Disclaimer: El mundo de Harry Potter pertenece a J. K. Rowling. El de Hana Yori Dango tampoco es mío. Creo que me van a odiar porque este capítulo no es lo que esperaban jejeje pero recuerden que la paciencia se premia.

Capítulo 24.-

Ginny P.O.V.

Ginevra Weasley, más conocida como Ginny pues odiaba su nombre ('demasiado serio' en palabras de la chica), era la menor de 6 hermanos muy demandantes de atención. Fue por esto que la chica, y a pesar de ser la única descendencia femenina del matrimonio Weasley, nunca recibió la misma preocupación que el resto dentro de su familia. Lo que Ginny más deseaba en su infancia era entrar a la escuela de magia y hechicería, alejarse de su familia, y forjar relaciones con gente que genuinamente se interesara por ella.

En su primer año la colorina era bastante sociable y audaz, imagen que se contraponía con la proyectada en casa, donde era más bien tímida y retraída, cualidades que la ayudaron para conseguir lo que desesperadamente buscaba en su hogar, atención. Pero, a partir de la mitad del segundo año en adelante, estas características no fueron suficientes para suplir otra carencia que traía, estatus social. Los Weasleys eran repudiados por ser traidores a la sangre y por pertenecer a la clase media, lo que mancilló la buena reputación que se había hecho Ginny el año anterior. Y fue en ese momento, el más decadente de su vida escolar en el cual ni la peste se le pegaba, en que conoció a Hermione Granger.

-Flash Back-

'El primer día de clases fue terrible. Estresante e increíblemente terrible. De algún modo se dio a conocer la situación financiera de mi casa por lo que toda la gente que creía amiga me dió la espalda. No, no la espalda. Me trataron como basura, hablando de mí a mis espaldas, e incluso cuando estaba presente hacían comentarios desagradables como si no estuviese ahí.'

-"Por Merlín, ¿viste el modo en que come? Como si nunca hubiese probado bocado."

-"Así que… ¿así es como se ve un pobre cuando es alimentado?"

-"¿Qué onda su uniforme? No sabe que tenemos que utilizar sólo los confeccionados por Madame Malkin? Es sentido común."

Pan de cada día para la pelirroja. Ya ni se inmutaba con los comentarios, cada vez más hirientes y desdeñosos.

"En primer año tenía muchos amigos. Pero ahora no tengo ninguno en segundo. Y no creo que la situación cambie pronto. Bueno, excepto por Luna Lovegood. Aunque ella difícilmente cuenta como amiga debido a que constantemente desaparece y, en las raras ocasiones en que la veo, no entiendo muy bien que hace o dice. Creo que es adicta a algún tipo de droga."

Después de que terminaron las vacaciones de navidad, la chica se encontraba preparando su baúl a regañadientes, cuando sus hermanos Fred y George entraron a su habitación.

-"Olvidaron como tocar la puerta… una vez más", haciendo énfasis en las últimas 3 palabras, Ginny dejó lo que estaba haciendo para cruzarse de brazos mientras confrontaba a sus hermanos.

Fred: "Relájate, hermanita. Sólo queríamos saber de ti, y despedirnos apropiadamente."

George: "Si, pero nos preocupas. ¿Por qué te ves tan miserable?

-"Auch, George. Es sólo que no quiero volver a la escuela."

-"¿Tus compañeros se burlan de ti?", le preguntó Fred con semblante preocupado.

George: "Sabes que eres más que bienvenida para trabajar en la tienda con nosotros, ¿cierto?"

-"¿A la tierna edad de 12 años? ¿No es eso a lo que llaman explotación infantil?", les respondió con una sonrisa en tono de broma, después de todo sabía que sus hermanos, a su modo, se preocupaban por ella.

Fred: "No se llama así, a menos que nos acuses… ¿Qué tan terrible será mañana?"

-"¿Recuerdan cuando vimos a ese gran perro negro que se comió a Scabbers, la mascota de Ron? Bueno, yo seré la rata."

Fred: "No eres una rata, sino una orgullosa leona de Gryffindor."

George: "Sólo concéntrate en tus estudios por ahora, y antes de que te des cuenta serás parte del mundo laboral."

Fred: "Al menos cuando sea seguro decir que no estamos abusando de una pobre menor de edad."

