Aquí les traigo una historia bien pervertida, creada con ayuda de mi gran amigo Kaiser overlord of lolis.

Si esta historia es de su agrado por favor las de una lucha por ser (Uzumaki, Dranel, Britania, kepchu, kurusaki) o GATE: Asi que las Fuerzas Armadas Mexicanas fueron a pelear allí.

espero estas historias de mi amigo Kaiserofdarkness sean de su agrado, ya sin nada que agregar solo puedo desearles una agradable lectura.


El mundo había cambiado bastante desde la aparición de la puerta en Japón y la invasión de otro mundo meses atrás, y sobre todo para cierto teniente de las fuerzas de autodefensa japonesas que no solo se había vuelto un héroe en este lado, sino una figura importante en el otro mundo del lado de la puerta… aunque para su desgracia no parecía importar que incluso ahora poseyese el título de noble en ese nuevo mundo, ya que los problemas seguían apareciendo en su diario vivir.

-Perdón por las molestias.

Itami suspiraba mientras dejaba la oficina del general al mando, y es que no podía ser de otra forma, Yao lo había vuelto a poner en problemas a dicho teniente y nuevamente su sueldo seria recortado temporalmente para cubrir los gastos de reparaciones, prejuicios y demás.

-Parece que te diviertes-Hablo Yaganami quien había esperado pacientemente en la puerta, a que el general terminase de darse su sermón diario a Itami.

-Deja ya de acosarme-Se quejó Itami apenas lo vio levantarse de su acostumbrado asiento- Que todo este problema de Yao surgió porque tú la manipulaste para que fuese Yo el que resolviera el asunto del dragón. Por tu causa es que la pobre es asediada por personas que quieres usarla para comunicarme peticiones.

Yaganami no supo cómo responder a las acusaciones de Itami y tras una rápida ojeada donde comprobó que no había nadie suspiro aliviado.

-¿Cómo te enteraste de eso?

-Era obvio ¿no lo crees? –Dijo itami haciéndose el desatendido- Oí que ya habías ordenado los preparativos de antemano para un simulacro con los equipos, además de que me estuviste molestando con lo del dragón también, no hay que tener más de media neurona funcional para ver quien fue el culpable.

Itami sonrió al ver a su compañero acorralado por sus acusaciones, pero lo voz del general gritándole que se largue si no quería otro sermón lo regreso a la realidad.

-La siguiente vez mejor pídeme las cosas a la cara y nos ahorraras a ambos mucho papeleo… -Dijo mientras que se alejaba-Pero quiero que sepas que me debes una.

Y sin más que decir se fue, no quería que Yaganami lo envolviese de nuevo en alguna cosa, este solo le miraba mientras se ajustaba sus gafas, pese a que no quería admitirlo Itami se había vuelto en alguien muy competente al menos en este mundo.

Itami abandono la base de las JSDF y se dirigió al pueblo ubicado a escasos kilómetros de la base, fundado hace algunos meses atrás por las personas que había rescatado de la aldea de Koda durante su primer encuentro con el dragón de fuego, tras todo el problema que había tenido con Tuka, la elfa que habían rescatado del pozo, él se había acostumbrado a dormir en el pueblo en vez de la base, lo cual era en cierta forma más agradable por la comodidad de su cama en dicho sitio.

Pero no tenía ganas de dormir, aún era demasiado temprano para eso, así que decidió ir a ahogar sus problemas alcohol, por lo que decidió ir al bar local.

El pueblo de Albus había crecido mucho en muy poco tiempo, en solo unos pocos meses había pasado de ser un campamento de refugiados a una imponente urbe económica, de donde la JSDF sacaba una buena parte de su financiamiento por el intercambio de recursos de su mundo por medio de diversas divisas en este a lo largo de diversos establecimientos.

Itami se sentó en uno de los taburetes de la taberna y pidió una ronda de cerveza fría, luego otra, y otra. Iba a beber tanto, que para mañana la elfa molesta, y los problemas en que le metía constantemente no serían ni siquiera un recuerdo en su mente.

-Ya casi de podía decir que la zona especial es una potencia independiente de Japon ¿no lo cree primer teniente Itami?

Itami hizo un esfuerzo consiente en enfocarse cuando escucho su nombre, estaba claro que la persona a su lado no pertenecía a la zona especial, pero estaba tan tomado a estas alturas que le era imposible reconocer si quien le hablaba era el chico sentado a su lado o la planta más al fondo.

-Sí, eso puede decirse-Respondió pausadamente mientras trataba de identificar donde debía enfocar su atención.

