Disclaimer: Ni la película, los libros, la Fuerza, Los Jedis o Siths me pertenecen obviamente. No saco beneficio alguno de escribir esto.

Este es mi primer intento de fic de este fandom, y sé que quizá sea un bautismo un tanto… especial por decirlo de alguna manera. La culpa la tiene el reciente estreno de El Despertar de la Fuerza y Cassandre_Watson por hacerme ver en cierto "ángulo" los personajes abajo retratados.

Perdonad si están algo OOC, es la primera vez que manejo personajes de este mundillo ^^'

Advertencias: relación slash implícita no explícita, adorabilidad droide, lenguaje.

Obviamente esto puede considerarse una escena AU/UA, crack?

Spoilers del EPISODIO VII de La Guerra de las Galaxias: El Despertar de la Fuerza

Perdonad las posibles erratas, no rijo ya mucho a estas horas


Izquierda. Derecha. Izquierda. Derecha.

El cepillo se movía con ímpetu contra la bota ya impoluta arrastrando la invisible suciedad de la suela. Los minutos pasaban pero él no cejaba en su empeño de frotarla, rumiando en voz baja, su espalda vuelta hacia el interior de la casa.

De forma repentina detuvo el cepillo contra el empeine de la bota izquierda y levantó la mirada hacia el paisaje que le rodeaba.

Era una tarde tranquila. La mayoría de sus vecinos se encontraban descansando en el interior de sus casas, disfrutando de la cena que habrían preparado. Todos, menos él.

Por su culpa. Él y su… ¿Por qué había sido esta vez? Ya casi no lo recordaba. Pero sabía que él tenía razón. Era su turno de disculparse.

No. No iba a agachar la cabeza, ir a buscarle y ponérselo más fácil. No, eso se había acabado. Una y no más.

Finn apoyó la bota en el banco a su lado, su mano izquierda con el cepillo en ella colgaba entre sus piernas abiertas.

Sigiloso, aunque ya no conseguía sorprenderle con tanta facilidad como al principio, el chico escuchó al droide acercarse a él. No se molestó en mirarle hasta que pasaron varios segundos sin escuchar su inconfundible pitido.

— ¿Ocurre algo, BB8?

Sabía lo que iba a decirle. Probablemente estaba preocupado. Sabía que odiaba cuando discutían (cosa realmente extraña que sucediera si era franco consigo mismo), y cuando pasaba parecía que la pequeña bola metálica sufría en lo más profundo de sus circuitos.

Una retahíla de bips fue acompañada de varios giros de su cabeza, su lente fija en él. En cuanto terminó de hablar, no pudo más que enarcar una ceja con incredulidad. Carraspeó ligeramente, encogiéndose de hombros, no queriendo demostrar que el mensaje de Poe que le había transmitido, le había sorprendido.

— ¿Seguro que… ha dicho eso?— El droide ladeó su cabeza a lo que él rodó los ojos.— Vale, te creo.— Resopló negando con la cabeza.— Es un capullo.— Varios bips le contestaron.— No, eso no se lo digas.— Apretó los labios pensativo.— Dile que… Acepto sus disculpas y…— Negó con la cabeza.— Dile sólo eso. Sí.

Una cosa era aceptar sus disculpas, con eso, era más que suficiente. Sí. Debía mantenerse firme aunque… Apartó la mirada hacia el hueco de la puerta por donde vio desaparecer a BB8 rodando con sigilo a gran velocidad, esquivando sillas y todo cuanto encontraba a su paso.

Jamás lo reconocería pero el motivo por el que el talón de su bota golpeaba el polvoriento suelo de forma rítmica era por los nervios imaginando la respuesta de Poe. Era inevitable.

— Quizá debería haberle dicho algo más…— Se lamentó levantando la mirada hacia el firmamento.

El silencio proveniente del interior no lograba aplacar sus nervios un ápice. Jugueteaba con el cepillo entre sus manos, rascándose las ya de por si callosas palmas con gesto ausente.

Finn aguantó el aliento cuando escuchó el silencioso zumbido de BB8 acercándose de nuevo hacia él. En esta ocasión no fingió las ganas de saber cuando se giró en el banco hacia él obligándole a sortear sus piernas para no terminar sepultado en la zanja del jardín. Tragó grueso y le indicó con el mentón que hablara.

Bip. Bip. Biiiip. Bip.

Finn se mordió el interior de la mejilla, miró de reojo hacia el suelo sumido en sombras tras el final del atardecer.

Capullo.

— Sí, yo también recuerdo ese día… ¿Cómo olvidarlo?— Murmuró para sí incapaz de aguantar una media sonrisa.— Dice que yo le salvé la vida pero, él me salvó a mí.— Miró al droide quien abrió una pequeña ranura extendiendo un frágil brazo metálico. Finn sonrió al verle encender la diminuta llama azulada. Bip. Bip. Bip.— Sí, supongo que lo hicimos.— Aguantó las ganas de chocar su palma con su brazo incandescente cuando estaba a escasos milímetros de la llama.— Es un capullo.— La llama se convirtió en una línea brillante que acabó provocándole una leve descarga en la pierna más cercana.— ¡Hey! ¿Qué te hemos dicho de dar descargas a la gente?

