Kung Fu Panda: Descubriendo el amor

Historia originalmente escrita por Fharkas, los personajes de Kung fu panda no me pertenecen y esta historia es sin fines de lucro.

Disfruten mi historia.

Capítulo 1: De regreso a casa.

El sol se asomaba como cada mañana sobre el valle de la paz, los guerreros que salvaron a China de la tiranía de Lord Shen se hallaban descansando en sus respectivos dormitorios, el maestro Shifu como cada mañana fue a despertarlos para darles en esta ocasión una buena noticia.

Al sonar el gong los 5 furiosos salieron rápidamente de sus habitaciones a gritar al unísono "buenos días maestro" con un tono fuerte.

-Buenos días estudiantes, antes que nada venía a felicitarlos por tan increíble hazaña en salvar a China, su valentía y coraje es digno de admirarse, en especial a ti Po, gracias a que dominaste el poder de la paz interior lograste derrotarlo, a él junto con sus cañones y todo su ejército.- El maestro Shifu da una pausa para notar que le hablaba al aire, puesto que Po seguía plácidamente dormido.

-Ahh salvo a China… -El simplemente da un suspiro y se da una pequeña palmada en la cara y voltea a ver a los 5 furiosos para decirles.

-Despiértenlo y felicítenlo de mi parte, estaré meditando y no quiero ser interrumpido. -El Maestro Shifu caminaba a la puerta y a un paso de salir volteo y les dijo. -Ah por cierto, tienen el día libre, fue un viaje cansado y se lo merecen, sin más por el momento me despido, que tengan un excelente día.

-Muchas gracias maestro. –Todos le dijeron mientras hacían una reverencia.

-¡Wow! Que increíble, todo el día libre, al fin podre pasar a comprar mis galletas al valle, puesto que Po se acabó mi último frasco. –Lo dice Mono emocionado.

-Pues es una muy buena noticia, pero lo mejor será primero desayunar unos deliciosos fideos para iniciar el día. –Grulla sonríe.

-Pero Po sigue dormido y si no cocina el, no quiero comer ese Tofu tan desagradable. –Víbora hacia una cara de desagrado.

-Sera mejor levantar a ese panda, ¿Tigresa por qué no vas a despertarlo? –Dice Mantis con una sonrisa en su pequeño rostro.

Tigresa se había excluido de la conversación y estaba entrando a su habitación hasta que escucho las palabras de Mantis-¿Por qué tengo que ir yo? –Dijo Tigresa un poco molesta

-Oh vamos tigresa –Mantis de un salto se sube a su hombro. -Tu eres la que tiene más tacto con él, además, la última vez que intente despertarlo se dio la vuelta y me aplasto.

Los comentarios de Mantis y las miradas de todos abrieron curiosidad en Tigresa -¿Por qué piensan que tengo más tacto con él?

Los 4 furiosos comenzaron a reírse.

-¿Acaso dije un chiste? ¿Cuál es la gracia? –Tigresa se cruzó de brazos y parecía tener una cara molesta.

Tigresa, amiga, todos sabemos que ustedes 2 se quieren o incluso se aman, ¿o qué? ¿Acaso no recuerdas esos tiernos abrazos? –Dijo Mono tratando de contener las risas.

Tigresa recordaba ambos abrazos que se dieron en Gongmen -Ustedes lo abrazan todo el tiempo, ¿Y? ¿Acaso hay algo malo con eso?

-Pues no, pero nosotros llevamos años de amistad y lo único que nos has dado son golpes y patadas, es obvio que hay algo ahí, a grulla lo llamas llorón pero no quieres que Po se ensucie las manos.

Tigresa se sentía nerviosa, no podía permitir verse débil ante ellos –Po también es un llorón, si seguía así íbamos a perder a Shen de nuevo, además, por cosas como estas es por la que te pateo.

-Cuidado, si te escucha le vas a romper su corazón de panda, y dicen que son muy delicados –Dijo Grulla riéndose.

-Como sea, son unos infantiles –Tigresa se dio media vuelta y comenzó a caminar -Iré a despertarlo.

Ahí está, ¡quieres estar sola con el! –Dijo Mantis bajando de su hombro y mirándola con una sonrisa.

