía "simple casualidad". Pero...
-Pero deseas confirmarlo.
-Creo que le damos muchas vueltas al asunto- dijo Nick poniéndose de pie-. Pero admito que dejar cabos sueltos no ha sido correcto... Tal vez deberíamos empezar a cerrar esos cabos.
-¿En serio?- exclamó Judy emocionada. Lo cierto es que Nick siempre se había negado a seguirle la corriente, y ahora tenerlo nuevamente a su lado era... emocionante.
Nick la miró y sonrió.
-Claro que si- Nick adopto una mirada perdida-. Escarbar en el pasado será incomodo e incluso perjudicial para algunos, así que intentemos ser... discretos. Lo digo en serio, Hopps.
-Claro...- la forma de ser de Judy, directa y veloz, en ocasiones había resultado en daños colaterales. Eso, durante una investigación, era aceptable; pero un reclamo del señor Nutriales o del Alcalde, por una investigación cerrada, podrían costarles la placa, así que era mejor ser prudentes.
-Me iré...- dijo Nick estirándose-. Quisiera dormir temprano y...
La frase fue interrumpida por un relámpago, y pocos segundos una lluvia bastante fuerte se desato. Judy miro por la ventana y después volteó con su compañero sonriendo.
-Creo que no dormirás temprano- dijo la chica con burla.
-En ocasiones eres bastante irritante- replicó Nick de mal humor.
-Mmm...- Judy volteó a ver a su cama-. Creo que tiene suficiente tamaño...
Nick volteó a ver a Judy y se sonrojo, desviando la mirada.
-No creo que sea correcto, Judy.
Normalmente Nick se refería a ella como "Hopps"; pero cada vez que estaba nervioso, o lo habían tomado con la guardia baja, la llamaba simplemente "Judy". En esta ocasión, bien podía ser un poco de ambas.
-Vamos, Nick- dijo ella señalando la cama-. Recuéstate un rato, cuando se calme la lluvia, te acompaño a tu casa.
-No necesito acompañantes.
-No, pero yo tengo patrulla- replicó Judy claramente complacida con su victoria.
Nick alzó su dedo, dispuesto a rebatir el argumento; pero se dio cuenta que en realidad, Judy había ganado. En las parejas policiales, siempre había un "superior", el cual era asignado con la mayor parte de los recursos que pudieran necesitar; Judy, era ese superior. Además, Judy había sido la mejor de su clase, mientras que Nick apenas había logrado graduarse. Experiencia y conocimiento la respaldaban, lo cual le valían sus privilegios.
-Tan pronto y la lluvia termine, despiértame- pidió Nick quitándose el cinturón y recostándose en la cama.
-Claro, Nick- respondió con tranquilidad.
-Y Hopps...
-¿Si?
-Sé que puedo ser irresistible, pero controla tus bajos instintos- dijo Nick sonriendo-. No me gustaría despertar contigo sobre mí...
-Hare lo posible, pero no prometo nada- replicó Judy cruzando los dedos.
-Vi eso...
-No sé de qué hablas- dijo Judy ofendida.
Nick soltó una carcajada y se recostó, tapándose con la sabana. Judy lo observó en silencio unos segundos, antes de cerrar la caja de la pizza; discretamente, saco el expediente de debajo de la caja y lo coloco en silencio bajo la cama. Al hacer esto, una foto cayó del expediente. Judy la recogió, observándola detenidamente; en la foto se podía observar al señor Nutriales.
La lluvia nunca se detuvo, en su lugar se intensifico, haciendo temblar constantemente los cristales de la pequeña y única ventana de Judy Hopps. Así, la idea de despertar a Nick se hizo ridícula; la oferta de ofrecer su cama se hizo torpe. No obstante, ella por su pequeño tamaño, le era más fácil dormir en una silla. Apago su laptop, puso alarma en su celular y se acomodó en una silla con un cojín y una cobija. En silencio, observo el rostro de Nick, que dormía apaciblemente.
Nick, su compañero, su amigo. Su amor imposible. Puede que Judy hubiera quebrado los esquemas y estereotipos, pero carecía de fuerza, y valentía, para romper tabúes. Los señores Nutriales, sus padres, los padres de Nick, el alcalde, Míster Big, y resumiendo cualquier animal que conocía se había apegado a una simple y sencilla regla: haz pareja con alguien de tu especie.
