Capítulo 25: El despertar
Jamás había visto los ojos de Naruto, nunca en su vida, incluso cuando estaba en la academia se los logro ver. Rojos, rojos cual sangre, llenos de odio, enojo…ira. Al ver tal cosa su estado actual se revirtió, el chakra que lo invadía se retiró, al igual que el odio que venía con este, era como si su odio se rindiera ante el de su amigo. Lo observo enfocarse en su oponente, Gaara, que por alguna razón se podía notar más alterado que antes.
- Tú ¿Qué eres?
- ¿No lo sabes? Soy un monstruo tal como tú, solo que yo tengo una diferencia.
- ¿Cuál?
- Lo sabrás pronto.
Antes de que alguien reaccionara, se diera cuenta o supiera que estaba ocurriendo, el rubio ya estaba al lado del de la arena. El muchacho no logro incluso reaccionar, puesto que ahora se encontraba en el suelo, con un hueco en su armadura y sangre saliendo de su boca ¿Cuándo fue? ¿Cómo fue? ¿En que momento lo golpeo? No pudo ni siquiera ver por donde venía el ataque o con que fue. Al levantarse recibió un nuevo golpe en la quijada, pudo observar el cielo azul, el verde de las copas de los árboles y después un pie sobre sus ojos.
Apenas y logro moverse, pero con solo un raspón logro cortar su frente, rodo por el suelo para estabilizarse con sus garras de arenas, lo mismo con su cola. Lo tenía frente suyo, su arena comenzó a cubrir las partes afectadas por los golpes al igual que cerraba las heridas. Nuevamente había desaparecido, pero sintió un jalón del lado izquierdo, sintió el como era movido a la fuerza y el puño llegar a su rostro descubierto. Escucho el tronar de los dientes y el crujir de los huesos de su rostro. Otro golpe llego a su nuca, la arena intento amortiguar, pero la rodilla golpeo la nariz, la sangre salió de la misma manchando el suelo y volando al aire.
Dolor, jamás había sentido tal cosa, sangre, jamás había visto su propia sangre, perder, jamás había perdido un solo combate. Lo más importante de todo, temor, jamás lo había tenido hasta ahora. Cuando callo al suelo observo a su nuevo contrincante, el ver esos ojos llenos de odio era como si estos lo destrozaran en partes, arrancaran sus miembros y al mismo tiempo estos fueran desintegrados en llamas. Algo en su interior reacciono a tal cosa, su odio se convino con su chakra logrando que su fuerza de multiplicara y así lograda detener el siguiente golpe, el impacto fue tal que el piso se cuarteo. Ambos se observaron mutuamente, Naruto no parecía sorprendido, pero no era lo mismo con Sasuke quien veía sin comprender nada ¿Desde cuando Naruto era así de poderoso?
Giro al sentir un grupo de chakra acercarse, eran Sakura, Pakkun, Hinata y Karin. La última no tardo en llegar con el Uchiha para recorrar su manga y mostrar su brazo con mordisco, la chica se lo puso frente al muchacho.
- Muerde. – La vio unos instantes, luego sin dudar más lo hizo.
- ¿Qué es…? – Sakura no pudo terminar debido que frente a ellos paso rápidamente Naruto, quien colisiono con el tronco del árbol donde se encontraban.
- ¡Naruto-kun! – Al intentar ir a auxiliarlo una masa de arena la atrapo para quedar pegada a otro árbol, Sakura y Shikamaru fueron a auxiliar, pero un brazo del mismo material los alejo de un golpe.
Lograron maniobrar para caer a salvo en el suelo, pero al observar al atacante se quedaron paralizado, lo mismo ocurrió con Karin y Sasuke, quienes no creían lo que veían. Gaara de pasar solo a tener una forma parcial ahora era una criatura completa, un mapache de 3 metros de altura, de gran robustez, cola larga que se movía al aire como si tuviera vida propia y los ojos más terroríficos de la historia. El rugido que libero desde el interior de su pecho hasta la salida de su hocico los dejo congelados, sabían que un solo paso y este los atacaría sin razonar ni pensar. Fue Sasuke el primero recuperarse, necesitaba pensar en algo para que todos escaparan sin problema alguno.