-También necesito desayunar, ¿o tú prepararas el desayuno? –Le dijo Tigresa seria.

-Hmm, está bien está bien señorita enojos, ve con Po. –Dijo Mantis.

Tigresa comenzó a caminar hacia la habitación de Po y escucho a Mantis por última vez –Ve a abrazarlo –Tigresa volteo a verlos y su rostro ya denotaba mucho enojo por lo que todos se fueron corriendo de allí.

Ella se tomó un segundo, no se sentía muy segura de verlo y no sabía porque, se recargo en la puerta de Po 1 segundo, inhalo aire y entro.

Tigresa entro sigilosamente a la habitación de Po, su ceño se frunció cuando se dio cuenta que su habitación era un completo desastre, pues veía varios pantalones del mismo estilo tirados por toda la habitación, tazones de fideos a medio terminar y muchas armas como shurikens,entre otras cosas. Lentamente Tigresa se acercó a Po, quien estaba acostado hecho bolita, parecía que abrazaba algo, Tigresa lo volteo del hombro para despertarlo y se dio cuenta que abrazaba su figura de acción de ella, Tigresa se sorprendió.

-Debió estar jugando con sus juguetes y se quedó dormido –Ella pensó mientras tomaba su figura de accion de ella misma.
Ya en sus manos, examino su propio juguete y se quedo mirando el chaleco que tenía puesto para darse cuenta de que era idéntico –Hmm, bastante realista, sí que da miedo.

Tigresa tomo a Po de los 2 hombros y comenzó a sacudirlo.

El solo se acurrucaba más en las sabanas mientras balbuceaba cosas sin sentido.

-¡Po! ¡Ya despierta! -Al ver que ni gritándole se levanta decide hacer algo al respecto, Tigresa tomo un tazón de fideos que estaba tirado y lo acerco a su nariz por lo que Po empezó a mover su nariz y su estómago empezó a rugir.

Po comenzó a abrir los ojos y dijo -Hmmm huele delicioso. -Abre bien los ojos para ver que Tigresa estaba en su habitación.

¡Maestra Tigresa! ¿Qué hace aquí? -Po se sonroja al ver que Tigresa estaba en su habitación a lo que de un segundo a otro se apena pues su habitación parecía a la de un niño, y no un niño con modales.

-Ja, tú nunca cambias Po, oye, tienes que levantarte, los demás esperan el desayuno y ya es muy tarde. –Tigresa se acercó aún más a él y Po seguía recostado.

Po se comenzó a sonrojar y a ponerse muy rojo.

-¿Te sucede algo? –Tigresa le pregunta preocupada.

-¿Por qué lo dices? –Po comenzó a ponerse muy nervioso.

Tigresa le pone una mano en la frente lo cual hace que Po se sienta aún más nervioso. –Esta muy caliente, creo que tienes fiebre.

-¿Enserio? –Po se quedó perdido en los ojos de Tigresa. –Yo me siento de maravilla.

-En ese caso, levántate, tenemos que ir por el desayuno. –Tigresa le sonríe.

-¡Cierto! El desayuno, tengo que prepararlo, voy enseguida, pero antes tengo que recoger mi habitación, es un completo desastre. –Lo dice Po parándose de su cama y tratando de no pisar nada de basura.

-En eso tienes razón, un guerrero debe tener sus cosas en orden para tener su mente en orden.

Siempre tan sabia maestra –Po le sonrió de manera dulce. -Lamento el desorden, lo recogeré y enseguida iré a preparar el desayuno. -Le hace una reverencia chocando su puño en la palma como saludo respetuoso.

Ella pudo notar como Po creció mucho en su Kung fu, pero siempre será el mismo Panda con corazón de niño -¿Qué te parece si te ayudo a limpiar?

-No te molestes Tigresa, terminare rápido. –Le dijo Po mientras comenzaba a recoger todo su desastre.

Tigresa le puso una mano en su hombro –Insisto.

-¿Enserio? ¡Bárbaro! Así terminaremos pronto para que los chicos desayunen. -Po le regresa la sonrisa.