-Supongo que lo único que nos falta son las refinerías y fábricas necesarias para reabastecerse el combustible y las municiones, luego la JSDF podría cerrar la puerta para ya no preocuparse por las presiones de las potencias externas en nuestro mundo, o el temor de que alguna a las criaturas que habitan en esta región escape y haga nido en Japón.

Eso era verdad, desde hace más o menos un mes, Albus había dejado de recibir financiamiento del gobierno Japonés ya que se la consideraba autosustentable. Aunque en algún momento se había dado una queja generalizada por la necesidad de ahora pagar por el combustible y municiones, los ingresos eran suficientes para amortizar los gastos. Sin embargo ¿eso como venía al caso?

-No estaría de más enseñarles el cómo extraer el petróleo y refinarlo, así los trabajadores podrían pensar que están haciendo algo para ayudar a la JSDF y tendremos un problema menos ¿no lo crees?

-¿Esot…quien eres y porque me hablas así?

Itami no quería sonar grosero, pero estaba tan tomado que si alguien le hacía una prueba de alcoholemia, el rompería el sensor sin mucho problema.

-No importa de momento-La figura se levanta, revelando que no era muy alto y su rostro reflejaba que era ridículamente joven -Espero con ansias nuestro próximo encuentro-Y golpeando suavemente la espalda de Itami con gran familiaridad la misteriosa figura se perdió en la oscuridad de la noche.

Itami se quedó viendo un rato a la nada, la figura que le había hablado había desaparecido delante de él, no se había ido por la puerta, el simplemente había dejado de verlo al parpadear.

-Vale, creo que ya eh bebido suficiente por hoy.

Itami saco de su bolsillo varias monedas de cobre, las dejo sobre la mesa esperando fuesen suficientes para pagar la cuenta y se fue.

A medio camino de la taberna a su cuarto se dio cuenta que no había estado tan mal como creía estarlo, el aún era capaz de caminar recto y estaba medianamente lucido, al punto que logro saludar a la mayoría de los que le hablaban.

-Qué raro, ya me siento mucho mejor-Itami se rasco la cabeza-¿Este será otro efecto secundario del pacto que tengo con Rory?

La semidiosa Rory había bebido su sangre y formado un pacto con Itami poco antes de que estos partiesen a cazar al Dragón, a raíz de dicho pacto, él tenía una regeneración mucho más rápida de lo normal, Rory le había dicho que habría otros efectos secundarios, pero él no había querido preguntar nada, sentía su cordura no soportaría descubrir más cosas, cada día el casi podía sentir como se alejaba cada vez más de la humanidad.

Al llegar al departamento lo sentía muy silencioso, lo cual era raro, considerando que aquí dormían; una elfa que lo confundía con su padre fallecido por el dragón, una maga tan expresiva como el hielo, una semidiosa pervertida, y la elfa oscura que se había auto proclamado su esclava.

-Es raro ¿Estarán dormidas ya?-Reviso su reloj y para su sorpresa era más de media noche-¿Cuánto tiempo estuve bebiendo?

Itami se agarró la boca para no gritar de asombro al constatar lo tarde que era. Tratando de hacer el menor ruido posible se dirigió a su cuarto a dormir un poco, sin embargo después de haberse acomodado y cobijado no podía dormir, no por falta de sueño, sino más bien, le era imposible conciliar el sueño debido a la inmensa erección que tenía.

Itami maldijo su suerte, antes de dirigirse al baño y lavar su cabeza, con la esperanza que el agua fría le bajase la calentura, lamentablemente eso no paso.

El soldado maldijo mentalmente de nuevo, mientras se sentaba en su cama, ideas poco convencionales de lo que podía hacerles a sus compañeras para ajar esa calentura inundaban su cabeza. Estaba claro que los meses que había pasado en este extraño mundo de magia y elementos similares a sus doujins favoritos, le estaban pasando factura.

Con pocas ganas saco su celular y con aun menos ganas le inserto una tarjeta de memoria la cual había estado escondida en una de sus botas.

En su celular aparecieron varios archivos pertenecientes a los momentos íntimos que había compartido con su ahora ex -esposa antes de que la puerta se abriese. Muchos no comprendían como un Otaku como el quien no pensaba en otra cosa que ganar dinero para sus hobbies y ella una escritora de Yaoi pudieron estar casados, no comprendían que era precisamente eso lo que los había juntado, el ser ambos unos Otakus había sido más que simple encontrar la química y un balance sano en sus fetiches particulares.

