Hola chicos. Pues, para quienes me sigan en mi otra historia (Ni un segundo más), dije que subiría una nueva historia, un poco más oscura pero digerible y espero que les guste. Estoy algo nerviosa pero si no me aventuro a seguir escribiendo no ganaré más experiencia, así que ahí vamos.

Disclaimer: Pokémon no me pertenece. Todos los derechos a su creador.


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Capítulo 1: Lo que nos trajo aquí

Debo cubrirme, es lo único que me queda. La gran ráfaga de balas pasa casi por encima de nosotros, es un enfrentamiento campal. Bonnie me abraza y sólo atina a llorar. Quiero hacer lo mismo, pero debo aparentar fuerza en un momento así.

Nuestros captores se defienden con todo lo que pueden ante la armada policial, después de todo el negocio de tráfico de menores les traería graves consecuencias. Veo al grandote, al que se hace llamar "Gio", junto sus secuaces tratan de llevarnos a un avión para escapar y así poder lograr su cometido. Vendernos a todas a un grupo de pederastas de Unova sería un dineral que no dejaría escapar, sin importar la dignidad de todas las presentes.

Ninguna de nosotras cumplía siquiera dieciséis años, peor la pequeña Bonnie que apenas llegaba a los ocho siendo su virginidad la más preciada para ese grupo de depravados. Cuando la reconocí me dijo que la habían separado de su hermano hace ya unas semanas, y que tenía plena fe en que este la rescataría para luego llevarla a casa. Su historia me conmovió a tal punto que traté de protegerla de cualquier abuso, aunque estos tipos trataban de controlarse debido a que los negociadores habían exigido que no quisieran ningún tipo de daño en su "mercancía".

Junto con Gio y sus hombres estamos a punto de llegar al avión, pero la armada policial es mucho más fuerte. Logran avanzar rápidamente y logran abatir al piloto y a sus hombres con una maestría espectacular. El jefe al verse rodeado decide captar una rehén, para mi suerte yo fui la elegida; me tomó del cuello y apuntó con un arma en mi cabeza.

— "Retrocedan o la mato" — gritó furioso y desesperado nuestro captor. La policía no bajaba la guardia, y yo estaba demasiado nerviosa, no pude contenerme más y empecé a llorar.

— "Eso es cariño, llora, llora para que esta gente se tranquilice" — me decía mientras me daba asquerosos besos en la mejilla. Cuando Gio trato de subirnos al avión, sentí como la presión que ejercía en mi cuello con su brazo empezaba a desaparecer y el tipo empezaba a tambalear. Cuando subo la mirada vi una imagen que me quedará para toda la vida. En mi asombro por ver un agujero enorme en la cabeza de mi captor me dejó helada, las unidades especiales corrieron y nos pusieron a salvo a todas. Gran puntería la de aquel francotirador.

Vi como las chicas sentían bastante miedo pero a la vez estaban más satisfechas de saber que estaban a salvo. Se acerca el líder de la operación — Comandante General Steven Stone, tranquila jovencita, ya están a salvo, las llevaremos con su familia — fue lo único que escuché antes de caer desmayada después de tanto ajetreo.

Hospital Regional de Kalos

Logro despertar y no sé dónde estoy, me duele la cabeza. Miro a mi alrededor y veo que me han puesto suero, tengo algunas partes de mi cuerpo vendadas, definitivamente es un hospital, no tengo idea de cuánto tiempo estuve inconsciente pero al menos creo que estoy a salvo.

*Toc toc*

— Hola Serena Gabena ¿no? ¿Cómo se siente? — pregunta una joven mujer.

— ¿Q-quien es usted? ¿Dónde estoy? — pregunta Serena algo asustada.

—Tranquila Serena, sé que han sido días muy difíciles para ti, pero ahora ya estás a salvo – responde la mujer — estás en el hospital regional de Kalos y yo soy la doctora Lorelei, me estoy encargando de que tú y tus amigas regresen a sanas a casa, no te preocupes.

—Cómo lo siento doctora, de verdad muchas gracias por ayudarnos — responde Serena un tanto más tranquila.

—No te preocupes Serena, es mi labor — responde Lorelei.

—Doctora, ¿sabe si han llamado a algún familiar mío? — pregunta la peli miel.

— Sí, el Comandante Stone está llamando a todos los padres de las 20 chicas secuestradas, él vendrá luego a hablar contigo, ya no hay nada de que preocuparse — responde Lorelei tranquilamente.