Ambos empezaron a levantar todo, los dos sentían una cierta incomodidad, puesto que querían hablar del tema en Gongmen, pero ninguno se animó a decir ni una palabra, por lo que continuaron limpiando hasta que la habitación quedo impecable, les costó un poco de trabajo puesto que el desastre era enorme, pero habían terminado.

Tigresa encontró varias cosas interesantes en su habitación, al ser Tigresa alguien muy analítica se dio cuenta que las figuras de acción de Po estaban guardadas a excepción de la suya. -¿Acaso duerme con mi figura de acción siempre? -Pensó ella, también pudo notar que Po resguardaba un diario por lo cual por alguna extraña razón tenía curiosidad de conocer que escribía en él. -Bien Po, hemos terminado, fue difícil pero no imposible.

-Tienes razón, muchas gracias Tigresa. -Po le sonrió. -Muy bien vámonos. -El corrió directamente a la cocina por lo que dejo a Tigresa en su habitación.

La felina estaba parada viendo el cajón donde se hallaba su diario -No puedo, necesito control, Po es mi amigo y si no me da permiso no puedo tomarlo… aunque. –Tigresa hacia muecas tratando de mantener el control.

Ella recordaba que en la prisión de Gongmen, Po le dijo que Shen sabía que había pasado con sus padres, a lo que también recordó ese abrazo que Tigresa le dio.

-Si al final él se enteró lo de su familia, seguramente lo escribió en el diario, lo que no se, es si tengo curiosidad por su pasado, o por lo que escribió sobre ese abrazo. –Ella suspiro -Olvídalo Tigresa, no son tus cosas. -Se dijo a si misma mientras salía de la habitación para dirigirse a la cocina.

Llegando a la cocina se hallaban todos sentados a excepción de Po que estaba cocinando, ella tomo asiento a un lado de todos sus compañeros.

-¿Por qué tardaron tanto? ¿Que estaban haciendo? –Mono pregunto de forma graciosa, incitando a todos a opinar.

-Ayude a Po a limpiar su habitación. –Lo dijo con una cara seria y una voz muy tranquila y relajada.

-¿Seguros? ¿Que no se estaban abrazando? –Mantis comenzó a reírse.

-No no jajaja, se estaban besando jajaja. -Mono estaba muriéndose de risa

Tanto Po como Tigresa se pusieron nerviosos por los juegos de Mono y Mantis, pues lo que paso en Gongmen les vino a la cabeza, Po sonrojándose en un rincón de la cocina y Tigresa frunciéndole el ceño a Mantis.

Tigresa para cubrir cualquier aspecto de nerviosismo respondió -Solo fue para que Po se tranquilizara y nada más. -Lo dice tranquila y con los ojos cerrados.

Po se entristeció al escuchar sus palabras pues él sabía que estaba enamorado de la maestra Tigresa, la razón por la que ama el Kung fu es porque Tigresa lo practica, y él sabía que en su diario hablo sobre ese abrazo y lo que significó para él, y Tigresa acababa de romper con su ilusión, esa fría palabra que sus labios pronunciaron, el solo se puso triste disimulándolo, pues para él, ser su amigo ya era un privilegio, la consideraba algo inalcanzable -Aquí están los fideos chicos, espero les guste.

-Hmmm por dios, como siempre Po te quedo perfecto. –Mantis comenzó a reírse. –Solo por esto se acabaron las bromas.

-Lo sé, son exquisitos. Víbora tomo la cuchara con su cola y se la llevo a la boca.

-Esto compensa el frasco de galletas robado. –Lo dice Mono con toda la boca llena de comida, lo que causo un disgusto en Tigresa.

-Un día me tienes que enseñar a cocinarlos. –Dice grulla feliz.

Tigresa los probó y aunque el sabor le agrada siente que demostrar muchos sentimientos la hace ver débil ante los demás, así que solo comió en silencio.

Los guerreros terminaron de comer y Po recogió los platos.

Pues muy bien, vamos a entrenar un poco el Maestro Shifu nos debe estar esperando. –Dijo Po estirándose un poco.

Sobre eso, Shifu nos dejó el día libre y también nos dijo que te felicitáramos por tu increíble acción heroica, que por cierto, ¡Estuviste increíble Po! –Le dice Mono mientras le apunta con su cuchara.