- Karin, encárgate de Hinata y Naruto, son los prioritarios en este momento.
- Pero Naruto aun…
- Por favor, tienen que escapar mientras lo distraigo, con Shikamaru presente les puedo dar tiempo.
- ¿Sakura?
- También llévatela, ella no puede hacer nada en esta situación…creo que nadie puede hacer nada realmente.
- De acuerdo. – Observo a su primo, quien parecía estar inconsciente, luego a Hinata quien estaba atrapada por la arena, parecía sufrir por algo, fue con ella primero.
Al llegar noto que la arena que la aprisionaba la estaba apretando cada vez con más fuerza, el grito de dolor no tardo en llegar. Observo como Sasuke bajaba con los otros dos, Sakura parecía poner resistencia, pero al final desistió, no tardó en llegar con ella para ayudar a Hinata.
- Juro que cuando salgamos de esta, Naruto me las va a pagar muy caras; Jounin mis pelos.
- Menos palabras y más acciones, sigue jalando, tenemos que sacarla antes de que la aplaste.
Se detuvieron al momento de sentir un frio por su espalda, luego una atmosfera pesada su alrededor, observaron como Shimaru tenía bajo su jutsu de sombras a la criatura que antes era Gaara mientras Sasuke cargaba su chidori en su mano para liberarse del aplastante brazo. De esos dos no era tal energía, al girarse vieron a Naruto levantarse, observándolas con ojos rojos llenos de odio. Si se pusieran a competir cual mirada era la más peligrosa de las que han visto hasta el momento, Naruto era el ganador.
Con solo un paso hizo que las chicas recorrieran dos, con un movimiento de su mano, libero una descarga de chakra rojo la cual libera a un adolorida Hinata quien callo en los brazos de su rescatista.
- Na..ruto-kun…tus ojos ¿Cómo? – El chico le sonrió, luego se detuvo a observar cada detalle del níveo de la Kunoichi.
- No esperaba mostrarte esto de esta manera, pero te lo diré ahora. – Se acerco a su oído, le susurro unas palabras y ella quedo sorprendida. Al verla nuevamente cara a cara le volvió a sonreír. – Hablaremos de eso más tarde, si tu aceptas todavía estar conmigo.
Hinata le sonrió devuelta, llevando su mano a su mejilla para transmitir su propio calor y comprensión. El rubio tomo su mano, la bajo delicadamente sin soltarla para mostrar también su cariño a ella.
- Realmente eres hermosa. – Tal palabra la dejo roja de la cara, incluso se olvido de su propio color, la risa que provenía de su ser la tranquilizaba de nuevo, al igual que la molestaba un poquito, solo poquito, no mucho. – Hablo enserio, eres hermosa, si me enamore de ti sin verte ahora que te veo me enamore más.
- ¿Qué di…?
Grito por la sorpresa de ser llevada de un salto a un lugar lejano, no había visto bien, pero parecía que Karin y Hinata eran jaladas por un chakra color rojo, en poco tiempo estaban en un lugar lejano y seguro del combate. Naruto la dejo recargada en un árbol cercano, Karin corrió a auxiliarla de la misma manera que lo hizo con Sasuke. Sakura estaba parada sin poder hablar nada, Nauro la observo de pies a cabeza, estaba sorprendido con ella.
- Rosa ¿Quién lo diría?
- ¿Qué eres?
- Algo que descubrirán más tarde. Esto durará muy poco, así que será interesante ver los rostros de todos.
- ¿Cuánto tiempo te dio? – Karin se vendaba su brazo mientras no quitaba la vista de su primo.
- Según él, solo tengo 5 minutos de vista. Él y yo compartiremos la vista por unos momentos.
- Denle su merecido.
Con una voz mixta de dos, la suya propia y la de otro ser, más frio y peligroso, mostraron una sonrisa de mejilla a mejilla mostrando unos colmillos afilados.
- Así será.