—De acuerdo, muchas gracias — responde Serena.

—Doctora Lorelei, el Comandante Stone necesita su diagnóstico — indica un asistente a Lorelei.

—Enseguida voy. Bien Serena, quédate aquí descansando un momento. Iré a hablar con el Comandante y luego él vendrá a hablar contigo. Has sido la última en despertar, pero no importa, te mereces descansar. Si necesitas algo, sólo presiona ese botón que está junto a la cama — dice Lorelei a Serena para luego proceder a retirarse.

—Ok doctora, muchas gracias — responde Serena con mejor semblante.

En otra habitación

— Lorelei ¿Qué tienes para mí? — pregunta Steven

— ¿Cómo estás Steven? Pues, al parecer ninguna de ellas ha sufrido algún tipo de violación. Las he revisado a todas y no hay señal de penetración o desgarros, solo algunos raspones y golpes. En el caso de Lyra Crystal, ella se dobló el tobillo, pero no hay nada más — responde Lorelei

—Bien, entonces ¿en cuánto tiempo se les podrá dar de alta? — pregunta el Comandante

—En un par de días más. A Lyra tendremos que hacerle terapia física para mejorar el tema de su tobillo pero por la demás no hay problema, salvo que deberán ser visitadas por el psicólogo, ya sabes, necesitan ayuda después de todo lo que han sufrido, sobre todo la pequeña Bonnie — dice Lorelei.

—Sí, malditos depravados. Más bien, lo que faltaría sería tomar la declaración de las chicas, pero eso que lo haremos cuando todas salgan, han tenido una horrible experiencia, pero que al menos esto les sirva de lección para que sepan escoger sus amistades — dice Steven.

—Lo que más me preocupa es saber que hay adolescentes que se dedican a vender a sus propias amigas a ese tipo de gente — dice Lorelei.

—Sí, nuestra sociedad está podrida. Después de las declaraciones, Kalm Xavier y Ethan Gold pasarán varios años en la correccional, ninguno de ellos llega aún a la mayoría de edad, que lástima — responde Steven con decepción.

—Me preocupa ver cómo los jóvenes tiran su vida por la borda así de rápido — dice Lorelei a su acompañante.

—Lo que ahora queremos es el dato exacto de quienes iban a recibir a las chicas para hacer la operación en Unova y acabar de una vez con esa organización — dice Steven con determinación.

— Estoy segura de que lo harán bien. Por cierto, la última chica, Serena, ya despertó y está preguntando si alguien vendrá por ella — dice Lorelei a Steven.

— Hablé con su madre y está en camino, también los padres de las otras. Hay agentes escoltando a esas familias para evitar cualquier tipo de problema o represalia — menciona Steven.

—Entiendo, bueno Steven este es mi diagnóstico — dice Lorelei para luego entregarle un sobre — Hay uno general y otro detallado.

— Gracias Lorelei, siempre es un gusto contar contigo — alaga Steven a la doctora.

—No me lo agradezcas, recuerda que me volví médico para ayudar más a la gente — responde Lorelei con una sonrisa.

—Sabes que te extrañamos en el campo de batalla — dice Steven con algo de nostalgia.

—Sí, a veces me da algo de añoranza, pero esos días acabaron para mí — responde Lorelei mientras mira a la ventana.

—Lo sé, pero bueno, sigamos con lo nuestro, hablaré ahora mismo con Serena, nos vemos Lorelei — se despide Steven.

—Adiós Steven — corresponde Lorelei.

Cuarto de Serena (Hospital)

En un momento así me pongo a pensar ¿de verdad soy afortunada? Una estupidez mía puso en peligro mi vida. Recuerdo haber subido a ese yate, después de todo Kalm me había invitado. Estaba enamorada de él desde que tenía uso de razón, siempre fue un sueño para mí el solo hecho que hablara conmigo y cuando me invitó a esa fiesta fue un sueño.

—Serena, haremos una fiesta en el yate de un amigo. Irán casi todas las chicas de la escuela, te veo ahí ¿sí? – me dijo mientras acariciaba mi mejilla y sonreía. Yo estaba en otra galaxia, me sentí muy especial, mucho se habló de dicha fiesta y el "chico de mis sueños" me había invitado. Le pasé la voz a mis mejores amigas, Miette aceptó, pero Shauna no.

— ¿Por qué no irás? Sabes que los más populares de la escuela van a ir ¿acaso quieres ser del montón? — insistí a Shauna tratando de persuadirla.

