Esta historia está cerca de acabar, le quedan dos o tres capítulos, de modo que quiero pediros vuestra opinión. ¿Queréis que le ponga un punto y final definitivo, o dejo un final abierto y escribo una secuela ambientada en "El Ataque de los Clones"?

Obi Wan miró con creciente impaciencia las aguas del lago, esperando que Jar Jar volviese a emerger en cualquier momento. El Gungan había ido a Otog Gunga para hablar con el jefe Nass y convencerle que aceptase tener una reunión con Padme. Si los Gungans no aceptaban formar una alianza con los Nabbo entonces sus posibilidades de victoria contra el ejercito droide se verían reducidas a cero.

Por supuesto ese no era lo único que atormentaba su mente. No había vuelto a hablar con Padme desde la discusión, si es que podía llamar así, que habían tenido en la cocina de la nave, y desde que habían aterrizado en el planeta ella se había mantenido lo más alejada posible de él y ni siquiera le había dirigido la mirada. Podía entender porque Padme se sentía tan ofendida y sabía que su comportamiento no había sido el más adecuado con ella, pero el problema era que no sabía que hacer. Toda su vida le habían entrenado para dejar de lado sus emociones y no dejar que afectasen a su juicio, el Código Jedi lo dejaba muy claro No hay emoción. Hay paz. ¿Como podía pensar siquiera en amar a Padme cuando desde niño le habían enseñado que esos sentimientos estaban prohibidos?

Obi Wan notó la presencia de Qui Gon detrás suyo. La disputa con su maestro era otro tema que Obi Wan tenía que solucionar y, a diferencia de sus problemas con Padme, creía saber como hacerlo. Es cierto que se había sentido rechazado y abandonado cuando Qui Gon le dijo que se había ofrecido para ser el maestro de Anakin pero, durante el viaje a Nabbo, había tenido tiempo para meditar y reflexionar, y podía entender por que lo había hecho. Si Anakin realmente era el Elegido entonces tenia un papel vital que ejercer en la Galaxia, y era necesario que fuese entrenado por los Jedi o de lo contrario podría verse atraído por el Lado Oscuro y eso era algo que no podían permitir, más ahora que todo parecía indicar que los Siths habían regresado.

"Nos estamos moviendo en un terreno peligroso" Dijo Qui Gon al ver que Obi Wan no iba a empezar a hablar "La Reina pretende aliarse con los gungans para librar una batalla y los Jedi no estamos autorizados para tomar parte de forma activa en este conflicto"

Obi Wan se dio la vuelta "Pero si que estamos autorizados para protegerla"

Qui Gon asintió "Sin embargo esa es una linea muy fina. Debemos tener cuidado"

Obi Wan miró a su maestro a los ojos "Maestro, quiero pedirte perdón por mi comportamiento. He sido irrespetuoso y lo siento. No soy quien para juzgarte respecto al chico"

"Mi comportamiento tampoco ha sido el más adecuado, lamento si ha dado la impresión de que intento substituirte por Anakin, pero no mentí con lo que les dije al Consejo; Estás listo para afrontar las pruebas y sé que serás un gran Caballero Jedi"

Ambos se dieron la mano por instinto, y la brecha que había entre ellos se cerró incluso más rápido de lo que se había abierto.


Padme logró convencer a los gungans para que se uniesen a ellos, aunque, para hacerlo, tuvo que revelar su verdadera identidad.

Una vez tuvieron a los gungans de su parte, el Capitán Panakra, junto a otros hombres, fueron a los campos de prisioneros a liberar tanta gente como pudiesen.

Como no había nada más que hacer hasta que Panakra volviese, Padme se alejó para poder estar a solas con sus pensamientos. Normalmente le habría sido imposible separarse del grupo sin que alguien insistiese en que tenia que llevar escolta pero, en esta ocasión, todos parecían estar tan nerviosos por la inminente batalla que nadie se fijó en que se iba.

Nadie salvo un cierto Padawan Jedi.

Obi Wan observó con curiosidad como Padme se alejaba entre los arboles sin que nadie se diese cuenta. Miró a su alrededor buscando a Qui Gon y lo encontró hablando con Anakin. Volvió a mirar en la dirección en la que había desaparecido Padme. Seguramente lo unico que queria era algo de tiempo para estar a solas, y era muy poco probable que corriese algún peligro real, pero su deber era protegerla de modo que empezó a andar en la misma direccion que ella.

No tardó demasiado en encontrarla. Estaba sentada en una gran roca frente a un lago, contemplando el reflejó del sol contra el agua. Parecía que no se había percatado de su Wan se disponía a llamarla para volver con los demás cuando Padme giró levemente la cabeza, y Obi Wan sintió que le faltaba el aire.

