hola que tal aquí actualizando después de mucho tiempo (bueno ni tanto comparado con los anteriores) en fin espero que les guste, estoy haciendo los capítulos cortos debido a que estoy usando un portátil que no es mio y por lo tanto no me puedo extender tanto pero tampoco quiero dejarlos sin capitulo asi que lo siento por eso :c
sin mas que decir espero les guste el capitulo y que me dejen sus lindos comentarios opiniones lo que ustedes quieran todos serán bienvenidos :D
hasta la próxima xoxoxo
Se acerca el peligro
Todo resultaba ser muy confuso a tal punto en que no podía creer como habían sucedido las cosas y como pasaron a ese punto. De tan solo ser dos desconocidos que compartían la misma clase y no se dirigían palabra alguna, a ser ahora dos amantes inseparables.
Era totalmente descabellado, Hinata no le dirigía palabra alguna mientras caminaban hasta la estación de trenes ya que se indignaba a que Naruto gastara en un taxi para ella, el por su parte fácilmente la hubiese llevado en uno de sus lujosos automóviles que tenía estacionado en la lujosa residencia donde pasaba sus horas libres o más bien cuando necesitaba su tiempo a solas, pero le resultaba divertido salir un poco de su zona de confort y más porque estaba curioso en todas las expresiones que esta trataba de ocultar.
Aun así estaban allí, ellos dos solos caminando sin decir nada nada disfrutando de la compañía del otro, aun no hablaban de lo sucedido en el departamento del rubio y es que por más que Hinata intentara decir algo sus pablas no salían con facilidad.
-Oye cerca de aquí hay una papelería quisiera comprar algunas cosas antes de entrar a la estación, ¿No tienes ningún problema cierto?- Sonrió y señalo un cuadra antes donde se encontraba una pequeña papelería.
Ella por su parte se mostraba confundida, no era que no quisiera entrar con él o algo por el estilo más bien se pregunta el "¿Por qué ir allí?" aunque por extraño que pareciera le apetecía entrar a ese sitio pues amaba los lugares en donde podía conseguir cualquier tipo de instrumento para sus dibujos.
-No te preocupes, por mi está bien - Miro al frente sonrojada evitando sus profundos ojos azules.
Caminaron hasta dar con el lugar, era muy pintoresco, el olor a papel y tinta se hacía notar demasiado, para Hinata era perfecto que sin darse cuanta sonrío como una niña entrando a un parque de diversiones.
Naruto por su parte se alegró de tan solo verla, por más que quisiera hacerle un montón de preguntas por lo sucedido aquella noche, no quería incomodarla ni mucho menos apartarla, deseaba ganarse toda su confianza posible o más bien todo lo que proviniera de ella.
-Voy a buscar algunas cosas te parece si me esperas o…-
-No te preocupes Naruto, está bien- Sonrió abiertamente para él y por fin había dirigido su mirada hacia esos perfectos ojos azulinos.
No sabía lo que el estuviese tramando pero sea lo que sea estaba logrando su cometido, no era tonta algo tramaba, así que sin que él se percatara disimuladamente Hinata tomo distancia pero viendo cada detalle de lo que hacía.
Él estaba viendo algunos colores y uno que otros pinceles, en un segundo a otro ya había tomado un cuaderno de dibujo mientras sonría para sí mismo, era gracioso como ella trataba de disimular que no lo estaba expiando le resultaba encantador.
Tomo una par de lápices de colores, plumas, tinta y el cuaderno de dibujos, luego el rubio se dirigió a la taquilla de pago y Hinata solo deseaba que le dijese una vez por todas que es lo que este estaba tramando. Salieron de la tienda y el rubio mostraba en su rostro una perfecta sonrisa que Hinata no dejaba de admirarla aun estando un poco confundida.
Al llegar a la estacion ambos esperaron pacientemente que llegara el tren, la peliazul no dejaba de ver la bolsa que traía Naruto en su mano, deseaba preguntarle porque había comprado tales objetos pero su timidez no la dejaban hablar. Resultaba irónico después de haber tenido una noche apasionada con aquel apuesto y sensual rubio sin pudor alguno, regresaba esa faceta tímida y cohibida que tanto le molestaba.
