Darth Kaoru: Saludos mortales, si se preguntan dónde está la autora Kaoru Likes One Piece, no la encontrarán en este fic, es hora que el lado oscuro del LuNa resurja una vez más!

Kaoru L.O.P (desde el fondo de un calabozo) HUYANNN! HUYAN MIENTRAS PUEDAN!

Darth Kaoru: SILENCIO! VUELVE A TU CUEVA A ESCRIBIR TUS EMPALAGOSAS HISTORIAS FAMILIARES!

ESTAN ADVERTIDOS MORTALES, ESTE FIC LUNA DEFINITIVAMENTE NO ES UNA HISTORIA FAMILIAR…


Se puede leer como un fic independiente pero pertenece a la Línea de tiempo Después de "DE BODAS PIRATAS Y OTRAS LOCURAS" y antes de "COMO ENVIADO DEL CIELO". Luffy y Nami llevan solo 1 mes de casados.


Las Joyas de la Corona
Por Darth Kaoru.

Esta historia transcurre en un día común para los hombres más libres del mundo, la tripulación del Rey Pirata, bravos aventureros que surcaban los mares a su antojo en busca de constantes aventuras y que percibían un ataque enemigo como una actividad cotidiana más del diario vivir, aprovechando la ocasión para entretenerse.

Surcando la primera mitad del Grand Line en busca de tierras nuevas y salvajes, la tripulación en ocasiones peleaba con piratas de mediana reputación que tristemente para los más fuertes del grupo, les duraban poco en batalla.

Aun así, las victorias venían con fiestas, y una gran comilona se armó en medio de la cubierta de los Mugiwara, cortesía del botín de carne y alcohol que les saquearon a los enemigos (ellos tenían la culpa por atacar después de todo).

Cantaron, bebieron y danzaron en la cubierta llegando la madrugada, hasta que la bebida se terminó y la comida había sido consumida.

Habiendo pasado una velada super divertida, el Rey Pirata se estiró, un trozo de carne en el hueso aun en la mano y se despidió de los demás (bueno, de Robin, Franky y Brook que aun estaban despiertos), con Chopper, Zoro y Sanji desparramados en la cubierta y profundamente dormidos.

Entró a la habitación que compartía con su flamante nueva Reina, un hermoso privado construido por Franky que llevaba una cama King Size muy confortable con una cabecera de roble que llevaba engravado el emblema de la tripulación. Un gran armario estaba en la pared frente a la puerta, un tocador lleno de cosas femeninas, los carteles de se busca en la pared y un sofá en un rincón.

El joven Rey Pirata sonrió al ver a la mujer hincada frente al baúl de tesoros que tenían guardado en la habitación, ataviada solamente en brasier y tanga de encajes rojas, la mujer de cabellera larga y naranja como un atardecer llevaba encima una cantidad ridículas de oro y joyas. Varios collares de perlas, anillos enormes, brazaletes y hasta una tiara en la cabeza, estaba ensimismada haciendo un recuento de las cosas bellas y más finas que habían colectado en el botín de ese día, y se encontraba muy concentrada intentando decidir que merecía quedarse en su colección personal, y que se iría a la bóveda del barco.

Se esbozó una sonrisa en el rostro del joven rey al verla tan feliz,

"Ya te he dicho que no comas en la cama" advirtió la mujer sin quitar sus ojos de las joyas y sin cambiar la expresión feliz de su rostro.

"ccchhhzzz… mandona" murmuró Luffy con una mueca y se fue a tumbar perezosamente al elegante sofá de terciopelo rojo que estaba en el rincón de la habitación, una pierna colgando por sobre encima de la posadera izquierda, la espalda recargada de costado y ruñendo la carne… estaba repleto, pero así como Nami que no importaba cuanto oro tuviera no dejaba de disfrutarlo, así mismo, para él, no había limite en la cantidad de carne que podía consumir.

"Dijiste algo?"

"~Nup~~"

"uff,… la mayoría era basura de poca calidad, pero, parece como si hubieran conseguido el botín de un antiguo reino o algo, mira…" señaló la tiara de oro que adornaba su cabeza

"Cómo me veo?"