No sabía si existía constancia de parejas interraciales, aunque lo cierto es que nunca había buscado información al respecto. Tampoco lo haría. Lo que ella sentía era incorrecto, era estúpido y unilateral. Seguramente era la única loca con esos pensamientos, y esos sentimientos los guardaba en lo más profundo de su corazón, esperando que desaparecieran algún día. Pero día a día, verlo sonreír, escuchar sus bromas, verlo trabajar con tanta dedicación, valentía y fortaleza, hacía que en realidad se enamorara un poco más de él. Y eso dolía.
Las bromas sexuales habían surgido esporádicamente, pero ella les había dado pie; era su forma de declarar sus verdaderos sentimientos sin que Nick les diera importancia. No esperaba otra cosa, pues la sola idea era increíblemente escandalosa, más escandalosa que andar desnudo. Más escandalosa que un conejo policía.
No pudo evitarlo y saco su celular; desactivo la lámpara y tomo una foto, en modo nocturno. El rostro de Nick apareció, apacible y sereno. Dormido. Renombro la foto y la coloco en su carpeta protegida, poniendo su contraseña. Ahí, varias otras fotos de Nick aparecían; vio una del primer día que lo conoció, hace poco más de un año, y otra de cuando se graduó de policía. En casi todas ellas aparecía sonriendo a la cámara, aunque había algunas en las cuales se le notaba distraído; fotos que había tomado de forma discreta, sin conocimiento de Nick. Se podría decir que, de cierta forma, era toda una stalker; aunque ella como buena ciudadana, procuraba no violar leyes. O violarlas mínimamente.
-Eres bastante guapo...- dijo ella volteando a ver a Nick.
El zorro continuaba dormido plácidamente. Era bastante irónico que, de todos los animales, se sintiera atraída a un zorro. Los zorros también eran los animales a los que más temía. Se puso de pie y acaricio delicadamente el rostro de Nick, quien no pareció notarlo en lo más mínimo. Tomo una nueva foto.
Retiro la sabana con delicadeza, hasta la cintura del zorro. Tomo otra foto. Nick obviamente había pasado a su propia casa a cambiarse, antes de pasar por la pizza, pues llevaba una camisa veraniega y un pantalón negro a juego (aunque en opinión de Judy, Nick era terrible en la moda). En una silla cercana reposaba el cinturón de Nick. Acaricio un brazo, preparándose para regresar a su silla a toda velocidad si Nick despertaba, pero el zorro apenas si ladeo la cabeza. Empezó a roncar, y eso le causo una pequeña risa. Se colocó a un lado de Nick, agachada al lado de la cabecera de la cama, y tomo una selfie. Al ver, se notaba que Nick estaba demasiado separado... y dormido. Aun así, le gusto la foto. Las fotos eran su pequeña fantasía, la única debilidad que se permitía.
Un relámpago resonó en el cielo. Nick se sentó de golpe, mirando alrededor. Judy escondió su celular en su espalda. El zorro volteó a verla, bostezo y se tallo los ojos.
-¿Qué hora es?
-Es... bastante tarde, Nick- respondió ella, que estaba demasiado nerviosa para sacar el celular. Nick podría ver las fotos.
-Debo... debo irme a casa- dijo bostezando.
-Está lloviendo, Nick- replicó ella señalando la ventana con una oreja-. No creo que deje de llover ni de mañana.
-No quiero incomodar- comentó Nick poniéndose de pie-. Gracias, Judy...
Judy observo al zorro ponerse de pie y tomar su cinturón. Ella se armó de valor, pero no pudo evitar agachar la mirada.
-¿No será que estas incomodo?- inquirió Judy con tristeza. Nick volteó a verla, aún demasiado adormilado.
-¿Que si estoy incomodo? Si. No puedo quitarle su cama a una dama- comentó sonriendo.
-No te preocupes, Nick- replicó ella mirándolo con malicia-. Podemos compartir cama...
"Compartir cama" era una expresión de pueblo para referirse a una pareja que tenía relaciones. Aunque la expresión no era utilizada comúnmente en la ciudad, era conocida por sus habitantes, quienes la usaban en doble sentido y a forma de burla ante animales que "parecían de pueblo"; Nick soltó una carcajada.
