Ann (amarrada a una silla): Actualización ヘ(*¬*ヘ) (ノ*¬*)ノ ヘ(*¬*ヘ) (ノ*¬*)ノ
Ro (amarrada a una silla): ~(=¬=)~
(Turba enfurecida que no sabe muy bien como sentirse): ¬¬UUU
Ro: Veo que volvimos a estar amarradas =¬=
Ann: Las viejas costumbres son difíciles de romper u¬uUUU
Ro: Supongo que sería inútil intentar negociar oO
Ann: Sep =¬=. La turba enfurecida cree que es mejor prevenir que lamentar xD, así al menos no escaparemos.
Ro: No sé de qué sirve escapar, siempre nos encuentran u.u
Ann: ¿Crees que el-fantasma-de-las-no-actualizaciones es el que nos delata o.o?
Ro: A estas alturas no me sorprendería u¬uUU
(Turba enfurecida que no sabe muy bien como sentirse): Cállense ¬¬
Ann y Ro: Si TT¬TT
Transmisión interrumpida.
De acuerdo, gente este es un Fic raro e inverosímil u.u inspirado en Mulan xD. BeyBlade no nos pertenece bla, bla, bla, no ganamos ni un peso con esto, y bueno todas esas cosas que siempre toca repetir -.-
También es una situación inusual que no nos hace responsables de pérdida de neuronas oO. Homo fóbicos ¡HUYAN! YuriyxKai, luego no digan que no se los advertí u.u, Kai hace de Uke y Omega *¬*.
UNIVERSO ALFA/BETA/OMEGA.
CAPITULO SEIS: LIES (McFly)
"Tenemos que hablar" Nunca ha sido una buena frase. En realidad debería ser vetada y prohibida por ser perjudicial para la salud psico/física. Casi hizo que Kai gruñera al fruncir el ceño, mientras entrenaba con Yuriy. Eran las 5 de la mañana, pero Ivanov estaba demostrando ser un buen oponente para una sesión fuera de lo común.
Por mucho que el bicolor odiara admitirlo, no podía mover el brazo así que usar a Dranzer estaba descartado por el momento. Alguien normal tardaría semanas en sanar la fea herida que tenía en el pecho, pero él debía hacer un curso intensivo para recuperarse en tres días antes del encuentro.
Es una auto medicada "fisioterapia" y aun cuando el combate cuerpo a cuerpo no es algo que no hubieran hecho antes, hace años no lo practicaban juntos. Boris se encargó que supieran los movimientos, las llaves y cada pequeño detalle que les facilitara infligir dolor con el mínimo esfuerzo. Boris era un fino y elegante hombre.
—Hn.
Pero entre su lesión, el torneo y el mensaje que recibió de Julia, Kai estaba distraído. Con un gruñido cayó boca abajo, con una llave que dobló su brazo bueno tras la espalda. Yuriy lo tenía fuertemente presionado contra la colchoneta del gimnasio y su cuerpo. Le dio espacio suficiente para que se soltara, pero no tanto como para que fuera fácil. La intención no era ganarle ni hacerle daño, sino acondicionar su cuerpo para que pudiera lanzar.
Kai intentó moverse pero el doloroso tirón que surgía cuando lo hacía, lo obligó a respirar hondo. El segundo intento enganchó su respiración, mientras apoyó la frente contra la colchoneta. Llevaban una hora entrenando y ya estaba cansado. Se sentía molesto de la poca resistencia, aunque fue un pensamiento que ignoró cuando gimió apenas Yuriy lo obligó a girar.
—¿Te rindes?
El pelirrojo tenía una jodida sonrisa y un gesto satisfecho que lo hizo fruncir el ceño. Yuriy probablemente disfrutaba tirándolo una y otra vez a la lona. La desventaja era clara y él estaba aprovechando como el bastardo que era. Molesto, Kai lo fulminó con la mirada. Si no sintiera como si tuviera un puñal en el hombro, se lo hubiera quitado de encima; pero cada vez que se movía la hoja se enterraba más profundo, así que con un nuevo gruñido, golpeó su cabeza contra la colchoneta y miró el techo.
Yuriy recogió la señal de rendición. Mas, antes de siquiera moverse alguien carraspeo. El hotel tenía un gimnasio grande, por lo que no era extraño que los demás Blitzkrieg Boys los acompañaran. Ellos habían estado entrenando con los platos en el piso de arriba, pero verlos bastó para que el pelirrojo se fuera hacia atrás.