"Como una reina" contestó él, con simpleza. Ella sonrió de lado a lado y hasta se permitió ruborizarse un poco.

"Vaya, si que sabes alagar a una chica "

"Te verías como una reina con o sin la estúpida corona" aseguró el entre mordiscos de su carne…

"Te casaste conmigo después de todo" Agregó de manera atrevida y sonriendo de costado.

Ella le devolvió la sonrisa pícara y se puso de pie cogiendo la ornamentada corona masculina que había estado analizando (calculando su valor), se acercó a su pareja meneando la cadera. Aquella visión era suficiente para parar el corazón de cualquier hombre heterosexual con pulso.

Luffy casi no parpadeó… casi… ya que sus ojos negros se fijaban en la hermosa mujer y se mantenía en silencio, su mano derecha aún aferrada el gran trozo de carne en el hueso que otrora había ocupado su atención…

Ella, esbozando una sonrisa divertida le colocó la pesada corona sobre la cabeza,

"Mmmm… aunque no la necesites, me gusta como se ve" dijo ella sonriendo y se acercó al oído de su pareja, susurrando

"Rey pirata…"

Él sonrió pícaramente, disfrutando que le inflaran el ego y se relajó en el sofá al sentir como Nami se trepaba sobre él, colocando las piernas alrededor de su cintura y rodeándole los hombros con sus brazos.

"Ojalá soltaras ese pedazo de carne" dijo la mujer entrecerrando los ojos.

"Quítate el oro." replicó él de manera atrevida.

" Ni lo sueñes" ambos corearon a la vez, y compartieron una sonrisa cómplice, al parecer eran perfectos el uno para el otro, ambos piratas super egoístas, merecían el título de Rey y Reina, sin dudas.

Nami sonrió de costado y se inclinó, dejando que sus labios mordisquearan el cuello de Luffy, que se relajó ante las caricias… siempre obtenía suerte cuando conseguían un buen botín.

Empecinada a que Luffy dejara de lado el trozo de carne, la mujer continuó con besos que se mezclaban con pequeños mordiscos que a una persona normal le parecerían dolorosos, a él por supuesto, no.

Recorrió entonces la boca de la pelinaranja por toda la mandíbula, hasta llegar a los labios que aún tenían sabor a parrillada y sin ningún titubeo asaltó la boca, introduciendo su lengua salvajemente y siendo contestada con la misma intensidad.

La mano izquierda de él presionó la espalda de la mujer, aferrándola contra si mientras su mano derecha aun colgaba flácidamente del costado del sofá, sin soltar su preciada carne.

La mujer aumentó el asalto de su boca hambrienta, su cadera meneándose sobre el regazo de Luffy, sonrió pícaramente al saber su pasión correspondida cuando pudo sentir la tan evidente y firme presión que apreciaba debajo de ella.

Conseguir un botín siempre la ponía de buen humor, y siendo una mujer joven y saludable, el simple hecho de tener un espécimen masculino (a sus ojos) tan perfecto como Luffy, que además había que considerar, era el hombre más fuerte… y más rico del mundo…

Eso sin contar cuanto le amaba… digamos que la ponía… de muy buen humor.

Soltó los labios de su pareja que intentó mantener el beso un poco más… pero ella tenía otros planes y se inclinó hacia el pecho él, donde comenzó a mordisquear esos pectorales que guardaban tremenda fuerza.

Deslizándose hacia abajo, continuando con el camino de mordiscos y besos húmedos ella fue recorriendo cada músculo abdominal, hasta que finalmente tuvo que reacomodarse y deslizar su figura entre sus piernas, quedando de rodillas en el suelo frente a él, disfrutando cada segundo.

La mano izquierda de él se enterró en su cabello y le acariciaba la nuca mientras su cuerpo se anticipaba a lo que venía..

Ella no dudó ni un segundo, sus dedos impacientes deshicieron rápidamente la faja carmesí que pasaba por la cintura y sin mayor preámbulo, desabrochó el pesquero gris oscuro que portaba su pareja ese día y liberó el impaciente miembro que aguardaba expectante.

