EL ESCAPE

En medio de la oscuridad reinante en ese pequeño celda que olía a no se que inmundicia, se veía un pequeño cuerpo débil al extremo y eso se nota por los movimientos torpes y exhaustos que esa pequeña figura llevaba a cabo, su desesperación se notaba con solo observarla, ¡va! quien podía observarla si no había ni una sola persona en Kilómetros, llevaba ahí encerrada muchísimo tiempo ella ya no lo sabia ya no le importaba, en los primeros años intentaba llevar la cuenta por si misma de los días pero en un momento dado se dio por vencida, en esas pequeñas cuatro paredes nunca se sabia si era de noche o de día, cuando la sacaban de ese encierro pasaba por túneles conectados unos a otros debajo de la tierra era imposible saber el tiempo.

Lo único que sabia Hinata era que tenia que salir de ahí a como diera lugar por eso se estaba destrozando las manos intentando hacer un hueco por debajo de la puerta gruesa de metal, tantas veces intento escapar pero siempre alguien impedía su huida y la reprimenda que recibía de sus captores era inconcebible era mejor morir, pero siempre hubo algo o alguien en su pensamiento que la hacia desistir de eso, tenia que vivir y por eso estaba intentando por todos los medios salir de ahí, le dolían en extremo sus manos, algunos de sus dedos ya no tenia uñas, sus nudillos estaban destrozados pues había golpeado el duro suelo una y otra vez hasta fracturar el cemento de este, luego comenzó a cavar con sus propias manos, la falta de alimento le estaba pasando factura pero no se daba por vencida -solo un poco mas-, estaba cansada hambrienta pero algo le decía que era el momento idóneo para emprender la huida.

Algo estaba pasando su carcelero desde hace mucho tiempo ya no la visitaba, sus compinches ya no estaban por los alrededores, lo sabia por que siempre escuchaba cuchicheo fuera de su prisión, gritos de otros que como ella pasaban por la misma situación, ya no se oían desde hace mucho tiempo, los habían abandonado a su suerte a morir de hambre, lo supo desde la ultima vez su carcelero llego a visitarla y cuando vio en esos ojos un atisbo que ella interpreto como fastidio de inmediato le dio a entender que se canso de jugar con su "juguete favorito" como el siempre la llamaba, desde hace mucho Hinata dejo de suplicar, dejo de gritar de llorar cada vez que el bisturí cortaba su nívea piel, cuando practicaba sus experimentos en ella y a el le gustaba ver en su rostro las muecas de terror que ella demostraba los grito las suplicas que ella profirió, el maldito de Orochimaru se regodeaba de su dolor le gustaba saber que Hinata sufría, pero con el tiempo ella entendió que nada de lo que hiciera o dijera cambiara las cosas así que cada vez que pasaba aquello se quedaba inmóvil como una muñeca rota, no importaba el dolor ella soportaba estoica cada una de las pruebas sin siquiera abrir la boca encerrándose en su mente reviviendo recuerdos una y otra vez para escapar de su cruel realidad.

Se preguntaran como una guerrera de un prestigiado clan era sometida tan fácilmente a cada uno de los caprichos de Orochimaru, pues muy sencillo cada mes el mismo le inyectaba supresores de chakra que la dejaban sin la capacidad de defenderse, solo le quedaba luchar cuerpo a cuerpo con las pocas fuerzas que el quedaban pero cada vez que lo intentaba le daban unas palizas tremendas hasta la inconsciencia, cuando despertaba tenia costillas rotas algunas ocasiones brazos y piernas fracturados, que después de varios días se dignaban a sanar para que la preciada carga no muriera, era un maldito infierno que la llamaba a la locura y la hundía cada vez mas a la oscuridad, la dulce y tímida Hinata ya no existía el dolor la hizo olvidarse de sus antiguas debilidades y el odio la invadió, si un inmenso odio a sus captores y a la aldea que la abandono por que durante muchas noches suplico a los cielos que alguien la liberara que la rescataran, siempre lloraba hasta el cansancio caía rendida por las lágrimas llamando una y otra vez a Naruto, a su padre, sus amigos, a alguien, pero su suplica nunca fue escuchada y sus lágrimas se secaron, comprendió que si quería salir de allí lo haría con sus propias manos y literalmente lo estaba logrando.

