Título: ¿Puedo ser tu Estrella? *Traducción*
Autora: Luana Rosette
Traductora: LindenCorina15
Pairing: Harry Potter / Severus Snape
Disclaimer: Nada en esto es mío y mucho menos "Harry Potter". Pertenece a J.K Rowling y a Luana Rosette.
Advertencias: Slash (Relación Chico x Chico) Lemon (sexo explícito entre los personajes), por lo tanto, si no te gusta o te sientes incómodo con esto, es simple: No lo leas. UA
Summary: Severus es un hombre amargado, cambiando amantes como cambia de ropa. ¿Cómo va a reaccionar cuando un joven extraño irrumpa en su casa y su vida? ¿Cómo reaccionar si alguien te dice con tanto cariño: puedo ser tu estrella?
Capítulo 1:
El nuevo huésped de Severus
.
No puedo decir desde cuándo, ni por qué, pero había sido algunos años que mi vida se vio sacudida por la extraña sensación. La que estoy viviendo, un extraña deja-vu. Todos mis mañanas son iguales, todas mis tardes y noches, todos y todas son iguales. Tal vez la única vez que salí un poco de la rutina era como la que estoy ahora frente al espejo de mi habitación, analizando un gran signo púrpura en mi mejilla izquierda.
— ¿En cuánto tiempo va a desaparecer?
Yo no soy un ser vanidoso, oh no, lo dejo a mis amigos Sirius y Lucius. Yo soy más una persona práctica. Y estemos de acuerdo, yo no soy lo que llamaríamos alguien que posee una belleza convencional, y con un hematoma de ese tamaño en la cara, difícilmente conseguiré una compañía que caliente el otro lado de mi cama. Hecho que fui recientemente abandonado a causa de ese moretón. Mph, no es mi culpa si algunas personas no pueden soportar oír la verdad.
«Genial, siempre supe que no me amabas, y créeme, nunca esperé que lo hicieras», la voz de su último amante sonó en la mente «Por si algún día hubo algún sentimiento en esa piedra que llamas corazón, difícilmente será amor.»
Y entonces en ese momento, yo dije algo que realmente no recuerdo, pero eso fue probablemente la causa de mi marca... hm... ¡Ah, sí!
«Con amor o sin amor, no recuerdo que te negaras a abrir tus piernas y gimieras por esta piedra. De verdad, ¿quieres que te diga lo que pienso de cuál de los dos tiene más problemas? »
Sí..., más o menos se trataba de eso.
Sé que no era la mejor manera de arreglar la situación, pero no puedo negar que el tipo se aprovechó de la oportunidad de poner fin a esta relación. Ambos íbamos detrás de cosas diferentes: Él por un sentimiento inexistente y yo por su culo. Le bastó más unos segundos para marcar mi cara y dejé escapar un suspiro de resignación, tendré que salir de todos modos.
Me alejé un poco del espejo y revisé una vez más mi vestimenta, no está mal. Dejé la habitación y caminé hacia la puerta, luego cogí mi abrigo, que se había quedado en el armario y llevé mi mano al bolsillo trasero de mis pantalones por las llaves.
Ding dong.
Dejé escapar el aire de manera irritada, ¿por qué siempre que estamos saliendo aparece alguien que nos atrasa? Como si para ello necesitase ayuda. Puse la llave en la cerradura y abrí la puerta. Nada de lo que imaginaba me había preparado para lo que vi al abrir. Delante de mí estaba lo que yo no podía ver más que un muchacho flaco y andrajoso. Me miró directamente con sus grandes ojos verdes, protegido detrás de sus gruesas y horribles gafas de montura, rotas. Cuando abrió un poco la boca en un intento de iniciar cualquier diálogo, le corté:
—No voy a dar limosna. —Y cerré la puerta en sus narices.
Fue sólo unos segundos después me acordé de que me iba. Todo lo que hice fue encogerme de hombros, esperaré unos minutos y luego me iré. Puede que el chico me vea salir y luego irrumpa en la casa para robar algo y...
Ding dooom
Mi campana suena de nuevo. Tengo un mal presentimiento. Y confirmando mis sospechas, abrí la puerta y allí estaba él, con la misma expresión que tenía hace unos minutos, antes de cerrar la puerta en sus narices. Eso me desconcertó un poco, pero no más que cuando lo oí:
—Bueno, creo que hubo un malentendido —dijo de manera sonriente—, no soy un mendigo, Severus, lo que quiero es un poco más pretencioso.
— ¿Qué es…? Espera allí, ¿cómo sabes mi nombre?
— ¿Eh? —El muchacho inclinó ligeramente la cabeza y dijo incluso sonriendo—: ¿Y cómo no lo sabría? Nada más lógico, ¿no? —dijo alegremente a pesar de no explicarse.