—Nos toca contra la PPB-Allstar —dijo Bryan.
Con un asentimiento, Yuriy se puso de pie. Abandonar ese cálido cuerpo, logro que viera de reojo al bicolor que se acomodó antes de ir por su agua. Debió mirarlo hasta que Kai se sintió observado y él fingió demencia del asunto.
—¿Qué? —preguntó Yuriy.
—Nada —sonrió Bryan— .El encuentro es una batalla en parejas.
—Ambos tienen que terminar con su oponente. Si uno pierde, el equipo también lo hace —prosiguió Ian al mostrarle su celular, donde la noticia se había publicado en la página del torneo.
—No van a rebelar la arena —señaló Spencer.
—Por supuesto que no, ¿Dónde está la diversión en eso? —dijo Yuriy. A pesar de su tono mordaz, los demás sonrieron.
—Deberían ir tras Rick primero —sugirió Ian.
—Eso sería asumir que ellos irían por Yuriy primero —dijo Bryan con toda la sinceridad del mundo. Fue sin malicia, pero se ganó una sucia mirada por parte de su capitán— ¿Qué? Es verdad.
—Max no haría eso. Van a permanecer juntos —dijo Kai antes que Ivanov pudiera defenderse.
—O tal vez eso espera que pienses, pero en realidad harán otra cosa —contradijo Spencer.
Era posible. Kai no iba a subestimar a sus amigos ni a sus estrategias de batallar. Sin embargo, cuando su celular sonó con la llegada de un mensaje, todo lo concerniente al encuentro se disipó. Era de Julia, decía: "Ven al parque Nigishiki en 30 minutos"
—Tengo que irme —dijo al guardar el aparato para ir a recoger sus cosas— .Los veo luego.
—¿Qué es más importante que esto? —resopló Ian— .Tenemos poco tiempo para armar una estrategia.
—Creo que pueden vivir sin mí durante un par de horas. Procuren no extrañarme tanto.
Una fiera mirada relampagueó en los ojos carmín. Era una expresión desafiante y salvaje, pero por alguna razón Yuriy sonrió con disimulo. Apenas los demás lo miraron, supo que esperaban que ejerciera su poder como capitán. Por alguna razón pensaba que podía prohibirle irse, como si no conociera al Hiwatari.
—Preferiría ducharme y comer algo antes de elaborar una estrategia —dijo Ivanov.
—¡Si! —celebró Bryan— .Me estoy muriendo de hambre.
Ian lo fulminó con la mirada, pero aun Spencer que lo apoyaba, lo abandonó con la idea un desayuno. Él también tenía algo de hambre (si pensaba en ello), pero no iba a darles la satisfacción de mencionarlo.
—Espera Kai —dijo Bryan en cuanto el bicolor se alejó.
Sin interés en ellos, Yuriy se movió para ir por sus cosas mientras Ian y Spencer lo siguieron de cerca. Al principio sólo lanzaron hipótesis y posibles estrategias, incluso sugirieron cambiar algunos anillos y discos de ataque y defensa, pero el pelirrojo dejó de prestarles atención en algún punto. No supo exactamente como sucedió, de repente su mente estaba llena de posibles fórmulas de batalla, hasta que la voz de sus amigos apenas y fue un eco en el fondo.
Ahora su mirada quedo fija en Bryan y Kai. Por la distancia no sabía de lo que hablaban, pero cuando Hiwatari rodó los ojos y sonrió ligeramente, Yuriy frunció el ceño por instinto. Si acaso detuviera que adivinar, diría que el fastidio que estaba experimentando eran gracias sus instintos, los que por cierto estaban atrofiados pero que no recibieron el memo que decía que Kai era un Alfa.
Aunque verlo tan "amistoso" con Bryan no era algo nuevo, ni tampoco hacía que se sintiera celoso ni nada. Eso sería estúpido. Además aun asumiendo que a Kuznetzov le interesara otro Alfa (y ese no era el caso), él es el tipo de persona que si le gustaba alguien, la molestaba como si tuviera cinco años e intentara llamar la atención de la chica bonita al halar su cabello.
Sin embargo, su amigo si lo molestaba bastante y ambos parecían llevarse bastante bien.