El rubio por su parte ya sabía lo que debía hacer pero le resultaba tan chistoso verla tan impaciente como una niña con sus dulces que un impulso de querer besarle sus mejillas apareció por su mente.
El tren llego y ambos entraron sin problema, el vagón donde se encontraban no estaba lleno, cosa que le resultaba mejor para el Uzumaki. Se sentaron ambos cerca de una de las puertas y con un gran ventanal al frente podían ver la ciudad, aún era temprano el sol no terminaba de salir, así que un espectáculo de colores rojizos y naranjos resaltaban ese tono azulado oscuro en el cielo.
-Hermoso- Susurro la joven.
El por su parte admirando el cielo sonrió y dirigió su mirada hacia ella percatándose de lo hermosa que era, ¡Dios era una belleza! Sus ojos estaban brillantes y esas largas pestañas azabaches solo resaltaban más su mirada, sus mejillas rosadas adornando su perfecta tez blanca, y esos carnosos labios que solo incitaban a ser besados.
-Creo que es el momento perfecto de darte mi regalo- Ella giro para verlo, encontrándose con aquellos objetos que había comprado en la tienda. «Así que eran para mi» ella se quedó estática mirándolo los reflejos del sol adornaban su perfecto rostro y sin contra como esos rayos de luz se posicionaban en sus ojos azulinos.
-Pero…¿Por qué?- Pregunto con voz suave.
-Supongo que no dejarías pasar una oportunidad como esta para dibujar ¿No es asi?- Sonrio mostrando sus perfectos dientes mienten mientras guiñaba uno de sus ojos –Además… me gustaría verte hacerlo una vez más- en su rostro reflejaba confianza y amabilidad.
Ella estaba encantada y su asombro no salía desapercibido, ¿Cómo era posible que ese hombre fuese real? Sonrió con ternura y tomo el obsequio, sin poder aguantar un minuto más empezó a trazar las primeras líneas en aquel blanco papel. Inspirada completamente aquel dibujo empezaba a tomar forma, era increíble lo rápida y talentosa que podía llegar a ser Hinata Hyuga.
-Quiero que sepas, que aunque ya habíamos acordado que no tendríamos relaciones sexuales, no pienso incomodarte ni mucho menos presionarte Hinata- Miro sereno hacia el ventanal mientras ella se detuvo sorprendida por lo que acaba de decir –No quiero que te asustes ni te apartes de mí-
-Naruto… Gracias- Ella sonrió y sus brillantes ojos resaltaban lo contenta que estaba.
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Después de lo sucedido en el tren Hinata abraza en su pecho aquel dibujo que logro terminar en esos instantes, pero no deseaba que Caruto aun lo viera pues quería hacer algo realmente perfecto para él, algo que lo dejara sin palabras y que pudiera transmitir todo lo que ella le hacía sentir.
-Es injusto que aún no me lo enseñes- Dijo con ironía mientras caminaba a su lado.
-Pronto lo hare- Sonrió para sí misma.
Ya estaban cerca de un par de cuadras para llegar a la residencia de los Hyuuga pero por más que le encantaba la idea de que su cablero rubio la acompañara era totalmente arriesgado y más por lo sucedido en aquel evento, odiaría si su padre se pusiera grosero con Naruto era algo que no estaba dispuesta a soportar.
-Yo si sola desde aquí Naru-
-Ni de coña- La interrumpió –No voy a dejarte sola por ahí Hinata- dijo mientras tenía su ceño fruncido.
-Lo siento pero es mejor que siga sola desde aquí- Sonrió dulcemente para él mientras sigilosamente se acerba a su cuerpo –Por favor discúlpame esta vez- Beso su mejilla.
