(Hola chicos, esto lo subo en el filo del día. En fin, como dicen los tags, la imagen, la descripción, este es un universo paralelo al de la historia principal. Si lo que buscan es como en la principal Pinecest, para los que ya me siguen, lo siento pero aquí no será el caso. Al igual que en la historia principal, poco a poco iré diciendo los sucesos que llevaron a ese punto, al igual habrá extras, especiales y todo lo demás, pero orientado a otro ship. Esto no es para ganar publicidad ni nada por el estilo, ya lo dije, ambas parejas me encantan, y no quería dejar una fuera. Haré un paralel 3, pero el ship de esta me lo guardaré hasta el día del estreno. En fin, muchas gracias por sus comentarios, y a los nuevos bienvenidos, espero les guste este y mis demás proyectos).
Las vacaciones de verano eran aburridas, en especial cuando lo más interesante que tenías para hacer era simplemente quedarte en casa. Diper no se quejaba, al final sus amigos no eran tan allegados, y no tenía novia. Una mañana decidió despertarse temprano para poder bañarse y preparar el almuerzo antes de que Mabel, que aún dormía en la cama frente a él, se despertara. El chico la miró un poco, riendo levemente al verla ahí abrazada a un enorme muñeco de felpa. Diper siempre le preguntó por qué precisamente un cerdo, pero ella solo respondía que era lindo.
Diper se dio un baño rápido, aprovechando el momento ya que siempre que dejaba a Mabel bañarse primero, se acababa el agua caliente. Después de eso el chico bajó a preparar el almuerzo, quizá unos cuantos hot cakes serían una buena elección. Bajó ya vestido con unos bermudas y una camisa de tirantes a prepararlos, para tenerlos listos a la hora que la chica despertara, aunque la chica no bajó aun cuando el chico había tardado en prepararlos.
Pasaba el tiempo, y Mabel no bajaba aún. Diper dictaminó que ya la había dejado dormir lo suficiente, así que subió a despertarla. Abrió la puerta sin reparo, y entonces miró una escena un tanto penosa, a pesar de ser hermanos, ya eran mayores. Mabel estaba parada en medio de la habitación, con solo una camisa de tirantes y su panty blanca, mirando que ropa ponerse (su pelo se veía humedecido, por lo que Diper supuso que había salido de bañarse). El chico se quedó en blanco, con la cara roja, y Mabel tardó unos instantes en darse cuenta que era observada, y al hacerlo, se tapó rápidamente con lo que pudo, un par de blusas que tenía en ambas manos, y lo miró enojada.
- ¿Qué haces ahí parado?, ¡vete! - le gritó Mabel sonrojada.
- ¡No es mi culpa!, ¡tú dejaste la puerta abierta! - reclamó Diper, pero al ver que el rostro de Mabel no se inmutaba, el chico resolvió a cerrar la puerta de golpe-. El almuerzo ya está listo, no tardes- agregó con firmeza fuera de la habitación, y bajó las escaleras dando pisotones.
Él ya le había dicho muchas veces que tuviera un poco más de cuidado con esas cosas, que él podría entrar en cualquier momento. Aunque eran hermanos, y dormían en la misma habitación, ya se habían definido sus "espacios personales", ya no eran unos niños.
Diper se adelantó a las cosas. Sabía que Mabel tardaría en bajar, por lo que le preparó una nueva dotación de hot cakes, para que cuando ella bajara, tuviera comida caliente que comer. La chica tardó media hora más en bajar, con un pantalón pijama y una blusa blanca. Solo se sentó, no agradeció la comida, y comenzó a comer sin decir nada. Aún se le veía molesta, y aunque Diper también lo estaba, no quería que las cosas siguieran así.
- Lo siento Mabel, debí tocar antes de entrar- se disculpó Diper, de la forma más amena posible.
Mabel suspiró, y agachó la cabeza apenada.