—No me interesan esas cosas Serena, y tú tampoco eras así, desde que sales con Kalm y sus amigos te has vuelto muy materialista, ya no te reconozco Serena — respondió Shauna.

—Ya veo, tú solo estas celosa de mí ¿verdad? Seguro quieres robarme a Kalm, pues no me importa lo que creas, vete y seguirás siendo conocida como mi simple amiga — dije sin medirme.

—Sabes que es lo feo de ti Serena, que eres demasiado manipulable pero a estas alturas creo que ya estas bastante grande como para decidir por ti misma. No quiero a Kalm, no es mi tipo, quédate tú con él, son tal para cual — responde Shauna retirándose y a punto de llorar.

—Shauna espera — dice Miette quien trata de ir tras ella no sin antes dedicarme unas palabras — Que vergüenza Serena, en verdad — dice enojada para finalmente retirarse.

En ese momento me sentí mal, me dolería no ir ¿Qué debía hacer? Eran ellas o mi "amor"… escogí mal. Recuerdo bien ese día hace ya como un mes atrás, fue un viernes. Como siempre iba a mis clases y tenía a este chico Ash quien actuaba muy raro cuando me veía. Me parecía tierno, invisible, tranquilo; mis amigas me decían que yo le gustaba pero mi corazón tenía otro dueño. Hable con él en varias ocasiones y sentí su nerviosismo, aun así podía saludarlo. Después del incidente me lo encontré, lo saludé y dejó caer sus libros, lo ayudé y se me ocurrió preguntarle si iría a la fiesta, aunque no sé porque lo hice ya que prácticamente es invisible para muchos.

Lo conocí por Shauna, al parecer son vecinos y ella fue su primera amiga cuando se mudó desde Kalos, pero nunca socializó lo suficiente. Lo molestaban mucho sobre todo Kalm, a él y a su pequeño grupo de amigos: Clemont, el sobresaliente; Trovato, el fotógrafo; y Tierno, del taller de baile. Yo era testigo de todo ello, le decía a Kalm que no lo molestara más, pero el sólo atinaba a reír y seguir con lo suyo. Por un tiempo ese fue mi grupo de amigos, hasta que empecé a salir con Kalm y sus amigos y probé en verdad lo que era ser popular, reconocida, querida, ser de aquellas personas que todo el mundo conoce y poco a poco me fui alejando de Ash para llevarme a Shauna y Miette. Estaba en el cielo, o al menos eso creí.

—Pues no lo creo, nadie me ha invitado, además esa fiesta la organiza Kalm, no creo que vaya de todas formas — me responde Ash.

—Sí, lo siento — le contesto.

—No hay problema. S-Serena, quiero hacerte una pregunta — me dice Ash.

— ¿Qué pasó? – le respondo.

— ¿Por qué sigues hablando conmigo? ¿Kalm no te lo había prohibido? – me pregunta.

— Pues, bueno… — trato de articular alguna palabra pero me quedo sin decir nada.

— Ya veo, no hay problema — dice con algo de decepción — Sabes Serena, hay algo que quiero decirte, pero primero quiero entregarte esto — me dice mientras me entrega una carta.

— ¿Qué es esto? — le pregunto al azabache.

— Ábrelo, estoy seguro de que te encantará — me responde con una sonrisa sincera y un leve sonrojo. Estuve a punto de abrirlo cuando de pronto…

— Mi amor — dice Kalm mientras me besa y me agarra por la cintura ante la mirada atónita de Ash. Correspondí al beso, era tosco, rápido y algo lujurioso, aunque a mí no me importaba, era el chico de mis sueños y punto — pensé para que luego Kalm me soltara y viera a Ash y la carta — ¿Qué esta mierda? — Dice arranchándosela para luego reír maliciosamente — Con que regalándole cosas a mi novia ¿no imbécil?, patético.

Le arrancho el sobre a Kalm el cual me mira bastante confundido. Ash evoca una mirada con algo de esperanza, pero lo que hice después simplemente no tiene nombre.

— Serena ¿Qué demonios haces? ¿No luchaste tanto para al fin te notara? — me dice Kalm.

— JAJAJAJAJAJA — río maliciosamente para luego romper el sobre en mil pedazos mientras al suelo cae una cadena — ¿de verdad crees que te haría caso? Mírate, eres patético, no te conoce nadie, eso eres ¡UN DON NADIE! Vaya payaso que se enamoró de mí —le digo sin ningún tipo de piedad al chico para tirarle la carta en la cara, sin embargo, su humillación no terminó ahí ya que toda la escuela veía mi patético espectáculo.