Itami suspiro mientras buscaba entre los archivos de su celular algo con que masturbarse, quizás en esa rara oportunidad que se le presentaba, él podría terminar de hacerlo sin que alguien golpease su puerta para pedirle cazar a un gigante, una lagartija gigante o algún otro monstruo. La mayoría de videos e imágenes que tenía dicha tarjeta meterían al soldado en más de un problema con la ley, sin embargo él no podía evitarlo, él era un Otaku que disfrutaba de ver a una mujer a sus pies, el encontraba un inmensos placer en ver en los ojos de una mujer el miedo y la excitación cuando se encontraba completamente a la merced de otro. Mientras Risa su ahora ex-esposa era una mujer que le encantaba ser sometida, ser vista mientras realizaba acciones obscenas, y ser denigrada. Y el disfrutaba inmensamente ser el causante de dichos actos.

Itami se detuvo en un archivo y lo vio con curiosidad, era el último video que habían gravado antes de su rompimiento, en él se veía a su esposa atada de manos con una gruesa cuerda en un parque mientras que ella suplicaba que se detuviese por que se escuchaba la aproximación de alguien, en sus ojos resaltaba el miedo y la excitación que estaba sintiendo en ese momento, su cuerpo era adornado con el sudor que tenía recorriendo sus pequeños pero firmes pechos al aire y contrastaba con los jugos que la depilada vagina de su mujer.

*Lei lei se vería hermosa así*

A Itami le tomo al menos 2 minutos el entender que en ese momento se estaba imaginando no a su esposa en dicha situación sino a la pequeña maga atada de esa forma, a su completa merced, mientras que sus manos recorrían su bello cuerpo aun en desarrollo, cómo aplicaba fuertes pellizcos en sus rosadas aureolas y jalaba fuertemente los suaves y escasos bellos púbicos celestes de su pubis. Sacudió tan rápido como pudo su cabeza para sacarse esa idea pero lo único que pudo hacer fue cambiar a Leilei por Tuka pensando en que era la mejor ambientación para que la elfa mostrase sus pequeños pero firmes pechos, su atlética figura y un abundante vello púbico dorado.

*¿Los rubios tiene el bello publico rubio?*

Itami no sabía esa respuesta pero estaba dispuesto a usar a Tuka como conejillo de indias.

-¡Nooo!-Grito mientras apartaba sus pensamientos del peligroso rumbo que estos tomaban.

Itami rápidamente aparto el celular, antes de saltar sobre el lavamanos y meter su cabeza bajo el chorro de agua helada. Él no era inmune a los encantos de las chicas a su alrededor, el reconocía que Tuka y Yao gozaban de una belleza envidiable y un físico más que tentador, y su aire juguetón las había aún más deseables, también la apariencia juvenil de Rory y Leilei le atraían, la idea de que ese fruto aun no maduro estaba a su disposición para educarles en los placeres carnales que el disfrutaba no lo dejaba dormir por las noches.

Si, Itami era un pervertido que disfrutaba del sadismo moderado, y era la principal razón por la cual no podía hacer nada con ninguna de ellas, tenía miedo que si lo hacía alguna de ellas terminaría odiándole, peor aun delatándolo, el terminaría tras las rejas el resto de su vida si eso llegase a suceder.

Saco su cabeza del agua helada y cerro la llave, pero fue incapaz de mantenerse de pie, el repentino movimiento y el agua helada habían terminado por agravar su condición inicial, obligándolo a devolver parte del contenido de su estómago.

Afortunadamente había estado en el baño para empezar.

Y fue allí cuando Yao entro a su cuarto.

Yao la auto nombrada esclava de Itami, había decidido dedicar lo que le quedaba de vida para servir a Itami el salvador de su clan, en pago por el dolor y la deshonra que le había ocasionado. Claro que todo eso no se había quedado más en intención, ya que Itami no parecía desearla de forma alguna, además de alguna manera no entendida por ella, su presencia parecía causarle más problemas.

El continúo rechazo que la elfa oscura sufría ya sea en el ámbito sexual o cualquier otro, lejos de convencer a la elfa oscura de que la esclavitud era una práctica considerada deplorable para la población proveniente del otro lado de la puerta, y debía buscar otra forma de pagarle a Itami su ayuda, la hacía sentir como si fallase como mujer en enmendar el dolor que había causado en su amo.

Así que cuando escucho un ruido proveniente del cuarto de su amo salió apresurada, con la esperanza de poder tener una oportunidad de demostrar su agradecimiento a su amo.

Al entrar lo que encontró fue a Itami devolviendo el contenido de su estómago en el inodoro, además de que el aire apestaba a alcohol.

-Itami-dono, ¿cuánto bebió?