—¿Estas escuchando? —preguntó Ian cuando su capitán se removió incómodo.
—Si —mintió sin despegar la mirada de los otros dos. Entrecerró los ojos cuando Kai le dio un puñetazo a Bryan en el brazo, mientras Kuznetzov se rio divertido.
Sí. No estaba celoso. ¿Por qué lo estaría? Ni que le importara ni nada.
Molesto dio media vuelta con la mandíbula apretada. Sujetó su mochila con tanta fuerza, que podría hacerse daño. Los rusos lo siguieron en silencio sin entender porque de repente había un aura oscura a su alrededor.
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El parque Nigishiki era tan grande, que incluso poseía una zona de ciclistas que se perdía entre un pasaje de árboles. Se encontraba apartado del hotel, por lo que Kai debió tomar el autobús para llegar. Iba 5 minutos tarde, así que en algún punto comenzó a correr. El movimiento y la vibración de sus pasos dolían, pero se negó a quejarse. Además, una vez Dinastía F lo vio llegar, se puso de pie.
Julia tenía los brazos cruzados, aparentemente molesta por el retraso. Raul por otro lado, se veía ansioso y casi inquieto. El contraste era extraño, pero Kai enarcó una ceja mientras respiró con fuerza el aire frio de la mañana.
—Llegas tarde —acusó la rubia.
—Dije que lo haría —respondió Kai algo arisco. Después de todo tuvo que correr y se perdió dos veces— ¿No recibiste mi mensaje?
Ella se puso roja, quizás por la rabia o la vergüenza. Kai no estaba seguro, pero podía recoger era aura combativa que buscaba pelea. Tal vez por eso durante el breve silencio que los acobijó y el viento que meció los árboles, Julia lo fulminó con la mirada mientras apretó los puños. Era demasiado temprano para que hubiera alguien más, de hecho estaba seguro que los hermanos entraron ilegalmente al lugar, pero no es como si le importara.
—¿Qué quieres? —soltó Julia de mala gana.
—¿Qué quiero de qué?
—¡Sabes de que hablo! —reclamó con la mandíbula apretada y una fiera expresión— ¿Qué quieres a cambio del secreto de Raúl?
Sabía que ellos estaban tensos por todo el asunto, pero la sola mención lo descolocó hasta el punto en que se mostró sorprendido. Había pensado mil escenarios nada favorables y desenlaces macabros de esa reunión "secreta", pero nada de eso incluía que intentaran sobornarlo.
—¿Qué?
—¿Qué quieres? —repitió Julia— Entre más rápido terminemos con esto mejor. Así que comienza a hablar. Di tu precio.
Una mirada más profunda, le mostró las grandes ojeras bajo los ojos que ambos tenían. También se veían preocupados y un poco paranoicos. Kai entendía porque, pero eso no significaba que la situación lo hiciera sentir cómodo.
—No quiero nada —respondió con seriedad— .No voy a decirle a nadie.
Hubo un breve y molesto silencio, donde nadie sabía que decir.
—No juegues con nosotros Hiwatari —siseó Julia con el ceño fruncido y la mano sospechosamente cerca de su lanzador.
—¿Por qué no? —preguntó Raúl tan descolocado como su hermana.
—No estoy jugando —respondió Kai al mirar a la rubia, para luego volver su atención al muchacho— .Miren, entiendo que no confíen en mí pero…
—¡Por supuesto que no confiamos!
—¡Julia! —regañó Raul.
Si la situación no fuera tan tensa, resultaría gracioso como Julia, una Alfa, se mordió los labios porque había hecho enojar a su Omega. Eso obviamente no disminuyó su hostilidad, sólo la hizo fruncir el ceño y apretar los puños. Parecía al borde de perder el control, de necesitar una estúpida y pequeña excusa para saltarle encima. Seguramente para eliminarlo del camino y esconder su cuerpo entre los árboles, o de plano enterrarlo. Después de todo, ¿porque otro motivo lo citaron tan temprano en un parque abandonado?
—Escuchen. No me interesa que seas un Omega —sentenció— .No, no me interrumpas —le advirtió a Julia— .Eres un buen blade luchador Raul. No voy a decirle a nadie porque no hay nada que decir.