Fijé mi vista en la cadena, era de oro y tenía dos dijes, uno de un Fennekin y otro de un corazón. La tomé y por un momento me pareció preciosa, y vaya que lo era, pero luego seguí haciendo lo impensable.

— Esto es lo que pienso de tu cochino amor — dije mientras estiré la cadena con todas mis fuerzas hasta romperla, escupí los restos de esta y miré a Ash — ¡No me gustas y nunca me gustarás maldito huérfano! — grité con todas mis fuerzas para luego ver a Ash levantarse sin decir nada e irse corriendo del lugar.

Yo estaba en otras, mi mente en ese momento se comportaba como la de Kalm, pero cuando dije lo último empecé a recobrar la razón en una minúscula parte, hasta que otro evento me trajo nuevamente a la tierra.

¡SLAP! — sonó una fuerte bofetada dirigida a mi rostro.

— ¡ERES UNA IDIOTA! ¡MIRA EN LO QUE TE HAS CONVERTIDO! — me gritó Shauna quien después de golpearme fue tras de Ash junto a Miette.

— ¿Qué pasa contigo? — me dice Miette sumamente molesta para después retirarse. En ese momento supe que había perdido a mis mejores amigas y cuando hice un ademán de querer ir tras ellos siento como me toman de la cintura y me besan nuevamente, era Kalm, con otro beso tosco y plagado de deseo, todo ello que yo confundía como amor.

— Esa es mi chica — me dice Kalm para luego abrazarme. Tenía una enorme explosión de emociones, pero al final estaba feliz; bien dicen que el amor puede volverte idiota, y vaya que lo hizo conmigo. En ese momento unos ruidos me sacan de mi recuerdo, alguien tocaba la puerta.

*Toc toc*

—Pase — respondo.

— Veo que ya despertaste, me da mucho gusto, aunque nos presentamos en una situación bastante desagradable y agitada, me vuelvo a presentar, soy el Comandante Steven Stone — responde este.

— ¿Cómo está? Oiga, no tengo palabras para agradecerle que nos haya salvado, le debemos la vida, a usted y a su equipo — respondo con bastante alivio.

— No hay nada que agradecer Serena, es parte de mi trabajo. Por cierto, ya hablamos con tus familiares, ellos vendrán a verte y llegarán en unos minutos. Aunque por ahora consideramos que sería más seguro que no regresaran a casa, sino que las escoltaremos a otra parte en donde podrán descansar en cuanto arreglamos esta situación — responde Stone.

— ¿A dónde nos enviarán? — pregunto algo confundida.

—A un lugar seguro, no se preocupen, pasarán unos días en ese lugar mientras seguimos con nuestras investigaciones para acabar con los miembros restantes de la banda — dice el comandante.

— Estoy algo nerviosa, no me siento bien — respondo.

— Tranquila Serena, sé que han pasado por una situación muy difícil, pero merecen descansar. Aún hay cosas que faltan, pero la prioridad ahora es su recuperación, de cada una de ustedes — responde Steven.

— ¿Pudieron rescatarnos a todas? ¿Dónde está Bonnie? — pregunto algo agitada después de haber recordado a la pequeña niña.

— Todas se encuentran en reposo ahora mismo. La pequeña Bonnie está durmiendo, no te preocupes, pudimos rescatarlas a todas, y lo más importante es que no presentan ningún tipo de lesión grave, de ningún ámbito — dice Steven.

— Comandante ¿usted cree que yo pueda ir a ver a Bonnie? — le pregunto.

— Me temo que por ahora, no, ella al igual que tú, deben descansar. Verán a sus familias y luego seguiremos con el proceso. Queremos que se recuperen antes de poderles tomar declaraciones y esas cosas, ahora mismo no están al 100% para poder narrar los hechos — respondió Steven.

— Está bien comandante, supongo que solo me queda esperar — respondo, para que luego entre alguien y le informe algo a Steven.

— Comandante, me informan que los familiares de las víctimas acaban de entrar al perímetro — informa un agente al comandante.

— Perfecto, ordénenlos y luego háganlos pasar, ahora mismo solo querrán ver a sus hijas. Después de ello les explicaré lo que haremos en los próximos días — contesta Steven.

— Sí señor — contesta el agente.

