Los personajes de Ranma 1/2 que a continuación mencionare no me pertenecen son de su creadora Rumiko Takahashi, únicamente la historia


PRÓLOGO.

Las historias de amor no siempre tienen un final feliz. Basta con vivir el momento, con saber que paso para sentirte pleno; aunque esa historia, ese instante dure poco tiempo y sea casi imperceptible como para darte cuenta que existió ese sentimiento llamado amor.

No sé a ciencia cierta hacia donde se dirige mi vida, lo único en lo que puedo confiar es en mi intuición y en que siempre, tengo que ver hacia adelante.

—Tokio—

El tráfico era ridículamente insoportable, aún era temprano y las nubes estaban pintadas de un gris tétrico, supongo que debí haber llevado un paraguas. Empieza la época de lluvias y después vendrían días calurosos insoportables. Ese día haría un tour completo, y estaba preparado para ello, el ser guía de turistas es algo que disfruto.

Soy un artista marcial reconocido, pero eso no me da para comer todo el año, y esa fama me ha traído grandes beneficios, pero he conocido gente poderosa y muy peligrosa, precisamente por eso tuve que aprender cómo lidiar con ese tipo de personas, por eso es que prefiero mantener un perfil bajo, jamás me arriesgaría y por supuesto no expondría a mis padres o a mi prometida, aunque el perfil bajo sea de palabra, pues que el artista marcial numero uno haga tours por Tokio llama demasiado la atención.

Como dicen por ahí, estoy viviendo mi Idílica vida urbana. Mi departamento es pequeño y no muy lujoso pero no necesito nada de esas cosas banales, con tener el refrigerado lleno yo estoy contento, quizá sea porque siempre como demasiado o porque cuando era niño la comida era escasa.

Recuerdo que siempre soñé con ser el mejor artista marcial del mundo, y lo logre, pero por alguna razón después de eso no hubo más que hacer, mi sueño se cumplió y entonces me tuve que enfrentar al mundo real y me di de bruces contra un muro, si a eso le sumo que tengo una novia que no me deja ni a sol ni sombra, que me hace sentir sofocado. Ella es bella sin duda y tengo una promesa de compromiso y boda que tengo que cumplir. Para ser honesto eso me asusta, no es lo que deseo en este momento y ella lo entendía hasta hace unos meses que ha empezado a insistir en ese tema de la boda, trato de evitarlo pero cada platica que tenemos debe terminar en pleito por que no accedo a dar una fecha.

No quiero imaginarme que hubiera pasado si no me deshago de los dos compromisos anteriores, hubiese sido el acabose. Uno de ellos tenía más valor que los demás, era ese que hizo mi padre antes de yo nacer, pero de permitir que me casaran a los dieciséis años, jamás habría cumplido mi sueño.

No me arrepiento de nada de lo que he hecho hasta hoy, el pasado ahí se queda no hay vuelta atrás, soy de la firme idea de que las decisiones que tomamos siempre son para mejorar, buenas o malas no debes arrepentirte. Lo sé, el orgullo es algo que no quiero ni voy cambiar, podre parecer arrogante pero en esta ciudad debes aprender a serlo, ser orgulloso lo considero casi una virtud, la gente piensa que soy altanero y a veces hasta arrogante, y sin embargo eso me importa nada.

Llegue al hotel empapado por completo, tuve que pasar a la lavandería para secar mi ropa, este es uno de los más lujosos en Tokio y con mejor reputación. La gente aquí me trata muy bien y el dueño de este hotel me conoce y se ha declarado mi fan así que no me fue difícil encontrar empleo, y aunque rechacé su principal oferta me quede con el de guía de turista, no me gustan las oficinas ni estar tras un cubículo, rodeado de gente que no hace más que servir a los pies de altos mandos, prefiero estar fuera, además finalmente eso fue que estudie, pues aunque parezca imposible me gradué en idiomas, tenía algo de experiencia y mi viaje por china me ayudo.

Apenas dejo atrás esa puerta giratoria de cristal y Hiroshi me recibe como siempre, con una enorme sonrisa. —Buenos días Ranma.

—Buenos días. —Le conteste sonriente, a pesar de que la lluvia casi ha arruinado el día.

