Capítulo II
Parte I
El aire helado en mis pulmones me recordó mi existencia, jamás algo me había afectado de esa manera, sentí como mi corazón se retorcía de dolor, moviéndose y empujándose entre las paredes de mi pecho… era como si me insistiera en sacarlo y destrozarlo, me estaba envenenando por dentro en un dolor que no puede ser simplemente vendado, un dolor que te ahoga y te pierde. El amor que sentía por Ladybug se convirtió en impotencia y la desesperación me atravesó la garganta, sentía como me asfixiaba. Apreté mis dientes, escuchándolos rechinar dentro de mi cabeza, la presión que ejercía mi mandíbula me obligo a rugir su nombre con desesperación en medio de la noche.
Los sollozos de su pequeña compañera me regresaron lentamente, teníamos una oportunidad, con cuidado la tome entre mis manos, tomándola con delicadeza – Tranquila, la encontraremos – Traté de no sonar tan serio pero ella entendía que no podía ocultar demasiado mi euforia e irá.
Corrí entre los edificios, salte entre los espacios de las casas y restaurantes, avance lo más rápido que pude, debajo de mí se iluminaban las calles de rojo y azul, gracias a las luces de las patrullas, el comunicador dentro de mi arma sonó consecutivamente, conté 11 pitidos que eran equivalentes a la cantidad de chicas desaparecidas esa noche, las alarmas de las chicas desaparecidas ya se habían activado, sólo tenía una pista y dentro de mi le rogaba a todos los dioses que hubo, hay o habrá que esa neblina no se hubiera esparcido.
Pero estaba olvidando algo muy importante, yo era el gato de la mala suerte.
Parte II
-Oficiales, ayúdenos por favor-
Los padres de Marinette se habían quedado desconsolados, sosteniendo la chaqueta de su hija y abrasándose uno contra otro. Su madre quien no dejaba de llorar y hundir su rostro sobre la ropa de su hija, alcanzo a decir –Este mensaje es de su amiga Alya, mi niña no alcanzo a contestar su mensaje-
-Lo único que encontramos al subir, fue la ventana abierta-
Parte III
-¡Maldición! – Volví mi mano hacia mi rostro y pude ver como la sangre emanaba de los nudillos y como temblaba del dolor por estrellarla contra la piedra sólida.
-Chat Noir, debes tranquilizarte, por ahora sólo queda esperar al día de mañana- Sus palabras me reconfortaban, pero lo que me pedía era imposible, había pasado toda la noche merodeando el lugar de dónde había emanado la neblina, pero no había ningún rastro… Lleve mis manos a la cara, sosteniendo mi propia vergüenza por haber fracasado, aparte mis manos y respiré profundamente, llenándome nuevamente de aire frio, descubriendo lastimosamente que seguía viviendo esa pesadilla… trataba de tranquilizarme y darle esperanzas a la pequeña kwami y a mí, dejando de lado mi incertidumbre.
Busque su mirada y le sonreí – Discúlpame – Mire al horizonte y pude ver como se aclaraba el cielo, los primeros rayos de sol comenzaban a aparecer.
-Es hora de irnos- La pequeña Tikki miraba el horizonte con un aspecto melancólico, volteo en dirección opuesta sintiéndose perdida y sola -Vamos, no voy a dejarte aquí- Chat Noir extendía su mano con una sonrisa esperando a que ella lo sujetara.
-Mi nombre es Tikki-
-Hola Tikki, yo soy Chat Noir, vamos a casa- La alarma proveniente del anillo comenzó a sonar. -Bien, es hora de que ustedes descansen-
De nuevo corrí, ahora en dirección a mi casa, pude llegar gracias a que la tristeza era mayor que el agotamiento, me deslice por la ventana liberando la transformación al momento de tocar el piso, dejando a Tikki sobre la cama.