Giro para empezar a caminar pero un fuerte jalón en su brazo detuvo su andar, el rubio le había robado un beso tan apasionado y tan fugaz que hizo que esta chocara su frente con la del mirando de nuevo sus labios pidiendo un poco más –No me dejes con las ganas de besarte Hinata- cerro sus ojos desesperado –La próxima vez que sea en mis labios- Abrió sus ojos mostrando ese lado ladino y sensual que la hacía enloquecer.
-Naruto necesito irme ya es tarde adema si alguien nos…- Volvió a besarla.
-No me importa- Ella al escuchar eso, solo hizo un puchero mientras su entrecejo se fruncía y un puchero adornaba su angelical rostro. –Bien te dejare ir, pero por favor avísame cuando estés allí- La soltó sin antes volverla a besar y sin dejar como esta seguía su camino.
Él estaba contento no podía negarlo, pero estaba preocupado, no sabía cómo le resultarían las cosas pero estaba más que caro que quería permanecer todo el tiempo que fuese posible con ella. Lo estaba enloqueciendo.
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Hanabi estaba en su recamara dando vueltas una y otra vez esperando la llegada de su hermana ¿Dónde rayos se habría metido? Se preguntaba desde hace ya bastante rato, su padre por más que este no estuviera muy pendiente sabría que en cualquier momento volvería preguntar por ella o simplemente mandaría a alguien para buscarla. El sonido de un par de pasos dirigiéndose a la puerta la hizo entrar en alerta.
-Mierda, mierda, mierda- Susurro mientras corría ara quedar sentada en su cama.
Su alivio fue tan grande que se tumbó a la cama para volver a respirar tranquila.
-He vuelto- Entro en puntillas la mayor de las hermanas. –¿Papá a preguntado por mi?-
-¡¿Es en serio Hinata?! – Su hermana molesta le lanza una almohada dando con su hermana mientras susurraba furica -¿Donde coño estabas? Ya casi son las 10:00 AM obviamente que papá a preguntado por ti ¿Qué esperabas? - Regañó.
-Lo siento Hanabi, te prometo que te recompensare en cuento pueda bien- Hinata sonrió culposa y salió de su la habitación de la menor para dirigirse a la suya, debía tomar un baño y alistarse para poder ver a su padre.
Media hora más tarde Hinata estaba lista para poder encarar a su padre, no había tenido conversación alguna con el más que cuando fue lo de aquel evento que dejo mucho que decir a la empresa y alguno de sus socios, esperaba que ya estuviese más tranquilo.
Salió de su alcoba con un delicado vestido de tirantes color piel que le llegaba hasta sus rodillas, era delicado, bastante cómodo al igual que elegante y por ultimo unas sandalias sin tacón del mismo color que este. Quería estar bien presentada ya que su padre no le gustaba que estuviera en ropa casual, ya no era tan exigente como antes pero aun así deseaba complacerlo pues ya bastante tenía con su indiferencia todos estos días más sin contar los horribles rumores que estaban alrededor de él.
Unos pasos más y estaría en frente con la puerta de su oficina, quedo estática por unos segundos dio un unos cuantos golpes a la puerta esperando una respuesta.
-Pasa Hinata- La voz de su padre la hizo avanzar.
-Buen día padre, disculpa mi demora en llegar- inclino su cabeza y luego lo miro fijamente. Esa imponente figura, tan seria y frívola como de costumbre… tan distante.
-Hinata necesito hablarte de un asunto importante- Su voz pesada la hizo mirar con atención a todo lo que le decía. –Necesito que dejes la universidad por un tiempo y te encargues de unas cuantas cosas en la empresa-
-P-pero estoy a pocos días de terminar el semestre y ade…-
-No me interrumpas- Frunció su entrecejo –Esto es importante, la verdad esperaba traer a Neji para ocupar tu lugar pero debido a que él se encuentra en Nueva York atendiendo unos negocios- Apretó sus nudillos y prosiguió.-No me queda más remedio que seas tú-
-No estoy preparada, al menos dame un tiempo para estar al tanto de cómo funcionan ciertas cosas de la parte interna de la empresa- Protesto ella. –Solo he manejado asuntos externos y no creo estar aún lista- lo miro desafiante.