-Bien, la oferta es tentadora...-admitió el zorro.
-¿Que tan tentadora?- preguntó Judy. La chica colocó su mano sobre el pecho de Nick, empujándolo suavemente hasta que este quedo totalmente sentado. El sopor de Nick se esfumo, sustituido por un nerviosismo notable. Aun en la media oscuridad de la habitación, pudo ver esto con claridad.
-Eh... Judy...- Nick soltó una risa, nervioso-. Creo que debería irme...
Judy retiro su mano y su rostro reflejo preocupación y vergüenza.
-Lo siento- exclamó ella agachando la cabeza-. No quise ser...
-No. No importa.
Dijo Nick poniéndose de pie. Se dirigió a la puerta y tomo el pomo de la misma, pero una pequeña mano lo tomó de la camisa.
-Quédate, por favor- pidió Judy-. No quiero que te mojes... podrías enfermarte.
-Me he enfrentado a peores tormentas- respondió Nick sonriendo.
Pero no había sonrisa en la cara de Judy. Solo culpa y preocupación.
-Yo... supongo que puedo quedarme- dijo Nick rascándose la cabeza-. Mañana tenemos el día y...
-Bien- asintió Judy aliviada.
-Pero, con una condición- replicó Nick con severidad.
-¿Si?- inquirió ella preocupada.
-Compartamos cama.
Ambos soltaron una carcajada.
La primera sorpresa fue que el comentario de Nick no fuera un chiste. La segunda sorpresa fue que en toda la noche, no "sucedió nada". En otra ocasión, solo una vez, Nick y Judy habían dormido juntos; en aquella ocasión, durante una investigación, habían quedado atrapados en una angosta alacena. Para conservar calor, ambos habían permanecido acostados, abrazados. Fue su primer gran humillación, al ser rescatados por un par de novatos que llegaron a la escena el día siguiente; aunque prefería tragarse esa humillación que haber permanecido encerrada un tiempo indefinido. Las circunstancias, y el clima, no fueron los perfectos para que "sucediera algo"; de hecho, ella había mantenido el conocimiento a duras penas, pero definitivamente el abrazo no había pasado como algo "romántico".
En esta ocasión Nick no la abrazo, sino que se recostó de lado, mirando a la pared; ella se acostó al lado de él. Nerviosa, emocionada y alegre, se mantuvo despierta, escuchando la respiración acompasada de su compañero.
-Nick…
-¿Si?- preguntó el zorro con tono somnoliento.
-¿Tu… tienes novia?
El zorro se giró brevemente para verla, como si comprobara que ella realmente había hecho esa pregunta y no era producto de su imaginación. Ella sonrió nerviosa y se sonrojo. Judy tenía veintiún años, mientras que Nick tenía veintisiete; la diferencia de edad no siempre era cómoda, sobre todo cuando algún tema salía a flote entre ambos.
-Mi vida no ha sido fácil, Judy- comentó el zorro con tranquilidad-. Deje de confiar en los demás, me prometí que no me iban a herir nunca más, y para ello… me distancie de los animales: zorros o no. Dado el caso, si no confías en nadie, no puedes tener una relación…
-Pero… has cambiado- replicó ella.
-Bueno, no he conocido a la zorrita adecuada- rio el macho con simpleza. Se volvió a girar hacia la pared.
-Tal vez… no se trate de una zorra- dijo ella nerviosa.
-Tal vez…- susurró Nick-. Solo espero que no termine con una perezosa… jajá…
Si Nick entendió la indirecta y prefirió ignorarla, o el sueño le impidió comprender, no quedo del todo claro para Judy, quien permaneció en silencio. Se recostó de lado, y permaneció largo rato pensando al respecto, mirando su celular, antes de caer dormida.
Nick estaba enamorado de Judy, era algo que no podía negarse así mismo, pero era demasiado cobarde para admitirlo. No solo admitirlo con Judy, sino consigo mismo. Cada vez que un pensamiento surgía, que una situación se presentaba, el simplemente la rechazaba, la arruinaba, se alejaba con cualquier pretexto. Lo que fuera con tal de no tener que admitir la verdad: amaba a un conejo.
¡Un conejo!