-Adrien-
-Estoy completamente hambriento- Plagg se dejó caer sobre la almohada
-Les traeré algo para desayunar- Baje inmediatamente
Parte IV
-¿Qué… qué ocurrió? ¿En dónde estoy?- Cuando desperté sentí un profundo dolor en mi cabeza como si me hubiese golpeado. Miré a mí alrededor y todo lo que vi me recordó a pinturas medievales, había una cálida luz que iluminaba el gran cuarto a través de enormes candelabros, mire todas las paredes… y de ellas colgaban exóticas y hermosas telas con variedad de estampados florales, la habitación era hermosa, me extraño demasiado estar recostada sobre una enorme cama, eso me puso los cabellos de punta, buscaba recordar cada fragmento sucedido, pero solo conseguía agudizar el dolor de cabeza…, toque mi rostro y después el resto de mi cuerpo esperando no encontrar heridas y aguardando recordar lo sucedido
- ¡Tikki! –Me levante de inmediato llevándome las manos a la boca por lo que acababa de decir, guardé silencio y esperé a escuchar su tenue voz, pero no hubo respuesta,
-Tikki, amiga en dónde estás? – Gire alrededor de la habitación queriendo encontrarla escondida entre mi ropa. –Esperen, ¿Qué tengo puesto? ¿Qué es esto?- Trate de tranquilizarme e inmediatamente me percate del largo vestido, color rosa pálido ceñido a la cintura que tenía, subí mis manos para descubrir que mi cabello estaba peinado de una manera diferente y que sobre este se encontraba una delicada corona. Buscaba recordar cada fragmento sucedido, pero solo conseguía agudizar el dolor de cabeza, respiré profundamente, y decidí tomar iniciativa, aunque no tuviera a Tikki en esos momentos, no significaba que pudiera escapar. Tome una de las cortinas sujetándola con fuerza y comencé a escalar sobre la pared, hasta llegar a una pequeña ventana en la cima de la habitación.
-Esto debe ser una broma- Mire por la ventana y lo que pude ver, era un enorme castillo custodiado por un ejército de soldados en armadura. Coloque mis manos sobre los barrotes de la ventana intentando moverlos, pero no encontré ningún punto flojo en esos barrotes. Baje de la ventana decidida a escapar, recorrí todas las cortinas y halle una puerta de madera, la abrí lentamente y pude visualizar a un grupo de chicas alrededor de lo que parecía ser un pequeño comedor.
-Marinette, ¿eres tú?-
-¿Sabrina? ¿Alex?-
Parte V
- Tikki, primero contéstame, ¿estás bien?-
-¿Adrien?-
-Sí Tikki, soy yo- El joven Agreste le sonreía mientras le ofrecía una rebanada de pastel.
-Perdona, sí estoy bien-
-No te preocupes, debes estar cansada, espero que puedas contarme lo que paso- Adrien miraba detenidamente a Tikki, sin perder un pequeño detalle.
-Mi portadora y yo estábamos investigando sobre los sucesos y la relación que tenían con los sonidos que habías escuchado, encontramos el "Chateau de Chaumont", que sugiero busquemos ahora mismo-
-Bien no te preocupes, ya lo estoy buscando- Adrien tecleo en su ordenador "Chateau de Chaumont" que al momento se abrió una página de internet que dejo cargándose en lo que él volvía a preguntar. –y ¿después que ocurrió? ¿Cómo fue que se la llevaron? ¿Por qué no me pidió ayuda?
-Adrien, ocurrió de repente, "algo" empezó a perturbarla, dejándola en el suelo con las manos en los oídos ocasionándole un gran dolor por lo que nos fue imposible transformarnos… ella dejo de hablar y una enorme sombra negra apareció en el suelo, llevándosela… no pude retenerla ni de impedir nada, sentí la presencia de una magia muy poderosa, oscura – El gesto de Adrien cambio, hasta ponerse sombrío y serio, una expresión que nadie había visto antes. –Gracias Tikki – Adrien se levantó y tomo una nueva dirección, en cuanto cerró la puerta, los pequeños kwamis pudieron escuchar el sonido de la regadera.
-Ya lo sabías Tikki- Plagg la miraba desde la almohada.-
-Sí, pero sabes por qué no le dije-
-Estos chicos…pero sabes que va a estar bien, ¿verdad? Él la va a encontrar-
-Sí, puedo sentirla, ella es fuerte-
-Esta magia, no es como cualquier otra…me recuerda a la época oscura- En ese momento Tikki y Plagg se miraron, recordando viejas épocas.
-Creo que en esta ocasión recurriremos al plan B-
-¿Estas segura? ¿Lo has sentido en él?-
-Sí, es por esa razón que pude encontrarlos-
-¿Con el anillo será suficiente?-
-Sí, eso bastará-
Dentro de la regadera, Adrien confundía el agua que caía con sus lágrimas, "Es una promesa" "Es una promesa" "Es una promesa", se repetía una y otra vez dentro de sí, su puño golpeó el azulejo dejando que volviera a brotar la sangre de este. Tenía que recuperarla a como dé lugar, aunque le costara la vida.