Yao no obtuvo respuesta, su amo se había quedado medio dormido a lado del escusado después de terminar de vomitar.

Ella alarmada levanto a Itami, y tras checar que estaba bien, le retiro sus ropas sucias por su vómito, le limpio y seco correctamente, para luego depositarlo en su cama desnudo. No era la tarea que ella esperaba realizar por su amo, y hubiese sido mejor que su amo hubiese estado despierto mientras la realizaba, pero por algún lado se comenzaba ¿cierto?

Sin embargo cuando estaba a punto de salir de la habitación de Itami algo llamo la atención de Yao, al apagar las luces algo estaba debajo de la cama, era algo que brillaba y despedida unos sonidos que ella reconocía muy bien.

Algunos minutos había pasado e Itami estaba recobrando la conciencia lentamente, se había dado cuenta que alguien se había encargado de secarlo y limpiarlo, antes de dejarlo en la cama, aunque no podía abrir los ojos producto de la inmensa migraña que tenía, agradecía desde el fondo de su corazón a quien le había ayudado, quien quiera que fuese, lo último que hubiese deseado era quedarse dormido en el baño con los restos de vomito en su playera.

Entonces escucho los gemidos de su esposa, el solo hacerlo hizo que se le helara la sangre de manera inmediata, y recordó que su celular aún tenía su preciada y nada decente tarjeta de memoria.

Rápidamente abrió los ojos, soportando el dolor de cabeza y las náuseas se sentó en la cama buscando con la mirada la ubicación de su celular para apagarle de inmediato... pero entonces perdió el color al notar como Yao estaba tan concentrada viendo el video que se reproducía en el dichoso celular que no noto como él se había repuesto.

Itami no pudo gritar del miedo que tenía, al ver a la elfa oscura, totalmente pérdida con lo que tenía ahora frente a sus ojos. Yao tenían entre sus manos aquella prueba necesaria para enviarlo a la cárcel por el resto de sus días.

Sin embargo eso no fue lo que más el impacto a Itami, sino fue el cuerpo de Yao, él ya sabía la elfa oscura tenía un cuerpo de infarto, pero ahora que la veía a cuatro patas con un ligero sudor adornando su oscura piel, mientras meneaba sus caderas como si estuviese esperando que alguien le penetrara en esos momentos, hizo que su erección volviese 10 veces más fuerte que antes.

-No sabía a Itami le gustasen estas cosas-El video termino mostrando en como Itami aparecía en la cámara obligando a su esposa a beber su esperma con pasión mientras él hacia una pose de victoria, la imagen se congelan mostrando la cara de Risa con restos de semen aun en su cara, Yao al acabar aquello que le había impresionado pudo al fin percatarse de que era observada por alguien-¿Amo Itami?

Itami vio a Yao unos segundos, ella jamás le había parecido tan atractiva como hasta este momento… la posición que tenía, el obvio rubor en sus mejillas, además podía verse entre sus ropajes lo erecto de sus pezones, Yao era demasiado sexy…pero tenía otros problemas por el momento.

-Por favor no le digas a nadie de este fetiche mío.

Pidió Itami, a lo que Yao simplemente negó con su cabeza sin entender el porqué de esa petición, si en su pueblo se corría la voz, Itami tendría a la mitad de las elfas pidiendo turno.

-Fue increíble lo que le hacía a esa chica… -Dijo mirándole con brillo en su mirada que Itami bien conocía-Sin duda le dio un placer que pensé solo los dioses podrían compartir.

Exclamo Yao completamente excitada por lo que acababa de ver.

-No lo consideras ofensivo, digo….ella, ¿no era raro? – Itami no sabía, o mejor dicho no podía poner las palabras en el orden que quería.

-¿Debería?

Exclamo extrañada Yao, haciendo que Itami dudase de lo que decía la elfa, si bien era cierto en el video su esposa se corría de manera majestuosa por los movimientos de sus dedos en su interior, así como la manera en la que se follaba su garganta con violencia le había parecido muy excitante, no esperaba oír algo así de la elfa, de ninguna mujer en general.

Yao solo niega con la cabeza mientras fijaba su mirada en el miembro totalmente erecto de su amo, el cual había quedado al descubierto por los movimientos de Itami.

-Le tengo envidia a esa mujer por haber experimentado algo así, el miedo y placer que emano de sus ojos, los temblores de su cuerpo reflejaban perfectamente la fuerza con la que llego al climax, fue hermoso…el trabajo de un experto sin duda alguna-Exclamo mientras veía fijamente el miembro de su amo, lo deseaba con desesperación, ahora más que nunca, sin embargo ella era una esclava y conocía muy bien su lugar.