- Yo también lo siento, debí bloquear la puerta al menos- se disculpó Mabel con sinceridad, y ambos chicos se miraron sonriendo-. Pero, tendrás que compensármelo- agregó Mabel, volviendo a ser la misma niña mimada de costumbre.
- ¿Compensarlo cómo? - preguntó Diper accesible.
- Tendrás que llevarme al centro comercial después de que regresen nuestros padres de vacaciones… quiero algo de ropa nueva, ya casi no tengo.
Diper masculló de fastidio, sabía el alcance de lo que le pedía Mabel. Podían tardar horas eternas comprando ropa, en las que Mabel solía probarse uno y otro conjunto, a veces repitiendo no muy convencida. Sabía de antemano que un día de compras con su hermana, sería un día menos de vida.
- ¿Por qué no vas con una de tus amigas? - preguntó Diper como última esperanza, al menos alguna de ellas, o todas, aguantarían todo eso con gusto.
- Pero ninguna de ellas me vio semidesnuda- respondió Mabel tajante, y Diper no sabía si lo decía en serio molesta o no-. Además, ninguna de mis amigas está en la ciudad, por lo que no puedo salir con ellas.
Vaya mala suerte para Diper, y lo peor era que si en verdad quería que las cosas se fueran por la paz, tenía que aceptar.
Y así los días pasaron en la casa Pines, haciendo cualquier cosa como ver una película, mantener aseada la casa, o simplemente recostarse, Diper leyendo algún libro, y Mabel revistas o chateando con sus amigas en el celular que se suponía era destinado para ambos. Y así llegó el día que regresaban sus padres. Mabel arregló la casa muy bien, mientras Diper preparaba la comida, un guisado de carne y papas. En la sala, Mabel hizo un enorme letrero de "Bienvenidos a casa" colgando un montón de papeles diminutos. Al fin sus padres llegaron, y se alegraron de ver esa hermosa decoración.
Ahora que sus padres estaban ahí, Diper podía delegar la mayoría de sus tareas a su madre, igual que Mabel, pero ahora seguía cumplir con su "castigo". A la mañana siguiente, la chica se levantó con una puntualidad record, y despertó a Diper para que se alistara lo más rápido posible. Afortunadamente, ahora estaba más tapada que ese día. Aquello fue una lata para Diper, pero antes del mediodía ya estaban listos para salir, ella con una blusa pantalón de mezclilla, blusa de tirantes morada, un chaleco de mezclilla y unos converse rojos, y él igual, pero con una playera morada.
Bajaron a desayunar, y su madre se impresionó al verlos tan bien arreglados en conjunto.
- Vaya, que bien se ven, ¿irán a algún lado?
- Si, iremos al centro comercial, necesito ropa nueva- respondió Mabel con un dejo soñador-. Mis amigas me han contado de una nueva tienda que tiene la mejor calidad, y quiero ir a verla.
- ¿Tú también hijo? - le preguntó su padre, impresionado de que accediera "voluntariamente".
- Bueno, necesito salir a despejarme… por cierto, gracias por la nueva gorra, la necesitaba para cuando haya sol, aunque hoy día está algo nublado- agradeció Diper intentando desviar el tema.
- Y las blusas que me trajiste son hermosas mamá, muchas gracias- agradeció Mabel con mucho ánimo y un dejo soñador-. Y el llavero también me encantó papá, se nota que se la pasaron bien en sus vacaciones.
- Claro, aunque fue un fastidio ir de lado a lado, el viaje valió la pena- aclaró su madre sirviendo el almuerzo, mientras les platicaba las maravillas que habían visto al viajar por todo el país.
Se pasaron el resto de la comida oyendo el largo viaje de sus padres por todo el país, y ya dada la 1 de la tarde salieron de la casa. Diper entonces entendió que Mabel esperó hasta que llegaran sus padres, para que su madre accediera a pagar la mitad de lo que Mabel comprara, cosa buena al final para él, ya que el dinero que se usaría para ese propósito, sería el suyo.