-Eres mi héroe. –Dijo Mantis con una sonrisa.

-Muchas gracias chicos y que excelente noticia, ¡Todo un día libre! Y díganme ¿Que harán hoy? –Les pregunto Po.

-Pues yo pensaba ir al Valle, tengo una dama esperándome, es una araña y sus 8 ojos me vuelven loco. –Dijo Mantis enamorado.

Todos se quedan en silencio no se imaginan ver atractiva una araña, a lo que mejor deciden no comentar nada.

-Yo pensaba ir a la dulcería, a comprar más provisiones y esta vez esconderlas donde nadie las encuentre. –Les mencionaba Mono sin contener su felicidad.

-Al final las encontrare –Le dijo Po riéndose.

-Pues creo que iré a mi pueblo con mis hermanas un rato, no está muy lejos de aquí así que puedo ir y regresar hoy mismo. –Les dijo Víbora, para luego terminar sus fideos.

-Yo iré a la Farmacia tengo una alergia y necesito algo para mi nariz. –Les dijo Grulla junto con un estornudo que parecía hacerlo apropósito.

Po les sonrió de manera dulce. -¡Qué bárbaro!, ¿y tú que harás Tigresa?

-Me quedare a entrenar. –Ella daba sus últimos sorbos al caldo restante de sus fideos con una voz muy tranquila y desinteresada.

-¿Enserio? ¿Aun en tu día libre? –Le dijo Po tratando de abrir emoción en ella.

-No tengo otra cosa que hacer. –Tigresa se aferraba a su idea.

-¿Por qué no me acompañas a comprar más comida al valle? –Le dijo Po mientras intentaba masajear sus hombros.

-No gracias. –Tigresa le aparta sus manos de sus hombros. -Prefiero entrenar.

-Vamos, necesitamos muchas provisiones y no poder cargarlo todo. -Po conoce el espíritu competitivo de tigresa por lo que decide jugar con su mente.

-No gracias, como te dije, preferiría entrenar, además no creo que sea trabajo duro para el guerrero dragón. –Lo dijo ella con una voz altanera.

-Supongo que sí, sería muy pesado para ti, mejor lo cargo yo. -Sonriendo en su mente.

Tigresa se quedó callada un momento. -Pensándolo bien, yo cargare todo, te enseñare como se hace. –Ella se paró de golpe de su asiento.

-Jaja vamos entonces –Po tenía una sonrisa de un triunfo total.

-Bueno, ya nos veremos se dicen los maestros entre sí.

Po y Tigresa empezaron a bajar las escaleras, ella se sentía un poco más abierta con Po lo cual no quería demostrarle a los demás maestros, pues quería tener un aspecto duro ante ellos.

-Po. –Le hablo Tigresa con un poco de emoción en su voz.

-¿Si? ¿Qué pasa? –Pregunto Po lleno de dudas.

-¿Qué te parece una carrera de aquí al valle? –Lo dice Nerviosa.

-¿Es enserio Tigresa? –Pregunto Po un poco atónito y una cara seria.

Ella se quedó un segundo en silencio, le dio un escalofrió por la idea de sonar muy infantil ante él.

-¿Estas retando al guerrero dragón? Jajaja espero que no te arrepientas -le sonrió de mejilla a mejilla.

Ella sonrió un poco cariñosa por la actitud de Po.

Ambos empezaron a correr y Tigresa fácilmente lo rebaso puesto que corría a 4 patas, ella llego a la entrada de las escaleras rápidamente se recargo en un poste de madera, cruzo los brazos y con una sonrisa lo espero.

Po, quien apenas llegaba ya muy cansado a la entrada, da un suspiro enorme para recuperarse y le habla aun con jadeos. -Vaya, ha… ha… eres muy veloz.

Ella se sintió alagada por el cumplido -Gracias, igual has mejorado tu velocidad. Bueno sigamos.

Ellos siguieron su camino, adentrándose en el pueblo y lo que parecía ser un mercado, ambos maestros revisaron todo el mercado, estaban comprando comida, hierbas, analgésicos, medicinas y Po se compró ciertos objetos que daban fortuna, a lo que Tigresa lo veía con una mirada de compasión, pues el pobre de Po se creía todo lo que le decían.