George: "Aquí tienes algo de dinero. No es mucho, pero Fred y yo sabemos que te ayudará a sobrellevar lo que queda de este semestre."

Abrazando a sus hermanos, que con el tiempo se habían vuelto más considerados, se despidió de ellos y reanudó su tarea del principio.

En el tren, 11:10 am

Ginny llegó 5 minutos antes que partiese el tren y buscó en vano un compartimiento vacío. Viendo que no sería posible, se decidió por el compartimiento en el que había una chica de pelo enmarañado que jamás había visto en los pasillos de Hogwarts y que, al juzgar por su apariencia, le daba la impresión que no la rechazaría.

-"Hola. ¿Puedo sentarme aquí?"

-"Sí, por supuesto." La chica ni siquiera reparó en la colorina. Simplemente siguió leyendo un libro extraño llamado 'Orgullo y Prejuicio', del cual Ginny nunca había oído hablar. Tampoco es que fuese una ávida lectora.

Dejó pasar un tiempo prudente, el cual fue utilizado para analizar a la chica que tenía frente a ella, y decidió probar suerte y volver a hablarle.

-"¿Qué estás leyendo?"

Hermione, como única respuesta se limitó a levantar un poco su libro para que la portada, y donde estaba escrito el nombre, fuese visible para su interlocutora.

Ginny no se sintió desalentada por eso y siguió insistiendo.

-"¿Es eso un libro muggle? Nunca había visto uno."

-"Sí, lo es", respondió cortante Granger, molesta por verse interrumpida constantemente por la otra chica.

-"A propósito, me llamo Ginny Weasley… Aunque no es como si hayas preguntado", dijo en tono jocoso la chica, tratando de mantener la conversación. Hermione, algo avergonzada, se sorprendió de que la colorina insistiese tanto en entablar una conversación con ella, siendo que se había comportado bastante distante.

-"Hermione Granger." Dubitativa, estiró su mano la que fue estrechada sin dudarlo por Ginny.

-"¿Por qué nunca te había visto?"

-"Voy en tercer año y no creo que hayamos compartido alguna clase. Además, me aseguro de no llamar la atención."

-"¿Y por qué harías eso?"

-"Porque mis padres son muggles no millonarios. Y todo el mundo sabe lo que le sucede a la gente como yo en esta escuela." Frente a esta respuesta, Ginny Weasley no pudo evitar emocionarse al conocer a alguien parecida a ella.

-"¿En serio? O sea, ¿no tienes amigos con los que juntarte? ¿En 3 años? ¿Cómo has sobrevivido?" Hermione notó que la chica no profesaba ningún tipo de malicia al preguntarle esto, por lo que intuyó que Ginny Weasley estaba igual de sola que ella misma y no pudo evitar verla como una hermana menor.

-"Soy bastante buena estudiante, por lo que uso todo mi tiempo libre aprendiendo lo que más puedo. Después de todo, al venir del mundo muggle, tengo al menos 10 años sin magia, por lo que debo ponerme al día."

Por el resto del viaje siguieron hablando cosas superficiales, dándose cuenta cada vez más lo mucho que tenían en común.

A la mañana siguiente, cuando empezaban las clases, Ginny vio a Hermione desayunando sola por lo que se acercó a saludarla.

-"Hermione, ¿qué estás haciendo?"

-"¡No puedo creer que cambiaron mi clase de herbología para hacerla en otro lugar!" Se quejó la chica mientras revisaba su horario.

-"¿Puedo ver tu itinerario?... ¿¡No me digas que tomaste Aritmancia con los de sexto curso!?"

-"Sí, me gustan las matemáticas."

-"¡Yuck! ¿Por qué?", le preguntó Weasley, fingiendo asco por la materia, a lo que Hermione se limitó a reír.

-"Porque es lo mismo en ambos mundos, mágico y muggle, con pequeñas diferencias."

-"Eso sonó hermoso… Chica, eres profunda." Con esto, ambas chicas rieron, despejando cualquier tipo de tensión que tenía Hermione.

-"Ya me tengo que ir a mi clase de Herbología."

-"Mmm… Ya sé dónde queda ese invernadero, es el que está cerca de la cancha de quidditch. Vamos, te lo muestro."