—Alegre como siempre, le diré algo que lo alegrara aún más.

—Olvida los formalismos, siempre te lo digo.

—Lo siento, es la costumbre.

—No me hagas esperar. —La paciencia nunca ha sido una buena palabra para mí.

—Hoy, hay el doble que ayer y el dueño está esperándote en su oficina, dice que tiene buenas noticias para ti. —Eso no me lo esperaba no tan pronto.

—Gracias Hiroshi, enseguida estaré ahí.

—Esta vez no deberías rechazar la oferta.

—Sabes lo que pienso respecto a eso.

—Ranma, debe ser un puesto importante

—Sí, y eso implica que saldré muy pocas veces, estaría encerrado en una oficina peleando con clientes inconformes o atendiendo a jefes enfadados, gracias pero no.

—A dar recorridos sí, lo tendrás que sacrificar, pero ve el lado positivo viajaras a los diferentes lugares de Japón.

—No le veo lo divertido a solo viajar.

—Te ausentarías de Tokio por días deberías piénsalo, creo que te vendría bien un tiempo a solas— Eso no podía discutírselo pues después de la discusión de anoche con mi prometida me haría bien alejarme, por otro lado me gusta mi trabajo, como sea tendré que verlo, espero poder evadirlo nuevamente, pero antes hay que secar esta ropa.

No me puedo quejar tengo una buena vida, un trabajo que disfruto, una novia que muchos envidiarían y por alguna razón eso no me molesta, solo espero estar haciendo lo correcto respecto a ella.

Será mejor que me dé prisa hay mucho turista a pesar de la lluvia, el sueldo será bueno, presiento que a pesar de la lluvia hoy será un buen día.


Hoy es uno de esos días en los que afortunadamente el sol no se asoma por la ventana de esta habitación, aun así hay demasiada luz, me enrede en las mantas y me acurruque entre las grandes almohadas. Aun no quiero levantarme la cama es tibia.

Creí haberle dicho a Nabiki que me consiguiera una habitación con cortinas oscuras, solo quiero un poco de tranquilidad, ¿acaso eso es pedir demasiado antes de regresar a mis labores?, todo esto es su culpa, no tenía pensado venir a Tokio porque esta ciudad me estresa, no debí acceder, debería dedicarme a algo diferente, ser agente casi espía y mediadora de los Kuno no era para mí, pero lo disfrutó y soy buena en lo que hago. Insisto en que yo debí quedarme en Chiba o regresar a Nerima para ver a mi padre. No tenía que dejarme chantajear por esa pequeña arpía que tengo como hermana, no entiendo por qué no puedo odiarla.

Tengo que terminar pronto con esto y regresar a casa lo antes posible, quizá cuando regrese tenga noticias de él.

No puedo evitar sonreír cuando lo recuerdo, hemos pasado tantas cosas juntos, nos conocimos de manera peculiar y poco a poco se ganó una parte de mi corazón, suena cursi lo sé, pero no hay otro forma de describirlo, y aunque hayamos terminado, supongo y quiero creer que tarde o temprano volveremos a estar juntos.

Lo conozco desde adolescente, desde que tenía 16 años para ser exacta y aunque al principio no llamo mi atención, después de un tiempo tuvo el valor de decirme que me quería, justo cuando regresó de china para curar su maldición. Es un gran chico y a veces me hace dudar pero aún le tengo un gran cariño.

Ya estuvo bien de divagar, pondré mi mejor cara ante el tipo al que tengo que ver, todo debería ser fácil. Un traje ejecutivo será suficiente para impresionar.

Lo mejor de estos hoteles es el baño, tan lujoso y exageradamente cómodos, podría pasar aquí horas y después de pensarlo un poco en esa tina de hidromasaje, me he decidido en disfrutar de este lugar el tiempo que me resta, hare lo que tengo que hacer y regresare de inmediato aquí, ¿Para que batallar con el bullicio de la cuidad si aquí encerrada tengo todo lo que necesito?…tranquilidad, libros, café y más tranquilidad.

Tuve que dejar ese pequeño paraíso para trabajar, me maquille un poco nada exagerado solo para no verme tan pálida. Alise mi falda con las manos mirándome al espejo el color blanco me sienta bien y contrasta con la blusa negra. Después de darme un último vistazo en el espejo, salí caminado con seguridad hacia mi objetivo.