Mientras tanto en el Valle se ve un espectáculo y era nada menos que las damas de la sombra.

Po se dio cuenta a lo que rápidamente corrió a verlas lo cual Tigresa corrió tras de el sin saber porque Po empezó a correr, pues no se dio cuenta del show.
-¿Sucede algo Po? -Tigresa le pregunta alarmada. Una vez terminando el espectáculo, Song logro ver a Po para correr a abrazarlo.

-¡Po! ¡Que gusto volverte a ver! –Song lo abrazo y le dio un gran beso en la mejilla.

Tigresa llego corriendo y se da cuenta que Song estaba con los brazos encima de él, seguramente aplicándole alguna técnica.

-¡Son las ladronas! –Tigresa corrió rápidamente y salto hacia ella.

Po la detuvo con sus brazos dejando caer a Song al piso. -¡Tigresa! ¿Qué sucede? Es Song.

¿Te lavaron el cerebro? Ella es la ladrona que robo el cáliz del Maestro Shifu –Ella trataba de zafarse del abrazo de Po.

-Eso es cosa del pasado, ellas cambiaron para bien, solo me estaba dando un abrazo eso es todo. –Le dice Po soltándola suavemente en el piso.

Song se levantó y sacudió el polvo de su ropaje. –Vaya, pero que modales.

Tigresa se molestó, sentía celos de esa gata llena de manchas, arrugaba su cara mientras pensaba -Cómo es posible que trate a si a una ladrona.

-No hay nada de malo Tigresa, no te enojes. –Po trataba de mirarla a la cara, y esta parecía ignorarlo.

-No Po, déjala, sé que tenemos mala fama, pero no importa porque estamos aquí para cambiar eso, desde que me hice la líder de las damas, todo ha mejorado, somos más aceptadas en varios pueblos, pero ya sabes siempre hay gente ignorante y se lanzan al ataque sin saber que sucede. –Song volteo a ver a Tigresa.

Ella se detuvo a pensar. -Es obvio que fue una indirecta para mí. -Frunció el ceño y volteo a ver a Po -Iré al palacio tengo cosas que hacer, disfruta tu cita con la ladrona. -Lo dice enojada para saber cómo reaccionaría Po.

Po estaba confundido por el repentino enfado de la maestra. -Tigresa, no te vallas, y no es una cita, es solo una amiga.

-Pues lo que sea, nos vemos después.

Tigresa se había ido, dejando a Po confundido, pues ella no actuaba así. Ella se alejó poco a poco.

-Déjala solo esta celosa de que nuestra amistad no es a base de golpes. –Le sonrió dulcemente a Po.

Tigresa con sus agudos oídos pudo escucharla aun a varios metros de distancia ella solo se alejó de ahí enojada –Maldita gata.

En todo el día Po y Song estaban en el valle disfrutando todo a su alrededor, mientas tanto, Tigresa estaba en el palacio entrenando y desquitándose con los guerreros de madera rompiéndolos de un solo golpe, Tigresa se sentía confundida, no es su estilo ser celosa, o sentir algo por alguien pero Po era diferente.

Desde su llegada, Tigresa volvió a sonreír con sus bromas, su amistad significaba mucho para ella y sobre lo de los abrazos ella sabía que el primer abrazo fue porque ella podía desahogarse, era mucha presión, Po estaba frustrado y ella tuvo que tomar el liderazgo y lo abrazo para aliviarse, porque muy en el fondo, Po la hace sentir bien. Pero su duda era el segundo abrazo que él le dio. Tenía la pertinente duda del porque sucedió y que pasaba por la cabeza de Po cuando se lo dio.

Tigresa termino de entrenar así que se fue a dar un baño, se quitó su chaleco rojo de entrenamiento, desvendo sus pechos revelando que eran unos pechos bastante grandes que le estorban al entrenar, se quitó su pantalón y ropa interior, por lo que decidió relajarse en el agua.

Ella estaba muy pensativa con todo lo que sentía, ella no es celosa ni es cariñosa pero algo estaba cambiando, sobre todo tenia interés sobre que tanto decía el diario de Po, por un momento decidió hacer un plan de como poder verlo sin que nadie se enterara, pero unos segundos después deshecho ese plan.

