Epílogo

Unos días después. . .

¡Shinobu a la cama ahora! –

Pero…pero es que estoy aburrido – Al decirlo el menor puso cara de mohín, acción que provocó una sonrisa tierna en el mayor, acto seguido le tomó al estilo princesa para regresarlo a la habitación.

Lo depositó suavemente, para luego dar un fugaz beso en su mejilla y acariciar sus cabellos, luego, su vista se posó en el hematoma que aún tenía en su cuello, el cual aún se encontraba marcado producto de la violencia acción.

Frunció el ceño, como odiaba recordar el estado en que había encontrado el menor, realmente pensó que se moriría frente a sus ojos. Para el menor no pasó desapercibida la acción de Miyagi, acto seguido, le abrazó y hundió la cara en su pecho.

Esto...¿cuándo ya esté sano, volveré a la casona? –

Claro que no bebé, mereces algo mejor. No te obligó a estar conmigo, pero te ofrezco la oportunidad y el apoyo para que salgas delante de otra forma, aún eres joven y eres realmente inteligente, estoy seguro de que podrás llegar muy lejos

¿y si quiero estar contigo? – al pronunciar esas palabras, Shinobu quien estaba acostumbrado a mamársela a los hombres sin problemas, se sonrojó. Era la primera vez que sentía algo por alguien, le descolocaba estar en esta nueva situación.

Si lo haces, seré el anciano más feliz del mundo – Acto seguido se le acercó, para dar un suave beso y acariciar su cuerpo.

Pese a que las caricias poco a poco subieron de intensidad en la habitación, provocando calor en ambos hombres, el mayor decidió que aún era muy pronto para tener sexo, ya que quería que su chico estuviera recuperado al cien por ciento, y que además estuviera realmente seguro de hacerlo por placer y no como obligación. Se acariciaron por algunos minutos más hasta que Yō cayó dormido.

Shinobu comenzó a llorar de forma silenciosa, por primera vez en la vida se sentía cuidado y querido de verdad, no ese amor falso como el que le daban los otros viejos.

No sé si esto se real, pero Dios déjame disfrutarlo un poco más –

Lo disfrutaremos toda la vida. Mi amor, te amo – Miyagi quien escucho todo, no encontró mejor momento para expresar sus sentimientos, ya que su pequeño necesitaba que se lo reafirmaran y así lo haría día a día, hasta que realmente creyera en sus palabras. No le importaba dedicar toda su vida a complacer y mimar a su mocoso, sólo quería que Shinobu al fin fuera feliz, sobretodo, luego de saber como había sido la infancia y adolescencia de este.


¿cariño, no piensas ir con tu familia? –

Nunca, sólo quería que la verdad saliera a la luz. Pero Takano, jamás les perdonaré que me hayan echado a la calle a morir, además, ellos jamás me perdonarían haberme prostituido – al decirlo una lágrima se escapó, la cual fue rápidamente limpiada con su novio quien a continuación le dio un suave beso en la mejilla ya no los necesito, tengo una nueva familia y principalmente te tengo a ti. Te amo Masamune –

Y yo te amo mucho más

Luego ambos se dieron muchos besos y quedaron sin ropa, pese a todo, aún no se atrevían a tener sexo, más bien, Takano no se sentía preparado. Ritsu intentó insinuarse de distintas formas, pero Takano se encontraba reacio a intentarlo, cada vez que se disponía a hacerlo recordaba como había atacado a Ritsu y de inmediato se detenía.

Onodera esa noche estaba dispuesto a que tuvieran sexo, su cuerpo necesitaba sentir a Masamune dentro de él, saber que estarían bien y serían felices. Se subió a gatas sobre su novio y luego lentamente comenzó a lamer y succionar el cuello del mayor, quien sólo gemía, pero seguía de forma estática, no lograba moverse por miedo a dañar al menor.

Al darse cuenta que no tenía respuestas bajo lamiendo el torso del mayor hasta llegar a sus pezones, jugueteando con ellos, de inmediato al miembro de Takano reaccionó. Ritsu tomo ventaja de esto, rápidamente lo metió en su boca y comenzó a succionar de forma placentera, provocando que en pocos minutos Masamune lo jalara del cabello y se corriera en su boca. Provocando un respingo en el mayor, quien de forma apresurada se retiró apurado, manchando en el proceso a su novio, sintiéndose aún más avergonzado.

Perdón cariño, perdón. Soy un imbécil me dejé llevar por el placer y te volví a tratar mal, no te merezco– Takano se tapaba el rostro apenado, nuevamente había sido un cerdo, se odiaba mucho más.