Bip. Bip. Wiii… Bip. Biiiiiip.

Finn chasqueó la lengua y dejó el cepillo en el interior de la bota.

— Ya voy, pesado, ya voy.— Resopló poniéndose en pie, entrando de nuevo en la casa.

Sus pasos eran más lentos de los que le habían llevado fuera de ella tiempo atrás. Entonces el enfado le guiaba, pero ahora, no. La incertidumbre, la tensión, la inquietud…

Bip. Bip. Bip!

— ¡Que ya voy!— Siseó Finn entre dientes lanzándole una mirada iracunda que hizo que el droide se irguiera más si cabía, su lente señalando el pasillo que llevaba a la habitación. – Sólo necesito pensar un segundo…— Comenzó a hablar, sus ojos fijos en el pasillo sumido en penumbras a excepción de la franja de luz que indicaba que la lámpara de la habitación estaba encendida.

Un chisporroteo y Finn fue víctima de una nueva descarga en su pantorrilla. Su chillido inconfesable fue seguido de unos pasos apresurados.

Poe se asomó por el hueco de la puerta mirándolos a ambos.

— ¡BB8!— El droide intentó esconderse tras las piernas de Finn.— A tu rincón.— Le ordenó con tono enérgico el piloto.

Bip. Bip…

— ¿Qué te he dicho?— Insistió el hombre cruzándose de brazos, su ceño fruncido.

Un pitido grave, entristecido fue lo último que escucharon del droide quien se alejó con la cabeza gacha hacia su rincón de castigo.

El silencio se instauró de nuevo entre los dos, Finn entreteniendo sus manos y su mente en frotar la pierna herida, Poe con las suyas hundidas en el interior de los bolsillos de su pantalón.

Cuando ya era más que evidente, porque ambos habían sido víctimas de las descargas de BB8 en más de una ocasión, Finn se atrevió a mirarle.

Cambió el peso de un pie a otro, inquieto. Se cruzó de brazos, descruzándolos segundos después hasta optar por imitar a Poe en su postura.

— Así que…— Su voz le sacó del ensimismamiento en el que había caído por unos instantes devolviéndole a ese momento.—…Te salvé la vida.— Finn soltó una risotada aislada. Ya habían hablado antes de eso, y nunca cambiaba su respuesta.

— Ya sabes lo que pienso, Poe.

Se encogió de hombros. Un paso en su dirección.

— Lo sé,— dijo con un asentimiento— lo recuerdo.— Poe apoyó su hombro izquierdo contra la pared, Finn avanzó un paso más deteniéndose ante la mirada que le lanzó, de pies a cabeza, deteniéndose en la cazadora.— Y también la recuerdo a ella.

— Me dijiste que me la quedara.

— Aham, eso dije.— Asintió de nuevo, un asomo de sonrisa en su cara. – Y lo mantengo.

Finn rio de nuevo, su mirada paseándose entre el brillo de los ojos de Poe y el resto de la escena que le rodeaba.

— Siento lo de antes.— Se disculpó sin lograr recordar cómo había empezado todo.

Alguna tontería, nada que mereciera la pena de verdad no volver a dirigirle la palabra o querer lanzarle al borde exterior de la galaxia.

— Yo también.— Murmuró Poe apartándose de la pared, acortando la distancia entre ambos.

La llama de la lámpara de la habitación había menguado hasta casi extinguirse, pero no necesitaba luz alguna para verle a él, su expresión conciliadora, sus ojos risueños y su sonrisa.

Un chasquido y ambos bajaron la mirada al suelo siendo bañados por la luz azulada de la llamada de BB8 a sus pies.

Bip. Bip. Biiiip.

Finn apartó la mirada en dirección contraria. Poe le contestó.

— Apaga eso antes de que algo se queme. Y ve a dormir, BB8. Mañana tú y yo hablaremos sobre esa manía tuya de energizar a la gente.

La llama se encendió y apagó varias veces con un "wiii" acelerado, antes de hacerlo de forma definitiva. La silueta redonda del droide desapareció de la vista de ambos sumiéndoles de nuevo en las sombras.

— Deberíamos regalarle un extintor por su próximo cumpleaños.— Comentó Finn escuchando la risa queda de Poe. – Aunque seguro que ya lleva uno consigo, y tú lo sabes…

Guardó silencio de nuevo más relajado viendo la sonrisa frente a él con claridad.

— ¿Le hacemos caso?

La voz de Poe y el roce casi casual de su mano contra la de él, le ancló al presente.

— Si no lo hacemos, quizá vuelva con más potencia.— Poe rio por lo bajo dándole una suave palmada contra el abdomen.

— Anda, vamos.

Un gesto de cabeza casi invisible entre las sombras fue suficiente para que Finn no dudara en seguirle.


El título hace referencia obviamente a ese gran momento "mechero" de BB8 en la película, precursor de esta escena (y realmente no sabía qué título ponerle a esto), y el momento "no me devuelvas la cazadora que a ti te queda mejor". Él (BB8) es el auténtico culpable de este bizarrismo familiar mental que ha terminado en mi Word.

Si habéis tenido la santa paciencia de llegar aquí, la Fuerza está presentes en vosotros, evidentemente. Gracias por leer.

Cualquier comentario, será más que bien recibido.