Bleach
Toshiro - Karin
Advertencia: pasados los 17 meses después de la pelea de Aizen y se mencionan además los capítulos 132 y 316 del anime.
Capítulo I
La había jodido medio a medio y las palabras de la ebria Matsumoto comenzaron a tener tanto sentido.
"Capitán… no importa lo duro que entrene, lo mucho que se esfuerce por protegerla… para ella nunca dejará de ser Shiro-chan."
Usualmente Matsumoto no era tan directa y elocuente cuando estaba en estado de embriaguez, pero al parecer era algo que ella ya había pensado en su estado normal. Y no le extrañaba, él mismo sabía que su Teniente no era lo superficial que aparentaba ser y ella sabía que podía transgredir muchos límites que aunque lo irritaban en realidad a él no le molestaban realmente en el fondo, pero ella nunca se inmiscuyó en su vida personal, por lo que le llamó la atención su comentario.
Había perfeccionado su Bankai, había crecido; pero él seguía observando como ella lo trataba igual que antes, e incluso más distante luego de los distintos sucesos que hicieron temblar los cimientos de su relación, habían hecho que dudara de él, que se enfrentaran y que se lastimaran... Ella estaba rota luego de todo lo acontecido y le costaba aceptarlo. Le dolía verlo; después de lo de Aizen, Momo no volvió a ser ella.
"Capitán… no desperdicie su vida mirando a alguien para quien nunca será lo más importante; no cometa el mismo error que yo…"
Había arrojado algo real y concreto con una mujer cuya única estupidez en la vida había sido fijarse en él.
Mientras besaba a esa otra chica, que había sido su primer amor, no pensó en ella, sólo pensó en él y en sus muy arraigados sentimientos por quien besaba en ese momento. Ni siquiera se dio cuenta de que la estaba engañado, sentía que era algo que debía hacer, que necesitaba hacer; que se lo debía a sí mismo… mucho menos pensó en ella mientras la situación se volvió más demandante y con el calor la ropa comenzó a sobrar y el contacto se hizo cada vez más directo y necesario. No tenía experiencia pero se dejó llevar por sus instintos y fue satisfactorio, hasta que Momo se largó a llorar, cubriéndose y siendo incapaz de mirarlo a los ojos. Ella se había arrepentido justo después de terminar, ni siquiera teniendo el tacto de no hacerlo delante de él y fue cuando lo entendió: si realmente lo amara cuidaría de no lastimar sus sentimientos, sobre todo después de lo que habían compartido. Ella no quería mirarlo y él comprendió que era el momento de irse, habiendo entendido finalmente que ella nunca podría verlo con otros ojos, independiente de lo que habían hecho.
Al llegar a sus aposentos y al saberse rodeado de lo que era más familiar para él, finalmente pensó en ella, en Karin y se sintió sucio por no haberla considerado mientras se involucraba con la que había sido su amiga de infancia, porque después de lo acontecido no estaba realmente seguro de qué pasaría con ellos. Y Karin… la chica humana con mucho reiatsu que había fijado su atención en él, aun sabiendo que él no era parte de su mundo; ella había elegido esperar a que él fuera de visita al mundo real, siempre tomando lo poco que él le daba y agradeciéndole en cada oportunidad por haber compartido un poco de su tiempo con ella.
Toshiro se sintió agotado de pronto. Su energía había sido drenada por su estado de ánimo, pero no lo suficiente como para no tomar un baño primero y siendo incapaz de dormir después de eso, no paró de dar vueltas en la cama, reflexionando sobre lo que había pasado y se dio cuenta de que no importaba que él hubiese alcanzado una posición que nadie nunca había alcanzado antes a su edad; él seguía careciendo de experiencia y aquello no se compensaba con talento y poder.
En un principio Karin era solo una chica que llamó su atención por poder ver cosas que los humanos convencionales no podían, y después de saber que era la hermana de Kurosaki tuvo sentido que ella tuviera esa habilidad, pero fue cuando visitó a Haru obaa-chan y ella le había dicho muy feliz que esa buena chica que lo había acompañado en la última oportunidad, la venía a ver seguido, tal como había prometido.
—Mira ahí llegó— le advirtió la anciana— no la esperaba el día de hoy… debe haberse percatado que estabas acá.
Habían pasados dos años desde la última vez que la vio y no pudo sino sorprenderse como los años habían hecho de ella una adolescente muy hermosa. Su pelo había crecido y sus formas se habían definido. Y su reiatsu había incrementado considerablemente.
—¡Buenas tardes obaa-chan! — saludó ella amigablemente.
Y fue entonces que él se percató de que ella estaba buscándolo con la mirada.
—Hola, Toshiro… ha pasado tiempo — dijo ella sonriente.
No la había visto con uniforme y debía aceptar que se veía bastante atractiva.
—Hola, hermana de Kurosaki — respondió el chico.
—Tengo nombre y es Karin ¿sabías? — contestó ella sin enfadarse.
Él sabía cuál era su nombre, no obstante no sabía por qué no podía verbalizarlo. Se sentía extraño dirigirse a ella por su nombre; a ella y a cualquier mujer, de hecho.
—Has crecido — comentó ella mirándolo.
—Tú también— admitió él.
Toshiro se despidió de Haru obaa-chan y para su sorpresa la chica lo siguió.