Tenía incontrolables deseos de llorar, de seguro Ritsu ahora le odiaba, se dio la vuelta e iba a salir de la habitación, cuando fue abrazado por la espalda. Luego sintió como Ritsu le basaba por atrás, para luego ponerse frente a él, poniendo ambas manos sobre el rostro del mayor, obligándole a mirarlo.

Masamune deja de odiarte, yo quise hacértelo. Por primera vez en la vida sentí deseos de hacer esto y tu te pones a llorar, eres horriblemente mata pasiones. Te amo gran imbécil, pero por favor deja de tratarme como si fuera de cristal, dejemos el pasado atrás y te lo ruego, métemelo de una buena maldita vez o te juro que me meteré con el primer hombre que se me cruce –

Takano no daba cabida a lo que había escuchado, realmente estaba sorprendido al ver como Ritsu estaba tan ansioso de que tuvieran sexo. No esperaría a que su chico se lo rogara otra vez, lo abrazo rápidamente y se lo llevo a la cama, le beso por todo el cuerpo. Esta noche le daría todo el placer que su amor se merecía, lo haría llegar al cielo.


Kusama ¿por qué estás tan triste? –

No es nada Hiroki-san – rápidamente el de ojos somnolientos, le dedico una falsa sonrisa.

O me dices en este instante o te lo saco a la fuerza –

Es que…el orfanato va a cerrar, los niños no tienen donde ir –

Humm creo que tengo una solución, pero ahora quiero que olvidemos las penas por un tiempo, han sido día muy estresantes – rápidamente se lanzó a besar a su novio, quien al comienzo le costo tomar ritmo, pero finalmente cedió.

Rápidamente se besaban llenos de pasión, sus lenguas jugueteaban y de un momento a otro la ropa desapareció. El menor no aguantaba más, necesitaba entrar en hombre, lo preparo de forma exprés antes de las demandas de Hiroki, aunque se dio el tiempo de jugar con la entrada de su hombre, como le gustaba que le rogara por entrar.

No quiso hacerlo sufrir más, ya que su cuerpo también lo clamaba y de una estocada lo hizo vibrar, le siguieron algunas rápidas y profundas, hasta que ambos llegaron al clímax en conjunto. Nowaki sintió un leve dolor en cuello en medio del orgasmo, negó riendo, su chico tenía la manía de morderlo cuando estaban teniendo sexo, aunque sospechaba que sólo era la excusa para marcarlo, le encantaba que actuara de esa forma tan egoísta, no podía negar que había caído a los pies de su castaño.


Yoshino se encontraba sentado observando a su novio, pese a que les había costado estar juntos de nuevo, el destino se había encargado de unirlos y esperaba no los volviera a separar. Se estaba sonrojando al tener pensamientos obscenos sobre su novio, quien de forma concentrada le estaba cocinando su comida favorita, siempre le cumplía todos los caprichos.

Hatori estaba tarareando una canción cuando se sintió observado, al ver a su sonrojado novio sólo pudo dedicarle una sonrisa y seguir preparando la comida. Sabía que si le robaba un beso, era probable que terminaran en la cama y la comida quemada, rio al recordar lo que había pasado la noche anterior con la cena.

Pero Chiaki no estaba conforme, si bien no negaba que le encantaba la vista quería molestar a su novio, se lo debía por tenerlo adolorido de las caderas. Al ver como el mayor dejaba despreocupadamente una salsa en la mesa, una traviesa idea cruzó su mente, ya sabía la mejor forma de comenzar el día.

Sin que Hatori se diera cuenta, se la dio vuelta por la cabeza, provocando que el mayor gruñera espantado. Pero rápidamente su semblante cambio por una sádica sonrisa, su cariño como siempre tan aniñado había cometido una gran travesura y se las pagaría. Con parsimonia apago la cocina sin decir nada y sin previo aviso tomo a Chiaki como un saco de papas. Ante las protestas por la inesperada acción hizo caso omiso, sin aviso lo metió a la tina.

Pensé que íbamos a desayunar primero, pero veo que has preferido comenzar por la ducha, nada como comenzar el día con una buena dosis de agua helada – Hatori sin compasión le mojaba ante las protestas del menor, ya que este odiaba el frío – creo que ahora necesitas calentarte – se introdujo junto a él en el pequeño espacio, tomando su cuerpo con desesperación, en algunos minutos las acciones los tenían tan calientes que hasta creerían que el agua se estaba entibiando.


Yokozawa se encontraba jugando con la entrada de Zen, ya que era su primera vez debía hacerlo con cuidado. Con ayuda de sus dedos lo estaba dilatando lentamente, no quería que sufriera.

Kirishima por otro lado, mordía la sabana apenado, jamás pensó que se podría recibir tanto placer y eso que aún era sólo los dedos de su amado, poco a poco comenzó a mover las caderas de forma desesperada, quería apurar a su osito, quien al parecer tenía toda la paciencia del mundo.