-Además me parece apresurado, tomando en cuenta que nunca me has querido incluir en tus negocios- Hinata se estaba arriesgando demasiado, pero en cierto punto estaba totalmente clara que no podía manejar esa situación seria sumamente estresante y además si lograba cometer un solo las consecuencias serían desastrosas sobre todo para ella. –No quiero que vuelva a suceder lo de Londres por favor solo dame más tiempo-
-Eres un caso perdido tanto, tiempo estudiando y aun sigues siendo una estúpida, no puedo contar contigo para nada y se supone que vas a heredar todo mi imperio ¡MI TRABAJO!- Empezó alterarse, sus gritos empezaban asustarla de manera que ella comenzó a temblar, aun así ella se mantenía firme sin quitarle la mirada de encima.
El hombre se tranquilizó un poco y se levantó de su asiento, rodeo el escritorio y se posó en frente de su hija.
-En verdad que voy hacer contigo…- Cerro sus ojos, un bufido de cansancio decepción y decepción no pasaron desapercibidos para la joven, unas cuantas lagrimas deseaban salir de su ojos. –Te daré un tiempo para que lo pienses créeme que eres mi última opción más te vale no fallarme Hinata, de esto depende nuestro futuro- Ella asintió.
-Solo dame más tiempo es lo único que pido- Suplico entre unas cuantas lagrimas rebeldes que recorrían sus mejillas –Quiero prepararme antes que nada-
Hiashi solo camino hasta encontrarse con la puerta que estaba detrás de Hinata, ignorándola por completo, sin importarle como esta lloraba por su forma de tratarle hace unos pocos segundos, coloco su mano en la manija de la puerta y respiro profundamente para soltar unas cuantas palabras. –No sé si pueda contar contigo en esto Hinata… te daré algo de tiempo, solo espero que cuando te lo vuelva a pedir tu contestación sea distinta- Abrió la puerta y se marchó.
Hinata solo cerró sus ojos, respiro profundo había aguantado la respiración tratando de contener el llanto que cada vez era más difícil de soportar, limpio sus lágrimas para luego colocar una mano en su pecho. –Espero no decepcionarte una vez más- sonrió melancólica mientras nuevamente sus lágrimas rebeldes comenzaban a salir.
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Eran alrededor de las 12:30 pm y aun no tenía respuesta de Hinata, ella le había asegurado que le avisaría cuando esta llegara a su casa pero al parecer esta se le había olvidado por completo, eso procuro pensar él, miro nuevamente su teléfono por cuarta vez, se estaba volviendo paranoico pero es que ya sentía que debía tenerla cerca o saber de ella si no su mente explotaría.
-Aff cálmate Uzumaki todo está bien tal vez solo se le olvido- Se dijo así mismo –Aun así no es justo Hyuga- Sonrió sarcástico.
Había logrado tomar un taxi y dirigirse nuevamente a su departamento, estaba algo cansado pero más que cansado excitado ya que al solo entrar a su habitación unas imágenes sumamente eróticas de lo anteriormente sucedido inundaban su mente.
Ansiaba poder probar de ella nuevamente, era tan exquisita en todo sentido de la palabra pareciera una mujer sacada del más perfecto sueño. Su piel, sus labios, sus hermosos ojos y su estructural cuerpo tallado por los mismísimos dioses esa mujer no podía ser real. Pero había algo que de cierta forma no lo dejaba tranquilo y es que mientras tenían relaciones se percató que ella ya no era una señorita después de todo, la tímida e inocente Hinata no era virgen.
-Así que no era tan inocente después de todo- Sonrió de medio lado –Pobre idiota al que se ocurrió abandonarla-
El sonido de un teléfono lo hizo salir de sus pensares al mirarlo se decepciono pues no era realmente la persona que esperaba.
-¿Qué quieres?- Pregunto hastiado.
