Hola queridos lectores, este es mi primer fic de esta nueva serie que acaba de estrenarse este año. Por favor, denle una oportunidad para leer :) Bueno, sin más dilación…¡Disfrutar con el capitulo! :D

Capitulo 1: El inicio de una vida

En el aeropuerto de Francia, dos personas salían de la zona de recogida de maletas. Eran dos chicas, una mujer de cabello negro con reflejos azules llegándole por los hombros y unos grandes ojos azul cristalino mientras que la segunda es una joven aproximadamente de quince años, de cabello castaño oscuro peinada con una trenza de lado y grandes ojos amarillos miel.

-Mei, no te alejes mucho de mí.- Dijo la mujer a la joven que se fue corriendo hacia la puerta de cristal que daba a la salida.

-¡Wow, que lindo es París!- La miraba con emoción todos los edificios y calles.-Nunca me he creído que tu vida fue aquí, mama.

-Je je je, eso lo que pasa cuando tienes que viajar a otros países por la moda.- Rió la pelinegra abrazando a su hija.- Pero a partir de hoy nos quedamos a vivir en París.

-Podré terminar mis estudios para ser mi sueño de ser actriz.- Comento Mei mirando a su madre.

-Ya lo eres para mi, querida. ¡Eres la modelo más bella de la diseñadora Dupain- Cheng!

Las dos se acercaron a un taxi diciendo la dirección de la "pastelería de Tom & Sabine", donde también es la casa de la familia Dupain- Cheng. Durante el trayecto, la castaña sacaba fotos a los famosos a los monumentos más conocidos de París mientras que su madre miraba el paisaje recordando sus años de adolescencia. Para su sorpresa las fotos que hacía referencia al alcalde de París, no era su vieja enemiga y compañera de clase sino un hombre de más o menos su edad con el cabello corto plateado y ojos morados.

-Disculpe, señor. ¿Qué con Chloé Bourgeois?- Pregunto la mujer mirando al conductor por el espejo retrovisor.- ¿Es que Sr. André Bourgeois se retiro o algo por el estilo?

-No madame, la heredera de los Bourgeois se comprometió con Eric Lefebvre, un duque de familia Rusa y ahora es nuestro nuevo alcalde de París junto a la familia Bourgeois.- Respondió el taxista mientras conducía.

-Mama, ¿Cuándo iremos a mi nuevo instituto?- Pregunto Mei con los ojos brillantes haciendo reír a la pelinegra.- Tengo que entregar mi matricula y conocer la ubicación.

-Tesoro, no te tienes que preocupar por eso. Ellos te tienen matriculada en su centro, aquí tengo la prueba.- Saca de su bolso un sobre con el sello de matriculada y otra con el logo del instituto.

-¡Gracias mama, eres la mejor del mundo!- Agradeció la castaña abrazando con mucho cariño a su madre, que acto seguido fue correspondido.

-Ya hemos llegado a su destino, madanes.- Informo el hombre parando enfrente de la puerta de la pastelería.- Son 40 euros, por favor.

La oji azul pagaba al conductor mientras que la chica sacaba del maletero las maletas, en ese momento escuchan una campañilla de abrirse una puerta. Las dos se viran encontrándose a dos personas mayores que ellas.

-¡Madre! ¡Padre!- La madre de Mei se acerco a ellos con alegría y se abrazan entre los tres juntos.- ¡Me alegro mucho de volver a verlos!

-¡Bienvenida de nuevo a casa, Marinette!- Dijo Sabine con una gran sonrisa a su hija hasta percatarse de la castaña que estaba detrás de la oji azul.

-Marinette…esa linda niña... ¿es tu hija?-Pregunto Tom incrédulo a lo que Marinette sonrió y atrajo a la mencionada.

-Padre, madre…os presento a Mei Dupain- Cheng. Vuestra nieta…

-¡Mondier! ¡Pero si es idéntica a ti cuando eras joven!- Levanta a la chica con sus grandes brazos haciendo que esta se sonrojara de la vergüenza.- ¡Mi querida nieta, que alegría de verte tan grande!