El shock inicial dejó a los otros dos con los ojos bien abiertos por la sorpresa. Le recordó cuando sus amigos se enteraron, mientras él se hundía en un rio congelado de Rusia. Las palabras nunca han sido lo suyo, mucho menos palabras de apoyo y confort, así que intentó recordar más o menos lo que Tyson le había dicho.
Claro que luego de un par de minutos de inactividad, se preguntó si acaso lo habían escuchado o entendido lo que quería decir.
—No te creo —insistió Julia.
Al menos su voz no sonó tan agresiva, pero el bicolor se llevó una mano a la nuca para aflojar la tensión y su propia frustración.
—No sé cómo convencerte —admitió— ¿Por eso me citaron aquí? ¿Para deshacerse de mí?
—La idea fue debatida —dijo Julia con una arrogante sonrisa torcida. A su lado, Raúl se relajó un poco.
—Escuchen, sé que esto es raro y ninguno planeaba encontrarse en esta situación, pero ya que lo estamos, Judy podría ayudar.
—¡¿Le dijiste?!
—No le he dicho nada a nadie —resopló Kai al rodar los ojos— .Pero….ella me ayudo con una amiga Omega una vez. Hizo un supresor diferente, más duradero. Es un buen médico y sabe guardar secretos.
No iba a decirles que era un Omega (de ninguna maldita manera) Y aun cuando entendía su recelo, también quería ayudar sin terminar perjudicado. Tal vez por eso, apenas su celular sonó se sintió aliviado de salir de la conversación, así que se alejó y contestó.
—Tenemos que hablar.
¿Por qué hoy todos salían con esa maldita palabra?
Extrañado, Kai alejó el celular para asegurarse que era el número de Yuriy. Luego sólo se sentó en una banca y se masajeo el puente de la nariz.
—¿Estas terminando conmigo? —soltó sin tacto. Le pareció escuchar que el otro se rio suavecito, pero fue un sonido tan distante que no pudo asegurarlo.
—No estamos terminando —aseguró Ivanov— .Es sólo que…la BBA está organizando una fiesta.
—¿Y eso tiene que ver conmigo por qué….?
—Es obligatorio. Tienes que ir con saco y corbata —respondió con apatía— .Y aunque no lo fuera, se me ha informado que pasar tiempo juntos como equipo fortalece las relaciones.
—¿Enserio? ¿Quién lo diría? —sonrió divertido.
—Ian me dio una muy colorida explicación al respecto. Son dos horas de mi vida que no recuperare.
—¡Yuriy está siendo un tirano! —gritó Bryan.
De inmediato hubo una discusión en ruso que lo hizo reír. Los insultos cesaron cuando le pareció escuchar una puerta cerrándose; probablemente Yuriy salió de la habitación.
—¿Así que un tirano? —preguntó sin poderlo evitar.
—Es totalmente infundado.
—Suena como algo que Bryan diría —molestó divertido.
—Sí, bueno…no importa —divaga y Kai creé que hay algo diferente en su voz— .No llamaba para nada de eso, en realidad con la fiesta de la BBA no podemos entrenar esta tarde.
—Entiendo —admitió de repente serio, como se supone que debe ser cuando se trata de Ivanov, sin embargo últimamente se ha acostumbrado a tenerlo tan cerca, que a veces olvida que no son amigos.
—¿Entrenamos después de la fiesta?
Para no sonreír, Kai debe morderse los labios. Tal vez Ivanov estaba siendo motivado por sus obligaciones como capitán, pero una parte sabe que él no es tan bastardo como intenta parecer. Si quiere ayudar, es porque genuinamente quiere hacerlo.
—¿Sigues ahí Hiwatari?
—Da (si) —responde— .Seguro. Entrenaremos después.
—Genial —sonríe Yuriy— .Nos vemos luego.
—Bien.
Sin nada más, ambos cuelgan. Kai se queda quietó un largo instante sin pensar en nada en particular, hasta que siente una emoción difícil de explicar. Es un extraño entumecimiento, que le hace preguntar exactamente a qué se debe. Al final decide que no vale la pena y se pone de pie para volver con Dinastía F.
—Iremos contigo —dice Raul.
—Te mataremos si algo malo sucede —promete Julia con una gélida mirada.