El apretó los dientes y su cabeza se fue hacia atrás cuando sintió los húmedos labios de su navegante envolverle en esa boca tan sedosa y caliente, sensaciones húmedas recorrían desde la base de su hombría que hasta entonces había sentido demasiado incómoda y tensa.

Ella se abandonó en el sentimiento de proporcionar placer a la persona a la que amaba más en el mundo, cada gruñido, cada temblor debajo de ella alimentaba su fuego interior y le animaba a ser más atrevida, a experimentar y disfrutar cada segundo.

Había algo empoderante en el sentimiento de tener a una persona tan poderosa como el Rey Pirata a tu absoluta merced y la mujer cuyo propia necesidad se desbordaba, sus panties empapadas de deseo pasó su lengua desde la base y recorrió hasta la punta, tomando entonces todo lo que pudo en su boca, y el resto aferrándolo con su mano derecha, comenzó un ritmo firme que lo estaba volviendo loco, de arriba abajo, todo el tiempo usando su lengua.

"Nami…" susurró el, disfrutando cada segundo, se resistía a que acabara pronto y fijaba sus ojos en ella, la mujer también parecía disfrutarlo a juzgar por el empeño que ponía y los sonidos de placer que se le escapaban de la boca.

Era tremendo espectáculo que tenía el Rey frente a él, y sin pensarlo mucho, le dio un mordisco a la carne que aun sostenía en su mano izquierda mientras la derecha descansaba en la nuca de la mujer.

Eso sí que era buena vida….

Nami apartó su boca un momento y le tembló la ceja, "De verdad tienes que comer mientras hago esto"

"Shishihsihisih…" rio descaradamente él, solo para darle otro mordisco a su carne,

A ella no le importó, al contrario, sonrió pícaramente sintiéndose desafiada, de un movimiento y con maestría introdujo todo lo que pudo en su boca, tan intensamente que ella gruñó cuando lo sintió llegar a lo profundo de su garganta.

Los ojos de él se ensancharon en sorpresa y placer instantáneos, y tuvo que apretar la mandíbula para soportar el torrente de placer y que la diversión no acabara tan pronto,

Entre gruñidos el apenas pudo murmurar. "Diablos… se siente… tan…bien…"

Pero no soltó la carne, en realidad tampoco es que le quedara mucha mientras que ella casi se estaba ahogando en su faena casi enloquecida de deseo. Tuvo que apartar su boca y tomar una bocanada de aire, eso que el fuera de goma le hacia las cosas difíciles, parecía que cuanto más succionaba, mas… grande se volvía el asunto.

El la observó en silencio un momento, apreciando la visión que ella presentaba con sus mejillas rojas, ojos desenfocados de deseo mientras respiraba laboriosamente,

"Luffy~" casi suplicó ella, buscándole la mirada. En un movimiento demasiado rápido el terminó de un mordisco la carne y lanzó el hueso hacia atrás; y en un segundo y antes que ella se diera cuenta , se levantó y tomándola de la cintura la arrojó sobre la cama, donde Nami aterrizó desparramada de espaldas.

El saltó sobre ella, la pesada corona rodando sobre la cama y precipitándose al suelo con un sonido metálico que a ninguno le importó, le capturó la boca y la besó salvajemente, mientras ella jaloneaba de la camisa roja que el llevaba ese día y que tras un forcejeo, logró liberar.

Casi bruscamente, los labios impacientes de él la recorrieron del cuello hasta el pecho donde se entretuvo demasiado brevemente para opinión de la mujer pero que siguieron rumbo a su lugar más necesitado... para su alivio.

"Luffy~~" casi suplicó ella cuando él se detuvo en la línea limitada por sus panties, observándola con una mirada casi maligna.

"Me dijiste que no debía comer en la cama"

Ella se levantó sobre sus codos propinándole una mirada entre incrédula y enfurecida, "LUFFY!"