La mirada de Yao se perdió, mientras habría su boca

*Solo un besito*

Itami vio como Yao habría la boca para hablar de nuevo, y el ya no pudo resistirlo.

Sea por la bebida que tomo con anterioridad o la excitación de momento, o tal vez las palabras de Yao, el sentido común de Itami se desconectó dejando que la calentura tomase el control.

Sujeto la parte posterior de su cabeza, obligándola a meterse su miembro hasta la garganta de un solo acto.

Guio su miembro con fuerza directamente a la tráquea de la elfa oscura, sentía como su lengua buscaba inútilmente mover un poco el falo en su interior causándole una agradable sensación, al principio puso fuerza para evitar la elfa pudiese retirarse, pero luego comprendió eso era innecesario, Yao no buscaba sacar su miembro de su garganta ni para buscar aire.

Yao por su parte era feliz, en el momento que su amo sujeto sus cabellos guiando su boca hacia su miembro ella fue la mujer más feliz del mundo, después de todo, para ella ese acto era una aceptación de Itami hacia ella como su esclava. Se aseguró sus labios cubriesen completamente sus dientes para no incomodarle, y que su lengua recorriese cada milímetro del miembro de su amo tanto como pudiese.

Este sería el primer servicio que ella le daría a su amo en retribución de todo lo que él había hecho por ella. Así que quería evitar decepcionarlo de alguna forma.

Había esperado tanto por esa oportunidad.

Itami gruño mientras sentía como Yao metía todo su falo hasta el fondo de su garganta sin ningún tipo de duda o intención de resistencia por su parte, es más podía sentir como ella misma seguía el ritmo que el marcaba con su mano, tratando de acercar más su boca a la base de su miembro.

No pudo resistir mucho más esa sensación, había pasado semanas desde que había podido siquiera masturbarse y tenía demasiado acumulado, así que con un fuerte movimiento de cadera y mano introdujo hasta la base todo su miembro y descargo su esperma en la garganta de la elfa oscura.

Yao no se esperó tan hábil movimiento de su maestro, sintió como el espeso liquido recorrió su garganta el cual gustosa empezó a tragarlo para llenar su estómago, mientras retenía el miembro en su boca sin importarle que sus labios rosasen con el vello púbico o sus testículos, en cuanto Itami dejo de aplicar fuerza, ella lo saco despacio, asegurándose de que cada centímetro del miembro de su amo no tuviese residuos sobre él.

Itami vio como Yao sacaba su miembro y hábilmente le lamia con gran profesionalidad, no recordó ocasión en la que su ex-mujer le hubiese lamido de tal manera el pene. Yao miro a Itami a los ojos con una mirada seductora mientras le daba largos lametones.

Yao no usaba sus manos mientras lamia su pene el lugar de eso ella hacia que este recorriese por toda su cara, Itami sintió una segunda carga salir antes de que el pudiese hacer algo debido a semejante espectáculo.

-Gracias por este honor amo Itami.

Exclamo amorosamente Yao mientras recolectaba con su mano la espesa sustancia que había cubierto su cara, para introducirlo con gracia en sus labios y beberlo como si se tratase de un manjar sagrado, su dedos incluso llegaron a recoger lo que había caído al piso. Yao se había bebido ambas cargas de semen sin desperdiciar ni una gota.

Itami se dejó caer de espaldas mientras suspiraba complacido. Yao espero pacientemente a que su amo le diese su aprobación, pero tras unos segundos donde Yao sentía que su corazón latía a mil, la posibilidad de que su mamada no fuese del agrado de Itami martillaba su conciencia.

-Amo sé que no soy más que una elfa oscura, y no puedo darle el placer que esa mujer de la cajita le dio, pero si usted me enseña sé que aprenderé a complacerlo de igual forma…. ¡no! le juro que yo lo hare mejor.

La idea de entrenar a Yao como lo había hecho con Risa, brillo en la cabeza de Itami con la fuerza de millones de soles. Pero no hubo necesidad de debatir con su conciencia si eso era o no una buena idea, esta comenzó a abandonarlo producto del alcohol y el esfuerzo físico y mental.

Yao desesperada por el silencio de su amo salto sobre su miembro aun erecto y lo metió a su boca. Si la mamada que le había dado no había complacido a Itami, ella lo haría de nuevo, y de nuevo si fallaba otra vez, estaría en eso toda la noche si era necesario.

*Por favor amo Itami*


Espero esta nueva historia haya sido de su agrado.