Mientras llega ese momento, tengo que esperar al maldito ascensor que tarda demasiado, es desesperante que se abra en cada piso. Siento algo extraño, un presentimiento el estómago me hormiguea, nunca antes había estado nerviosa. Dos pisos más.

El hotel es hermoso muy moderno y las oficinas están impecables, me conduje por un pequeño pasillo y hacia donde volteo hay algunos cubículos gente trabajando y otras relajadas, esta empresa debe ser generosa con sus trabajadores, todos tienen una sonrisa en el rostro.

El letrero indica que llegue a la oficina correcta y la señorita asistente me reconoce al instante.

—Buen día, tengo una cita con el Señor Sanzenin. —Hice una pequeña reverencia.

—Señorita Tendo un gusto conocerla mi nombre es Asuza Shiratori, mi jefe la está esperando. —Me observa de arriba abajo incomodándome, no se ve muy amigable a pesar de ser muy atenta.

Caminó a un costado mío y abrió la puerta, el hombre al fondo de la oficina se levanta para recibirme hacemos una reverencia y me invita a sentarme, aun puedo sentir la mirada de Asuza clavarse en mi espalda antes de escuchar la puerta cerrarse.

—Al grano señorita Tendo, sé que ha venido a intentar convencerme de algo a lo que ya me he negado. —hizo un ademan invitándome a tomar asiento.

—Señor Sanzenin…

—Llámeme Mikado. —Interrumpió.

—Mikado, hablare segura y sin tapujos—le dirigí una mirada fuerte—La empresa de diseño Osaka quiere ser el encargado de la remodelación de las habitaciones de su hotel, a cambio ofrecerá un buen descuento comparado con las otras compañías.

—Un descuento lo consigo con cualquier otra agencia, no veo la necesidad, para mí la decoración de las habitaciones es aceptable.

—Aun no le digo la mejor parte. —lo interrumpí.

—Pues a menos que sea algo completamente relevante, esta reunión ha terminado.

—La compañía que me contrato, está dispuesta entregar un vehículo como bono por el trato. —¡Qué tipo más pedante! Si pudiera apartar su rostro del mío esto sería más fácil para mí.

—¿Está hablando en serio? —¿Acaso es sordo? Debo tener paciencia con este tipo de clientes.

—Muy en serio, pero eso solo en caso de que también nos permita renovar las habitaciones en todos sus hoteles.

—¿Y que tal un auto por cada hotel? —sonríe de medio lado; se levantó para rodear su escritorio, y acaricio su barbilla. Este tipo es ambicioso, estos son los más peligrosos.

—No tengo autorizado hacer tal oferta, pero lo trataré con los dueños de Osaka, solo deme un momento para hablar con ellos. —rápido tome el móvil, en momentos como este debo mover cielo mar y tierra para poder cerrar el trato.

—Tengo asuntos que atender, no creo poder esperar —se acercó a mí y me ofreció su mano para ayudarme a levantar —¿le parece bien que lo discutamos durante la cena? —Beso mi mano. Es un típico "don Juan" él no es diferente a los demás empresarios con los que he tratado.

—Lo siento señor Sanzenin, pero yo debo regresar con la respuesta hoy mismo.

—Es una falta de profesionalismo de su parte señorita Tendo, si no hay cena de negocios entonces mi respuesta es no. —Este hombre está logrando hacerme enojar, pero tiene razón debo ser profesional obtendría una muy buena comisión de este trato, tendría que ceder e ir a esa cena.

—Está usted en lo correcto—apreté los dientes— haré algunas llamadas y nos veremos a la hora de la cena. —Tengo que salir ates de que cometa alguna imprudencia.

—Señorita Tendo, puedo llamarte Akane ¿Cierto? —su cercanía ahora sí que empieza a incomodarme. No solo pone sus frías manos en mi mejilla se está acercando demasiado y no me importa que sea dueño de todos los hoteles de Japón, si se acerca un milímetro más le dejare la marca Tendo en todo su estúpido rostro.

