Tecnicamente una semana después traigo el segundo capítulo, sorry pero tuve que hacer y otras cosas que entregar XDD pero igual lleva mi amorsh por ti Chachos (?) no me quedo como quería pero igual espero que te guste -chorrocientos mil corazones bien satánicos (?)-

A los demás lectores, pues no tengo mucho que decir, salvo que los invito a leer.

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Aclaraciones y/o advertencias

• OoC

• UA/AU

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Para Chachos ~

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~ Different Story ~

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Lyon nunca se espero ser el salvavidas de la mujer que robaría su corazón, ella se había presentado en su casa a altas horas de la noche y le había hecho la propuesta más inverosímil de la vida.

Quiso negarse, decirle que no podía aceptar, empero, vio en aquellos ojos verdes una desesperación enorme; sin contar que era una oferta caída del cielo para él.

Tenía una enorme deuda encima, aunada a un titulo noble que solo había terminado siendo suyo por designio de la suerte.

Por ello terminó aceptando, aun cuando no sentía ni deseo por la mujer. Partieron esa misma noche, solo una hora después de decir sí; tardaron casi una semana en llegar a Hargedon, donde tuvieron una boda penosa.

Pero lo peor sería la noche de bodas, esa donde ella se entrego a él solo para cumplir su deseo y él tuvo que aceptarla para lograr concedérselo. En circunstancias distintas, hubiera esperado a que los dos tuvieran la suficiente confianza, no obstante, aquello era el último paso para hacer irrompible su unión.

No hubo amor ni pasión, eran dos extraños haciendo una danza ajena a su conocimiento, cada uno intentando acoplarse al otro sin éxito alguno. Aquello les trajo incomodidad e inquietud, las cuales intentaron ignorar al día siguiente y durante las otras dos semanas que les llevó regresar a Margaret; ahora como marido y mujer.

Como era obvio, el padrastro de su esposa había peleado su dote, valiéndose de todos los métodos habidos y por haber. Sin embargo, él había hecho todo lo que había estado en sus manos para que su esposa no volviera junto a ese hombre, ya bastante daño le había hecho. Al final había logrado evitar que su mujer volviera a portar el apellido Milkovich.

El vivir juntos se volvió algo llevadero, a pesar de la falta de sentimientos, ambos intentaban ser cordiales y llevar una rutina amena juntos.

O al menos así fue hasta que las habladurías de una relación extramatrimonial por su parte, comenzaron a correr. Y es que Lyon se había reencontrado con su amiga de la infancia, Sherry, esta se había mudado a Margaret con su marido; él la visitaba a menudo, lo que motivo las habladurías.

Meredy no le reclamó, ni siquiera sacó el tema, simplemente lo había ignorado. Entonces se sintió bastante ofendido, pues su silencio le hacía creer que la dama de melena rosácea lo creía capaz de mantener a una amante.

Por tanto la enfrentó una fría noche de invierno, luego de haber terminado la cena y que el servicio se marchara. La fémina se mantuvo impasible hasta que se le termino la voz, creyó que no diría nada pero luego de unos segundos la oyó justificar su "indiscreción" con su acuerdo premarital; ese que había estipulado la prohibición de cualquier acto carnal entre los dos.

La cátedra de absurdas costumbres que profirió su señora le produjo un malestar enorme, no por sus creencias, sino por el dolor que sus orbes esmeralda le transmitieron.

A partir de ese día, se propuso conquistar a su mujer, porque él había podido vislumbrar su anhelo de ser amada y como hombre — y marido — no pudo ignorarlo.

Tardo aproximadamente tres meses en descubrir todos sus encantos otros dos más en caer en ellos. Y es que no se había dado cuenta de la hermosa mujer que tenía a su lado, Meredy era una dama alegre y cordial con las personas, aun cuando con los más extraños actuara de modo distinto. Sus conversaciones eran apasionadas e inteligentes, no importaba que tema se ocupara. Además, tenía una extraordinaria habilidad para montar y tocar el piano.

No obstante, lo más hermoso de ella eran sus ojos claros; estos eran como una ventana a su alma y él había aprendido a leer cada emoción en ellos.