Llegaron al centro comercial, y como de costumbre estaba muy lleno en esa época de vacaciones. Diper sentía ya la pesadez de ese día, pero tenía que cumplirle ese capricho a Mabel si quería vivir en paz. Llegaron a la dichosa tienda, enorme, con un gran cartel que decía "Northwest Fashion Shop". La tienda tenía su prestigio, había una larga fila para entrar, que daba la imagen de que estaban entrando a una discoteca en lugar de a una tienda de ropa.
- Mabel, está demasiado lleno, podemos ir a otra tienda de ropa- suplicó Diper asustado de la fila.
- Pero Diper, solo hoy por apertura es un 15% de descuento, si vengo otro día será el precio normal- se quejó Mabel inamovible-. Además, todas las tiendas ya les di la vuelta muchas veces, no hay nada bueno para mí.
Y Mabel no exageraba. Diper había perdido la cuenta de cuantas veces había ido a cada tienda de ropa de ese lugar, y no dudaba de que conociera cada pieza de ropa que en ellos había. Se rindió al ver la mirada suplicante de su hermana, era como una niña con un juguete nuevo, hasta que no se aburriera de éste, no lo iba a soltar.
- Bien, pero iré a comprar algo para beber, se nota que estaremos aquí un buen rato- dijo el chico rendido, y a pesar de la queja de Mabel, accedió con tal de que el chico le llevara algo para ella.
Diper buscó la fuente de sodas más cercana, y aunque esta tenía fila, sabía que no sería tan larga ni tan pesada como la fila en la que estaba Mabel, aunque podía hacer creer que si lo fue. Compró una soda, y una extra para Mabel, y se sentó en una banca cercana, a beber tranquilamente para hacer tiempo. Entonces, algo le llamó la atención, aunque no solo a él, sino a todos los que estaban en el lugar, algo cómico a su parecer. Era una persona con una larga gabardina crema, un sombrero y gafas oscuras. Estaba "escondiéndose" detrás de un macetero, mirando a varios lados, quizá creía que nadie le veía, pero no sabía que, al contrario, estaba llamando más la atención. Diper se sentía mal por esa persona, y se sentiría peor si llegase a tener problemas por sus malas tácticas de escondite, por lo que decidió acercársele.
- Oye, llamas demasiado la atención- le regañó Diper poniéndose detrás de-. Si lo que quieres es esconderte, créeme que lo estás haciendo muy mal.
Esta persona dio un leve grito del susto, y por su tono Diper dedujo que era una chica. Ella se volteó a verlo, y aun con los ojos tapados, él notó sudor en su frente, causa del susto que le había dado. Su piel en esa zona era blanca y suave, en definitiva, una mujer.
- ¡No hagas eso!, no es de buena educación asustar a una dama- le regañó la chica apretando los puños- ¿Y qué sabes tú de estas cosas?, ¿acaso eres un acosador profesional?
Con su actitud, Diper estuvo a punto de darse la vuelta, y dejar que la seguridad del lugar se hiciera cargo de ese asunto, pero en cambio la miró más de cerca. Sus manos temblaban, de verdad la había asustado. Parecía que se ocultaba de alguien, y el instinto de Diper se activó. Dejó la lata que acababa de terminarse a un lado, para hacer algo de lo que sabía se arrepentiría después por Mabel.
- No soy ningún acosador profesional, pero es obvio que tratas de ocultarte de alguien... Deja de moverte así, y solo camina a mi lado.
- Oye, ¿quién te crees que…?
- ¿Quieres pasar desapercibida? - le interrumpió Diper con lo poco de paciencia que le quedaba.
La chica refunfuñó, y solo asintió con la cabeza. Diper tampoco estaba tan contento ni mucho menos con la actitud de la chica, pero dentro de sí, deseaba ayudarla.
