No voy a decir nada.

Escribí este capítulo en 2 horas y no sé si quedo bien o no.

Estoy molesta porque me presionan para escribir este fic, no se siente chido.

HASTA EL PRÓXIMO MES.


El ambiente estaba totalmente intenso y oscuro. En el sótano ahora completamente vacío y con una simple silla metálica estaban alrededor. La chica morena se encontraba sentada con la mirada al suelo mientras unas cadenas rodeaban su cuerpo en toda su totalidad.

Marinette, Adrien, Fiorella y Charlotte se encontraban en la habitación mirando a la morena tratar de liberarse, pero era imposible hacerlo... Las cadenas estaban protegidas por un hechizo especial.

La rubia se paró frente a ella y suspiro.

- Muy bien, pequeña traidora. - Bufó Charlotte. - ¿Algo para defenderte?

- Tampoco debemos ser tan crueles. - Aclaró Marinette mirando a Adrien. - ¿Verdad, querido?

- Marinette, ve arriba. - Contestó Adrien seriamente. - Te prometo qué no la lastimaremos, pero tienes que vigilar a Gabriel.

- Vamos para arriba, Marinette. - Interrumpió Fiorella tomando los hombros de la azabache. - Tengan cuidado.

Una vez que la azabache y Fiorella dejaron la habitación, la mirada de Charlotte cambio a un poco más seria, su kwami la acompañaba cómo siempre.

- Mikka, escamas fuera. - Exclamó y su cuerpo se iluminó creando su atmósfera de color azul. - ¿Segura qué no dirás nada?

- Tu hermano no te va a permitir esto. - Bufó seriamente. - El me ama.

Charlotte comenzó a reír, y de un golpe impactó su espada en el suelo. La morena la miro algo asustada. Al terminar de reír simplemente pateo la silla de la chica quedando en una total inclinación y Sword la sostenía con su brazo.

- Si le importaras cómo tú dices ¿Ya estaría aquí? ¿No te parece? - Comentó la azulada. - Seamos realistas.

- Solo eres algo pasajero, una ilusión. - Soltó Adrien de manera seria. - No soy una persona qué argumenta este tipo de cosas, pero lo qué hiciste no fue nada bueno, Fille.

- Eso lo se, pero yo... - Contestó pero fue interrumpida.

- !¿Pero qué Fille?! ¡Pedí auxilio y me ignoraste! - Gritó Sword. - Confiaba en ti, sabes... te consideraba parte de la familia.

Fille bajo su mirada al suelo, y se quedó callada. La peli azul entendió el mensaje y comenzó a subir las escaleras. Estaba totalmente molesta al respecto tanto qué era capaz de volver a luchar con ella.

Observo las miradas de su madre y de su tía Fiorella, ambas chicas se levantaron con rapidez al igual que Adrien II. Pero decidió también ignorarlas, necesitaba sumergirse en el agua, sentirse con libertad. Escuchó a su hermano gritando su nombre, pero estaba transformada y era imposible qué la alcanzara en su forma de heroína.

Al llegar a la orilla del lago simplemente se dejó caer.

Una de las cosas que adoraba cuando estaba transformada, era la capacidad increíble de mantener la respiración, tanto que podía sumergirse hasta las profundidades del lago y sentarse en las rocas qué llegaban al vacío. Se sentía segura, ya qué estaba rodeada de pescados de distintos colores. Y volvió a meditar.

Entonces apareció en la guarida de Hawkmoth, y se preguntó qué rayos hacía ahí. Y una imagen llegó a sus ojos, Blank se encontraba en su lugar.

El moreno estaba atado con cadenas mientras trataba de liberarse con ferocidad. Sword camino hasta llegar a las rejas y este la pudo observar, estaba enojado pero al mismo tiempo estaba contenta por verla. La chica atravesó fácilmente los barrotes y se arrodillo frente a Blank.

- Me utilizaste. - Bufó el moreno mirando a la chica. - ¿Sabes lo horrible qué se siente eso?

- Lo lamento, no pensé qué fuese a importarte. - Contestó cabizbaja. - Me tratabas mal, intentaste matarme, le cortaste el brazo a mi hermano. ¿Qué esperabas?

- Tal parece que los peces espada son torpes. - Respondió Blank. - Por qué bueno, tu eres uno.

- ¿Ves? Ni siquiera sé qué hago aquí, pensaba ayudarte pero no lo haré porque eres... - Sword fue incapaz de articular una palabra ya que Blank la tomo con sus brazos encadenados, la sentó rápidamente en su regazo y le tapó la boca con un beso desesperado.

Sword se dejó llevar por el encanto maligno qué tenía el moreno, tomó el rostro de este para intentar profundizar más el beso pero al final sus dientes chocaron y tuvieron qué separarse por el dolor. La chica tomó su espada y alejó a Blank unos centímetros de ella y cortó rápidamente las cadenas.

- Bien sabes qué las cadenas volverán a formarse ¿Verdad? - Comentó Blank acercándose a la chica.

- Claro qué lo sé, gato estúpido. - Bufó mientras cruzaba los brazos.

- ¿Qué irónico, no crees? - Respondió Blank con una sonrisa. - El gato en busca de su pescado.

Sword no pudo evitar sonreír por el comentario qué el chico de cabello moreno comentó, y después la sonrisa desapareció de su rostro. Se cuestionó por un momento la existencia del chico en la vida real, estaba esperanzada de qué fuese real ya qué lo consideraba terriblemente perfecto para ella.

Volvió a observar a Blank y las cadenas estaban volviendo a rodear sus manos, y esté simplemente comenzó a retroceder.

- Tienes que destruir la planta de energía, es la única manera en la cual puedas detener esto. - Dijo Blank mirando a la chica. - Pero...

- ¿Pero qué? - Pregunto Sword algo asustada.

- Volveré a ser un enemigo para ti... - Advirtió Blank. -Si intento matarte, por favor promete qué me vas a eliminar.

- ¡Para nada! No voy a hacer eso. - Gritó Sword. - No podré hacerlo.

La imagen comenzó a verse borrosa, el poder para meditar se le estaba agotando. Necesitaba volver y rápido o si no se ahogaría en el lago. Se acercó a Blank a puras rastras y le beso las manos.

- Voy a volver por ti... - Exclamó antes de desaparecer y ver una sonrisa en el rostro del moreno.

Y volvió a la normalidad, observó a su alrededor y los pescados no estaban. El ambiente se sentía bastante tranquilo y raro al mismo tiempo. Inició su trayecto a la superficie y pudo notar qué ya era de noche. ¿Cuánto tiempo había pasado sumergida? Al salir del agua se encontró a su hermano en la orilla del lago, simplemente esperándola.

Sword suspiro y se acercó en donde se encontraba el azabache y se sentó junto a él. Minutos después su transformación se terminó y volvió a la normalidad. Adrien II tomó su mano y la sujeto fuertemente.

- Vamos a terminar con esto, te lo prometo. - Exclamó Charlotte recargando su cabeza en el hombro de su hermano mayor.


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