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••
No sabían como actuar en tal situación, apenas hace unos momentos parecía una cosa y ahora su enemigo era un monstruo gigante al cual no podían contener. Ambos observaron como Naruto se despertó y tomo a las chicas para alejarlas, llamo la atención el chakra rojo que utilizo, pero no era momento para tal debate. La fuerza de su enemigo era tal que Shikamaru no podría contenerlo más, así lo que único que se le ocurría era detenerlo de un solo golpe. Concentro chakra nuevamente en su mano, gracias a Karin había recuperado algo de chakra, lo suficiente para volver a utilizar su chidori sin necesidad de activar el sello nuevamente.
Al momento de intentarlo un brazo de arena evito que activara su técnica, puesto que el mismo brazo se dirigía a el para capturarlo. Logro esquivarlo, pero no la segunda vez, las garras lo tenían envuelto por completo sin oportunidad de escapar. La presión aumentaba a cada momento, Shikamaru estaba en la misma situación que él, tenía que hacer algo para escapar los dos, pero nada le llegaba a la mente al momento. Estaba seguro de que este podría ser su ultimo momento en vida, pero no se dejaría vencer, no de esa manera.
Forzaba su cuerpo a escapar del agarre, no le importaba que la arena rasgara su piel en ese intento, pero a cada intento el agarre aumentaba la presión. Logro escuchar como sus huesos comenzaban a romperse, no duraría pronto, al menos hasta que los vio. Un grupo de kunais con sellos se incrustaron en cada brazo, al explotar fueron liberados cayendo al suelo, frente a ellos se encontraba Pakkun y a su lado N, el mini anbu sosteniendo un par de kunai en cada mano.
- ¿N?
- Tiempo sin vernos Sasuke.
- ¿Cómo?
- Pakkun noto mi presencia y fue por mí. – Observo al perro ninja, quien le sonreía. – Gracias.
- Me retiro, le daré los detalles a Kakashi.
- De acuerdo. – En una pequeña explosión de humo desapareció dejando a los genning y el anbu solos. - ¿Naruto-sama?
- Naruto se retiró hace unos momentos con Karin, Hinata y Sakura. – Shikamaru se estaba recuperando, pero su brazo izquierdo no se veía bien. – No sé si regrese.
- Regresara, no dejaría pasar esto. – Observo al enemigo, la ahora criatura, lo miraba gruñendo mientras sus brazos se recuperaban. – Un Jinchuriky, Ichibi por lo que se "ve".
- Me conoces. Nos conoces.
- Tengo un amigo igual, por lo que se ya lo conociste.
- El enano de hace rato.
- Bueno, ya estoy aquí, comencemos.
Lanzo varios kunai con cascabeles a cada árbol, después saco su espada para lanzarse rápidamente. La arena le corto paso, pero el mini anbu ya se había anticipado; de un salto lanzo desde el aire un grupo de shuriken, todos dieron contra la cola de arena, la cual se dirigió contra el mini anbu. Maniobrar en el aire es difícil, gracias a su entrenamiento logro girar evitando solo por milímetros el golpe, al caer al suelo se redirigió contra el Jinchuriky, nuevas olas de arena se dirigían contra él, estaba por evitarlas, pero no noto el suelo. Una mano de arena lo tomo del tobillo, inmovilizado logro observar como el ataque de arena llegaron a golpearlo.
El impacto lo mando contra un árbol, no toco el suelo ya que la misma arena lo tomo para azotarlo contra el suelo, se reincorporo, pero solo vio como el suelo se alejaba, luego el cielo y al final nuevamente el suelo. Esto se repitió en más de una ocasión hasta quedar casi inconsciente, el Jinchuriky al notar esto lo suelta. Sasuke y Shikmaru corrieron a socorrerlo.
- ¿Qué ocurrió? Es raro de ti dejar que te golpeen de esa manera.
- Bueno, me es difícil leer sus movimientos, no puedo verlos por la arena.
- ¿Cómo? – Shikamaru observo los cascabeles, notando un pequeño hilo.
- No me digas que…
- Aléjense. – Shikamaru lo tomo con su brazo bueno, luego se comenzó a alejarse, Sasuke hizo lo mismo.
- ¡No escaparan!
Lanzando sus brazos a dos arboles para utilizarlos de resortera noto muy tarde los hilos que lo rodeaban, estos sonaron los cascabeles logrando producir un sonido estridente que lo dejaba paralizado en su lugar, el mini anbu con solo mover un dedo jalo un hilo, para ellos no parecía mucho, no era lo mismo con su oponente.
