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Sin ton ni son

Alergia

Para Alexeiss, por tu cumpleaños

¡Feliz cumpleaños!

Koushirou se apretó la sien, justo donde la luz de la computadora lo iluminaba. Cerró los ojos, le ardían. Respiró, contó hasta cinco. Volvió a abrirlos y, aún en la oscuridad, continuó su teclear nervioso y errático.

Sabía que estaba ante un callejón sin salida pero se negaba completamente a darse por vencido. Aunque el reloj en vez de marcar las 00 horas marcara las 3.05, a pesar de que la lámpara de sal de Mimí, con su incesante brillo fluorescente y sin olor le secara la piel y le irritara la vista.

Koushirou siempre había sido alérgico, pero nunca se había molestado por ello. Ya Yoshie no le insistía con que fuera al médico, Mimi probablemente ni siquiera sabía de ellas y él siempre tenía algo que hacer que era más importante que volver a chequeárselas.

A Koushirou las alergias le entraban por los ojos.

Acercó su taza de café, intentó beber pero cambió de idea cuando el líquido frío empapó sus labios. Disgustado, la apoyó con fuerza detrás de la pantalla de su portátil, borró el último párrafo que había escrito y se obligó a no bostezar una vez más, le quedaban pocas horas.

―Koushirou.

Mimí se había despertado y él supo que venía a reclamarle que siguiera despierto, que estuviera trabajando, que no descansara, que al día siguiente tendría ojeras, que dormiría mientras ella estuviera en la casa, que así no se cruzaban nunca…

Por eso, fingió no escucharla. No quería ofenderla, quería que se resignara y regresase a dormir. Él debía terminar de trabajar.

―Al menos préndete una luz de techo ―pidió.

―Gracias, Mimí. Mi teclado tiene luz ―agradeció.

Mimí no se fue. La sintió arrastrar sus pies dormidos hasta situarse tras de él.

―Soy alérgica, Koushirou ―reclamó.

―¿A la luz? ¿A la sal? ―Giró en su silla y la enfrentó, sorprendido. ¡Ella nunca se lo había contado!

―No, tonto. Soy alérgica a dormir sin ti.

A veces Mimí era muy dulce cuando estaba semidormida.

O tal vez siempre lo era.

―Mimí ―susurró, enternecido―. Te prometo que terminaré pronto. Pero es muy importante ―enfatizó, ¡ella debía entender!

―No te creo ―protestó, y Koushirou supo que iniciaría un berrinche, uno dulce, uno tierno… pero a él le quitaría la concentración que necesitaba.

―Por favor.

―¡Soy alérgica! ―reclamó, una vez más, alzando los brazos.

Koushirou se arrepintió de haberle insistido, ahora la había desvelado y al día siguiente estaría molesta.

Sin embargo, Mimí no parecía molesta, sino más bien encaprichada… y tal vez por capricho, tal vez por alergia o tal vez porque sí, se dejó caer cual peso muerto, como si fuera una pluma de ave, sobre el cuerpo sentado de Koushirou.

Le costó reaccionar: ella lo abrazó del cuello, se impulsó y alzó su cuerpo sobre el suyo.

―¡Mimí! ―protestó, incómodo.

―Quiero dormir y soy alérgica a dormir sin ti. Ahora gira la silla y teclea. Yo dormiré aquí.

Tuvo un momento más de perplejidad, pero enseguida desistió: Mimí estaba decidida.

Le palmeó la espalda, giró en su silla y, bastante incómodo, siguió tecleando.

No era tan malo lo de las alergias.

Notas: Alex, ¡feliz cumpleaños! Hace rato quiero iniciar una colección de drabbles mishiro y pensé que lo mejor era empezar con uno para ti. Este en particular se inspira en un fanart en que Mimí está haciendo eso justamente, sentarse sobre él mientras él está en la pc. Me pareció muy tierno.

Espero que hayas pasado un hermoso día, se me hizo imposible subirlo ayer. ¡Te mando un beso!