Tocaron a la puerta y entonces se separó de mí fue un alivio, solté todo el aire que contuve en los pulmones, sé que debo ser dura para los negocios, y algunas veces yo soy la que ha tenido que recurrir a cosas tan poco honorables como coquetear con los clientes, pero no pasa de un guiño de ojos o hasta una insinuante sonrisa. El rebasó por mucho el límite al acercarse como lo hizo, me puso alerta. Debo terminar esto y largarme cuanto antes.

De pronto escucho la voz grave de un hombre bastante llamativa y ronca, me suena un poco conocida.

—Ya estoy aquí.-dijo quizá algo irritado.

—Tengo una invitada, amigo espera un momento enseguida te atiendo. ¿Dónde demonios esta Asuza?

—Seguramente salió un momento. —escuche decir y otra vez ese extraño presentimiento, él me está observando puedo sentir su mirada y es muy fuerte.

—Como sea, espera ya casi termino. —Le escuche decir.

—Está bien, te espero.

Nuevamente se cierro la puerta y los pazos firme me hacen dudar de su siguiente movimiento, afortunadamente regresó al asiento tras su gran escritorio de caoba.

—Uno de mis hombres la recogerá a las ocho. Entonces seguiremos con esta…junta de negocios —puedo ver ese brillo diabólico en su rostro y sé que no solo quiere una simple cena, idiota, lo que él no sabe es que yo no solo soy mediadora de negocios, también soy un artista marcial, más le vale que no intente nada.

—Esperare encantada entonces— le sonreí, entonces me levanto lo más rápido que puedo y él me acompaña hasta la entrada de la oficina.

Giró la manija y yo solo pensaba en la forma más fácil para convencer a mis clientes sobre mejorar su oferta para Sanzenin. Nabiki tendrá un día agitado.

—Que pase bonito día Akane, esperare ansioso nuestra cita. —me gire y le sonreí.

—Sera un placer para mí, Mikado.

Camine unos pasos y alguien me detuvo del brazo firme, dio un pequeño tirón que hizo que me girará, mi rostro se encuentra de frente con él, no sé cómo reaccionar, ¿enojada? ¿Triste? ¿Indiferente? Algo es seguro, estoy viendo esos ojos azules que por un breve instante en mi Juventud me hicieron sentir calidez dentro de mi pecho.

—Tú —dije un poco sorprendida

—¿Akane? ¿Akane Tendo?

—La misma— con un poco de fuerza logre soltarme de su agarre y arrugue el entrecejo.

—¿Qué haces aquí?

—Asuntos de negocios, si me disculpas debo irme. —me aleje del lugar caminando a paso firme, no quise mirar atrás, ese era el presentimiento que tenía, después de tanto tiempo no creí encontrarlo aquí. Esto es un motivo más para irme pronto de Tokio.


Ni siquiera estoy atento a lo que habla Mikado, desde que vi a Akane. Es que yo, no…nunca pensé que me la encontraría en estas circunstancias, cuando abrí la puerta y vi ese color de cabello sabía que la conocía, estuve esperando a que saliera y al mismo tiempo tratando de recordar quien era. Solo había alguien a quien yo conocía con ese color de cabello no olvidaría ese tono peculiar, sin embargo cuando deje de verla su cabello era muy largo, pero han pasado años así que podría ser que se lo cotara y fue por impulso que la tomé del brazo, quizá fue atrevido pero tenía la necesidad de comprobar que era ella.

—¿Ranma?

—¿Eh?

—Parece que Akane también te ha llamado la atención.

—No, no digas tonterías, es solo que tenía tiempo de no verla.

—Entonces la conoces, es una guapa mujer, hoy cenare con ella.

—¿Qué negocios tienes con ella? —Pregunte, solo era un poco de curiosidad.

—Solo sé que ha sido enviada de la empresa "Kuno", que se dedica a cerrar negocios difíciles que las propias empresas son incapaces de hacer, ella está aquí como mediadora de la empresa Osaka, para convencerme de contratar sus servicio para la remodelación de las habitaciones de los hoteles.

—¿Trabaja para ellos?