A sus pies varias líneas de sellos explosivos saltaron al aire para rodearlo y quedar sujetos a su cuerpo de arena gracias a unos Kunai. La explosión fue tal que la onda expansiva alcanzo al trio haciéndolos caer al suelo soltando al mini anbu. Observaron asombrados el lugar de la explosión, las llamas comían todo árbol y vegetación que se encontrara en su camino, no podían saber desde su posición si afecto al enemigo, así que tomaron al mini anbu y comenzaron a alejarse.
- No, déjenme. – Al detener el escape el enmascarado se recuperó, sosteniendo su brazo no dejaba de mirar el lugar de la batalla. – Ustedes tendrán que escapar, no están en condiciones.
- Lo mismo podríamos decir de ti. – Todos giraron para ver a Naruto acercarse a ellos, sus ojos de color rojo daban algo de temor a los Gennin con excepción del mini anbu, el cual parecía alegre de verlo. – Veo que te trato mal.
- Pelear contra un Jinchuriky que a liberado una parte del Bijuu sin apoyo es básicamente suicidio.
- Cierto. – Sintió la mirada de Sasuke y Shikamaru, era la primera vez que los veía, su imagen quedaría gravada en su mente por siempre. – Me hubiera gustado ver sus rostros en otras circunstancias.
- Quien lo diría, tus ojos son rojos.
- Bueno, no exactamente Shikamaru, esto es una técnica propia que me permite ver por un tiempo corto.
- Espera un momento, me estas diciendo que realmente no puedes ver.
- Así es, lamento no habérselos comentado antes, solo que el momento para decirlo nunca llegó, hasta ahora.
- Quien lo diría, eso explica muchas cosas. – Sasuke se acercaba para colocar su mano en su hombro y luego observarlo detenidamente. - ¿Cuánto tiempo?
- Solo puedo utilizarlo una vez por año y en un corto periodo de tiempo, me queda poco, me encargare de la situación junto con Kitzune.
- De acuerdo, pero regresa pronto, hay muchas preguntas que te quiero hacer.
- Me imagino, más adelante están Sakura, Karin y Hinata, espérenme en ese lugar.
- ¿N?
- Lo verán pronto.
- De acuerdo, vámonos Sasuke.
Al momento que se retiraron ambos shinobis se colocaron lado a lado, al fondo se escucho el rugido de la bestia que los esperaba, señal de que el ataque no solo lo retuvo, sino también, logro enfurecerlo.
- ¿Cuánto quieres alargarlo?
- ¿Qué tan lastimado estas?
- Un golpe más y desapareceré, de eso estoy seguro. No logre mucho, solo eso.
- No te preocupes, no estábamos al cien.
- ¿Comenzamos?
- Comenzamos.
Ambos fueron un simple borrón al comenzar a correr, esquivaron flamas, ramas y troncos caídos hasta llegar con un Gaara desfigurado de su arena. Al notarlos este acelero la regeneración de su forma, al terminar sin perder tiempo lanzo dos chorros de arena a los dos enemigos.
Naruto grito a su compañero para evitar ambos el ataque, al hacerlo aumentaron más la velocidad para quedar uno arriba y otro bajo el rostro de Gara, impactando sus patadas ascendentes y descendentes. La fuerza creo una pequeña onda de choque que logro extinguir una parte del fuego y desvanecer algo del humo de la explosión. La arena intento atraparlos, pero ambos se alejaron esquivando todo ataque que les lanzaran, desde shurikens, kunai y miniesferas de arena; todas con el poder devastador de destruir madera y roca a su paso.
Al ver tal destrucción solo podían hacer una cosa. El mini anbu saco su espada, la cubrió con su chakra y Naruto tomo un par de Kunai, apoyándose al caer y tomando impulso aumentaron la velocidad nuevamente. Gaara no podía verlos, no podía incluso defenderse de los ataques ya que eran tarde cuando los notaba. Comenzaron con cortes en abdomen, hombros, piernas y brazos, todos certeros y que cortaban sin problema alguno su armadura de arena. Observo como su brazo derecho era cercenado y su cola cortada en tres secciones. Al verlos frente suyo noto la ira en el rubio, luego la imagen de un zorro rugiéndole lo atormento hasta los huesos, sabía que era, era igual a él.