Por fin su mano pudo tocar del otro lado de la puerta, el hoyo era pequeño pero ya sus manos no podían mas y poco a poco se logro escabullir por el, pero en el intento se disloco el hombro agudizando un tremendo dolor en el, acostumbrada a cosas peores ella no grito mas una pequeña alegría la recorrió entera, había logrado salir de ese fétido lugar, pero su sentido de supervivencia le hizo entender que no cantara victoria que aun corría peligro, el lugar era inmenso y los túneles un laberinto, donde se encontraba estaba sin iluminación le seria aun muy difícil poder salir de esa cruaca. Se levanto le pesaba demasiado el cuerpo chocando contra la pared en un movimiento calculado logro acomodarse el hombro, en estos momentos agradecía a su padre la estricta educación que recibió de el tanto en técnicas de ataque como en medicina y supervivencia, sacudió su cabeza no era momento para para eso necesitaba salir, no podía flaquear con antiguas añoranzas, y decidió comenzar a caminar a vagar sin rumbo fijo suplicando internamente que el rumbo que tomara fuera el correcto, recorrió metros y metros de interminables pasadizos tanteando las paredes, se dio cuenta que su corazonada era acertada no había un guardia por ningún lado, abandonaron su escondite y la abandonaron para que muriera.

Pasaron las horas sintió frio y hasta ahora se percato que estaba descalza y solo llevaba una tela mugrienta que cubría su desnudez alrededor de su cuerpo sujeto aun costado por un nudo improvisado no le importo y siguió su recorrido pero le dio sueño, ese hecho la alerto sabia que si sucumbía a el todo terminaría para ella moriría de hipotermia, su fuerza de voluntad la alentó a seguir no podía morir no ahora que se encontraba tan cerca.

Siguió su recorrido un olor nauseabundo alerto sus sentidos sin proponerlo lo siguió, entre mas se acercaba el aroma aumentaba, era masoquista ya sabia que lo producía pero sentía la necesidad de verlo con sus propios ojos, sin darse cuenta llego a una cámara muy amplia que era iluminada tenuemente, varios cuerpos amontonados se encontraban justo al centro de esta, todo el lugar apestaba a muerte se acerco a ellos mirándolos uno por uno, por el aspecto de los cadáveres ya llevaban varios días muertos,

se alejo del macabro espectáculo, no podía perder mas tiempo, siguió los oscuros pasillos tocando la pared para no chocar y tropezar con nada, paso mucho tiempo tanteando los fríos muros hasta que sintió algo inusual ¿lo que tocaba era madera?, reviso toda la superficie la empujo suavemente y esta sedio ella entro el cuarto era iluminado por la luna que se colaba por una pequeña rendija, ¿desde cuando no observaba la luna, el cielo, el sol?, el sol es lo que mas añoraba ver ese ser luminoso que le recordaba tanto a su amado Naruto….. se permitió perderse en sus recuerdos acercándose a la pequeña rendija pudo sacar su mano tratando de alcanzar ese luminoso astro la luna se veía esplendorosa, algo la saco de sus cavilaciones en su palma pudo sentir algo muy frio y lo sintió de nuevo era una gota, metió su mano y la acerco al rostro para verlo mejor era nieve, se llevo su mano a la boca remojando sus agrietados labios, el contacto era frío pero no le importo tenia tanta sed, saco la mano de nuevo eh intento recolectar nieve en su palma para repetir el proceso y llevar un poco de vital liquido a su garganta. Cuando la necesidad de liquido fue disminuyendo decidió inspeccionar el cuarto, maldecía internamente por no poder activar el byakugan, "¿hasta cuando pasara el efecto del medicamento?" pensaba, encontró en una esquina unas cajas las abrió y encontró ropa unos pantalones y una playera, se deciso del trapo que la cubría y se coloco la ropa, le quedaba grande mas el pantalón , estaba tan delgada, siguió checando y encontró una chamarra se la coloco, busco por todo el cuarto pero no encontró mas nada que utilizar.