Lyon aguardo un par de meses más, con la esperanza de que su esposa pudiera despertar sentimientos para él. Pero nada pareció cambiar entre los dos, no importaba cuanto tiempo pasaran juntos, la cortesía que había reinado en su relación seguía intacta.

Se sintió frustrado y dolido — en su orgullo masculino —, se distanció de ella de forma inconsciente pues no podía verla sin querer besarla y acariciar su divino cuerpo; aun cuando podía hacerlo por derecho, evitó su cercanía física, ya que deseaba que fuera la fémina quien lo buscara.

Pronto se cumplió un año, en el cual pasaba poco tiempo en casa, solo se presentaba para tomar alimentos. Luego se marchaba para no regresar hasta altas horas de la noche, pues sabía que Meredy estaría dormida para entonces.

El día de su aniversario no puso ni un solo pie en la casa, no quería verla y recordar que aquella fecha no significaba nada para ella. No fue sino hasta que se puso el alba que volvió, con rumbo directo a su habitación — la cual era solo suya desde su llegada a la mansión —.

Al abrir la puerta se sorprendió de verla sentada sobre su cama, con el cansancio visible en su rostro apenas iluminado por las velas. La sorpresa acalló su voz, no se había esperado jamás verla en sus aposentos.

Meredy se levantó y se paró frente suyo, la falta de sueño no opaco la tristeza de sus ojos, tembló como queriendo contener las lágrimas y entonces le reclamo, por primera vez. Su voz y su postura le recordaron las suyas aquella noche de invierno, hacía ya mucho tiempo.

No la interrumpió y dejo que siguiera hablando, quería escuchar todo lo que quería decirle, no importaba si solo fueran preocupaciones mundanas. Las lágrimas cayeron cuando su aliento se perdió en medio de su hablar, lo había extrañado y estaba dolida por su ausencia.

Lyon limpió su rostro y la beso; con delicadeza y exigencia, con pasión y amor. Estaba harto de vivir así, iba a apostar todo en aquel momento, solo por una oportunidad. Su esposa correspondió, colgándose de su cuello y apretándose contra su pecho, aquella fue su tan ansiada respuesta.

Esa madrugada hicieron el amor de todas las formas posibles hasta caer rendidos en la cama revuelta; ella sobre su pecho y él mirándola con vehemencia.

Se levantaron después del medio día, desayunaron juntos y luego pasaron la tarde acurrucados en el jardín. Meredy se sincero con él y le contó su temor, la dolorosa creencia de que él seguía enamorado de su amiga Juvia Fullbuster.

Le había contado también que se había enamorado de él desde que habían coincidido en la boda de Juvia y Gray. Entonces recordó que habían bailado una pieza juntos aquel día, no supo porque es que había olvidado ese momento pero estaba seguro de que no iba a volver a olvidarlo, no cuando era el único que tenía de ella sonrojada.

La peli-rosa relató la confusión de los meses en que había sido objeto de sus detalles, de cómo había tenido que repetirse cada día que solo intentaba ser un buen esposo y como había sufrido el deseo quemando su piel cuando la tocaba por cortesía.

Él le dejo clara la situación y sus sentimientos, así como de su deseo por cambiar la historia de su matrimonio. Se disculpo por la distancia y sus repercusiones.

Meredy hizo lo propio aunque también le aclaro que ya había cambiado su historia, porque la había salvado de su padrastro y de un matrimonio con un hombre mayor. Le agradeció el no haberla rechazado y aun más por haberse enamorado de ella.

Desde ese día se convirtieron en unos jóvenes enamorados, destilando amor durante el día. Besándose cada tanto y frente a cualquiera. Y durante las noches se convertían en apasionados amantes. Haciendo el amor hasta el amanecer.

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Notas de autora:

Creo que el Lyredy me quedo menos triste que el Gruvia XDD le deje el mismo nombre aunque siento que no queda con este OS pero también creí que le iba bien por ser una historia diferente -valga la redundancia XDD-

Espero que te haya gustado Chachos-sama -más chorrocientos mil corazones satánicos (?)-

¿Me regalan un review?