"Hahahahaha, como si te fuera a hacer caso"

"Serás atrevido tu…ahhh ohhhhhhhhhhhhhhhhhhh des…cara..do~"

El juego de poder era bilateral, al parecer, las pantis volaron en un segundo y pronto una lengua caliente y ávida la estaba recorriendo toda desde su centro hacia arriba, cada pasada más húmeda y más caliente, los gritos de la mujer iban en crescendo a medida que el placer se acumulaba en su vientre en espera de ser liberado.

Nami se mordió el labio inferior aguantando el torrente de sensaciones, sentía tanta necesidad que literalmente estaba incómoda, desesperada e impaciente, entonces de un movimiento se retrajo de él hacia atrás, sentándose en la cama y escapando momentáneamente, el cabello revuelto, la tiara torcida, el pecho desnudo con perlas y collares adornando su figura.

"Oye! No te escapes!" protestó él incorporándose.

"ya no puedo más!" Gritó ella y le saltó encima, él la atajó en sus brazos y dejó que la acción los rodara por la cama donde ella quedó momentáneamente arriba, lo besó con fiereza y luego estirando su mano derecha y sin mucha ceremonia se enterró su miembro lo más que pudo de un movimiento.

Ambos soltaron el beso ante el goce instantáneo, la espalda de ella arqueándose de placer .

"Nami"
"Luffy~~"

Las manos de él se aferraron a la femenina cadera de la mujer y la acompañaban en el ritmo de vaivén que ella comenzó, deslizando el poderoso miembro dentro de si y sintiendo la firmeza del mismo en su interior, mientras que él, con cada estocada, sentía las cálidas y húmedas paredes de la navegante estrujándole de placer que le hacía recorrer una tensión eléctrica única que le corría por toda la espalda.

Pero no era suficiente, ella se inclinó sobre él y se besaron con desesperación, separándose un momento y casi con suplica ella murmuró, "Luffy~~" y de un movimiento volvieron a rodar por la cama, la tiara salió volando y él le pasó el brazo derecho varias veces alrededor de su cintura acomodándola en un movimiento y enterrándose en ella, con el antebrazo izquierdo apoyado en la cama y manteniéndolo sobre ella.

Totalmente a la merced del hombre encima de ella, la navegante se abandonó al momento, un increíble torrente de emociones cursando por sus venas, sintiéndose a la vez, amada, deseada, protegida, y tan completa mientras ella envolvía sus brazos por al rededor del cuello aferrándolo con toda su fuerza.

Con cada vaivén la mujer podía sentir la longitud perfecta y firme deslizándose dentro y fuera de ella, una y otra vez, cada vez con más ímpetu, más rápido, hasta que al fin.

"LUFFY!" gritó ella cuando finalmente fue demasiado placer, no podía arquearse, no podía moverse ni escapar porque él la tenía totalmente atrapada y solo pudo abrir los ojos desenfocados en éxtasi, sus piernas temblando y sacudiéndosele en la cama mientras el torrente de placer sacudía su cuerpo.

El apoyó su cabeza en el hombro de Nami y aguantó cuando una invasión de sentimientos le llegaron al experto usuario de observación desde el aura de la mujer, unidos en cuerpo y mente él se detuvo ante el desborde blanco de placer que casi le hacen perder el control, pero no, aun no era suficiente, como buen pirata no se conformaba con poco y aun no estaba ni cerca de estar cansado o satisfecho. Esto era demasiado divertido y placentero.

El brazo que la rodeaba la liberó desenroscándose de ella que se quedó mirando el techo con una mirada perdida, respirando laboriosamente, le cosquilleaban todos los sentidos y cuando Luffy se movió un poco hacia su costado para dejarla respirar, pudo sentir su hombría todavía caliente y firme deslizarse dentro de ella, lo que le mandó otro espasmo de placer que fue casi insoportable.

"Todas estas porquerías son muy molestas" dijo Luffy tomando uno de los collares de Nami y mirándolo desinteresadamente.

"Como si pudieras hablar" contesto ella sin ningún enojo en la voz, tomó una bocanada de aire e hizo el esfuerzo de estirarse hacia él, dándole un rápido beso en los labios, el respondió al principio tranquilo, pero por su cuerpo corría fuego, un instinto masculino y primitivo que le pedía tomar a esa hermosa mujer que tenía enfrente.