Nick siempre se había considerado un animal de mente abierta, sagaz y atrevido, pero la sola idea era ridícula. Pero verla sonreír, verla trabajar, su figura, su sonrisa, su voz… todo en ella le parecía tan… tan perfecto. Lo embelesaba en pensamientos ilógicos donde juntos se abrazaban, juntos dormían, juntos paseaban; todo era ridículo, estúpido. Eran de especies diferentes, de familias diferentes (lepóridos y canidos) y lo más importante, de orden diferente: depredador y presa. La sola idea era tan ridícula que le daba miedo ser señalado por la sociedad; no solo perdería a su única amiga, sino que sería un paria en la propia policía. Tras haber dejado su "vida fácil" atrás, la idea de perder todo por lo que había luchado, lo lejos que había llegado, le resultaba horrorosamente terrible.
Podría vivir con el rechazo, de hecho, su vida sería más fácil de comprobar que Judy no lo quería… no de esa manera. Pero las consecuencias del solo acto (del intento de iniciar una relación), le resultaban pavorosas. Perder a Judy, su trabajo, el respeto. Perder su vida. Y eso solo hacía más difícil cada día al lado de Judy.
Pudiera que Judy simplemente jugaba con él, pues le encantaba intentar pasarse de lista con Nick; pero en ocasiones las acciones, los comentarios, las miradas de ella eran tan… tan confusas. Sería mejor si ella diera el primer paso, si es que estaba realmente interesada. Esa había sido la firme convicción de Nick, aunque en ocasiones, esa convicción flaqueaba.
Tras una noche algo rara, y bastante incomoda, ahora estaba despierto, sentado en el suelo, observando el rostro apacible y hermoso de Judy; si ella despertara, su acercamiento sería difícil de explicar, sobretodo tomando en cuenta que el diminuto apartamento apenas si le permitía moverse. Pero no podía evitarlo ¿Cuántas oportunidades tendría de verla descaradamente sin que ella se enterara? Observo con tranquilidad a Judy, recorriendo su cuerpo con detenimiento. Ciertamente tenía una figura perfecta… para una coneja. Pero su rostro… su rostro era lo que más le encantaba, y aun mas sus enormes y hermosos ojos. Claro, siendo que estaba dormida, ver sus ojos estaba descartado, así que simplemente la observo en silencio.
Y tomo una decisión. Tal vez valía la pena intentarlo, tal vez debía ser valiente. Para bien o para mal, era el momento de revelar sus sentimientos a Judy…
Corenote:
Empiezo un nuevo proyecto. Maldita sea, para quien no lo haya notado, soy un furry.
No obstante, no todas las películas referentes me gustan pero Zootopia me atrapo; con personajes carismáticos y un humor gráfico (además de la calidad de animación) excepcional, zootopia pasa a tomar un lugar especial entre mis películas favoritas. Pero… pero esa historia… Rayos. Como película policiaca deja mucho que desear. Tantos cabos sueltos, incoherencias y salidas rápidas, en una película que deja claro que lo que deseaban eran calidad visual y personajes carismáticos por sobre todo lo demás.
Bien, pues esos cabos sueltos serán resueltos a mi manera en este fic, así como aprovechare para concretar una pareja que no queda del todo clara al final de la película.
Algunos dirán "¡¿Qué cabos sueltos?! Estás loco". Aunque ya mencione algunos, los repetiré para demostrar, y de paso adelantar, que es lo que verán en el fic.
¿Por qué nutriales iba a un yoga nudista? ¿Por qué el conductor sabia de los aulladores? ¿Cuál era la necesidad de atacar a nutriales justamente en un auto en movimiento y justamente al ir a verse con Míster Big? ¿Cómo se enteró el alcalde tan rápido de la enfermedad que incluso pudo esconderla del conocimiento público? ¿Cómo era el alcalde tan rápido interceptando a los enfermos? ¿Cómo se enteraron que el conductor sabía algo de los aulladores (o si no se enteraron, porque decidieron atacarlo justo en ese momento)?
Son las más sobresalientes. Y no critico la película, me encanto. Y precisamente por ello he decidido dar una continuación (y conclusión) a esta maravillosa historia, dándole un toque más adulto y crudo de por medio… ya que la situación se presta (y los personajes también, je). Por eso, y a pesar de que formalizare la relación rápidamente, no crean que no hay sorpresas por venir.
Saludos! Gracias por leer!
Regálenme un comentario y esperen una continuación próximamente.
Bye.