— Bien Serena, al parecer sus familias ya están aquí. Iré a recibirlos y luego los enviaré a verlas. Nos vemos más al rato — dice Steven antes de irse.

Estoy nerviosa. Las manos me sudan, estoy decepcionada, me metí en un gran problema por una soberana estupidez, por querer llamar más la atención, no tengo cara para mostrarle a mi madre lo arrepentida que me siento. Escucho varios pasos correr, después de todo lo vivido, tengo miedo, alguien entra.

— ¿Serena? ¿hija? — dice una voz muy conocida para mí.

— ¿Ma-mamá? — le respondo y la veo, corre hacia mí sin importarle nada, me abraza, me besa, llora mucho, se nota que ha sufrido — jamás perdí las esperanzas de volver a verte mi amor.

— Yo también quería verte mamá, perdón por todo, por haberte hecho pasar por todo esto — le respondo mientras la abrazo fuertemente y me uno al coro del llanto.

— Lo importante es que ya paso, que ya todo está bien y que estamos juntas nuevamente — me dice mientras limpia mis lágrimas y trata de sonreír — hija mía, no vine sola, hay alguien que quiere verte — dice mientras hace pasar a dos personas.

— Ho-hola Serena — dicen mis amigas Shauna y Miette quienes al verme no aguantan el llanto y corren a abrazarme.

— Lo siento mucho, las traté mal y no merezco amigas como ustedes — respondo mientras correspondo a su abrazo y mis ojos se vuelven a humedecer — gracias por estar aquí.

— Siempre estaremos para ti — responde Shauna, a lo que Miette agrega — pero no vuelvas a comportarte como idiota por favor — a lo cual las tres reímos y seguimos en nuestro tierno momento.

Después de un rato

— Fueron días muy difíciles, la cuidad entera estuvo en la búsqueda de todas ustedes. Estuvimos día y noche tratando de encontrar pistas, pero tuvimos la definitiva gracias a la guardia costera, quienes fueron avisados de movimientos inusuales de un par de barcos en una zona poco accesible del mar de Kalos — dice Shauna.

— Sí, nos llevaron a un almacén cerca de un puerto abandonado. Ahí estuvimos por un largo tiempo. Lo único positivo de esta experiencia es que todas tratábamos de protegernos para evitar que se aprovecharan de nosotras, especialmente de la pequeña Bonnie — respondo.

— ¡Malditos bastardos! Mira tú, querer aprovecharse de menores de edad, y ahora querer hacerlo con una pequeña niña — exclama Miette enojada.

— Tratamos siempre de cuidarla, de hacer que no sienta miedo, teníamos que ser valientes, todas nos encariñamos con ella, especialmente yo, nos daba fuerzas ya que ella no perdía la fe de que su hermano la estaría buscando — les comento.

— Pues, no se equivocó. El pobre Clemont junto a su padre Meyer estuvieron buscando, a ellos también se les unió Ash — responde mi madre.

— ¿Ash? Él también estuvo buscando — pregunto.

— Sí Serena, estuvo ayudando a encontrarlas, especialmente a ti, de hecho, él fue quien dio aviso a la guardia costera sobre los movimientos inusuales de dichos barcos, el chico nunca durmió ni descansó — me informa mi madre.

— Claro, después de todo no quería irse sin antes poder ayudar en lo que pudiera — dice Shauna.

— ¿Irse? ¿A dónde? — pregunto.

— Pues, sé que no es muy grato recordar esto, pero después de aquel terrible incidente en el él quería decirte algo y le rompiste el corazón, resulta que Ash iba a ser transferido a otra escuela en otra región y quería despedirse, además de confesarte sus sentimientos. Después del incidente se sentía muy mal, pero cuando reportaron la desaparición de todas ustedes, dejó su tristeza de lado y salió a buscarte a como dé lugar. — contesta Miette.

— ¿Ash hizo todo eso por mí? — pregunto nuevamente.

— Eso y más — me responde Shauna — él tenía los boletos para viajar al día siguiente junto a su madre, sin embargo con lo del secuestro, canceló todo eso, se peleó incluso con su madre y no dejó de buscar hasta que las encontraron.

— No puede ser ¿Dónde está él ahora? Necesito verlo, hablarle y disculparme — respondo.

— No sé si sea posible puesto a que después de encontrarlas su madre lo presionó para viajar de una vez, en vista a que él estaba solo aquí ya que la señora Delia tuvo que viajar antes debido a su trabajo. Se estaba quedando en casa de Clemont, y de paso también le daba apoyo moral por lo de Bonnie.