Salio de ahí y siguió bagando por los pasillos, a duras penas podía mantenerse en pie, pero tenia que lograrlo, camino durante mucho tiempo mas al final de un pasillo pudo vislumbrar una luz se acerco poco a poco a ella, cuando estaba a unos cuantos metros se dio cuenta que era la salida y en ella surgió una fuerza desconocida que la impulso a correr para poder alcanzar esa luz, cerro los ojos por el esfuerzo solo se detuvo cuando sintió algo helado y suave entre sus pies descalzos, abrió los ojos le costaba enfocar y la luz lastimaba bastante comenzó a tallar con las manos pero rápidamente dejo de hacerlo le dolían horrores sus extremidades, tardo mucho tiempo en acostumbrarse a la luz del día, cuando lo logro observo al cielo y descubrió lo que tanto anhelaba el sol, por fin después de tantos años ella podía observarlo, levanto su brazo como queriendo alcanzarlo y robarle su calor, ¿cuantos años encerrada?, ¿cuanto tiempo privada de esa luz?, dirigió su vista a sus pies estaba pisando nieve, se hinco y con ambas manos junto nieve las llevo a su boca para poder tomar agua cuando se derritiera en sus labios hasta quedar satisfecha, sentía un frio recorre le la garganta pero era refrescante, después enterró sus manos en la fría nieve le ayudaba a calmar el dolor en ella, pues se había lastimado mucho cuando cabo el agujero para poder escapar, observo todo alrededor estaba en una montaña, grandes pinos se mostraban majestuosos ante ella, escucho el cantar de las aves y a lo lejos pudo ver un conejo blanco mirándola inquieto y todo cubierto de hermosa nieve, comprendió que estaba muy lejos de lo que alguna vez considero hogar.

Estaba perdida en tan maravilloso paisaje cuando una idea aparecido en su cansada mente, ¿a donde ir?, ¿que hacer?, no podía regresara a Konoha no aun hasta encontrarlo, tenia que encontrarlo... Entonces ¿que hacer ahora? no tenia nada, no tenia a donde ir y no sabia donde estaba, ademas se sentía tan cansada hambrienta y débil, junto todas sus fuerzas para poder ponerse en pie tenia que encontrar alimento rápido y un refugio para poder pasar la noche, si no se equivocaba por la posición del sol eran alrededor de la de la tarde tenia que darse prisa para improvisar un refugio, en el camino recolecto algunas ramas secas tenia que hacer una fogata si quería sobrevivir la noche, veía para todos lados tratando de ver posibles lugares para poder descansar, cuando en la base de un árbol encontró algunas zetas que sobrevivían las inclemencias de la época, las reviso muy bien para cerciorarse que no fueran venenosos, recordó cuando Kiba comió una zeta venenoso y termino con dolor de estomago y una fiebre muy alta, "kiba la ultima vez que te vi estabas inconsciente en un charco de sangre, ¿seguirás vivo?" pensaba con pesar la débil kunoichi también pensó en su querido amigo Shino, se le estrujo el corazón pero ella sabia que su amigo ya no estaba entre los vivos pues lo vio morir ante sus propios ojos, tantas noches lo veía en sus pesadillas una y otra vez la misma escena donde el se interponía en un golpe mortal para salvarla a ella y morir en sus brazos mientras el suplicara que hullera, ese mismo día la alejaron de su hogar para aprisionarla, ese maldito día donde perdió todo comenzó su infierno personal, si Shino hubiera sabido su futuro la hubiera dejado morir, eso era mas piadoso.

Ya cerciorándose que los hongos fueran comestibles los arranco del suelo y los metió en la bolsa de la chamarra, siguió avanzando, ya estaba por oscurecer cuando encontró un enorme árbol, que estaba hueco, se asomo en el ya había encontrado un refugio, tiro las ramas al piso y después de un rato logro prender la fogata en una pequeña rama inserto las zetas y las coloco encima del fuego para asarlas, comenzó a toser pero ella no le dio importancia, acerco sus pies helados al fuego y sus manos para darles calor aun seguía descalza, tomo las zetas ya estaban asadas y se las llevo a la boca mientras las saboreaba, era un manjar para ella, era poca comida pero no importaba llevaba tantos días sin probar alimento, se refugio dentro del árbol mientras observaba el fuego e involuntariamente sus párpados se cerraron.