Esto de repente se volvió un paseo con Boris y Voltaire; Kai casi tiene ganas de rodar los ojos, pero va aceptar lo que puede tener, así que comienza caminar fuera del parque. Entre más rápido solucione esto, más rápido podría volver a la normalidad. Puede que este atascado con ellos, pero cada advertencia en su cabeza le dice que debe poner tanta distancia como pueda.
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En la noche, la fiesta de la BBA es elegante y aburrida como el infierno. Tal vez Yuriy no lleva smoking, pero él no es un tipo que disfrute usando corbata. Debió aflojarla un poco antes de resoplar entre dientes y dar un aburrido vistazo alrededor. Está en un la piscina del hotel, donde suena música de fondo y hay personas sólo ve en reuniones como estas.
La fiesta parece un éxito entre los empresarios y cualquier persona que disfrute llevar corbata y tacones altos. Está en pleno apogeo, pero Yuriy que se encuentra en la barra del bar (bebiendo coca-cola porque sigue siendo menor de edad), ve con apatía a los demás.
—Hn —gruñó.
Lo que sucedió esa mañana con su equipo, es lo que lo trajo ahí en primer lugar. Los presionó demasiado; exigió y no los trato de la mejor manera, aun cuando no tuviera una buena razón para reaccionar de esa forma. Lo único que sabía es que estaba enloqueciendo, así que iba a ahogar sus penas con coca-cola. Gracias.
Con un suspiro agachó la mirada y meció la bebida para ver los hielos moverse. Un trago de verdad le vendría bien, pero el barman no se lo iba a dar. Tenía órdenes y no se dejaba sobornar, lo sabía porque vio a Enrique intentarlo.
—Si sigues frunciendo el ceño así, se te va a congelar la cara y tendrás que vivir luciendo como si acabaras de chupar un limón —bromeó Bryan cuando se acercó.
Yuriy lo miró sin mucho interés. Puede que haya congelado los blades de los demás, lo que no sólo fue estúpido sino que los obligó a ir por repuestos. Incluso podía ver las pequeñas heridas en su amigo y las marcas que teñían la pálida piel. Bryan parecía de mejor humor que Ian y Spencer. Fue el bajito el que le exigió un descanso y una compensación luego de descongelar su blade con un secador de cabello. El pelirrojo tuvo que costear los repuestos y acceder a venir a la estúpida fiesta, con promesas de no escapar cuando tuviera la oportunidad.
—¿El motín continua? —preguntó con ligereza.
—Yo no me preocuparía. Los niños son felices con los regalos —ironizó Bryan con ese humor ligero que lo caracterizaba.
—Oh que alivio, no hubiera podido dormir —dijo Yuriy con una sonrisa torcida. Su amigo se rio, pero a pesar de la comodidad que de repente se instauró entre ambos, el pelirrojo volvió a escanear la fiesta.
Cuando encontró lo que estaba buscando, sonrió ligeramente con el vaso contras los labios. Hay muchas personas, pero se las arregló para encontrar a Kai junto a sus amigos. Desde que llegó el bicolor, lo ha seguido desde la distancia sin poderlo evitar.
—Deberías decirle —dijo Bryan de la nada.
—¿De qué hablas? —preguntó Yuriy al mirarlo.
Kuznetzov se ve tranquilo, aunque una pequeña sonrisa curva sus labios. Es lo suficientemente extraño como para que el capitán ruso parpadee en confusión.
—No es nada —asegura Bryan— .Hey Kai, ¿Cómo estás?
Como si hubiera dicho que el mismo Boris estaba tras su espalda, Yuriy se movió para ver al bicolor acercarse sin prisa. Antes de irse, Bryan le palmea la espalda y va a hablar con Julia. La muchacha parece menos arisca que la última vez que la vio, aunque pierde interés en ella apenas un par de infiernos carmín lo miran con detenimiento.
—¿Nos vamos? —preguntó Kai.
—¿Ya te aburriste?
—Desde que llegue.
Es algo en lo que Yuriy puede simpatizar, así que se toma su coca-cola de golpe y deja el vaso a un lado. Ha pasado casi cuatro horas en el lugar, así que cree que cumplió su sentencia.
—Vamos —indica al colocar una mano en la base de la espalda de Kai, para guiarlo. También se desabrocha el saco, porque comienza a sentirse sofocado.
