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Advertencia especial sobre material que puede ser sensible para el público lector.

Les voy invitando a que agarren un trapito limpio, por favor, creo que se me fue la mano con la tragedia y el drama.

Amo a Ladybug y Chat Noir como Brigette y Felix, no hay duda que soporto este AU como no tienen idea, y debido a que el tiempo que ocupaban ahora lo mantienen Marinette y Adrien, quise usar a los personajes un poco más atrás en la historia. Prepárense para los feels.

Disclamer: Todos los personajes y ambientes, entre otros elementos, de Miraculous Ladybug: Tales of Ladybug and Chat Noir, pertenece a Zagtoon, Method & Toei Animation, como un proyecto internacional, y Francia es Francia; por lo cual, no se busca infringir los derechos de autor. Todo aclarado. Sólo las palabras que nacieron de mi corazón, son las que me pertenecen.

Disfruten la Lectura!

Querida Vida

MLWeek

Día Cuatro: History of Ladybugs and Chat Noirs Past

De Vidas Pasadas & Pérdidas

Escrito por Marianna B.

Brigette se sostuvo el abdomen con sus dos manos, tratando de detener el excesivo sangrado, pero no tenía caso. Miró a todos lados, parecía que los había perdido, pero el fuerte azote de las ramas de la vegetación entre sí sólo la incitaba a seguir corriendo, como si fuera un zorro asustado y perseguido por bravos perros de caza.

Alrededor sólo escuchaba sonidos de muerte, lamentos, explosiones, tiroteos y gritos. Nada especial para un ambiente de Guerra, pero no menos aterrador.

Su traje de médico auxiliar estaba desgarrado, la transformación se había desvanecido, y Tikki levitaba siguiéndole el paso con miedo en sus ojos.

—No puedes seguir así, debes detenerte, Brigette. —ella había visto heridas parecidas, en otros humanos, en diferentes tiempos, y nunca terminaban bien.

—Fui entrenada para soportar estas circunstancias, Tikki, tranquila. —recostándose en la corteza chamuscada de un árbol de la costa, Brigette se dio tiempo para volver a tomar aire; sus cabellos estaban sueltos, el forcejeo con los atacantes había sido animal, no había otra manera de describirlo, y como resultado, parecía que su figura se había reducido a la mitad.

Cabellos cortados por navajas, medio estomago fuera, un ojo cerrado por una gran inflamación de un corte que tenía días infectado. Cojeaba de milagro, y no sabía cómo los músculos de su pierna izquierda seguían funcionando.

Incluso la luz de su mirada se había apagado, había arrebatado la vida de ocho personas, sin importar si eran nazis o no, su trabajo era hacer todo lo contrario, estaba allí para salvar vidas, pero cuando usó el Amuleto de la Suerte, supo que si quería salir con vida, debía usar la granada que cayó en sus manos.

Se odió en ese momento, pero tenía que llegar a su lado.

—Felix. —susurró, y la adrenalina que la mantenía viva volvió a correr por su cuerpo. —Felix me está esperando.

La herida de su abdomen, que marcaba su final, había sido provocada por la terminación de un fusil, poco importaba ahora el modelo que usaba la infantería enemiga, ahora mismo no podía hacer nada por ella misma, ni con todos sus conocimientos juntos sobre diferentes tratamientos de emergencia.

Tikki la empujaba por detrás, su fuerza física quizás no era mucha, pero lo que trataba de hacer era darle la suerte de llegar antes de…

Antes de que todo terminara.

Tikki ya no veía el futuro de Brigette, así termina la vida de otra querida y dulce amiga.

Hawk Moth se ha lucido en este tiempo, ha inundado a la raza humana en odio contra sí misma, contra sus hermanos, y como un gran estratega, ha logrado provocar la Segunda Guerra Mundial, ha logrado que todos se culpen entre sí, y que se tomen armas sin pensar para matar a hermanos y vecinos.

Tikki llora, no puede evitarlo. Ni ella ni Plagg han logrado mantener el equilibrio, ni ella como la vida, ni él como la muerte, han logrado balancear al mundo de nuevo, el resentimiento de las personas fue demasiado fuerte.

Brigette y Felix no tenían por qué acabar metidos en esto.

No tenían por qué, pero son unos tontos, son unos tontos preocupados y demasiado altruistas.

Finalmente, llegó al lugar donde le dejó tendido. Tikki se reunió con Plagg, en el pecho herido por bala del portador de la mala suerte.

Brigette se tiró de rodillas a su lado, incapaz de sostenerse por mucho más tiempo, o de encontrarse con él con la gracia que en algún momento la caracterizó.