Despertó sobre saltada, otra maldita pesadilla su cabeza le dolía, tenia mucho frío estaba tiritando, observo lo que quedaba de fogata, también los alrededor como queriendo cerciorase donde se encontraba y los recuerdos invadieron su mente, logro escapar era libre, inhalo para tranquilizar su agitado corazón, pero el aire frío calo por su garganta provocando una fuerte tos, se cubrió la boca con sus palmas y después de que la tos desapareció momentáneamente, su mirada se dirigió a las copas de los arboles, el cielo estaba algo oscuro y se podía ver el sol asomándose en el horizonte, sus rayos comenzaban a cubrir el cielo con tonos naranja, "el color favorito de el".. pensó.

Necesitaba moverse rápido encontrar un poblado para pedir ayuda por el momento era su única opción, tenia que encontrar un camino para saber a que dirección dirigirse pero por lo poco que veía estaba muy alejada de algún poblado o aldea solo podía ver filas y filas de esplendorosos arboles, otro ataque de tos la obligo a sentarse, "no, no puedo enfermarme no a hora", con toda su fuerza de voluntad logro ponerse de pie y continuo avanzando en la misma dirección del día anterior, paso otro día, y la tos era mas frecuente y se sentía tan débil, a estas alturas tenia una fiebre muy alta y ella lo supo pues su frente no dejaba de sudar y el cuerpo le dolía horrores, no podía dejar de moverse aun que fuera de noche, si se quedaba a pasar la noche moriría en el lugar, obligo a sus pies a seguir, ya no sentía los dedos de los pies y estaban de un color oscuro, "maldición no puedo morir ahora no sin encontrarlo y matarlo", el frío calaba por todo su cuerpo caía constantemente, pero se levantaba de inmediato con mucha dificultad, a lo lejos observo una fogata y su esperanza renació, se dirigió para alla con las fuerzas que le quedaban, mientras intentaba gritar "ayuda" repetía una y otra vez pero sin resultado su voz casi no se escuchaba y observo que enfrente de la fogata se encontraba un hombre alto que le daba la espalda, era un ninja rogaba por que no fuera un enemigo pero a estas alturas tenia que arriesgarse, "ayuda" grito con todas sus fuerzas, y dio resultado la figura que le daba la espalda se percato de ella y con sumo cuidado saco su daga colocándose a la defensiva

-¿quien eres?, identifícate- demando la figura del hombre

Pero Hinata no podía contestar y se dejo caer a pocos metros de la figura lo ultimo que salio de sus labios antes de caer desmayada fue -ayúdame por favor

El joven adolescente se acerco a ella y con un pie toco el pequeño cuerpo para cerciorarse que estaba inconsciente, -¡Konohamaru sensei!

De una tienda que estaba situada a unos cuantos metros de la fogata salio un hombre muy apuesto con cabello castaño corto y una bufanda azul enredada en su cuello con un gran abrigo, Konohamaru bostezo y tallandose los ojos se acerco a su alumno -¿por que gritas? Ya es mi turno de hacer guardia

-no es eso sensei tenemos un intruso- el adolescente señalo el cuerpo en el suelo

-un intruso dices, pero por lo visto ya te hiciste cargo de el fácilmente-

-se equivoca sensei, no sentí ningún chakra no parece ser un ninja, de echo no me percate de su presencia hasta que escuche su voz pidiendo ayuda

-¿ayuda?, bueno- se acerco al pequeño cuerpo lo primero que vio fue un menudo cuerpo y su largo cabello enredado estaba boca abajo, se hinco para poder observar mejor al intruso y un olor desagradable invado sus fosas nasales, -bueno parece un vagabundo, despierta a Miray para que le haga un chequeo, nosotros como ninjas de la hoja no podemos negar ayuda a nadie-