Al igual que Hiwatari, él tiene sus propios motivos para querer irse. Un Alfa sin unión como él, suele ser asediado por coquetas /os Omegas que tienen una debilidad por los capitanes. Afortunadamente las leyes de la abadía son estrictas, o Ian ya estaría buscándole una pareja.
Yuriy no quiere una pareja, quiere que su mano no se sienta como si se estuviera quemando por tocar a Kai. Todo ha sido tan confuso últimamente, que ahora que sabe que está reaccionando ante el arisco Alfa, no está seguro de cómo debía actuar o que hacer.
Sin mencionar que el entrenamiento cuerpo a cuerpo es lo peor. Ivanov podía recrear cada momento y los pequeños gestos que disparaban su corazón; lo primero que notó fue el calor y la presión de su cuerpo, lo segundo los cortos jadeos que resonaban en su oído y lo tercero….demonios, lo tercero hace que se sonroje, porque Kai estaba bajo su cuerpo cada vez que hacia una llave y olerlo es inevitable.
Su mente puede situarlo con facilidad (y de manera muy inapropiada si debía ser honesto), gimiendo con cada embestida, diciendo su nombre mientras su aroma se mezcla con el de suyo. Si pudiera dejar una marca, haría que todos sepan que no pueden tocarlo.
—Hn.
Con un gruñido, Yuriy lo suelta y da disimuladamente un paso lejos. Acaban de salir del hotel, por lo que la noche los recibe con un frio agradable. Ayuda a calmar al pelirrojo que siente el rostro repentinamente caliente; él se niega tercamente a mirar a nadie en particular, mientras aprieta los puños con tanta fuerza que sus nudillos se vuelven blancos.
—Ivanov —llamó Kai cuando llegaron al parque más cercano.
Si fueran a practicar alguna de sus estrategias, no estarían al aire libre donde cualquiera podría copiarla; esto es más bien un calentamiento para ajustar el brazo herido del bicolor. Sin embargo, el pelirrojo omitió el pensamiento cuando giró hacia él. Kai se quitó la corbata y desabrocho los primeros tres botones de su camisa blanca, pero dejó el saco azul en su lugar. Se veía desarreglado de la manera más sexy posible, aunque fue algo que lo hizo carraspear sin razón aparente.
—Tengo algo para ti —comentó Kai al sacar algo del bolsillo del pantalón.
En silencio, Yuriy recibió un pequeño paquete del que sacó un nuevo anillo de ataque. Era diferente al que tenía Wolborg. Si se lo ponía debería cambiar el anillo de defensa también. No es como si el lobo tuviera problemas, esto en realidad era para su encuentro con la PPB-AllStars.
—Gracias —murmuró algo confundido.
—Has sido de ayuda Ivanov.
Sólo con eso, Yuriy lo mira un segundo demasiado largo, antes de sonreír en un gesto medio insolente.
—Uh… ¿estas intentando agradecerme? —molestó.
Kai que espera una reacción así, rueda los ojos mientras una leve sonrisa curva sus labios.
—Dámelo, cambie de opinión —dijo al extender la mano.
—Parece un regalo aceptable. Me quedare con él —dijo Yuriy al alzar la mano para evitar que se lo quitara.
—Eres un idiota —señaló Kai con un humor ligero mientras se quitó el saco.
Yuriy lo imitó, dejó el saco y la corbata en una banca, pero mientras lo hace, Kai dobla las mangas de su camisa hasta los codos. El ruso es un buen capitán, lo había apoyado últimamente y no sólo con el entrenamiento; es algo que el bicolor ha empezado a notar cada vez con más facilidad. Como el otro día cuando lo acompañó a dejar Emma, o le ofreció su habitación luego de haber sido golpeado por el gorila. Incluso se quedó a su lado sólo para evitar que Tyson y los demás se acercaran. Sabía que eso último tal vez no contaba porque a Ivanov le gustaba fastidiar a sus amigos, pero de alguna manera se siente así. Sin mencionar lo mucho que lo "cuido" en la última prueba (por llamarlo de alguna manera).
—Eres un buen amigo Ivanov —soltó de la nada y sólo con eso el otro se congela.
Sonaba tan condenadamente sincero, que Yuriy sólo puede girar para verlo.
—Sí, amigos —repitió y el bicolor sonrió ligeramente satisfecho.