Parte VI
Durante las clases, se pudo observar como el salón se había quedado ya casi sin alumnas, las únicas que seguían asistiendo eran Alya y Chloe, ambas aparentemente conservaban la tranquilidad pero lo que crecía dentro de ellas era un vago sentimiento de tristeza y asecho… entendían bien que ese podía ser el último día.
Alya mantenía la calma, creía firmemente que un día de estos Ladybug aparecería para decir junto con Chat Noir "Misión cumplida". Tenía la fe de volver a ver a su amiga Marinette… -El mundo perdió un poco de su brillo- Decía mientras observaba el lugar vacío junta a ella.
Adrien no quiso aferrarse al hecho de descubrir la identidad de Ladybug después de tener en su poder el nombre de las 11 desaparecidas de la noche anterior, eso era lo último que importaba en esos momentos, desecho completamente esa idea y en lugar de eso, comenzó una lista con los nombres de las chicas que aún "quedaban" en la escuela. Su mirada era seria y decidida; dura, en otras palabras, no miraba más allá de la hoja de papel y no tenía otra clase de pensamiento que no fuera el de recuperarla.
El plan consistía en implantar chips en la ropa de las chicas restantes, de esa forma podría seguirles la pista después de atravesar la neblina, los resultados que había obtenido con Tikki sobre la búsqueda en internet le llevaban a pensar que no tardaría mucho tiempo antes de que comenzarán a eliminar a las chicas capturadas.
Después de la escuela, se dedicó a implantar los pequeños chips localizadores en la ropa de las jóvenes restantes, siendo Chat Noir eso era demasiado fácil.
Parte VII
Había un enorme comedor en dónde se encontraba Marinette junto con el resto de las jóvenes, las mismas que habían sido capturadas días atrás, ante ella,
-¿Alguna idea de quién nos trajo hasta aquí?-
-Nadie sabe, llevo varios días y sobre eso, nada-
-¿Aparte de nosotras quién más está aquí?-
- De la clase puedo reconocer a Alex, Rose, Juleka, Mylene… y el resto son igual de Paris.-
-¡Alya…! Dime, las has visto?-
-Afortunadamente, a Alya no la he visto.-
-Esos guardías, ¿te han dicho algo?- Marinette señalaba a los soldados armados en las esquinas de la sala.
-Solo nos han dicho que disfrutemos nuestra estancia y nos pongamos hermosas para mañana, porque veremos al príncipe-
-¿Principe? ¿Qué clase de juego es este?
-No se preocupen señoritas – Decía el General mientras caminaba al frente de las jóvenes –Después de la boda, regresarán salvas y sanas- Guardando silencio, fingiendo que se detenía a pensar – A menos de que nuestro príncipe elija a una de ustedes para futura esposa, claro, en ese caso, olvídense de todo.
Parte VIII
-Vamos a esperar aquí, tienen que aparecer, Tikki, sujetate –
-Espera Chat, Plagg y yo platicamos, vamos a intentar algo-
-¿Qué ocurre?... espera de ¿qué estás hablando?-
-Siento que gran parte de Ladybug ha crecido en ti, y eso es suficiente para transformarnos, para crear un nuevo héroe-
- ¿Quieres decir, los tres? Chat Noir no podía perder más tiempo, era cuestión de segundos para que comenzarán a salir los caballos a través de la neblina, no perdería el tiempo en inseguridades, porque detrás de todo esto, estaba la mujer que amaba, valor era lo que ahora necesitaba -Si eso es posible, entonces es hora de actuar-
- ¿Estás listo?- El verde intenso de los ojos de Chat Noir brillo en la oscuridad.
-¡Tikki, transfórmame!-
Fin del Capítulo
¡Taran! Chicos muchas gracias por seguir leyendo este fic, de verdad, me animan muchísimo con sus reviews, favs y follows n.n se los recompensaré con una gran historia, así que sujétense :D
Aprovecho este pequeño minuto de atención para agradecer a uminekofuuhikaru, Hilaria, DianiX y Dan-sama por sus bonitos comentarios :D son realmente increíbles, ¡gracias!, valoro mucho lo que me escribeni, pero no se maten, por favor i.i y bueno, por último los sigo invitando a leer el resto de mis historias (también pertenecientes a este fandom) "Tienes que saberlo" y "Pistas".
¡Gracias y hasta la próxima!