¡Métemelo ya! –

El que manda soy yo – al decirlo, Yokozawa le dio una fugaz nalgada y luego con sus dedos masajeo el interior de su novio, al notar sus reacciones, se dio cuenta que estaba listo.

Lentamente se posicionó en su entrada para luego entrar en una pausada pero profunda estocada, espero a que Zen se acostumbrara al intruso. Una vez que todo estuvo en orden, comenzó una rápida cabalgata, provocando que a los pocos minutos ambos estallaran en un orgasmo.

Kirishima se giro para besarlo, luego se consumieron en un abrazo, quedando unidos mientras lograban tranquilizar sus respiraciones.

Wow eso ha sido fantástico osito, te amo –

y yo más –

Pero prefiero dominar yo –

Inténtalo –

La noche terminó en una nueva sesión de sexo, ahora Kirishima estaba sobre Takafumi, torturándolo lentamente, ambos sabían jugar un buen juego de placer.


Yukina y Kisa se encontraban paseando de la mano por el pueblo, era de noche y no temían encontrarse con miradas acusadoras.

El clima estaba mejorando y la noche estaba hermosamente estrellada, al fin sentían calma.

El mayor tembló cuando una suave brisa se hizo presente, Kou de inmediato lo rodeo en un brazo para hacerlo entrar en calor, luego le dio uno cariños besos.

Amor he estado pensando y no quiero compartirte más –

¿Estás hablando en serio? –

Absolutamente, ¿qué te parece irnos a vivir juntos? – no hubo respuesta por parte de Yukina pues este le estaba devorando la boca, tomó la acción del menor como una afirmación a su pregunta.

Rápidamente lascaricias comenzaron a subir de nivel, haciendo que ambos hombres corrieran tomados de las manos, necesitan con urgencia una habitación. Apenas cruzaron la puerta de la casa Marukawa se besaron, específicamente Kou lo acorraló sobre una muralla, mientras Kisa enrollaba sus piernas en las caderas de este.

Dios, vayan a una habitación – ambos hombres dieron un salto y se sonrojaron apenados al ver como Asahina los miraba de forma seria, mientras Ijuuin estallaba en una sonora carcajada-

No seas un viejo cascarrabias, ven vamos nosotros también a disfrutar – rápidamente el dueño del burdel tomó del brazo a su novio, llevándoselo para una acalorada noche de pasión.


Misaki se encontraba descansando sobre el pecho de su esposo, acaban de tener la tercera sesión de sexo de esa noche y su cuerpo ya le estaba doliendo.

Usami le acariciaba los cabellos y le besaba la coronilla, realmente se encontraba enamorado de su esposo, esperaba que estuvieran toda la vida juntos.

Amor si se pudiera ¿te gustaría tener hijos? –

Sería la persona más feliz del mundo, lástima que es imposible – al decirlo, Misaki se entristeció, como le gustaría ver a Usami en su rol de padre.

Algo podemos hacer, ahora a dormir querido que te estás cayendo de sueño – se dieron un último beso y juntos se fueron a los brazos de Morfeo.


Tres meses después . . .

Era un hermoso día soleado, todos los hermanos de la casa Marukawa y sus respectivas parejas se encontraban celebrando la unión de Zen con Takafumi, pero lo que más llamaba la atención era que se encontraban rodeados de niños y niñas jugueteando y gritando.

Gracias al dinero e influencias de Usami y Hiroki, habían logrado llegar a un acuerdo con las autoridades, permitiéndoles criar a los pequeños del desaparecido orfanato. De forma que ahora se había ampliado la gran familia Marukawa, no sólo se componía de hermanos, ahora se podía decir que había primos y primas, siendo Hiyori la más feliz.

Nuestro sueño se cumplió cariño, al fin nuestros hijos son felices y estamos rodeados de nietos –

No podemos pedirle nada más a la vida –

Kaoru e Isaka se encontraban abrazados mientras observaban a todos a su alrededor, sellando las palabras recién dichas por un tierno beso, al fin todos los integrantes del burdel eran realmente felices.

****FIN****

Con este epílogo esta historia a llegado a su final, espero les haya gustado.

Muchas gracias a todos los que siguieron desde el comienzo, a quienes llegaron en los últimos capítulos y a quienes la leerán a futuro.

Les agradezco enormemente cada uno de sus comentarios, sus alertas y favoritos.

Me siento feliz de haber podido finalizar esta historia, fue un proceso lindo y largo, nunca pensé escribir tantos capítulos.

Nuevamente muchas gracias.

Un abrazo y ya nos leeremos en otra oportunidad.