Él abrió sus hermosas perlas esmeralda con lentitud, respirando con dificultad, sudando, sufriendo.

—Creí que no te volvería a ver, my Lady.

Su voz estaba rasgada.

Brigette lo besó, sin importar que el beso tuviese ese sabor amargo y metálico, lo besó, porque no soportaba la idea de no hacerlo.

No permitió que él viera su herida, con las chaquetas que estaban en el suelo, con las que trató de parar el sangrado de él mucho antes, se tapó el macizo corte, apretándolo para darse más tiempo.

—Oh, Felix.

—Me has dado un buen susto cuando saliste corriendo así.

Ella posicionó su cabeza en sus rodillas, queriendo que estuviera más cómodo.

Plagg y Tikki los miraron con resignación, apoyados el uno en el otro, sintiendo ya el llamado de buscar nuevos portadores.

Cuando los dos se infiltraron en la Guerra, no pensaban que terminarían allí, así, sin remedio. Eran británicos, que aún no habían sido enlistados; pero no podían quedarse de brazos cruzados, se habían despedido de su familia y amigos, se habían hecho cargo de sus asuntos legales, se habían casado en secreto incluso, para que la familia de ella tuviera soporte en la de él si no regresaba.

—Tenía que alejarlos de ti.

—Pero no en costa de tu propia vida.

Tosió, y escupió sangre para no ahogarse.

Ella levanto su cabeza un poco, conociendo el hecho de que pronto los bombarderos llegarían, y no tendrían a donde huir.

Todos, tanto de la Alianza, como alemanes, morirían si seguían en el campo de batalla, y ellos estaban en el perímetro.

Y nadie conocería al héroe que evitó que un bucanero destruyera la esperanza de detener a los nazis de que siguiera invadiendo Europa, él los detuvo, era un héroe.

Un héroe sin nombre, un héroe que era el amor de su vida. Un héroe que estaba muriendo en su regazo, a su lado.

—Felix, te amo.

Esa era la razón por la que se había transformado en medio de la batalla, a juego de su traje negro, un héroe que emerge de las aguas, victorioso, pero que es atacado por la espalda, y cae en la arena.

Esa es la razón por la que corre a él, lo carga en su espalda, y en contra del código, abandona la primera fila.

Es la razón por la que ella lo tiende en la oscuridad de una entrada de madriguera, y sale como carnada para despistar a los artilleros, corre en dirección contraria para que los soldados la persigan a ella, con la posibilidad de que sea una espía por ser mujer.

Es la razón por la que, incluso con una herida de muerte, ha tenido la fuerza de regresar a su lado, de ocultarle el sangrado para no arrebatarle la ilusión de que al menos ella viviría.

—Vamos amigo, resiste.

Plagg ruega, mientras trata todavía de detener el escape de su vida. Tikki hace el esfuerzo, no pierden nada tratando.

—Te amo, Brigette.

Es la razón por la que aprendió a verla poco a poco sin la máscara, a tomarla en cuenta.

Ella lo había perseguido antes, atraído por él, pero él había quedado eclipsado por su otra mitad, de la misma persona. Los años lo hicieron sabios, y se conocieron de diferentes maneras.

Él, era instructor, educador en una prestigiosa biblioteca, ella, era mujer de aguja e hilo, y repostería, y se estaba labrando una buena y gran reputación.

Pero aquí están, donde no deberían estar, luego de haber cerrado heridas, enterrado compañeros, y portado armas.

—Regresa a casa por mí.

—Así lo haré, mi vida.

Él huele sangre, pero cree que es sólo suya.

Brigette no tiene la fuerza de erguirse, junta su frente con la de él, sin energías.

Se besaron, Félix abrazó a los seres místicos con cariño, y les agradeció por todo. Cerró los ojos, y se imaginó a una niña, y a un niño, con los ojos de su madre, y quizás rubios como él.

—Nos volveremos a encontrar, My lady.

—Estoy segura de que así será, mi Gatito.

Y se fue.

Llora, porque su cuerpo dejó la tensión de la vida, y se ha ido.

Plagg llora, y Tikki lo acompaña; se refugian en el hueco del cuello de Brigette, como niños, niños con millones de años de edad.

La joven mujer escupe sangre, su momento se acerca.

Una bomba estalla a metros, todo se va encendiendo alrededor, pedazos de manera le rajan la piel.

Tikki y Plagg la ayudan a recostarse, abraza a Félix, esperando que la abrace de vuelta, como siempre hace, desde siempre, todas las noches, cada vez que van a dormir.

