Nunca habíamos reparado en el hecho de que el tiempo es el enemigo más cruel y verdadero. Tal vez fue porque, en el fondo nos bastaba con vivir el uno junto al otro que no notamos que a el no podíamos derrotarle.
Sí, vivir junto a ti solía ser lo único que realmente importaba en aquel desastroso mundo caótico lleno de dolor y codicia, eso solía ser lo más importante cuando intentábamos con todas nuestras fuerzas salvarnos mutuamente.
¿Lo recuerdas Mika? ¿Recuerdas aquellos tiempos en los que tú y yo teníamos la misma edad?. . .me encantaría regresar a ellos y ser menos orgulloso, menos terco y capaz de aprovechar cada momento a tu lado, me encantaría poder hacer eso antes de ser víctima del tiempo, antes de mirarme al espejo y notar que soy un adulto...
Sigo creciendo mientras tú estás estancado, ahora sé que algún día moriré y que, inevitablemente te dejaré solo en este nuevo mundo que, a pesar de estar en paz sigue siendo igualmente cruel con aquellos que, como tú poseen ojos carmesí.
No llores Mika, esto no es tu culpa, esto es...de algún modo inevitable, es "el destino", si así podemos llamarle, claro está…
Ah...quiero besarlo pero...se siente tan incorrecto en este cuerpo.
Mika, sigues siendo tan hermoso como aquel día en que supe que seguías con vida, tan perfecto como aquel día en que te recuperé, incluso...incluso lloras del mismo modo en que llorabas aquél día. ¿Cómo puedes lucir lindo incluso en esta situación en que las lágrimas inundan tus hermosos ojos rojos? Tus mejillas están cálidas al tacto, húmedas por las lágrimas pero cálidas como siempre; no...no intentes besarme, no es correcto. No repliques, no me mires de esa forma, ya no es correcto hacer o sentir lo que siento por ti porque...Mika, soy un adulto y voy a morir.