Aaaah, ese tono alegre ya me está molestando.
— ¿Sabes qué? No me importa cómo es que sabes mi nombre, simplemente desaparece.
— ¿Desaparecer? —Se llevó un dedo a los labios, pareciendo un poco confundido—. Pero si he venido aquí sólo para vivir contigo.
— ¿Vivir conmigo? —Loco. Este chico estaba loco—. ¿Tienes algún problema, niño? Anda fuera de aquí. Y...
— ¿Significa eso que no me dejas vivir contigo?
—Que grandes poderes de deducción tienes.
—Hmm, no quería tener que llegar a esto. —Él parecía realmente pesaroso que lo que sea fuese a hacer, lo que me hizo sentir muy alarmado.
— ¿Esto?
Y delante de mi cerró los ojos, poco a poco empezó a contar.
—Uno, dos, tres...
Yo debería cerrarle la puerta una vez más en las narices, pero una pequeña curiosidad se apoderó de mí. Cerró los ojos con tanta fuerza y tenía una expresión tan concentrado que realmente parecía que algo iba a suceder.
— ¡... siete…, ocho..., nueve...y diez!
Y al final realmente ocurrió.
— ¿Está todo bien ahí, niño? —Una voz salió detrás del chico.
Un oficial de policía había doblado la esquina y miró al muchacho que había adquirido una expresión extraña. ¿Y yo? Realmente yo no estaba seguro de lo que estaba pasando.
—Sí… oficial... —El chico, por primera vez desde que lo vi, su expresión alegre se fue y ahora fue reemplazada con una máscara de puro miedo—, este hombre estaba tratando de meterme en su casa con propuestas extrañas.
— ¿QUÉ? —El hombre se alarmó.
Por lo general, en situaciones como éstas, sin querer ser prejuicioso, la policía tendría más sospechosa de niños harapientos como este que de nobles contribuyentes de impuestos que salían de sus pobres hogares, pero parece que esto era una excepción, eso decía su rostro disgustado al mirarme.
— ¿Cómo se...?
—Ja, ja, ja, —El chico interrumpió a la policía con un ataque de risa, y yo estaba de nuevo seguro: este chico está loco—. Señor oficial, lo siento, estaba bromeando, no esperaba que usted me creyera. Severus es mi tío, estoy viviendo con él durante algún tiempo. —Se volvió hacia mí con la mayor de las sonrisas—. ¿No es así, tío?
Bastardo, era todo lo que podía pensar al verlo mirándome de una manera tan evidente. El policial todavía parecía receloso, y lo único que podía decir para que aquella ridícula confusión terminara pronto fue:
—Por supuesto, mi sobrino a veces no sabe cómo jugar.
La mirada del oficial fue para el niño, recorriéndolo de arriba abajo, evaluando aquellos harapos que lo cubrían.
—Pasé a través de situaciones difíciles hoy, señor. —El muchacho parecía entender por qué la policía lo miraba tanto—. Realmente tuve un largo día y sé que mi tío me dejará entrar y me consentirá con calma y así por fin pueda descansar.
Era extraño la forma educada en la que hablaba, pero más extraño aún era cómo la policía parecía creer todo lo que decía, casi resopló exasperado cuando el hombre hizo un gesto satisfecho con la respuesta y nos dio la espalda a nosotros. El muchacho, mostrando más rapidez de lo que parecía, se aprovecha de mi falta de atención y entró en mi propia casa.
También entré y cerré la puerta detrás de mí.
—No sé lo que eres, niño, pero espero que salgas de esta casa inmediatamente o...
—Un menor acaba de protagonizar una escena falsa de abuso en frente de su casa—. El niño se volvió hacia mí y me miró con una mirada maliciosa—. Un oficial de policía atiende a su petición de ayuda, pero inmediatamente lo niega todo. ¿De verdad crees que la policía dejará de inmediato sin rondar alrededor de una pequeña área para asegurarse de que está bien? Qué lindo, Severus, yo nunca había visto este lado tan inocente de ti.
Esto realmente me desarmó. No sólo por su argumento, más por la tercera cara que el muchacho mostró: Un demonio. Estoy delante de un demonio.
Pero luego su expresión se vuelve a una sonrisa angelical y me dijo:
—Bien, ahora ¿dónde está mi habitación?
— ¿Todavía piensas que vas a vivir aquí? ¡Ni loco!
—Pero ¿por qué no? —El hijo de puta me miró como si la respuesta no era obvia—. Ah, sí, tienes razón. Yo di todo por sentado, pero no te pregunté.