- ¡¿Por qué?! – Lanzo nuevamente columnas de arena tras ellos, ambos las esquivaban completamente, era increíble su coordinación. - ¡¿Por qué tu lo tienes todo?! ¡¿Por qué yo no tengo lo que tú tienes?!
Mando la arena al suelo y otra parte tras sus dos enemigos, noto algo curioso, un sonido, como chasquidos, pequeños y casi imperceptibles. Busco por todos lados hasta que lo noto, eran del rubio, cada vez que hacía un ataque este hacía esos sonidos con su boca y su compañero reaccionaba a tiempo ¿Sería posible? Varios ataques seguidos lo confirmaron, el anbu no podía ver. Tal información le daba una idea, después de todo su movimiento ya estaba casi completo. Nuevamente se volvió a cubrir en una esfera de arena, los dos shinobi al ver tal cosa tomaron distancias, sabían muy bien que significaba tal movimiento. Si atacaban la reacción de esa esfera sería atacar al momento de llegar a su rango, además de que era una gran defensa.
La tierra comenzó a temblar, ambos sentían algo debajo de sus pies, grande, amplio y lastimaba sus oídos. Las paredes de arena se elevaron a gran altura, comenzando a cerrarse sobre ellos creando una cúpula que todo lo cubría en la sombra, fue tarde para escapar o prepararse, ahora estaban bajo su merced. Ambos observaron la esfera, puesto que la riza del muchacho se escuchaba desde la misma. Un hueco se abrió dejando ver el rostro convertido en mapache.
- No importa como lo tienes todo, yo te lo quitare.
- Nosotros te enseñaremos a como obtenerlo, sirve que tenemos una reunión familiar.
- Si sobrevives, claro está.
La cúpula se cerró, escucharon como todo a su alrededor comenzaba a moverse, la misma arena afectaba a sus sensibles oídos, obligándolos a llevarse sus manos a sus cabezas para amortiguar el sonido. Naruto le quedaba poco para perder la vista y el anbu estaba incapacitado para combatir, necesitaba hacer algo para salir de ahí, además de que notaba algo más. Gaara se había deshecho de su esfera, pero su cuerpo comenzaba a crecer más.
- Esto es malo, tenemos que detenerlo…Si hago eso será un problema…Nos dejara descubiertos, sabes muy bien que no podemos darnos a conocer…bien, solo para salir de este momento.
Junto sus manos, concentro su chakra y dejo que este comenzara a rodearlo, el mini anbu lo entendió, era momento de desaparecer. Junto sus dedos en señal de cruz y gritando Kai este desapareció en una explosión de humo. A su mente llegaron lo ocurrido en misiones, pensamientos y recuerdos, al abrir sus ojos el rojo se intensifico, una capa de chakra roja lo envolvió por completo y en su espalda cuatro formas alargadas aparecieron. Con un rugido logro hacer temblar de terror a su contrincante; libero un pulso de energía con ese grito lo cual destruyo la cúpula de arena.
A lo alto, incrustado hasta la cintura en la frente de un mapache gigante, Gaara hizo un sello y con esfuerzo utilizo su jutsu de sueño forzado. El muchacho nunca dormía debido a su huésped maldito, has sido 12 años sin dormir ni un poco, por lo que se creo que ese jutsu para en momento críticos poder descansar, pero el efecto secundario era uno muy peligroso. Al hacerlo su inquilino tomaba el control de todo, cuerpo, alma y mente, mientras el se refugiaba en un punto al fondo de su mente.
La mirada de la criatura gigante cobro vida, a tal acto le siguió un nuevo rugido, uno que se escucho hasta el más recóndito lugar de la aldea. Todos los gennin cercanos escucharon tal rugir, pero al mismo tiempo vieron una columna roja que llegaba hasta tocar el cielo, un chakra poderoso y obscuro se hizo sentir al instante. Solo una de ellos lo entendía, puesto que con su doujutsu podía verlo. Una esfera de energía pura y al interior de esta una criatura esperando por salir.