-¡Vaya que mal humor tienes!- La voz al otro lado de la línea sonaba burlesco y juguetón -Te necesito en 20min ni más ni menos es algo que te conviene mocoso y más vale que tu padre no se entere de esto- Colgó el teléfono.
-Joder…- su semblante se puso tenso y el buen humor se había ido por completo –De todas las personas tenías que ser tu… Nagato… hijo de puta- Algo bueno no saldría de ese hombre lo sabía.
Nagato era su primo mantenían cierta conexión pero después que este se metió en asuntos ilegales en el mercado negro se alejaron bastante, cada vez que este llamaba no se trataba de nada bueno algo tramaba y no se era para nada bueno.
Sabia donde tendría que verlo siempre se reunían en el mismo lugar ya pasado los 20min Naruto se encontraba allí en aquel restaurante tomando un Martini esperando la llegada de su primo. Por más que no le gustase la idea de estar allí la curiosidad por lo que este tenía que decirle lo mantenían allí.
-¡Vaya vaya siempre tan puntual!- Apareció aquel hombre de cabello rojizo, y ojos violetas, vestido en un elegante smoking color vino, todo lo contrario a la vestimenta del rubio Naruto solo llevaba unos pantalones negros semi ajustados una camisa blanca y una elegante chaqueta cuero color negra. –Espero no haberte hecho esperar mucho- Sonrió mientras tomaba asiento en frente de él.
-Habla no tengo todo el día- junto sus manos mientras miraba fijamente a su primo su semblante estaba totalmente tenso mientras que el pelirojo solo se reía por aquella actitud.
-No has cambiado nada Naruto, preferiría hablar con menma pero este nunca responde mis llamadas- miro el menú mientras sonreía sarcástico –Bien sabes que solamente hablo contigo cuando se trata de algo importante y más cuando esta influye en "nuestra familia"-
-Suéltalo- Cansado por tanta habladuría quería que este le dijera de una vez por todas que estaba sucediendo.
-Hay un negocio que viene por parte de los rusos, algo grande y que puede afectar a la prestigiosa empresa Uzumaki- Diciendo esto último irónico –Pero lo más extraño e interesante es que su principal proveedor es un japonés que al parecer quiere ver hundida a la empresa de tu querido padre pero el caso es que no sabemos exactamente de quien se trata-
-¿alguna pista?- Pregunto el rubio.
-Ni idea, solo te estoy advirtiendo porque yo también dependo de la empresa- Nagato Sonrio mientras cruzo sus brazos –Tu padre se ha ganado muchos enemigos durante mucho tiempo no me sorprende que alguien se quede tranquilo después de todo.-
EL ambiente se puso tenso y el rubio se encontraba intranquilo, justamente cuando su padre le estaba yendo bien con sus proyectos, pero era de esperarse no era la primera vez que esto sucedida aun así debían cuidarse las espaldas, cualquiera que estuviera involucrado con los Uzumakis era sospechoso.
-Y bien pediras algo para almorzar o…-
-¿Eso es todo? tengo otras cosas que hacer- Se levantó de su asiento-
-En serio que no has cambiado nada-
-Mantenme informado de cualquier movimiento Nagato- Se fue caminando, casi trotando por los pasillos del restaurante hasta quedar con la puerta de salida.
El rubio se fue como alma que lleva en pena, tratando de analizar todo y bucando quien podía ser el principal sospechoso, aun no tenía pensado decirle a su padre, Minato se encontraba en la mejor etapa de todas coma para que algo como esto lo desconcentrara, de esto se encargaría él y si es posible su hermano de eso estaba claro.
–Oh querido primo si te contara con quien te estas relacionando– De su bolsillo saco una pequeña fotografía que al parecer era nada menos que Naruto y Hinata besándose en un suburbio fuera de la ciudad donde claramente vivía la joven –Esto sí que será divertido.- Una carcajada salió de su boca, tomo el primer sorbo de whiskey mientras seguía observando divertido la foto.
–No te imaginas en donde te estas metiendo–
Continuara…