Todo pertenece a Masashi Kishimoto.

Capítulo 1

Se iba de la aldea con un propósito claro. Después de todo lo sucedido, sintió que había aprendido la lección. Pero se preguntaba por qué aún habían dudas en su corazón. No era respecto a los sentimientos de sus amigos para con él, era sobre sí mismo. Aquel propósito que tan claro tenía, ¿sería capaz de cumplirlo?. Había hecho mucho daño, era una meta casi imposible poder repararlo. Aún así, no se podía dar por vencido tan pronto. Si algo había aprendido de ese usuratonkachi, fue a no rendirse ni retroceder en su palabra, y funcionó muy bien con su persona. Tenía que funcionar con los demás.

A medida que iba avanzando en su camino, se dedicó a admirar lo que la primavera le brindaba. ¿Cuántas cosas había dejado de apreciar en la vida? Unas simples flores meciéndose al compás del viento lo hicieron llegar a esa reflexión. De pronto, divisó unos árboles de cerezo. Algunos aún conservaban botones. La mayoría estaban en todo su esplendor florecidos.

Sakura.

Él no consideraba su viaje de redención un escape, más bien todo lo contrario. Era una manera de afrontar las cosas. Pero debía ser sincero, no comprendía a la totalidad la manera en que Sakura decía amarlo. Él no era una buena persona, y no tenía nada especial. Lo que le había dicho a Kakashi en esa ocasión era verdad. Aún así, cuando le cuestionó si aún había un lugar para ella en su corazón, mintió. Por supuesto que había un lugar para ella en su corazón. ¡El equipo 7 fue lo que lo salvó de su soledad durante mucho tiempo!. Por lo mismo, si de algo sentía que estaba escapando, era del amor que Sakura le profesaba. Era por lo mismo que no podía permitir que ella lo acompañara. Quizá cuando volviera a la villa, podría comprender mejor la situación que los envolvía. La promesa de volverla a ver fue precisamente para darle una respuesta apropiada. Se lo merecía.

Siguió avanzando sin rumbo fijo. No estaba apurado, tenía el tiempo a su favor. Tiempo para seguir admirando todo a su alrededor. Tiempo para conocerse a sí mismo. Miró de reojo hacía atrás. La mirada de ella era indescifrable.

...

Hinata Hyuga deseaba con todo su corazón no echar por la borda todo lo que había logrado hasta ahora. Hasta ese momento había sido un largo camino, pero con la ayuda de personas importantes, se sentía más segura de sí misma. Pero las circunstancias dictaban lo contrario. En el fondo no podía superar la muerte de su primo así sin más. Neji significaba muchas cosas. Se encontraba en esos días en los que se sentía perdida sin él apoyándola. Él al fin era libre y aunque eso le traía paz, sabía que estaba siendo egoísta al quererlo de vuelta, no podía evitarlo.

A veces, cuando se levantaba y recorría los pasillos de su enorme hogar, sentía una gran tristeza y nostalgia. ¡Cuánto le gustaría volver a entrenar con Neji nuevamente!. Lamentablemente era imposible y eso la estaba matando por dentro. Se repetía a diario que eso no es lo que él hubiese querido para ella, sin embargo no era suficiente. De haber sido más fuerte, habría podido salvarlos a ambos, sin tener que lamentar pérdidas. ¿Qué pensaría Naruto si la viera en ese estado, tan deplorable?

En primer lugar, ¿siquiera la veía? Hinata no estaba muy segura de ello, no al menos de la manera en que a ella le gustaría ser vista por él. Cuando fueron los funerales de los héroes caídos en combate, Naruto había estado al lado de ella, apoyándola. Esos momentos fueron un tesoro, Naruto era muy amable. Después de eso, no lo había vuelto a ver. Seguramente estaba muy ocupado con los asuntos del equipo siete. Ella tan solo podía apoyarlo a la distancia. También estaba ocupada con los asuntos del clan. Aún así, no se sentía en condiciones para tanta responsabilidad, y eso le avergonzaba. Deseaba que Neji y todos sus seres queridos sintieran orgullo de su persona, y a pesar de eso se daba cuenta de que imperceptiblemente, las cosas se le estaban yendo de las manos. Todo sucedió rápidamente y hace poco tiempo y parte de eso le estaba haciendo mal.

Quizá si pudiera despejar su mente y hacer misiones fuera de Konoha, traería alivio a su corazón. Pensó muchas veces planteárselo a su padre y simplemente no, no podía dejar de lado sus responsabilidades. No era la única que estaba sufriendo. Hanabi y el resto del clan compartían el mismo sentimiento. Konoha y el mundo entero habían sufrido grandes pérdidas. Ella no podía ser menos y escapar de la realidad. Había aceptado esa realidad que era completamente opuesta a la del Tsukuyomi infinito. Era su realidad y por mucho que tuviera que afrontar cosas dolorosas, lo haría. Protegería la voluntad de Neji.

Lo que Hinata no sabía, era que Hiashi Hyuga se daba cuenta de su situación. Sabía que las cosas nunca más serían iguales para sus dos hijas. Él mismo estaba muy afectado. Siempre le pedía perdón a su hermano por no haber protegido a su sobrino. Pensó en varias ocasiones que lo mejor hubiese sido que él se sacrificara, pero ese era un pensamiento mezquino. Sabía muy bien por qué Neji había actuado de esa forma, y que por más que pensara, las cosas ya estaban hechas y había que seguir adelante. Hanabi por un lado había tomado lo de Neji como una lección de vida, la más importante que tendría de parte de su primo: aprender a ser libre y seguir el camino que ella misma se dispusiera y trabajar duro con ese propósito para lograr ser verdaderamente fuerte. Hinata no distaba de la resolución de Hanabi, pero al ser muy cercana a Neji, era aceptable su actitud nostálgica. A pesar de todo, la mayor de las hermanas había logrado sorprenderlo en la guerra, en el momento en que logró que Uzumaki volviera en sí. Jamás imaginó esas palabras llenas de madurez por parte de su hija. Es cierto que de a poco se había convertido en un padre más blando y comprensivo y a través de eso -de a poco también- lograba conocer mejor a sus hijas, pero simplemente no estaba preparado para eso. Su orgullo era innegable, aunque por supuesto, no lo demostraba. En el fondo, sabía que Hinata necesitaba espacio para consolar su corazón. Ser la futura líder no era fácil, eso él bien lo sabía. Cuando era joven y tuvo que asumir las responsabilidades del clan, su padre con el consentimiento del hokage lo envió a conocer el mundo. A pesar de que salía de la aldea en variadas ocasiones por misiones, hasta ese momento no había experimentado lo que era "tener mundo". Se ven muchas cosas en la guerra, pero así mismo se ven muchas cosas sin ella. Estaba seguro de que eso era lo que su hija mayor necesitaba.

...

-¿¡Qué?!

Kakashi los miró impasible, recibiendo miradas incrédulas y sorprendidas por parte de Sakura y Naruto. Pensó que Sakura reaccionaría así, pero no se lo esperaba tanto de Naruto. Shikamaru entendió la situación inmediatamente. Hinata y Sasuke estaban serios. No fue el mejor momento para dar una noticia así, pero qué importaba. Todos se enterarían de todas formas.

-Como seguía diciendo, Hinata Hyuga y Sasuke Uchiha, su misión es ayudar a las demás aldeas afectadas por la guerra representando a Konoha. Esto incluye ayuda de toda índole, y siendo esto así estarán fuera de la aldea como mínimo un año. Nombro como líder de la misión a Hinata Hyuga.

NOTA

Muchas gracias por leer. Hasta luego :D