—Sí, y al parecer está relacionada directamente con el dueño Tatewaki Kuno, pues se de muy buena fuente que la esposa de Tatewaki se apellida Tendo —eso me hizo recordar a Kuno, y pensar en que al parecer si logro vencerla en su ridículo reto. Así que casada. —Esa mujer parece ser todo un manjar —dijo, no me gusta ese tono que usa, y no porque se trate de Akane sino porque lo conozco y se lo que le pasara a la Señora ¿Tendo?

—¿Por qué no usa el apellido Kuno?

—No lo sé y no me importa, para mi mucho mejor.

—¿No te importa que sea casada?

—Vamos Ranma, me conoces, deberías saber que él no importa el estado civil si una mujer me gusta. —Tiene razón, a él nada le importa si tiene a alguien en la mira, no para hasta cazarlo.

—Deberías tener cuidado con ella.

—No te preocupes Saotome, es tranquila y hasta podría decir que inocente.

—Te puedo asegurar que Akane no es nada tranquila, suele ser impulsiva y violenta.

—Mucho mejor, las mujeres que son un reto son las que prefiero y las que más disfruto. —Camino hasta su lugar "secreto" y saco de ahí una botella con dos pequeños vasos, sirvió un poco de Whisky Glenfiddich ese que cuando resbala por mi garganta siento un delicioso ardor. — ¿Cómo es que la conoces?

—La conocí en Nerima, estuve algún tiempo hospedándome en casa de su padre, y ese tiempo me basto para saber que esa mujer es todo un caos. Mi padre y el suyo eran amigos.

—Interesante ¿Qué más sabes sobre ella? —Entonces me di cuenta que en realidad le interesa, eso es lo que aparenta pero estoy seguro que solo quiere hacer lo que hace siempre con las mujeres que le "interesan", llevarlas a la cama, usarlas y después desecharlas cuando se fastidia de ellas.

— No, mucho como te dije solo estuve días en su casa.

—No hay problema por eso, ya tendré tiempo para conocerla.

—Saldrás con ella a cenar ¿Cierto?

—Por supuesto, ya sabes que cuando algo llama mi atención no descanso hasta conseguirlo, pero ya dejemos en paz a esa mujer y pasemos a otra cosa, proponerte un trato.

—Si es lo mismo de siempre ya sabes mi respuesta. —No me gusta darle vueltas al asunto.

—Ranma, tienes potencial y no quiero presionarte a ser mi mano derecha, he estado pensando y quiero que seas el jefe de guías.

—Ese puesto no existe. —A veces pienso que no razona, mil veces he dicho que no.

—Lo cree hace días, así no dejaras de hacer lo que te gusta.

—Sanzenin, agradezco lo que has hecho pero mi respuesta es la misma.

—Esta vez no la acepto, si todo sale bien abrir un par de hoteles más y entonces tú serás el primero en dar esos recorrido que tanto te gustan.

—Siempre hemos discutido por lo mismo, y llegamos a la misma conclusión, me gusta estar aquí no tengo la necesidad de ningún cambio.

—Tomate unos días para pensarlo, habla con Ukyo, si aceptas la propuesta tendrás mejor salario y podrás por fin darle una fecha a tu prometida.

—Ni lo menciones —Ese tema me tiene al borde la locura, tan difícil es comprender que no estoy listo.

—Ya va siendo hora que sientes cabeza, eso podría beneficiar carrera.

—¿Sentar cabeza? Y me lo dices tú, que en cada ciudad tienes una mujer diferente.

—Yo soy bien parecido, exitoso y por si eso fuera poco, tengo mi propio complejo de hoteles, donde es reglamentario que yo pruebe cada una de las habitaciones, por cuestiones de calidad, cada habitación tiene un número diferente así que no sería apropiado que la misma mujer pasara dos veces por la misma habitación. —inclina su vaso haciendo un brindis, imito su acción y bebí el contenido que por alguna razón me supo más ahumado después de escuchar esa contestación.

—Lo pensare, pero no te hagas ilusiones antes de tiempo.

—Por lo pronto prepárate por que esta noche tengo que ponerte al día con los nuevos recorridos, te veré en restaurante de siempre.

—No estarás pensando en que cenaremos Akane tú y yo, eso sería incómodo.

