Hola!
Mi nombre es Asm y esta es mi primer colaboración al fandom, sniff.
Espero les gusten estos relatos, y como ya dije, iré avisando más o menos los personajes o al menos el género. Sé que a no todos nos va cierto pairing/ship/otp o como le quieran decir, o el yaoi, etc.
Probablemente no actualice muy seguido, pero tengan por seguro que nuevo material seguirá viniendo.
En este caso me ganó la emoción, y en cuanto plasme la idea del relato me decidí a subirlo. Tengo varios otros en borrador, pero esperarán un poco más. Como la única que lo revisó fui yo, seguro que se me escaparon unos detalles, quizá de ortografía o gramática, no lo sé, procure evitarlo al máximo, pero a veces se cuelan un par de dedazos. Avísenme si ven algo.
Sin más, declaro el copyright correspondiente, ni KoF ni sus personajes me pertenecen, sino a SNK Playmore.
#1: Confusión
– El evento es más mediático de lo que creí. – Adelheid comentó mientras daba vuelta a la página de una revista que había publicado una lista de todos los competidores del torneo "The King Of Fighters" más reciente, en el cual había participado también. Había una página para cada equipo con un perfil que incluía datos básicos sobre cada miembro: nombre, edad, nacionalidad, peso, altura, y de vez en cuando, algunos datos interesantes de algunos de ellos, como torneos o títulos ganados anteriormente. La lista no lo incluía a él, gracias a un par de tratos. No le era conveniente. – Fue una experiencia agradable, a pesar de todo.
– Si me preguntas, a mí no me resultó agradable en absoluto. No estaba preparada para ver muchas… cosas. – Rose hizo sonar la nota una última vez para acabar la melodía, y arrastró hacia atrás el banquillo del piano, poniéndose de pie y avanzando para ir con su hermano.
Aunque Adel se había percatado del desencanto de su hermana con el desenlace del torneo, no esperó que el disgusto perdurará más de una semana a lo mucho. Había subestimado las dimensiones de su orgullo, supuso.
– Muchas cosas, ¿cómo qué? – cuestionó Adelheid, mirando de reojo a Rose sentarse junto a él, llamando con palmadas a su regazo a su pequeño y obeso felino negro.
– Como la falta de pudor de esa "ninja", por ejemplo. – Rose objetó, señalando despectivamente a la fotografía de Mai Shiranui, la kunoichi del "Women Fighters Team". Adel la recordaba, perfectamente, y no podía negar (con los colores subiéndosele al rostro) que semejante indumentaria no parecía la apropiada para combatir, aunque cumplía bien la función de despistar a sus oponentes. –Podría juntar toda la gracia y sofisticación de todos los participantes de ese torneo, y no me alcanzaría la educación para enseñar a un gato a ir a su caja.
Aunque el comentario le hizo reír brevemente, Adel se reprimió para poder responder a Rose apropiadamente.
– Pero al menos no todas las mujeres allí eran como esa señorita, y creo que varias demostraron tener una gran fuerza…
– ¿Oh? – Rose alzó las cejas, la incredulidad expresada con arrogancia, a la vez que quitaba a su hermano la revista para hojear un poco. – ¿Es que alguna ha llamado tu atención, particularmente, Adel?
La voz cantarina de Rose punzó a Adel con la burla, mientras ella veía el rostro de cada participante, tratando de adivinar cuál de todas ellas era digna de el halago de su hermano. Había caras lindas, sin duda, pero… nada al nivel de Adel Bernstein. No había elegancia, ni verdadero poder o carácter.
– No, no es así, Rose… – Adel se apegó a ella, hombro con hombro para poder mirar también el rostro de las peleadoras. Vaciló un poco, para añadir casualmente: – Aunque hubo alguien que me pareció… interesante.
– ¿Quién? – Rose dijo en un tono más bajo, deteniéndose en una página. Había una mujer de cabello azul, con prendas militares y una mirada fiera. No conocía del todo los gustos de su hermano en ese aspecto, pero era la única opción que parecía viable.
– Bueno…– Adel se inclinó y cambió la página, retrocediendo dos hojas, y entonces señaló. – Ella.
Siendo su hermano, Adel conocía ya lo suficiente a Rose como para saber lo que venía. Siempre que intentaba halagar a una chica, pasaba por la inclemente crítica de su pequeña hermana: si no era lo suficiente hermosa, sobre si le faltaba garbo, si acaso algo sobre su posición social, sobre la vulgaridad o "accesibilidad"...
Adel esperó y esperó, pero Rose no decía nada. Mantenía la vista en la fotografía de la chica que le había mostrado, y Adel no comprendía esa expresión suya que no mostraba nada.
¿Acaso estaba tan mal? Adelheid no le veía así. No era lo que acostumbraba, claro, pero era la única cuya apariencia había llamado su atención. El azul de sus astutos ojos, la sonrisa ladina de sus labios, ese curioso peinado, su pulcritud y, ¿por qué debía ocultarlo? Las pecas sobre sus pómulos y nariz le habían enternecido.
– ¿Rose? – Adelheid arqueó ligeramente las cejas, palpando uno de los hombros de su hermana, hasta que por fin vio la sonrisa brotar de sus pequeños y mordaces labios. Debía ser peor de lo que creyó...
– Adel, – devolvió el llamado, tomándole de la mejilla, y a su vez dejando la revista a un lado para llevarse una mano al pecho.
– ¿Rose? – su hermano probó de nuevo, confundido con el gesto que tan bien conocía: Rose a penas y podía contener la risa. Luchaba contra ella misma. Se estaba volviendo molesto...
– Oh, Adel, "Ash Crimson" es un hombre…
–… ¿Qué?
¿Qué les pareció? Aclaro que esta ambientado después del torneo del 2003, así que Ash era a penas un competidor nuevo, y vamos, que muchos también cayeron en la misma trampa que Adel(?).
Por cierto, aclaró que cualquier cosa que diga uno de los personajes no refleja mi manera de pensar(?). Personalmente, me gustan mucho Blue Mary, Vanessa y Shermy, pero ya saben, Rose es como esas madres que considera que ninguna lagartona es lo suficientemente buena para su hermano.
Comenten su opinión, e incluso si gustan, pueden dar ideas para los próximos relatos! ¡Gracias por leer!