Tal vez fuese debido a algún efecto óptico debido a la luz, o tal vez se debía a su propia imaginación, pero el rostro de Padme parecía el de un ángel.

Por la Fuerza. Es hermosa Pensó Obi Wan embobado. No era la primera vez que lo pensaba, habría que estar ciego para no darse cuenta de ello, pero nunca le habría resultado tan evidente como hasta ahora. Una sensación de paz se expandió por todo su cuerpo. Toda su vida le habían enseñado que el amor estaba prohibido porque llevaba al Lado Oscuro pero lo que estaba sintiendo ahora mismo no era oscuridad, sino la luz más hermosa y brillante que había visto en toda su vida. Finalmente se atrevió a reconocer lo que tanto miedo le había dado todo este tiempo.

Estoy enamorado de Padme

Lentamente Obi Wan avanzó en silencio hasta colocarse justo detrás suyo y entonces le tapó los ojos con una mano. Al instante notó como Padme se tensaba y un jadeó se escapó de sus labios.

"No debería estar por aquí a solas, majestad, podría ser peligroso" Le susurró al oído antes de que ella decidiese hacer algo para defenderse.

Al reconocer su voz, Padme apartó la mano de un golpe y se giró hacía él con una mirada furiosa "¡Me has dado un susto de muerte!"

"¿Por que te has asustado? Tan solo era yo" Dijo Obi Wan.

"Si, pero eso yo no lo sabía, podrías haber sido cualquiera"

"Exacto" Padme cerró la boca de golpe al ver que ella misma se había metido en una trampa "Mira, Padme, se que no te gusta esto, pero tengo la obligación de protegerte y me resulta muy difícil hacerlo si te alejas de todos sin decir a nadie donde vas"

"Está bien, tienes razón" Padme frunció el ceño. No sabia el que, pero notaba algo diferente en Obi Wan, parecía estar... radiante "¿Estás bien?"

"Si, creo que si" Respondió Obi Wan lentamente. A pesar de que sabía que iba en contra del Código, había admitido sus sentimientos por Padme y estaba bien con ellos "He estado pensando"

"¿Sobre que?"

"Sobre nosotros" Padme notó como todo su cuerpo empezaba a temblar de nerviosismo "Tenias razón, lo que te estaba haciendo no era justo, te mereces que te de una respuesta clara. El problema era que no podía hacerlo porque ni yo mismo sabía con exactitud cuales eran mis sentimientos hacia ti"

Padme sintió como su pulso se disparaba y las piernas empezaban a fallarle "¿Y ahora ya lo sabes?"

"Si. Padme, yo..." Pero Obi Wan jamás pudo terminar la frase porque alguien les interrumpió.

"¡Majestad!" Sabe llegó corriendo a su lado "Gracias a dios que estáis bien. Nos hemos dado cuenta de que habíais desaparecido y nos temíamos lo peor..." Justo en ese instante pareció darse cuenta de que Obi Wan también estaba allí "Oh, lo siento Jedi Kenobi, no te había visto"

"No pasa nada" Respondió Obi Wan, con aparente tranquilidad, intentando controlar la frustración que sentía por haberse visto interrumpido justo cuando iba a confesarle a Padme que la amaba "Precisamente le estaba diciendo a la reina que no debería desaparecer de este modo sin avisar a nadie, y que deberíamos volver. ¿No es cierto majestad?"

"Si, cierto" Dijo Padme, también intentando controlarse para no matar a Sabe por haber aparecido en el peor momento.

"En ese caso deberíamos apresurarnos por que, justo ahora, acaba de regresar Panakra y querrá que discutamos la estrategia con los gungans y los hombres que habrá traído"

Padme quiso gritar. ¿Acaso era mucho pedir que les dejasen a solas solo medio minutos más? "En realidad..."

"Esa es una muy buena idea" La interrumpió Obi Wan, antes de que pudiese decir nada más "Deberíamos atacar cuanto antes, o la Federacion de Comercio acabara por encontrarnos y perderemos el elemento sorpresa"

Padme le miró sorprendida, y decepcionada, pero decidió que era mejor hacerle caso y empezó a andar de vuelta al campamento.

Te prometo que acabaremos esta conversación en cuanto todo esto termine

Padme se sobresaltó al oir esa voz en su cabeza y se giró bruscamente para encontrarse con Obi Wan mirándola fijamente.

"¿Sucede algo alteza?" Preguntó Sabe preocupada.