Ella se relajaba más y más en el agua mientras pensaba para sí misma -No puedo hacerlo, no es correcto, debo luchar contra mis impulsos, yo no quisiera que viera mis secretos así sin más, pero por otro lado, jamás se enteraría, es solo que si me atrapara, todo terminaría.

Ella se paró rápidamente aun desnuda –Suficiente, no es no y punto. –Tigresa tomo una toalla que trajo consigo al baño y decidió secar su pelaje, pasando la toalla por su rostro, sus brazos y pechos, termino de secarse y se vistió con el mismo estilo de ropa de siempre, pero esta vez limpia.

Salio del baño y se percató que ya era de noche y Po estaba entrando a las habitaciones.

-¡Tigresa, hola! ¿Qué paso? ¿Por qué te fuiste? ¿Paso algo? –Po parecía estar dolido con ella y al parecer el no comprendió porque.

Ella la cual había abierto un poco ya la puerta de su habitación, pues estaba a punto de entrar en ella, da un suspiro y le responde.

-Hola Po, no sucedió nada solo no quería ser mal tercio con tu novia. –Lo dice Tigresa bastante tranquila y despreocupada.

-No es mi novia, y además te veías enojada, dime ¿qué paso?

-No pasó nada Po, todo está bien. –Tigresa le regala una leve sonrisa.

Sabes que puedes confiar en mí, somos amigos, los mejores. –Po le sonríe dulcemente.

Ella parecía estar muy feliz -Lo se Po, gracias, pero en verdad no sucedió nada es solo que quería entrenar.

-Hmm, está bien, te creeré –Ambos pausaron en un silencio incomodo, Po tardo unos segundos en pensar lo siguiente que diría -¿y ya te vas a dormir? –Po se abofeteaba mentalmente, no podía pensar en nada.

-Era mi plan, entrene mucho y estoy cansada. –Ella recordaba todo el desastre que hizo en el salón de entrenamientos debido a sus "celos".

-Hmm bueno, es que los chicos no han vuelto y quería cenar pero estoy solo.

-¿Y cuál es el problema? –Le pregunto de manera dura.

El bajo sus orejitas como un panda regañado. –Ninguno.

-¿Te da miedo comer solo? –Tigresa se acercó un poco más a él.

-Es solo que… -Po se sentía muy apenado.

-Hmm ¿y si te acompaño a cenar? –Ella se detuvo a pensar -Espero que sea buena idea.

-No lo hagas su no quieres.

Tigresa tomo la mano de Po, el cual el quedo muy impactado.

-Insisto. –Tigresa le sonrió dulcemente.

-¿Enserio? -Po se sonrojo y le llego una gran emoción -¡Qué bárbaro!

-Vamos, no me caerían mal unos fideos tuyos. –Tigresa le sonrió.

Tanto como Po como Tigresa comenzaron a caminar hacia la cocina, ese silencio incomodo se hizo notar, y era presente en la mente de ambos, pero ninguno dijo algo.

Y una vez llegando, cada quien puso manos a la obra, ambos estaban ya en la cocina, en esta ocasión, Tigresa le ayudaba con lo que Po necesitaba pasándole especias e ingredientes.

Tigresa se sentía más liberal junto a él, parecía que sus ideales e instintos se suavizaban junto a Po -Huele delicioso Po.

-¿Te gusta? ¡Estos fideos sabrán extra exquisitos! –Po la mira muy feliz.

-¿Porque lo dices?

-Porqué me ayudaste a cocinarlos –Po la volteo a ver y le sonrió. -Seguro sabrán mejor con tu sazón.

Tigresa se sentía alagada -No soy buena cocinando, de hecho nunca lo había intentado.

-Ya aprenderás, pero el toque lo tienes, igual sé que sabrán mejor que nunca.

Tigresa daba suspiros mentales, sentía mucha presión por dentro y necesitaba preguntárselo. –Es ahora que se puede o tal vez nunca -Oye Po ¿Puedo preguntarte algo?

Po se quedó un momento viéndola, algo le deparaba -Claro Tigresa lo que quieras.