Caminaron uno al lado del otro. La chica estaba rígida, quizá le incomodaba caminar tan tranquilamente, pero Diper la mantuvo, así como pudo, dándole señas de que evitara de nuevo esconderse detrás del primer anuncio que veía. No quiso preguntar exactamente de que se escondía, pero como no se conocían dudaba que siquiera le dijera, en especial por la actitud que mostraba.
Llegaron "sanos y salvos" al estacionamiento, y la chica buscó rápidamente por todos lados, ahora ella era la que guiaba. Llegó a un auto convertible rojo, y ella abrió con una llave que tenía en su gabardina.
- Listo, pudiste escapar- dijo Diper en tono sarcástico.
- No tienes idea- respondió la chica aún fuera del carro, con un dejo de preocupación, y entonces se quitó el sombrero y las gafas.
Diper quedó impactado al verla, su largo y brillante cabello rubio caía suavemente a su espalda, y sus hermosos ojos azules lo dejaron sin palabras. Se sentía mal por haber tratado tan mal a una chica tan hermosa como ella, aunque su actitud tampoco ayudaba mucho. La chica lo miró, y al ver su rostro impactado, que era imposible de disimular, y se sonrojó levemente.
- ¿Qué me miras? - le preguntó con molestia, pero su voz temblaba un poco.
Diper volvió de la luna a la que había subido, al escuchar el tono molesto de la chica.
- Nada, solo me preguntaba si se te ofrecía algo más- inquirió Diper tratando de calmarse, su voz también empezaba a temblar.
- No, descuida, puedo valerme sola- respondió la chica desviando la mirada-. Ya eres libre de mí, nada te ata a ayudarme…
- Lo hice por voluntad propia- dijo Diper sorpresivamente, y se acercó un par de pasos más a ella-. Parecías necesitar ayuda, yo solo te la di.
La chica se volvió a sonrojar, ahora era más notorio, y desvió la mirada lo más que pudo. Diper no entendía lo que hacía, pero verla en ese estado era simplemente hermoso para él.
- Bueno, no necesito nada- acto seguido la chica se metió a su coche, y cerró la puerta. Diper se paró frente a la puerta, y la chica bajó el parabrisas-. No me has dicho tu nombre, al menos deberías tener esa gentileza.
- Me llamo Diper, Diper Pines… tú tampoco te presentaste.
- Me llamo Pacífica, mi apellido no importa- respondió ella sin mirarlo-. Bueno, gracias por esto, te debo una.
- No es necesario- contradijo Diper negando su amabilidad-. Lo hice solo por ayudar.
Pacífica apretaba el volante con firmeza, y sus mejillas no podían estar más coloradas. Sentía como si en cualquier momento terminaría rompiéndolo con toda la fuerza que ejercía.
- Te lo pagaré- dijo Pacífica con esfuerzo-. No me gusta deberle nada a nadie, por eso… veme mañana, a dos cuadras de aquí, hay una estación de autobuses, no llegues tarde, te veré a las dos de la tarde…
Diper no pudo protestar, no tenía ningún plan, y esa era su gran oportunidad de conocer más a una chica tan linda como ella.
- Está bien, ahí estaré- respondió Diper sonriendo.
Pacífica arrancó el carro, y se fue de ahí rápidamente antes de que algo más sucediese. Diper le hubiera pedido su número, pero en vista de que no tenía celular, no sería muy útil. Tendría que comprar su celular propio, para que Mabel… entonces sintió un enorme yunque caerle encima. Diper tenía que regresar corriendo, le esperaba una grande al haberla dejado tanto tiempo sola, pero, arrepentido no se sentía ni un poco.
DISCLAIMER: Los personajes le pertenecen a Alex Hirsch y solo los uso para fines de este fic.
(Avance: 13-12 8-12-15-12 15-26-8 19-22-9-14-26-13-26-8 18-13-24-22-8-7-6-12-8-26-8 8-12-13 24-22-15-12-8-26-8)