Parecía que eso eran ahora. Últimamente pasaban tanto tiempo juntos, incluso fuera de las prácticas y todo lo concerniente al equipo, que resultaba lógico pensarlo. Demonios, Yuriy debería sentirse feliz o tranquilo, pero únicamente se remueve inquieto.
—Hey…—llamó el ruso luego de un corto silencio. Kai que tenía su lanzador listo para empezar, lo miró con calma— ¿Quieres comer algo después?
Esta vez, fue Kai quien parpadeó un par de veces en confusión. Si Ivanov supiera que le estaba ofreciendo comida a un Omega no lo haría, después de todo eso demostraba que podría proveer para él. Era un pensamiento medio estúpido, porque ya antes han compartido una comida juntos, así que se muerde el interior de la mejilla mientras frunce ligeramente el ceño.
—Tengo algo que hacer después.
….como ir a robar unas cuantas farmacias. Estaba algo corto de supresores y no iba a usar a Hiro para hacer su trabajo sucio.
Yuriy por otro lado, se patea mentalmente mientras su mente grita un: ¡¿Acababa de invitarlo a salir?!
¡¿Qué demonios estaba haciendo?!
—¿Tal vez mañana? —ofreció Kai.
—¿Mañana? —repitió Yuriy descolocado a lo que el otro asintió— .Si, seguro. Mañana está bien.
Kai asintió una última vez y se alejó para tener espacio para lanzar su blade. Estando de espalda no vio la sonrisa que curvo los labios de su capitán. El gesto desapareció apenas giró, pero el pelirrojo terminó mordiéndose los labios debido a la inesperada emoción que golpeó su pecho.
En el fondo sabe que está jodido, pero más tarde lidiaría con las consecuencias, ahora iba a disfrutar de la adrenalina que lo sacudió sin aviso; mientras se convencía que esto no era una cita, era algo que hizo latir su corazón como loco, pero no una cita. Gracias.
CONTINAURA:
Ann (Happy Dance): ヘ(*¬*ヘ) (ノ*¬*)ノ ヘ(*¬*ヘ) (ノ*¬*)ノ
Ro (Happy Dance): ~(*¬*)~
Ann: Como adoramos a Yuriy y Kai, el próximo capítulo será la cita *¬*
Ro: No es una cita, según Yuriy xD.
Ann: Naaa, que va a saber él ñ¬n, es definitivamente una cita. ¡Yo lo vi! Él se la pidió *¬*. Es tan lindo O(*¬*)O
Ro: xD, Oks, por otro lado lamentamos la pequeña demora o.o, nos mudamos otra vez y el cambio fue un poco extraño Ne oO.
Ann: Hai o.o, odio las mudanzas =¬=
Ro: En verdad disfrutamos de este Fic, así que Gomen por la demora n-n.
Oks, por el momento nos despedimos n-n. Como saben el Fanfiction está colocando los anónimos como Guest oO, así que no sabemos quienes escriben. Por favor coloquen sus nicknames para poder responderles adecuadamente n—n.
De acuerdo como hay una estúpida norma en el FanFiction que impide contestar los Reviewer en el Fic ¬¬XXX, lo hare en mi profile n-n.
Para llegar al profile sólo tienen que ir a la parte superior donde dice Autor: Ann Saotomo. Bueno, ya saben PERSONAS ENCANTADORES QUE SE TOMARON LA MOLESTIA EN ESCRIBIRME VALLAN A MI PROFILE PARA VER SUS RESPUESTAS n-n
NOTA: QUIENES ESTAN REGISTRADOS EN EL FANFICTION, LES ENVIE LAS RESPUESTAS A SUS RESPECTIVAS CUENTAS oO, SI ALGUIEN NO LA RECIBIÓ POR FAVOR AVISAR! (Aunque si tienen bloqueada la opción para enviar mensajes o.o, entonces lo pongo en mi profile)
Para dejarme un Reviewer escriben dentro del rectángulo que está aquí abajo n.n, no hay necesidad de estar registrado en el Fanfiction para hacerlo, o si prefieren me escriben a mis e-mails los cuales encontraran en mi Profile.
Se despiden:
Ann (happy dance part2): ヘ(*¬*ヘ) (ノ*¬*)ノヘ(*¬*ヘ) (ノ*¬*)ノ
Ro: ¡Omega Kai O(*¬*)O! Moe, moe, moe *¬*
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