Entonces ella notó la diadema del otro lado de la cama y se dio cuenta que en algún momento la había perdido, se movió de un brinco sonriendo cuando tomó la joya en su mano ya que pretendía colocársela nuevamente… pero había bajado la guardia.

Se le ahogó un grito en el pecho cuando fue tomada de las caderas y atraída hacia el borde de la cama donde el, ya de pie detrás de ella le sonrió con atrevimiento cuando la mujer le miró con ojos sorprendidos.

"Oye!"
El estiró el brazo y buscó en el sofá su sombrero, que había quedado olvidado en el otro mueble y de un movimiento lo colocó en la cabeza de la navegante.

"Este se te ve mejor"

Ella sonrió conmovida, e iba a responder algo cuando sus ojos se ensancharon y un gemido se le ahogó en la garganta, ya que sin aviso y sin preámbulo él se enterró nuevamente en ella desde atrás… el ángulo tan perfecto que habían logrado hizo que ella fuera llenada por completo y arqueara toda la espalda levantando el pecho, donde las joyas que colgaban de su cuello reflejaron la luz de la luna que venía por la ventanilla de la habitación.

Eran perfectos ambos, dos jóvenes enamorados, poderosos y atractivos, con los músculos enmarcados en cada plano de él reflejando una fina capa de sudor, su cabello se le aplastaba en la frente y casi gruñía del esfuerzo, extraño que a veces estas luchas de habitación le dejaban mucho más satisfecho, cansado y feliz que las escaramuzas con tripulaciones que no le llegaban ni a los talones.

En contrapartida a sus músculos Nami era pura curva y suavidad exageradamente femeninas, una imagen perfecta de femineidad, piel ligeramente bronceada que brillaba de su esfuerzo, cada estocada llevándola a niveles de placer que nunca pensó posibles, cada espacio de su interior llenándose completamente y haciéndola sentir completa.

Pudo sentir el momento donde estaba cercana al pináculo y prácticamente rogó, "Luffy~~ ya….por favor~~"

Y el, con un movimiento empujó bruscamente en ella mientras tomaba su cadera con firmeza, aguantó una vez más la brutal manera en la que la mujer se estremeció, las paredes de su interior apretándole salvajemente y dándole inmenso placer, empapándolo por completo y casi, casi si no fuera porque él era prácticamente un monstruo en cuanto a fuerza de voluntad, casi no pudo contenerse… pero lo hizo y sonrió de costado cuando la vio perder fuerzas y caer sobre la cama flácidamente, respirando laboriosamente, el sombrero cubriéndole la cabeza, solo se podía ver su cabello.

Ella duró así unos momentos, solo intentando tomar aire y hacer sentido de la situación, como podía ser posible sentirse tan jodidamente bien?! Aun le recorría electricidad por todo el cuerpo, pero cuando volvió a sus sentidos pensó que se había quedado ciega del placer y no… era el sombrero. Haciendo acopio de todas las pocas fuerzas que le quedaban se incorporó levemente y volteó su mirada.

"Estás bien?" preguntó el.

" Estás de broma… de verdad todavía…"

Ahh si… todavía no se había acabado, a juzgar por la impaciente erección que se asomaba frente a ella… la mujer tragó saliva cuando él le sonrió atrevidamente.

El estiró el brazo y la atrajo hacia sí, levantándola en sus brazos con facilidad, las piernas de la mujer rodeándole la cintura, y ella sintiéndose increíblemente pequeña y frágil en sus brazos, como si no pasara nada. Y para él, así era.

"Luffy…" ella susurró cuando encontró una mirada de fuego, algo desenfocado y loco en sus ojos, algo primitivo.

"Nami…." El ya no estaba pensando coherentemente pero la confianza de ella era absoluta y sabía que él nunca le haría daño.

Ella solo sonrió y lo besó pasando sus brazos alrededor de su cuello, aferrándolo, el, aún cargándola la acomodó y suavemente se volvió a deslizar en ella que gimió en su boca, estaba híper sensible y sus músculos cansados pero su cuerpo era fuerte y le podía contestar el desafío.

