Bueno amigos míos aquí les traigo otra historia, ya saben que ninguno de estos personajes me pertenece y espero que les guste

CAPITULO 1: La idea

Era un hermoso día de verano en Arendelle, Anna caminaba por uno de los jardines del palacio con una caja rectangular en sus manos ella estaba en busca de su hermana mayor; Elsa la reina de Arendelle se encontraba en ese mismo jardín en medio de un arduo trabajo, ella estaba creando un hermoso laberinto de hielo para el baile que Anna había organizado, ya había pasado un mes desde que Elsa había descongelado Arendelle y ahora ambas hermanas estaban más unidas que nunca.

-Elsa- saludo Anna –Mira lo que tengo aquí, es tu vestido- dijo con tono cantarín

-Anna, no creo que sea sensato gastar dinero en tantos vestidos de baile, puedo hacer los míos- dijo saliendo del laberinto con las manos en sus caderas

-Bueno, entonces será mío- dijo ella

-¿Y qué tal quedo el laberinto? ¿Te gusta?- dijo Elsa

-Es hermoso pero ¿de qué tiene forma?-

-Es uno clásico, ya sabes cuadrado- Anna rodo los ojos

-¿cuadrado? ¿No podría tener forma de corazón o algo así?-

-Es tarde, deberías ir a arreglarte- Elsa puso sus manos sobre la caja

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Esa misma noche en el baile…

Anna se deslizo con cuidado entre la multitud mientras trataba de llegar a Kristoff quien estaba junto a un sirviente con una bandeja de comida, Kristoff estaba tratando de comer la mayor cantidad de bocadillos posibles –Hey Kristoff, ¿Has visto a Elsa?-

-Primero que nada, te ves increíble y no la he visto- Anna rio felizmente

-Gracias amor pero de verdad me preocupa no encontrarla-

-Tal vez está en su habitación-

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Elsa se encontraba tumbada sobre su cama con su vestido, ella no se sentía con ánimos de bajar a la fiesta, la última vez que había estado en una había sido un desastre.

Alguien toco a la puerta -¿Elsa?-

Era Anna –Adelante- Anna entro cautelosamente a la habitación, esta estaba oscura y fría.

-¿Qué haces aquí?, deberías de estar abajo en la fiesta todo el mundo pregunta por ti- Anna se sentó en el borde de la cama.

-Lo siento Anna pero me temo que no tengo ánimos para fiestas-

-¿Qué ocurre?- Anna coloco una mano de forma casi maternal sobre Elsa.

-No se Anna a pesar de que ahora controlo mis poderes hay algo que me molesta, quisiera saber ¿Por qué yo?, ¿Cómo paso?, ¿de dónde vienen estos poderes?, supongo que mi maldición no se acabara hasta que sepa esto-

Anna miro pensativamente a su hermana –Bueno pero al menos deberías bajar un rato a la fiesta, no es lo mismo sin ti-

-Está bien, iré en unos minutos, ¿okey?- Dijo Elsa sonriéndole a su hermana.

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Anna nuevamente se deslizo con cuidado entre la multitud hasta donde estaba Kristoff -¿Todo bien bebé?- dijo Kristoff

-No, Elsa no quiere bajar, dice que se siente mal por sus poderes-

-¿Por miedo a no poder controlarlos?-

-No, por no saber de dónde vienen- con lo que Elsa le había dicho a Anna ella también había perdido los ánimos para fiestas –Solo quiero que ella sea feliz, no puedo soportar verla así, tengo que hacer algo Kristoff- Él la abrazo tiernamente

-Es una lástima que no conozcas a alguien más con poderes similares a los de Elsa, si conociéramos a alguien así de seguro sabríamos más sobre sus poderes y de donde vienen- Una bombilla imaginaria se encendió sobre la cabeza de Anna

-Eres un genio amor, tenemos que encontrar a alguien con los mismos poderes que Elsa-

-¿Cómo lo haremos?, por lo que sabemos Elsa tal vez es la única con esa clase de poderes…. Aunque tal vez Gran Papi pueda ayudarnos, ellos tienen magia y saben de esto-

-Nuevamente Kristoff, ¡eres un genio!- Anna lo abrazo fuertemente.

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Al día siguiente Anna y Kristoff partieron muy temprano por la mañana antes de que Elsa despertara, era un camino largo y ellos se fueron con la excusa de que pasarían el día juntos. Si Gran Papi no podía ayudarlos nada lo haría, esta era su única esperanza.

Llegaron con los Trolls cuando el sol se había ocultado y la Luna había salido, cuando llegaron fueron recibidos por las rocas parlanchinas de forma amistosa –Es bueno estar en casa chicos pero hemos venido porque necesitamos ayuda- Gran Papi apareció entre la multitud con cara de preocupación

-¿Qué sucede chicos?-

-Gran Papi, lamento tanto molestarte pero es sobre Elsa, ella se encuentra deprimida por no saber sobre sus poderes-

-Bueno, sus poderes vienen de nacimiento, ¿no?-

-Si pero ella quiere saber porque nació con ellos, ¿habrá alguna forma de que hayan sido heredados? ¿Una maldición? ¿Un deseo?, lo que sea nos gustaría saber eso- Dijo Anna arrodillándose ante Gran Papi

-Me temo que yo no sé eso pueden haber varias razones, supongo que alguien con poderes similares podría ayudar-

-Eso es lo que venimos buscando, tal vez usted conozca a alguien más así-

El Troll se quedó pensativo por unos instantes –No conozco a alguien más en persona con esos poderes pero sí que se de alguien con esos poderes-

-¡Eso es fantástico!, ¿Quién es y donde lo encontramos?- Anna estaba que no cabía en sí de la emoción.