—¿Tienes algún partido que ganar y necesitas mi ayuda? — inquirió él — Lo siento, pero en esta oportunidad vengo por poco tiempo.
—No, no es eso… yo… ya no juego soccer — confesó ella.
Aquello lo tomó por sorpresa; ella parecía amar ese deporte. Quiso preguntarle el por qué, pero pensó que tal vez no era de incumbencia.
—¿Por qué no habías venido?— preguntó ella curiosa.
Las cosas en la Sociedad de Almas habían cambiado luego de la derrota de Aizen, y la evidencia de que su poder no había sido suficiente para proteger a nadie había quedado patente, lastimando su orgullo de Capitán, de Shinigami y de hombre.
—He estado ocupado — respondió él simplemente.
—Ah… comprendo. Sabes… Haru obaa-chan no ha estado bien de salud — agregó ella.
—Gracias por acompañarla; no pensé que lo cumplirías tan bien — agradeció Toshiro.
—Es un agrado poder compartir con alguien que tiene las mismas capacidades que yo… es reconfortante hablar con ella; sabe mucho — agregó con una sonrisa.
Siguieron caminando ella siguiéndolo desde atrás, distraída.
—Aquí es dónde nos separamos; debo regresar — dijo él.
—Oye… - habló nerviosa — no te pierdas por tanto tiempo. Haru obaa-chan ha estado preocupada por ti… de si te había pasado algo.
—Lo tendré en cuenta — aceptó.
A partir de ese día él fue a ver a la abuela más seguido y él podía apreciar el notable deterioro de la anciana, su reiatsu disminuía y Karin lo notaba también y ella se notaba visiblemente afectada.
Hasta que el día de su muerte llegó y él personalmente realizó el konso.
—Ya no tienes motivos para seguir viniendo — evidenció la chica.
Él lo había pensado también.
—Supongo que esta es una despedida…nunca me alegré de poder ver espiritus o fantasmas… pero me alegro de poder hacerlo ahora; te conocí a ti… y a obaa-chan. Gracias — habló ella con sinceridad.
La mirada de la chica le provocó algo en el pecho y quiso decirle que no era necesario que se despidiera para siempre, pero sabía que no iba a ser capaz de prometer alguna cosa y se quedó callado.
—Cuídate, Toshiro… y si algún día decides venir de nuevo pasa a visitarme. Me daría gusto volver a verte — admitió la chica.
Toshiro vio en los ojos de la chica verdadera tristeza, tal vez haber perdido a obaa-chan había sido un golpe duro para ella. Quizá no sería tan malo decirle que volvería algún día
—Nos volveremos a ver — soltó él de pronto.
Él vislumbro verdadera alegría en su rostro tras sus palabras… ¿pero por qué? Se cuestionó y mientras lo hacía la chica se acercó a él sin que se diera realmente cuenta de sus intenciones y lo besó; no fue un roce, fue algo más duradero y él no se apartó, por muy sorprendido que aquella acción lo tomó. Sus labios eran suaves y cálidos, y cuando sus manos fueron a su rostro pensó que aun cuando era una experiencia nueva no le fue desagradable en lo absoluto, por lo que cuando ella se alejó sin aviso, tal como cuando se había acercado antes, siguió sintiendo sus labios sobre los de él.
—Eso espero — dijo ella.
Y él observó que se alejaba, sin mirar atrás.
Ese fue el comienzo de sus visitas con regularidad al Mundo Real. Había sido difícil admitir que estaba más interesado de lo que debería en una humana, pero sentía que estar con ella le hacía bien. A ella le gustaba él y era algo completamente distinto. Ella siempre sabía cuándo él iba y lo esperaba sonriente. Nunca le hizo preguntas de por qué tardaba o por qué no iba más seguido, ella simplemente aceptaba lo que él podía darle y fue así por unos meses, hasta que volvieron a besarse y esa ocasión el que lo había empezado había sido él, cuando le preguntó por qué había dejado de jugar soccer y ella se volvió seria de pronto, y desde ahí comenzaron una relación de la que nadie sabía. Aunque él por los comentarios de Matsumoto no estaba tan seguro de que ella lo desconociera por completo, pero confiaba en ella y en su discreción.
Había pasado más de un año en esa situación y aunque era compleja, le había dado un giro distinto a su vida, y le agradaba pensar en esa chica, en los besos en los que compartían; la forma en la que ella lo miraba lo hacía sentir como si fuera alguien verdaderamente especial. A ella no le amedrentaba el blanco de su cabello, porque lo acariciaba dedicadamente mientras se besaban, y en más de alguna oportunidad había dejado claro cuánto le gustaban sus ojos claros, a ella le gustaba tal como él era y eso era lo que él necesitaba, alejarse de los problemas y responsabilidades que significaban ser un capitán del Gotei 13, porque además ella no tenía idea de que era eso y para él eso estaba bien. Además ella no se parecía en nada a ella…
En algún momento se quedó dormido, no sin antes pensar en qué no tenía idea de que se suponía que debería hacer, porque se había dado cuenta de que lo que siempre sintió por Momo era infatuación… lo que él pensó que había sido amor había resultado ser sólo una idea equivocada del amor… y había cometido un error.
Continuará…
Hola, espero que les agrade este nuevo proyecto. No va a ser demasiado largo, tres capítulos o cuatro como mucho, tenía esta idea dando vueltas asi que tomo un breve receso del ichiruki para esta pareja que me agrada también.