-Es algo que me da mucha pena pero me arme de valor para decirte, ¿Quisiera saber por qué me abrazaste cuando termino la batalla con Shen?

Po se puso más que nervioso, pero sabía que un día enfrentaría ese tema, él pensaba que la maestra Tigresa estaba enojada con él por el atrevimiento -Lo lamento, sé que te molesto, pero al ver que estabas bien, sentí una alegría muy grande, pues me hiciste a un lado para salvarme de un cañonazo de Shen y al ver que todo había terminado bien me deje llevar, me sentí muy feliz que estabas a salvo, y no lo sé, solo paso. Por favor no te enojes.

-No estoy enojada Po, solo quede un poco impactada eso es todo.

-¿Impactada? ¿Por qué impactada? –Abrió mucho interés en Po.

Tigresa se comenzó a sonrojar pues había hablado de más. -No por nada Po, será mejor servir los fideos y empezar a cenar.

Po pudo notar como Tigresa se sonrojaba y decidió dejar la plática, no sin antes ilusionarse puesto a que la mirada de la maestra sonrojada era en extremo linda.

Ambos maestros comenzaron a cenar, toda la cena fue llena de charlas y risas que Tigresa solo sacaba cuando estaba con Po.

-Bueno, supongo que por eso Shifu se enfermó aquella vez, yo había preparado los fideos, jaja tenía mucho miedo que bajara a destruir el negocio de mi papa.

-Jajaja enserio Po tu nunca cambiaras, siempre serás un tierno Panda.

Po se sonrojo ante el comentario de Tigresa. -¿En realidad ella cree que soy tierno? ¡No puede ser! Si quiero impresionar a la maestra debo ser tan bárbaro como ella. -Jaja gracias aunque mi vida de niño no fue siempre arruinarlo todo sabes, hubo una época ayudaba a cargar las pertenencias de la gente así ellos descansaban.

Tigresa estaba un poco confundida por el cambio de actitud y de tono de voz de Po, sabia sus intenciones, pero sabía que era porque él quería impresionarla, así que le dio el gusto. -Jaja pues muy bien Po, es muy bueno que ayudes a la gente.

-¡Lo logre! –Po sonreía para sí mismo.

Ambos terminaron de cenar, levantaron la mesa y decidieron irse a dormir.

Tigresa se asomó por la puerta hacia el exterior -Que raro que ninguno llego, no he visto ni al Maestro Shifu.

Po se encontraba muy feliz. -Gracias a los dioses que nadie nos interrumpió, ¡Fue una noche mágica para mí! -Sí, es una lástima se perdieron los fideos más deliciosos del mundo.

-Quedaron muy ricos Po, muchas gracias. –Tigresa le sonrió.

-Gracias a ti por acompañarme, no me gusta comer solo, me hace recordar los momentos donde me frustraba y comía por comer en busca de una solución, en fin, creo que divago mucho.

Tigresa le sonrió dulcemente. -Siempre que estés frustrado recuerda que me tienes a mí para ayudarte. –Tigresa le tomo un hombro y le sonrió.

Po se sonrojo al extremo, sin duda es una noche que la recordaría por siempre, la maestra Tigresa, su maestra de Kung Fu favorita, la que al principio lo desprecio, la mujer que amaba, y la razón por la que el Kung Fu es su vida, le dijo que ella estaría para el cuándo la necesitara, Po evito desmayarse de la emoción concentrándose al máximo, tenía tantas ganas de decirle infinidad de cosas, pero los nervios le impedían hablar. -Muchas gracias Tigresa, oye es hora de dormir. -Él quería que la noche fuera eterna pero si uno de los 4 furiosos restantes se entera de aquella cena, seria marcado de por vida y su amistad podría verse afectada.

Tigresa se reincorporaba, pues había salido de si más de lo que se permitía no quería que el respeto que Po le tenía desapareciera. –Supongo que tienes razón, creo que es hora de irnos, ah por cierto Po, se nos olvidó decirte que Shifu te felicito por lograr derrotar a Shen, has avanzado mucho en tus entrenamientos, todos están orgullosos de ti.

