Dejo el final de la historia. Ojalá te haya gustado Ámbar y lamento no haberte cumplido antes. Espero que haya quedado pasable al menos.
Epílogo.
Año Nuevo llegó a la Tierra, lugar donde las celebraciones eran normales allí. A pesar que Johnny Cage invitó de nuevo a los guerreros de Outworld a pasar las festividades con ellos en otra fiesta, aunque ésta vez negaron la invitación, al alegar que por ahora tenían "suficiente" de las fiestas terrestres por un tiempo. Johnny invitó a su hija y amigos a pasar las fiestas con él, aceptando todos menos ella, quien dijo sentirse "resfríada".
Por otra parte, D'Vorah decidió ir a la Tierra por tiempo indeterminado; Kotal Kahn no aceptó en un principio, pero luego accedió a dejarla ir siempre y cuando ésta volviera. Ella no sabía si volvería a Outworld de nuevo.
Cassie buscó a D'Vorah en un bosque donde ella le dijo que estaría, tratando de encontrarla en el mismo. El bosque estaba lleno de nieve en sus copas sin hojas, donde la gente no habitaba y sólo ella estaba con algunos animales, hasta encontrar a una mujer de tez amarillenta, antenas en su cabeza, ojos negros vidriosos y una cabellera negra que llegaba hasta los hombros. Al verla, Cassandra la saludó y recibió un saludo de su parte.
Ambas caminaron por el bosque toda la noche, tomadas de las manos y observando el paisaje. Cassandra trajo algo de carne seca y comieron ésta sentadas en un tronco con nieve. Luego siguieron caminando, hasta llegar a una colina que daba la vista a la ciudad. Al empezar a escucharse los fuegos artificiales, las dos miraron con suma tranquilidad el bello Año Nuevo que se avecinaba. Cassie miró con algo de timidez a D'Vorah y le dio un leve beso en sus labios, recibiendo uno por parte de la Kritiin como respuesta.
—Tal vez tú y yo estemos destinadas a algo más que un amor pasajero como pensamos en un principio, Cassandra — expresó la mujer de cabello negro, acariciando la cadera de la mujer —. Eres candente, Cassandra.
—Tú también, D'Vorah. Tú también eres he
rmosa para mí. No me interesa si mis padres no nos aceptan; estaré contigo hasta que la muerte nos separe.
—Querida, apenas nos conocemos — comentó ella.
—Pero sabes que nos amamos — dijo la rubia.
—Eso es verdad, querida. Eso es verdad.
Y un beso acalló el bosque, donde sólo se escuchaban algunos ruidos de animales asustados por los vistosos fuegos artificiales.
Los años pasaron para las dos y su relación prosperó. Las dos mantuvieron por unos años la relación en incógnito, hasta que ambas se armaron de valor y se lo dijeron a Johnny Cage; éste no mostró enojo, es más, aceptó el amor de su hija y todo quedó en paz con su nuera. Si bien a Sonya no le gustó, terminó aceptando a D'Vorah por amor a su hija.
En tanto, los guerreros de Outworld no lo tomaron a mal, a excepción de Kotal Kahn, quien entristeció por perder a su mejor guerrera, amiga y amante, según dijo él. Pero comprendió que era lo mejor para ella y la dejó marchar.
Otros guerreros lo tomaron con poco interés, tales como los monjes shaolin y sus esposas edenianas, el chamán Nightwolf o los policías Stryker y Kabal; sin embargo, estos aprobaron la relación sin más.
Kung Jin, Jacqui y Takeda tardaron en asimilar que su mejor amiga salía con una de sus peores enemigas, lo cual causó bastante desconfianza, pero tuvieron que resignarse a tener una relación cordial con ésta por su amiga. Con el tiempo se fueron volvieron aliados y hasta amigos.
Si bien D'Vorah tuvo dos crías Kritiin, Cassandra adoptó una hija que ambas criaron. Eran cinco integrantes de una familia feliz, la cual fue criada con mucho amor por parte de sus madres.
La Tierra y Outworld nunca más volvieron a tener conflictos. Y todo esto se debió a la unión de dos Doncellas de Amor, cuyas almas tenían tensión en el pasado, pero ahora sólo tenía amor de la una para la otra y viceversa.
Fin.