Plagg posa la mano del rubio sobre ella, conociendo el detalle. El anillo de gato se desvanece, los aretes de Brigette también están empezando a desaparecer.

Tikki la mira, recostada en el pecho del hombre amado.

—Lo siento. —no saben si la disculpa es con ellos, o con Félix, pero luego eso no importa mucho, los mira con ojos lamentables. — ¿Me podrían ayudar?

Tiene miedo, está cansada, herida, y no quiere sentir la bomba que caerá en unos minutos sobre ellos.

—Por supuesto.

Ambos kwami tocan su frente, un sueño profundo invade la mente de Brigette, lo hace todo más fácil, se va sumergiendo en una nueva vida, una vida de pequeños pasos, risas, y besos.

—Parece que es aquí donde tendremos nuestro descanso eterno, mi cielo.

Tras relajarse en el pecho de su amado, se deja llevar.

Y ella también se ha ido.

El fuego no se detiene, pero no daña a las criaturas que allí esperan. Saben que tienen que irse, ya ha pasado antes, que se han quedado hasta ver los huesos, y es una pesadilla que los acompaña por el resto de su condenada existencia.

Poco a poco, se elevan al cielo, los amantes abrazados es lo que van a recordar, rodeados de un naranja victorioso. La lluvia llegará en poco minutos, porque las llamas son altas, esa manchas, roja y negra, se miran entre sí, mientras se alejan con lentitud.

Querida vida, Tikki susurró al vacío, irónicamente, refunfuñándose a sí misma, ¿Cómo te has atrevido a hacernos esto de nuevo?

Luego de tomarse de la mano por unos minutos, invocando al perdón del mundo…

Tikki y Plagg tomaron direcciones distintas.

Pero miraron varias veces hacia atrás, buscándose; habían disfrutado el tiempo de felicidad juntos, luego de tantos siglos, y sentían que tendrían que extrañarse mucho más otra vez.

Miraron al fuego varias veces también, como si buscaran que sus amigos se transformaran milagrosamente, despiertos, y saltaran libres de entre las llamas, sanos y salvos, listos para detener la guerra heroicamente.

Detuvieron la guerra, y fue heroicamente, pero ese término, recordaron, en la realidad no se aplica igual que en la fantasía.

Hasta tu próxima vida, Félix.

Plagg se quedó en el continente, merodeando mientras esperaba.

Hasta tu próxima vida, Brigette.

Tikki permaneció cerca de una mujer rubia y menuda que acababa de despedirse del cuerpo de su marido, mientras apretaba su vientre plano, el potencial futuro portador estaba allí, más pequeño que un dedo.

Ambos pudieron sentir, que por una o dos generaciones, las reliquias tendrían portadores de vidas muy cortas.

Hawk Moth ha muerto, y para que sean necesitados, él debe reencarnar otra vez.

Una vez en Francia, más de cincuenta años después, tomaron la decisión de que sus compañeros, tendrían el futuro que se merecían luego de vidas y más vidas de sacrificios.

Hola, Félix, Adrien.

El niño rubio de ojos esmeraldas le saludó con una sonrisa, era un bebé, pero parecía que lo reconocía, hizo puchero, como cuando Plagg molestaba a Félix.

Un gusto verte, Brigette, Marinette.

La chiquita se carcajeó, feliz, mientras alzaba las manitas hacia la kwami, así como cuando Brigette la invitaba a un abrazo.

Esta encarnación, será diferente.

No perderían otros amigos de forma tan horrible de nuevo.

Es una promesa.

No más pérdidas.

Fin del Capítulo

Escrito por Marianna B

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¡Y el título va tomando fuerza!

Imagino que debo ponerme a hacer malabares con sus tomates, ya que acabo de comer x'c

Otro fuerte headcanon, yo nunca podré dejar ir al Chat Noir y Ladybug del 2D, de mi amado PV, fue él el que me hizo engancharme con el universo de ML por tres años, eso es poco para nada, amo a Felix, y en verdad me gusta pensar en esa versión de Marinette como Brigette, le queda bien, y me gusta separar sus universos.

No soy escritora profesional, paciencia conmigo, así que una palabra suya se les agradece, mientras me la dejen de corazón, sentiré como mi cuerpo se llena de energía ¡Como cuando tomo 50 tazas de chocolate! Sus comentarios y críticas son más que bienvenidas ;3

Con gran cariño, y todavía peleando con mi señal de internet.

Gracias por leerme!

Marianna B.