-¿Y tú? ¿También estas orgullosa de mi? –Po le sonrió dulcemente.

Ella se quedó hipnotizada ante su ternura y encanto, perdida en sus ojos color jade.

-Yo… -Tigresa suspiraba hondo.

-De igual forma la verdadera heroína eres tú. –Po la señalo.

-¿Yo? ¿Por qué lo dices? Shen me derroto.

-¿Como que porque lo digo? A pesar de ser el guerrero dragón, tuve muchos errores que tu remediaste, a cada caída tú me levantaste, cada error tú lo corregiste, me sentía vacío por mi pasado y lograste tranquilizarme, cuando no pude mantener el control en la torre que se derrumbaba a cañonazos, tú me sacudiste me miraste a los ojos y me indicaste el camino, nos diste a todos una solución para salir de ahí, me atrapaste en mi caída, -Po evito decir lo importante que fue el abrazo. -Me querías a salvo en la cárcel y otro error mío fue desobedecerte, sin embargo aunque arruine tu plan, elaboraste otro para intentar salvarme, aun así recibí el cañonazo, sobreviví por que puse un sartén de metal en medio del impacto, pero en el segundo disparo me hiciste a un lado recibiéndolo completamente tú, y aun así tu como si nada, eres increíble, y te doy las gracias no solo por salvar mi vida, si no por salvar a toda China. –Po le hizo una reverencia.

Tigresa se quedó impactada, amaba esa humildad de Po, muchos dirían que fue su esfuerzo, sin embargo el reconoce sus errores. -Ya vi porque eres un guerrero destacado Po.

-¿Enserio? ¿Por qué? –Po estaba muy atento con la respuesta que Tigresa le estaba a punto de dar.

-Porque sabes admitir tus errores y confías en tus amigos a pesar de que ellos desconfían de ti, ambos tenemos que aprender cosas del otro, así como tu derrotaste a Tai Lung por la confianza que tenías en ti mismo, cosa que yo no pude conseguir. Yo pude detener a Shen porque pensaba en todo, yo necesito más confianza en mí misma, y tu más cuidado y no actuar por instintos.

Ambos maestros se miraron con una enorme sonrisa, y se dieron una reverencia.

-Bueno Tigresa, supongo que es hora de irnos.

-Vamos. –Le contesto Tigresa.

Ambos caminaron hasta sus respectivas habitaciones no sin antes despedirse. -Buenas noches Tigresa, descansa, esperemos que los chicos vuelvan pronto.

-Esperemos que sí, igualmente descansa Po, mañana no será descanso, y por cierto, vi en la cocina todas las cajas de provisiones que trajiste del pueblo, lamento haberte dejado solo. –Tigresa se sentía un poco culpable.

-No tienes de que preocuparte, si era tu deseo entrenar, estoy feliz de que así fuera. –Po le sonrió.

-No fue precisamente eso… como sea… -Tigresa se aproximó rápidamente a él y lo abrazo tiernamente.

Nuevamente, Po no supo cómo reaccionar, se quedó parado, inmovilizado por los nervios.

Tigresa se separó de él y sin verlo a los ojos ni haciendo ningún tipo de contacto, abrió la puerta de su habitación y entro en ella, cerró su puerta y pienso. -¡¿Qué me pasa?! Por si no fuera poco ahora tengo que lidiar con esta conversación mañana, aghh… Necesito dormir ya, tengo la mente muy cansada.

-En la habitación de Po.-

-¡Por fin logre acercarme a la Maestra Tigresa! ¡Ni ser el guerrero dragón me hace sentir tan vivo como verla sonreír! Esto sin duda será escrito en mi diario. Pero mientras tanto es hora de dormir mañana si tendremos entrenamiento y si quiero progresar con Tigresa debo demostrarle que soy alguien responsable y bárbaro como ella.

Po arregla su cama para luego acostarse y quedarse profundamente dormido con una enorme sonrisa de satisfacción toda la noche.

Fin del Capitulo

Bueno, este fue el primer capítulo mejorado, espero sea de su agrado, mejore la redacción, la manera de llevarlo a cabo, añadí mas sentimiento y ciertas ideas que le dan un mejor sazón, háganme saber si fue de su agrado y si no, también.