El muchacho dio unos pasos hacia mí todavía con esa expresión estúpida y feliz. Di dos pasos atrás, pero él ya estaba muy cerca de mí. Tomando mi mano izquierda, me miró profundamente a los ojos y dijo:
— ¿Puedo ser tu estrella?
Me tomé unos segundos mirando al joven que en cuestión de segundos me había mostrado tantas caras, y que en ese momento mostró una nueva: una profunda seriedad.
Negué con la cabeza, confuso, y saqué mi mano de entre la suya.
—Loco. Yo ya sabía, pero tenía que decirlo en voz alta para confirmarlo. Estás loco.
—No, soy una estrella —Él sonrió otra vez— y bajé sólo para estar contigo.
— ¿De verdad quieres que me crea que eres una estrella? —le pregunté con desprecio
— ¿No quieres creerme? —preguntó con algo de pesar para sólo sonreír entusiasmado de nuevo—. Está bien, no creas —dijo como si me autorizase algo irrelevante
¿Por qué me siento como si me dan ganas de llorar? ¡Este chico es desesperante!
— ¿Cómo? —El chico sólo podría estar al borde de la locura y yo de un buen dolor de cabeza.
—He venido aquí para hacerte feliz, Severus, si no crees que soy una estrella que te hace feliz, no creas.
—Mira, niño, estoy muy atrasado, tengo una cita y...
—Efectivamente. —El chico estaba de acuerdo conmigo—. Dejar al señor Black y los otros esperando no es un buen negocio. Bueno, no es como que estoy tratando de evitar que te marches.
—La cuestión no es que... — ¿Qué acaba de decir?— ¿Cómo diablos sabes que me encontraré con Sirius y los demás? ¿Cómo sabes quién es Sirius?
—De donde vengo yo, me pasé toda la vida observándote, Severus —La forma en que repitió mi nombre me dio escalofríos—. Sé todo de ustedes, y yo sé que estas atrasado. —Comenzó a empujarme hacia la puerta—. El señor Black y los otros estarán preocupados si no te presentas.
—Hey. —Me di la vuelta y lo tomé por la muñeca—. ¿De verdad crees que voy a dejar que un extraño, por más loco que sea, esté solo en mi casa? ¿Lo crees?
—No soy un extraño. —Me miró de nuevo con sus enormes ojos verdes—. Yo soy tu estrella.
—Argh. —Solté el aire enojado. No podía sacarlo sin hacer frente a las consecuencias del supuesto guardia fuera o cualquier otro escándalo que ese loco de boca suelta más desarrollada de lo que debería tener para su edad pudiera armar—. Está bien, te vienes conmigo.
— ¿Cómo? —Casi sonreír al ver que por primera vez en la noche pude desconcertar esa criatura irritante.
—Vienes conmigo. No te voy a dejar solo en mi casa y no vas a dejarte echar tan fácilmente. Así que te llevaré conmigo.
—Pero... aún no tengo nada de ropa, además de estas.
—Puede ponerte algo mío.
—Pero ya está atrasa...
—No necesito que me lo recuerdes cada cinco segundos, ya tengo un reloj para eso. ¡Ve a cambiarte!
Él huye tan pronto como acabé de exclamar, y no me altero de verlo correr por el pasillo, cuando no le dije dónde estaba mi habitación, solo oigo el sonido de una puerta cerrándose, preferí no discutir, pues daba por seguro que era mi dormitorio. Pero yo no podía dejar de preguntarme: ¿Como él sabía a la primera en que habitación estaba durmiendo?
Él fue muy rápido para cambiarse, y con ropa nueva, a pesar de las gafas todavía rotas, parecía alguien un poco más presentable. Tenía el pelo mojado, y al parecer había tratado de domarlo. Intento inútil debo decir. Gracias a la ropa grande, su aspecto era extremadamente infantil, las manos ocultas en las mangas y el ruedo de los pantalones tuvo que ser enrollado un par de veces, mph, enano.
Sin decir una palabra, me volví de espalda a él, me dirigí a la puerta y él me siguió. Ciertamente, con su característica sonrisa tonta plasmada en su rostro
Será una larga noche.
N.T.: Bueno, aquí vuelvo con otra traducción.
Vagando por los fics en portugués di con esta maravilla y ya que a una amiga también le llamó la atención cuando se lo comenté, decidí traducírselo en regalo. Sin embargo, consideré también el querer compartirlo a todo el fandom en español que no pudiera entender portugués, así que me comuniqué con la autora y ¡tarán! Me ha permitido traerselos a ustedes. Es corto y está completo, así que espero traerles pronto los capítulos listos.
Desde este espacio doy un agradecimiento a Luana Rosette y unas grandes felicitaciones por esta hermosa historia. ¡Obrigado, Luana R.!
Y a ustedes, ¡felices lecturas y feliz año 2016! ;D