Una vez afuera y cerca del lago, Ginny se sentó en una banca bajo la sombra de un árbol y se dedicó a observar el paisaje, ignorando olímpicamente a Hermione que, no sólo no se sentaba con ella sino que, además, la interrogaba con la mirada. Cuando se hizo evidente que la pelirroja no hablaría por su cuenta, Granger le habló.

-"Uhm, no quisiera interrumpir lo que sea que estás haciendo pero, ¿dónde está el invernadero en el que tenía que estar hace 3 minutos?"

-"Se quemó en 1981. Creo que su reemplazo fue construido cerca de la cabaña del portero de la escuela."

-"¿Y esperaste hasta este momento para decírmelo?" Luego, respirando profundo pues sabía que era su culpa por no haberle preguntado a algún prefecto, Hermione formuló otra pregunta.

-"¿No me meteré en algún problema por faltar a clases?"

-"¿Y por qué te metería en problemas? Somos amigas." Esas dos palabras fueron suficientes para convencer a la chica de que todo estaría bien.

Hermione Granger nunca se había saltado una clase pero, cuando Ginny mencionó que eran amigas, había sido como un conjuro mágico para ella. Weasley sabía cómo manipularla ya que, aceptémoslo, Granger, como ella misma, obviamente no está en posición de rechazar a ningún amigo.

De pronto, el silencio que se había formado entre ambas chicas mientras admiraban el paisaje, se quebró.

-"Supongo que nunca sabré lo que me perdí en esa clase de Herbología", dijo Hermione Granger y, sin querer admitirlo, estaba un poco emocionado de romper las reglas por primera vez en su vida.

-Fin del Flash Back-

Lo que al principio nació como una relación de mutuo beneficio, se fue desarrollando como una verdadera amistad, al punto que ni siquiera se vio afectada cuando Ginny dejó de ser tan patética a los ojos del resto. Cuando consiguió entrar al equipo de quidditch, ya que era 'condenadamente buena' en palabras del propio Oliver Wood, y comenzó a juntarse con más personas continuó considerando a Hermione como su mejor y más leal amiga.

Ginny genuinamente se preocupaba por Hermione como la única amiga que tenía, y que realmente valía la pena, por lo que no veía con buenos ojos el comportamiento del rey de las serpientes, Draco Malfoy, para con su amiga. De todas las veces que Hermione estaba triste, 2/3 tenían que ver con el rubio y, si la escena incluía llanto, 100% era culpa del pomposo malcriado. Lealtad y justicia eran características de los orgullosos Gryffindors, y Ginny Weasley no era la excepción, solo que ella era una leona con una pequeña variación: también albergaba la venganza, y Draco Malfoy ya había alcanzado su cuota con creces para ser merecedor del ajuste de cuentas que tenía con la pelirroja.

Cuando jugaron quidditch nadie notó como ella hechizó una de las bludger para que, de cada 4 golpes, 3 se fueran en dirección al rubio, el cual, por desgracia para la chica, ninguno le atinó. Luego, durante la fiesta de los Malfoys, había sido ella quien le metió en la cabeza a su ingenua amiga que, en caso de que Draco mostrase su desvergonzado rostro frente a ella, besase al primer chico que tuviese al lado. Y también fue ella quien, al primer descuido de su amiga, mediante legeremancia, guio al chico hacia donde estaban ellas bailando.

Y más recientemente, luego de reírse con Hermione por el mensaje que Draco le escribió para que se juntasen en la torre de Astronomía, ella le envió a Draco una lechuza, fingiendo ser Hermione, confirmándole su asistencia. Luego, hechizó la puerta para que sólo se abriese por fuera, contando con que Granger no se juntaría con él. Obviamente, este último ataque le había fallado miserablemente ya que, no sólo la tonta de su amiga había decidido que el rubio no la había hecho sufrir lo suficiente por lo que fue a verlo, sino que además la maniobra no había hecho nada más que acercar a la leona con el idiota de Malfoy.

-"Hablando de mala suerte", murmuró mientras miraba desde lejos a Hermione, quien se había quedado dormida en el regazo de Malfoy, inconsciente sobre la cama de la enfermería.

'Hasta ahora, no he sido más que agradable con esta serpiente roñosa. Creo que es hora de que ponga en ejecución mi plan b… de Blaise Zabini.' Sonrió de lado mientras se alejaba de la enfermería, en busca de su galán quien, sin sospecharlo, pronto sería víctima y un peón más dentro de la vendetta de Ginny Weasley.