—No me gusta esa familiaridad con la que hablas de ella, y por supuesto que no, nos veremos antes en el restaurante en cuanto termine podrás retirarte, yo pienso pasar el tiempo con Akane solo con ella y quien sabe talvez con un poco de suerte amanezca en la Suite bien acompañado.

—Fue breve el tiempo que estuve con ella pero el suficiente para saber que no es del tipo de mujeres que acostumbras.

—¿Cuántos años tenías cuando la conociste?

—Teníamos 16 años.

—Hoy ya eres mayorcito Ranma, y Akane también, la gente cambia con el tiempo, ¡Por Dios! Espero que no me cueste más de una semana y algunos millones de yenes retenerla conmigo por un tiempo. —Y ahí está otra vez esa desazón, creo que Akane no merece ser engañada por este, ¿Pero que estoy diciendo?, al fin y al cabo ese es mi problema, bastante tengo con lo propios para cargarme de cosas como esas.

—Será mejor que me vaya, los recorridos están por empezar y sabes que no me gusta hacer esperar a la gente. —Estaba asqueado de todo lo que me había dicho.

—Nos vemos por la noche Saotome.

Necesitaba salir de ese lugar, me bebí el whisky de un solo trago y deje el vaso sobre el escritorio. Mikado es un gran visionario, rico, exitoso y todo lo que él dice pero con las mujeres sigue siendo todo un patán.

Camine de regreso al vestíbulo del hotel, todas las ganas que tenia de trabajar se fueron al carajo después de la serie de tan estúpidos sucesos, la lluvia, Akane y Sanzenin. Akane, por más ridículo y trillado que suene, no me imagine encontrarla aquí después de tantos años. En realidad no ha cambiado mucho, excepto el cabello, casi no la reconozco de no ser por los ojos y esa voz aguda que conserva, se veía sorprendida o enojada yo que sé, tampoco es como si me importara.

Cuando me aleje de ella, de los Tendo y de un compromiso forzado, me jure que sería para siempre.

Un grupo de persona VIP esperaba al gran Ranma Saotome el campeón en artes marciales todo estaba listo para irnos, y eso es lo que debía importarme la lluvia paro entonces hice lo más irracional del día, me acerque a Yuki, la recepcionista del hotel.

—Yuki, ya te he dicho que hoy te ves radiante.

—No digas tonterías, esta vez no caeré en tu trampa Saotome. —Y no era para menos, la última vez le engañe para conseguir boletos de dudosa procedencia para un concierto al que mi pro…Ukyo quería asistir, el artista ese, estaba hospedado en este hotel.

—Pero ¿Cual trampa? Solo te hice un cumplido.

—Claro, como digas. —Rodo lo ojos, me había descubierto no me quedo otra opción que hablar claro.

—Necesito un favor.

—¡Lo sabía! Solo habla tan dulce cuando necesitas algo, los demás días eres más seco que el Sahara.

—¡Oye!

—Dime que quieres antes de que me arrepienta.

—Quiero saber en qué habitación esta Tendo Akane. —Yuki soltó el aire y pude ver como entrecerraba los ojos molesta.

—Más te vale que no cuentes de esto una sola palabra, —Me dijo intimidante mientras sus dedos se movían rápido sobre el teclado y sonreí satisfecho, levanto el rostro, me observo y apenas pude leer sus labios diciendo el número de habitación. Le agradecí de la misma forma y regrese con la gente que me estaba esperando.

No tenía idea de por qué lo hice, no quería a Akane Tendo en mi vida, ella solo sabe causar desorden y no dejaría que eso volviera a pasar.

Continuara...


¡Hola a todos! Aquí estoy otra vez, año nuevo, historia nueva.

Primero, Deseo que hayan tenido felices fiestas en compañía de todos sus seres queridos, un abrazo.

Esta historia sera mucho mas ligera que "Cuando no todo es lo que parece" sera de Drama y Romance y por supuesto un poco de acción, espero sea de su agrado.

Agradezco enormemente a mis queridos desterrado, este primer capitulo va para ustedes Lucía, Usagi, León.

Redfox! vida mía! sabes que gracias a tus consejos existe esta historia. Infinitamente agradecida con la vida por que soy participe de la tuya love you babe.

¡Feliz cumpleaños Cris! Espero de corazón te la pases muy bien.

Nos leemos el próximo capítulo...