-entendido Konohamaru sensei

Konohamaru se acerco a el pequeño cuerpo, lo coloco boca arriba y lo cargo para acercarlo a la fogata, -es muy ligero, "cuantos dias estuvo vagando para oler de esa manera"-coloco a Hinata cerca del fuego y se quedo absorto viendo el rostro, estaba muy sucio tenia una cicatriz en su ceja, "pero si es una mujer", retiro algunos cabellos de su frente pero al hacerlo se percato que estaba ardiendo en fiebre, -Miray apresúrate

-ya voy, no grite despertarme a estas horas cuando hoy no me toca guardia- hablo una chica de cabello gris muy guapa y delgada, también llevaba un grueso abrigo

-date prisa esta mujer esta ardiendo

Miray se acerco y poso sus manos sobre el pecho de Hinata, invoco chakra curativo en sus manos y lo paso por todo su tórax, -tiene una fuerte pulmonía si no es atendida podría morir- siguió checando todo su cuerpo, me preocupa mas sus manos y pies, esta desarrollando una gangrena por congelamiento, rápido denme unos calcetines, en mi botiquín hay bolsas térmicas para estos casos, muévete inútil- la hablo a su compañero de equipo

Konohamaru des preocupadamente hablo,- bueno hay que levantar el campamento y apresurarnos al siguiente poblado para que sea atendida lo mas pronto posible, por el momento dale los primeros auxilios-, le dio la espalda a ambas cuando lo que escucho por parte de su alumna lo dejo petrificado

-es una Hyuga-

De inmediato Konohamaru se acerco, -¿que dices?

-lo que escucho sensei es una Hyuga, en esos momentos su alumna tenia un párpado de la chica abierto y una lampara observando sus pupilas y en efecto esos ojos inconfundibles estaban alli, Konohamaru empezó a observar de nueva cuenta a la mujer como tratando de reconocerla, el gran cabello obscuro con tintes azulados, solo una persona poseía ese color de cabello, pero a ella se le había dado por desaparecida en acción y dada por muerta hace varios años, tantas personas sufrían aun por su desaparición y ahora la tenia enfrente de el y moribunda, el tenia que hacer algo y rápido tenia que llevarla a Konoha de inmediato

-Miray ¿crees que podría sobrevivir a un viaje largo?

-¿un viaje largo dice?

-si, si la llevamos de inmediato a Konoha- hablo un tanto desesperado Konohamaru

-si le doy los primeros auxilios y nos apresuramos podría sobrevivir... pero no le aseguro nada

-con eso es suficiente para mi, apresúrate y has tu trabajo- Konohamaru se quito su grueso abrigo y se lo coloco a Hinata, Miray la auxilio con lo poco que podía hacer, cuando termino con ella Konohamaru se la coloco en la espalda mientras le daba instrucciones a sus alumnos, -yo me adelantare ustedes levante el campamento y apresúrense a seguirme

-si sensei- contestaron sus alumnos

Y sin mas emprendió el camino a toda velocidad -Hinata onichan resiste- mientras pensaba en todas las personas que se alegrarían por su regreso, pensó en su amada Hanabi, pero también estaba su querido amigo Naruto el es el que mas sufrió con la muerte de Hinata, se hundió en una profunda depresión y jamas volvió hacer el mismo, pero ahora que haría Naruto si sabe que el amor de su vida seguía con vida, seria un duro golpe para el verla de nuevo cuando el se encuentra casado aproximadamente desde hace dos años y mas aun que sentiría Hinata con esta información, si la ultima vez que vio a Hinata fue cuando Naruto y ella anunciaron su compromiso, Konohamaru sacudió su cabeza, ahora lo mas importante es que ella llegara con vida.

CONTINUARA

Que les pareció esta nueva entrega espero les guste, como ya había anunciado esto es un drama quedo afuera el humor, se aceptan todo tipo de comentarios buenos, malos, criticas y sugerencias , una pregunta ¿con quien les gustaria que estuviera casado Naruto?, espero con ansias sus comentarios , hasta la próxima Bay.