-Es lo difícil, no es alguien que se pueda encontrar de una manera fácil- La pareja se miró confundida –No es una persona, es un algo, un espíritu para ser más precisos el espíritu del invierno-

-Bueno, ¿entonces cómo hacemos que se presente ante nosotros?-

-Lo traeremos por medio de un portal y un hechizo de invocación, aunque debo de advertirles que nunca he hecho algo así pero lo intentare, les avisare cuando esté listo- Gran Papi se fue rodando.

Kristoff colgó su lámpara en la rama más baja de un árbol, Anna se sentó en una roca y ambos esperaron a que el portal estuviera terminado

-Anna, ¿Estas segura de que es una buena idea esto?, no sabemos cómo es ese espíritu podría enojarse y lanzar alguna maldición sobre nosotros-

-Es el espíritu del invierno, de seguro es un ser viejo y sabio, no nos hará nada-

Un Troll apareció –El portal está terminado- Ellos corrieron hasta donde se encontraban los demás.

Gran Papi estaba terminando de dibujar en el suelo un enorme círculo con símbolos y letras rúnicas antiguas con un cristal azul –Este es lo suficientemente grande para que el espíritu pueda llegar, ahora haremos un hechizo lo suficientemente poderoso para invocarlo- El Troll anciano cerro sus ojos y empezó a hacer movimientos con sus manos haciendo que los trazos del suelo se iluminaran con un brillo azul, en el cielo la luna brillaba cada vez más como si estuviera emocionado por esto, Gran Papi elevo lentamente sus manos hacia la luna desatando una onda de sonido seguido de una explosión de luz cegadora. Kristoff protegió a Anna en sus brazos de la luz y una vez que esta se disipo ambos abrieron los ojos listos para enfrentarse a lo que tenían frente a sus ojos: No había nada.

Gran Papi, bajo rápidamente bajo las manos e hizo un sonido de decepción –De verdad creí que iba a funcionar, lo siento chicos- dijo con toda tranquilidad y se convirtió en una roca.

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Kristoff y Anna llegaron al palacio cuando el sol apenas despertaba, ambos estaban decepcionados y cansados por el viaje, al entrar al castillo se dirigieron al salón del trono y ahí encontraron a Elsa quien había despertado temprano hoy.

-Hey, ¿Cómo les fue?-

-Mal- Ambos dijeron con tono triste

-¿Qué les sucedió y a donde fueron?-

Anna se acercó a Elsa y tomo sus manos –Fuimos con los Trolls, queríamos pedirles ayuda, intentamos traer al espíritu del invierno para que te ayudara a saber de dónde vienen tus poderes pero había un portal y ese portal al principio parecía que iba a funcionar pero no lo hizo, lo único que hizo fue un horrible sonido y una luz que casi nos deja ciegos así que caminamos toda la noche para volver a Arendelle y estoy muy cansada y triste porque no pude lograr nada- Ella dijo todo esto a la velocidad de la luz.

-Espera, ¿hiciste que?- Dijo Elsa tratando de procesar toda la información, Anna abrió la boca para decir algo cuando las puertas del salón fueron abiertas de modo apresurado por un guardia

-¡Su majestad!…- El pánico se notaba en su rostro –Algo ocurre en el muelle, encontramos algo extraño-

-Hay que ir- Elsa, seguida de Anna y Kristoff, se puso en marcha siguiendo al soldado.

Corrieron hasta llegar al muelle, el pueblo entero estaba reunido curioseando alrededor pero los guardias les impedían acercarse, Elsa entrecerró los ojos para intentar saber que era aquella cosa que yacía en el extremo del muelle, eso es…

-Es una persona- dijo Elsa apartando a los guardias

-Su majestad, aguarde puede ser peligroso- dijo un guardia pero ella ignoro las advertencias, cuando estuvo más cerca ella pudo comprobar que efectivamente se trataba de una persona con ropa extraña azul cuando estuvo a frente a él noto que su cabello era completamente blanco –Es un joven- Elsa se arrodillo y con su mano aparto un mechón de cabello del rostro del chico, era apuesto y no aparentaba más de 21 años, Elsa sintió algo en la boca del estómago, algo que la hizo sentir nerviosa.

El peliblanco movió un poco su cabeza eso hizo que Elsa apartara de inmediato su mano –Wow, si es una persona- Anna estaba inclinada al lado de Elsa viendo al chico –¡Mira!- Los ojos de él se empezaron a abrir lentamente, las mariposas que Elsa sentía en el estómago se intensificaron más al ver sus ojos azul claro como el hielo, estos ojos se quedaron viendo fijamente a Anna y después se volvieron a cerrar –Necesitamos llevarlo al palacio- Elsa dijo

–¡Guardias, ayúdenos y alguien llame a un doctor!-

Los guardias tomaron con cautela el cuerpo del chico inconsciente mientras Elsa se percataba de un extraño objeto aparentemente de madera que flotaba en el agua.