Luchando por ocultar una sonrisa, Padme negó "No, no siento, no ha sido nada"


En cuanto estuvieron todos reunidos, Padme volvió a repetir el plan a los recién llegados. Obi Wan tan solo la escuchaba a medias. Primero porque ya se lo sabía de memoria y conocía cada detalle a la perfección, y segundo porque estaba intentando hallar la manera de decirle a Qui Gon la decisión que había tomado respecto a sus sentimientos por Padme. No estaba seguro de como su maestro iba a reaccionar cuando le contase que tenia la intención de abandonar la Orden porque se había enamorado.

En cuanto Padme terminó de dar los ultimos detalles, Qui Gon le hizo un gesto para que fuesen a hablar a solas.

"¿Sucede algo, Maestro?" Preguntó Obi Wan, temeroso de que, de algún modo, Qui Gon supiese lo que estaba pasando e iba a mostrar su disconformidad con su elección.

"Debo pedirte un favor Obi Wan. Es algo que no tengo derecho a pedirte y sé que no es justo ponerte en esta situación, pero tengo que hacerlo" Dijo Qui Gon.

"Sea lo que sea, para mi será un placer"

"Quiero que te encargues de adiestrar a Anakin si a mí me ocurre algo"

Obi Wan palideció "¿Acaso has...?"

Qui Gon esbozó una sonrisa cansada "No, no he sentido mi muerte. Pero está va a ser una misión peligrosa. Necesito saber que alguien cuidara de él si yo no estoy"

Obi Wan se encontraba ante un dilema. Lo que Qui Gon le pedía era incompatible con su plan de abandonar la Orden para tener una vida con Padme, pero por otra parte tan solo tendría que ocuparse de Anakin si Qui Gon moría, y sabía que su maestro no iba a caer ante unos cuantos doides de combate.

"Te lo prometo, Maestro"


Deberían haber sabido que él estaría allí. Especialmente Obi Wan debería haberlo sabido. Pero la Fuerza no le había dado ninguna advertencia y tampoco había sentido ninguna presencia poderosa en el planeta. Por eso mismo, tanto él como Qui Gon se sorprendieron tanto como los demás cuando las puertas del hangar se abrieron, y el Lord Sith apareció cortandoles el paso, como una criatura salida de una pesadilla.

Los recuerdos de su ultimo enfrentamiento con el guerrero oscuro aun estaban muy frescos en la mente de Obi Wan. Su hombro le empezó a doler justo en el punto en el que su sable laser le había atravesado, pero lo ignoró y se centró en el enemigo que tenían delante.

"Nosotros nos encargamos de esto" Dijo Qui Gon.

"Daremos un rodeo" Dijo Padme señalando un pasillo que había a su derecha. Antes de irse le dirigió una breve mirada a Obi Wan. Era una mirada llena de preocupación y suplica. A pesar de que no podían decirse nada en voz alta, Obi Wan sabía muy bien lo que Padme quería decirle.

Por favor regresa a mí

Asintió para hacedle saber que la había entendido. El Sith no hizo ningún intento para evitar que Padme y los demás se fuesen. Parecía que solo le importaban los Jedi.

Obi Wan y Qui Gon se desprendieron de sus capas y encendieron sus espadas láser. El Sith hizo lo propio y encendió su espada doble, retando a los Jedi a que hiciesen el primer movimiento.


Padme, el capitan Panakra y otros cinco hombres fueron escoltados por un batallón de droides de combate hasta la sala del trono, que en estos momentos estaba siendo ocupada por el Virrey Gunray.

El Virrey sonrió con satisfacción al verla llegar "Vuestra pequeña insureccion ha terminado alteza. El ejercito de primitivos que habéis reunido ya ha sido exterminado, de los Jedi nos estamos ocupando en estos momentos, y vos sois mi prisionera"

"¿Lo soy?" Preguntó Padme tranquilamente.

Gunray pareció dudar un instante, como si estuviese intentando recordar si había pasado algo por alto "Si que lo sois. Ya es hora de que pongáis fin a esta farsa y firméis el tratado"

Se produjo una gran conmoción en la entrada que daba a la sala del trono; sonidos de blasters y metal destrozado. De repente la Reina Amidala apareció en la antesala, acompañada de un puñado de soldados nabbo que la protegían.

"No pienso firmar ningún tratado Virrey. Habéis perdido"

Gunray se quedó sorprendido al ver a una segunda reina, pero decidió que la primera debía ser una impostora. Se giró hacia los droides de combate que custodiaban a sus actuales prisioneros "Traédmela, quiero a la reina de verdad no a un señuelo"

Los droides empezaron a disparar, forzando a la reina y a sus hombres a retirarse y a que los droides empezasen a perseguirles. Detrás suyo Gunray vio como la sirvienta que se había echo pasar por la reina se acercaba al trono, pero no le prestó ninguna atención.

Y ese fue su ultimo error.

