Este Fanfiction contendrá escenas fuertes, picantes/sugestivas y otro tipo de cosas que vienen con el Rate M.
Diciendo eso, les doy la bienvenida a esta aventura…!
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Prologo
Desarraigo
Vinieron por la noche como los ladrones que eran.
-¡Mama! ¡No me dejes por favor…! ¡Mami!...
Era un lugar oscuro… vacío y olvidado. La luz de la luna estaba sellada por las negras nubes que en ese tiempo golpeaba más duro con la venida el invierno.
Ella luchó, con lo que tenía, lo poco que tenía. Sus garras no ayudaron, tampoco los dientes, los llantos y chillidos solo hicieron que sea aún más desgarrador. El Fennekin no quería darse por vencida. Aun podía ver el contorno de su Madre en la oscuridad, aun había esperanza en el brillo de sus ojos.
-¡Quieta! – gritó una voz que ella automáticamente identificaba como "¡Obedece!".
Dos manos duras y frías de piedra la oprimieron contra el suelo. Unas manos gigantes, fuertes y aterradoras… Ella comenzó a llorar de nuevo cuando se sintió paralizada mientras el temor se esparcía de manera infecciosa en su ser.
-¡Fennekin! ¡F-Fennekin! – Aulló con la voz ahogada. Las manos apretaban demasiado. -¡Fennekin…!
Un rayo iluminó el cielo y un Delphox que yacía detrás de las dos figuras altas se reveló, sollozaba entre murmullos mientras yacía de rodillas y atada de pies y manos. Al ver el esfuerzo de su hija, el corazón se le quebró de tal manera que la expresión de su rostro se volvió de frágil cristal, intentando contener un mar de ira, impotencia y lastimosa tristeza.
De repente un trueno pesado y demoledor pareció desquebrajar el cielo en dos. Luego un rayo estalló al suelo, dando inicio a que el cielo comenzara a llorar. Los ojos de la pequeña se infundieron aún más en penumbras.
-¡No…! ¡No por favor! ¡Quiero ir contigo! ¡Ayúdame Mami! – Rogó mientras seguía luchando. - ¡Me duele! ¡Las manos me lastiman! ¡Duele mucho...por favor! – lloró
-¡D-Delphox! – ella gritó inquieta.
El agua de lluvia empapó rápidamente al Fennekin. Su pelaje estaba arruinado y se había quebrado varias garras en su lucha por liberarse. El dolor la penetró cuando los dedos gordos e imponentes la prensaron más.
-¡Por que no dices nada! ¡Mama…!
-Delphox…
El agua comenzaba a lubricarla volviéndola resbalosa… sin continuaba debatiéndose tal vez tendría una oportunidad para ir hacia ella.
Juntando el poco valor que tenía, el Fennekin lanzó una llamarada prematura, débil e infantil, lo suficiente para atacar al abusador.
-¡Mierda! – maldijo el hombre cuando la llama toco su rostro. - ¡Maldita Zorra!
-¡MAMA! ¡YO TE SALVARE! – ahora era su única oportunidad. Los truenos volvieron, los rayos sembraron con luz al cielo mientras largaba pesados goterones copiosos.
Las manos se volvieron puño…
-¡FENNE! ¡FENNEKIN! – ella corría entre los charcos de tormenta. Casi ya alcanzaba a mamá. Podría alcanzar la seguridad en ella…
Y el puño se alzó….
-Ma…
Y la golpeó directo en su cabeza. Lanzándola contra las rejas como un peso muerto.
-¡DELPHOX!
Ella pudo ver el mundo perderse en las penumbras. Luego… mucho frio… y unos dedos horribles tomarla de nuevo.
-Ya llévatela de una vez. Ya sabes que odio la violencia. – dijo uno de los que contenía a al desesperado Delphox.
-A mí tampoco me gusta.
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