Esas palabras sí que me tocaron la moral. Yo había sido una terrible persona con aquel chico tan tímido y gentil que resultó también ser noble, caballeroso y valiente. Siento como resbalan algunas lágrimas por mis mejillas ¿de verdad había sido tan estúpida de no darle una oportunidad a un chico así? Alguien con sentimientos sinceros y que de verdad me quería, pero no, escogí a un idiota que casi me lleva a un horrible destino y por quien he pasado los peores momentos de mi vida. Lloro amargamente, con frustración, con vergüenza de mí misma, me había deshumanizado, me siento el peor ser humano del mundo.

— Hija… — me habla mi madre para tratar de consolarme.

— Serena… tranquila, estoy segura de que después podrás hablar con él, después de todo me dijo que me daría el número de su casa en cuanto se establezca — dice Shauna tratando de animarme.

— Serena, sé que no es buen momento para decirte esto, pero tú te lo buscaste — dice una voz desde afuera.

— Clemont… — digo mientras trato de secarme las lágrimas.

— Lo siento mucho, sé por lo que han pasado, pero de verdad me parece de mal gusto que después de todo lo que le has hecho a mi mejor amigo ahora te pongas a llorar como si nada. Él te amaba Serena, y acuérdate de mí en que nunca encontrarás a alguien como él — sentencia antes de irse.

— Jovencito, no te permito… — estaba a punto de terminar mi madre pero la interrumpo.

— No mamá… él tiene razón… yo lo desprecié, no me di cuenta de que en verdad valía la pena — respondo con cabizbaja.

— Me alegro de que reconozcas tus errores, así como también vine a agradecerte por todo lo que hiciste por Bonnie durante estos terribles momentos — dice Clemont.

— No hay de qué, me encariñé mucho con ella, no quería que le pasara nada — digo aún cabizbaja.

— Mmmm… Ash está en Hoenn, cómo retribución a lo que hiciste por Bonnie puedo decirte que por ahora no es algo definitivo y hasta quizás vuelva, pero solo si prometes que no le harás más daño — responde Clemont.

— Sí, lo prometo — digo después de asentir con la cabeza.

— De acuerdo, por cierto, señora Grace, el comandante Stone ha mandado a llamar a todos los padres, quiere hablar con ustedes sobre algo muy importante — dice Clemont para luego volver con Bonnie.

— Bien, chicas cuiden de Serena en cuanto me averiguo que pasará a partir de ahora — dice mamá antes de retirarse.

— Sí, no se preocupe señora Grace — responden mis amigas quienes luego vuelven a abrazarme.

… … …

… … …

Continuará


Hola chicos lindos y preciosos ¿cómo están? Aquí Sandy reportándose con una nueva historia. Bien, esta vez me aventuré a escribir algo con un toque un poco más maduro en cuanto a ciertas situaciones ya que si bien me da un poco de cosita hacerlo no deja de llamar mi atención, por ello esta vez tocaré un poco sobre el tema del secuestro, la trata de personas, la violencia y el acoso sexual (nada explícito ni lemon, porque no sé cómo escribirlo), cosas de nuestra realidad a las cuales no podemos estar ajenos.

Por otro lado, este fic es algo así como una colaboración con mi primer gran amigo y soporte de este sitio, el señor MesserStone, el cual también tiene buenas historias y en este caso llevaremos juntos este fic ya que nuestros estilos son relativamente parecidos, sin mencionar que congeniamos bien al momento de redactar, aunque estemos en ciudades distintas y que a él no le guste demasiado el amourshipping, el cual será el shipping predominante en esta historia. Para quienes me conocen, saben que tengo poco tiempo y seré honesta con ustedes, esta historia sí que tardaré un poco más en subirla, aunque para tener algún horario ya más o menos establecido, en principio la subiré los domingos.

Pues bueno, no tengo mucho más que agregar, solo que espero que sea de su total agrado. Ya saben que reviews, follows y favs me ayudan bastante a saber que lo que hago les está gustando y me motiva a seguir con esto. En cuanto a quienes siguen mi otra historia "Ni un segundo más (Amourshipping)", actualizaré la próxima semana, ya estoy preparando el capítulo y espero verlos ahí, y nada más, nos leemos luego, un fuerte abrazo y un beso enorme para todos.

Próximo capítulo: ¿Reubicación?