Un par de disparos lasers sonaron en la sala, destruyendo a los únicos dorides que se habían quedado y dejando al virrey y a sus asesores sin protección.

"Bloquead las puertas" Gritó Padme al tiempo que la lanzaba una pistola a Panakra "Y que alguien compruebe las cámaras de seguridad" Se acercó al Virrey y le colocó la pistola bajo la garganta "Ahora discutiremos un nuevo tratado"

"Majestad" Susurró Gunray dándose cuenta demasiado tarde de la verdad.

"Es hora de que pongáis fin a esta invasión y paguéis por vuestros crímenes" Declaró Padme con firmeza.

"No seáis absurda" Dijo Gunray recuperando poco a poco la confianza "Sois muy pocos. En estos momentos cientos de droides se dirigen hacia aquí, jamás podréis detenerlos a todos"

"Antes de que eso ocurra, ya habremos llegado a un acuerdo" Dijo Padme con voz fría.

"¡Majestad, tenéis que ver esto!" Gritó el hombre que había encargado que revisase las cámaras de seguridad.

"Ocúpese de él Capitan" Le dijo a Panakra, señalando al Virrey y fue a ver los monitores para ver que estaba pasando. Observó la pantalla que estaba señalando el guardia y sus ojos se abrieron en shock y conmoción "Dios mio"

En la pantalla se podía ver al Sith sobre el cuerpo inerte de Qui Gon con la mirada fija en un punto que escapaba al angulo de la cámara. Solo unos segundos después Padme sintió que su corazón se detenía al ver a Obi Wan apareciendo de repente para reanudar la batalla.


En cuanto la barrera laser desapareció Obi Wan fue a por el Sith con todas sus fuerzas, dominado por una rabia que ni siquiera era consciente de que fuese capaz de sentir. La lucha fue intensa y sin cuartel. Obi Wan logró hacer retroceder al Sith, quien no se esperaba un ataque tan agresivo por parte del Jedi y en un momento dado cortó su espada por la mitad y lo derribó de una patada. Sin embargo Lord Maul volvió a ponerse rápidamente en pie y bloqueó el ataque de Obi Wan con la única hoja que le quedaba.

Entonces Lord Maul lanzó un ataque telequinetico, provocando que Obi Wan perdiese el equilibrio y cayese por la cornisa. Estiró la mano desesperado y logró aferrarse a un travesaño, pero perdió su espada láser en el proceso.

Obi Wan levantó la vista para ver al Lord Sith observándole desde arriba con una sonrisa triunfal.

Por favor regresa a mí

La mirada de Padme seguía grabada a fuego en su memoria. Tenia que hacer un ultimo intento. Por ella.

Obi Wan se sumió en la Fuerza con todo su ser, absorbiendo su poder, y lo usó para impulsarse y saltar por encima del Lord Sith al tiempo que llamaba la espada de su maestro a su mano. Antes de que sus pies tocasen el suelo, la hoja verde de Qui Gon Jinn cobró vida y partió por la mitad al Sith, provocando que su cuerpo cayese al foso desintegrador.

Por un instante Obi Wan sintió euforia al ver que había ganado pero enseguida fue substituida por un dolor abrasador en el pecho. Bajó la mirada para ver que su túnica estaba quemada y tenia un corto horizontal que le cruzaba el pecho hasta el abdomen.

Lo siento Padme

Fue su ultimo pensamiento antes de perder la consciencia.


La inmensa alegría que Padme sintió al ver que Obi Wan lograba vencer a ese monstruo fue reemplazada por el terror más absoluto al ver que él también caía al suelo sin moverse.

"¡Tenemos que ir allí de inmediato!" Gritó, presa del pánico, sin importarle lo que pudiesen pensar.

Panakra la miraba como si hubiese perdido la cabeza "No podemos haced eso. Estamos rodeados de droides. Si abrimos esas puertas habremos perdido"

"Esperad un momento" Informó uno de los soldados "Acabo de recibir un mensaje de uno de nuestros pilotos. Han logrado destruir la nave de mando. Las droides ya no son operativos"

Sin pensarlo un solo instante Padme abrió las puertas y pasó corriendo entre todos los droides inmóviles, ignorando los gritos de Panakra para que volviese.

Corrió sin detenerse hasta llegar a donde estaban Obi Wan y Qui Gon y se arrodilló al lado del Jedi más joven.

"No, no, no, no ,no, por favor, no" Suplicó con los ojos llenos de lagrimas. Puso una de sus manos sobre las mejillas de Obi Wan y se asustó al ver lo frías que estaban. Abrazó el cuerpo de Obi Wan, sollozando sin control "No me hagas esto Obi Wan, no puedes abandonarme. Por favor. Te amo"