Al principio así, simplemente se sostuvieron de esa manera, pero la fricción simplemente no era la suficiente y con un par de pasos él la apoyaba contra la pared de madera de la habitación.

La metáfora de entre la espada y la pared no podía ser más acertada mientras ella gritaba nuevamente de placer, le arañaba la espalda con sus afiladas uñas, le mordía el hombro intentando aguantar tanto placer mientras él le apoyaba la frente en el hombro y la aferraba de las caderas al tiempo que empujaba en ella.

Ahora sí que no podía más, no podía contenerse y estaba perdiendo el control.

"Nami no quiero... no quiero hacerte daño" le dijo porque se estaba volviendo loco, su cuerpo le pedía que la enterrara contra la pared con toda su fuerza.

Ella, ya entregada al placer y en un estado similar de descontrol solo murmuró, "Soy tu reina crees que no puedo con lo que sea que tengas para darme?" ella le aferró el mentón y le obligó a encontrarle los ojos, y luego con una mirada desafiante dijo.

"vuélvete loco"

El gruñó mientras la aferraba de los glúteos con la mano izquierda mientras su antebrazo derecho azotó la pared que se resquebrajó mientras se enterraba en ella tan violenta y poderosamente que Nami ahogó un grito y abrió los ojos en dicha y placer blanco, absurdo, completo, primitivo y loco.

La pared retumbaba con cada estocada, el gruñía y sudaba y ella solo podía gritar como una poseída, por suerte esa habitación era a prueba de sonidos sino cualquiera que la escuchara pensaría que a la pobre la estaban matando.

Lejos de eso ella había casi perdido la razón, su mundo se reducía al placer que brotaba de su centro y al hombre que la tomaba como una bestia, y entonces, con un gruñido salvaje el comienzo del fin inició cuando ella sintió el miembro dentro de sí incluso más rígido, él se hundió una final y violenta vez, y ella gritó aferrándole con todas sus fuerzas, era demasiado, y finalmente, al sentir la descarga caliente e imponente dentro de su cuerpo la navegante volvió a estremecerse de placer.

Luffy sintió un surgir salvaje de tensión placentera desbordarse y recorrer desde su hombría pasando por toda su espalda dejando un torrente abrumador de sensaciones placenteras que invadieron su cerebro y dejaron blanca su visión, gruñendo salvajemente en el oído de Nami mientras su cuerpo descargaba tanto placer.

Temblando y de pronto sintiéndose como si hubiese batallado con un almirante Luffy apenas pudo sostenerla mientras sus piernas perdían la fuerza, las sentía de gelatina… y de a poco se deslizaron al suelo, donde Nami quedó con las piernas alrededor de su cintura, con la mejilla apoyada en su hombro, el sombrero había rodado al suelo en algún momento.

El respiraba laboriosamente y la abrazaba contra su pecho, aun conectados, nada necesitaba decirse en esos primeros momentos que recobraban el aliento. La pared detrás de la muchacha totalmente fragmentada….

Nami, después de disfrutar un confortable rato de silencio y dicha absoluta, comenzó a volver a la realidad cuando sintió un poco de frío,

"Ne Luffy, vamos a la cama…"

"zzzz"

"Luffy!" dijo ella apartándose y sacudiéndolo un poco, aun entrelazada con el.

"Nnggg…." Murmuró el que cayó de espaldas al suelo, total knock out.

Ella suspiró e intentó ponerse de pie, pero él, aunque aparentemente dormido no la quería soltar y se le estiraban los brazos cada vez que ella lo intentaba… resignada… se acostó sobre él, un ligero calofrío le recorrió luego de un momento.

Aun dormido, el estiró un brazo y se trajo un cobertor de la cama, cubriéndolos a ambos…. Ella se acomodó sobre el, recostando su cabeza en el hueco de su pecho y antes de quedarse dormida… se estiró un poco y le dio un besito en la mejilla… y con una sonrisa susurró…

"te amo, tonto"

"shishihi… yo a ti Nami… zzzz…. "

.-.-.-.-.-

Al día siguiente transcurrió una situación de lo más incómoda cuando Nami tuvo que decirle a Franky que la habitación necesitaba unas reparaciones.