-A-Abuelo, q-que la gente nos esta m-mirando…

Las dos mujeres se reían ante esta escena de abuelo y nieta en su primer encuentro. Acabo de un rato, la familia entro a la pastelería que parecía pequeña pero por la parte de atrás daba a un pequeño jardín con varias mesas y sombrillas. Sin embargo, Sabine guio a Marinette y a Mei al segundo piso que es la entrada de la casa. La pelinegra miraba todas las salas con una decoración más moderna por causa de la ampliación de la pastelería.

-Aquí está la cocina, a la derecha el baño y en el pequeño pasillo de la izquierda se encuentra nuestra habitación y la tuya, Marinette.- Indico la pelinegra con algunos mechones canosos mirando a su hija para luego dirigirlo hacia Mei con una dulce sonrisa.- Y para mi querida nieta, es la antigua habitación de tu madre. Es el último piso con una pequeña terraza en el tejado.

-¿De verdad? ¡Gracias abuela!- Agradeció la joven abrazando a Sabine y dándole una beso en la mejilla.- ¡Ahora mismo subiré para colocar mis cosas!

-Veo que Mei es una niña muy obediente.- Comento la abuela mirando a Marinette que miraba a su hija subir rápidamente al tercer piso.- ¿Va a ir a la escuela "Françoise Dupont"?

-Sí, me gustaría que cumpliera su sueño como yo lo hice…- Respondió la oji azul sonriendo mientras se dirigía a su nueva habitación.- Yo también me iré a ordena mis cosas. Nos vemos después, mama.

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Mei entró al cuarto con mucho cuidado sorprendida lo grande que era la habitación, comenzando a explorar todo lo que había ahí. Una gran mesa de escritorio al lado de dos maniquís, la cual la castaña comprendía que eran las que su madre usaba para sus diseños, un sofá rosado y negro cerca de un espejo de cuerpo entero y dos grandes armarios blancos. Al subir las primeras escaleras encontró la cama con una almohada enorme en forma de gato negro haciendo juego con el color rosa de las sabanas, hasta que se percata de unas escaleras de barra y por curiosidad subió para donde la dirigía hacia la terraza del tejado.

Mei no tenía palabras para describir las maravillosas vistas de París, su nuevo hogar y nueva vida. En ese instante, escucha un ruido de haberse caído algo hacia el suelo haciendo que la joven fuera a donde provenía el sonido, la cual ella se sorprendió de ver lo que cayó al suelo.

-¿Y estos pendientes? Que lindos…- Dijo la castaña cogiéndolos y mirándolo con más detalle.

Eran dos grandes círculos rojos con cinco puntos negros cada pendiente, parecida a una mariquita. Mei sin pensárselo dos veces los limpio con mucho cuidado de no romperse y se los puso en el lóbulo de sus orejas, en ese instante, lo pendientes comenzaron a brillar mas fuerte impidiendo que viera. Cuando el destello desaparecía poco a poco, la joven mira todo su alrededor por lo sucedido hasta sentir moverse algo o alguien en sus finas manos.

-¿Qué…es esto…?- Se pregunto confusa mirando a una pequeña criatura roja, pequeña con una cabeza grande y cuerpo minúsculo.

La extraña criatura comenzó abrir los ojos con pesadez, mientras que la joven la seguía observando. Se destacaba los ojos azul marino y las pestañas negras de la pequeña criatura, su cuerpo tenía apariencia a una mariquita, dos antenas, un gran punto negro en la frente y dos en los lados de la cabeza, y una cola de tres puntas.

-¿M-Marinette…?- Fue las únicas palabras que dijo la criatura mirando sorprendida a la joven.

Continuara…

¿Qué les pareció? ¿Os gusto? ¿Lo continúo o lo dejo? Acepto vuestros queridísimos reviews, como una parte para tratar mi manera de escribir :S

Nos leemos muy pronto. Nami- Chan ;D