Cuando el ciborg se asomó por la puerta de la habitación y notó el daño en la pared… que parecía tener una figura femenina marcada en bajo relieve primero se asombró y levantó sus anteojos oscuros… los ojos se le ensancharon.

"SUPER PERVERTS! NIIICE!" Dijo haciéndole un pulgar arriba a Nami y a Luffy…. Luffy por supuesto no se enteró de nada y estaba en la zona del mástil tratando de robarle unos snacks a Usopp… Nami solo miró hacia otro lado como si no supiera de donde salió tal daño.

Luego de que Franky se recuperó de la impresión cayó en cuenta del daño en su preciada creación

"QUE DIABLOS LE HACEN A SUNNY MALDITOS!" gritó espantado con los pelos de punta.

Entonces todos, curiosos y chismosos, se asomaron a ver de qué iba tanto grito y se le cayó el cigarro a Sanji, los ojos se le ensancharon,

"ESA NO ES LA FORMA DE TRATAR A UNA LADYYYYY!" gritó volviéndose de fuego y comenzando a atacar a Luffy en medio de la cubierta quien maestramente esquivaba los ataques mientras a la vez robaba comida y sostenía su sombrero sobre la cabeza-.

Mientras que Usopp, Zoro y Brook le hacían pulgares arriba a su capitán.

Nami solo sacudió la cabeza y le dio un sorbo al ponche de naranja que sostenía en su mano, apoyada en la barandilla.

"Porqué tienen que gritar tan temprano? tengo resaca" dijo molestamente.

"Fufufu," rió Robin en complicidad.

Sanji seguía gritando, "Pobrecita de mi Nami-swaannnn" sollozó.

"Wahh de qué estás hablando Sanji a Nami le gusta rudo" dijo Luffy picándose la nariz con el dedo chiquito.

Nami se cubrió el rostro con la mano en martirio mientras el mundo de Sanji se partía como un espejo y los demás decían…

"SUPER!"
"YOHOHOO!"
"NIIICEE"
"ESO NO PUEDE SER SALUDABLE!"

"Luffy!" Nami dijo acercándose a él con pasos resolutos y una mueca enojada en el rostro que hizo que todos comenzaran a recular de pánico.

"Que te he dicho de andar diciéndole esas cosas a todos!"

"Que no lo haga!" Contestó Luffy muy seguro. "Pero Sanji estaba diciendo que…" intentó defenderse.

Nami le pescó la barbilla con la mano, haciendo que se le comprimieran los labios y silenciándolo, la mujer tenía una mirada de miedo pero él se la sostenía sin vacilar.

Los demás se encogieron hacia atrás pensando que podían recibir palos gratis si decían o hacían algo que la hiciera enfadar más… pero para sorpresa de todos ella solo le dio un beso brusco a Luffy en los labios y luego dijo.

"Bien, si lo sabes entonces no lo hagas" lo soltó y meneando las caderas, con una sonrisa y de muy buen humor comenzó a caminar hacia la zona de almacenamiento.

"Iré a contar el resto del botín" dijo volteando hacia Luffy y haciéndole un guiño.

Luffy solo sonrió, pensando en que sería otro día donde le tocaría suerte más tarde con Nami… mientras que los demás observaban impávidos.

"Luckyyy~~" dijo atrevidamente llevándose las manos detrás de la nuca.

"NO SABES CUANTO TE ODIO LUFFYYYY!" y claro las patadas voladoras no se hicieron esperar una vez más…

El Pandemonium continuó un rato más… otro día más de aventuras para la tripulación más chiflada del mundo.

End.


Darth Kaoru:
MWAHAHHAA! HABEIS DISFRUTADO BASTARDOS?

*CRACK* Darth Kaoru cae noqueada…

Kaoru L.O.P (sosteniendo un bate en la mano): Lo siento Nakamas, no sé qué me poseyó…. Volveré a escribir creciendo con los Mugiwara en cuento me libere del lado oscuro.

Nos leemos!