Inuyasha y sus personajes no me pertenecen, esta historia la escribo como simple entretenimiento para mi y los que entren a leerla, esta historia si me pertenece, al igual que personajes que irán adentrándose en futuros capítulos.

CAPITULO I

Kagome

-No… ¡Déjame!– mi corazón latía aprisa… temeroso… como un conejillo siendo asechado –¡No!– grité levantándome de golpe completamente sudada.

–Kagome hija, ¿Estas bien?– preguntó mi madre asustada mirándome desde el portal

–Ma...má…– sollocé, ella se acerco a mi y me abrazó.

Mi nombre es Kagome Higurashi… tengo 15 años y soy una estudiante de secundaria, vivo en un templo junto a mi abuelo, mi madre y Sota, mi hermano pequeño….

–Respira cariño…– susurraba acariciándome el cabello, estaba asustada, pero fuera lo que fuese que estaba soñando… lo había olvidado por completo… vi como mi madre miró precavida hacia la ventana, se puso de pie y la cerró junto con las cortinas… -Aun es de noche querida, intenta descansar, puedes dormir conmigo si te hace sentir mejor… – se acerco nuevamente y me beso la frente.

–Eee…estaré bien mamá… creí que ya no volverían estas pesadillas… lo lamento– la consolé no muy segura de mi, pero intente ponerme mejor para que se quedara tranquila…

-No es culpa tuya cariño...–

Cuando era niña tenia la sensación de ser constantemente vigilada… aunado a ello tenia pesadillas y sueños extraños sobre un mundo antiguo… conforme fui creciendo todo lo relacionado con ello fue desvaneciéndose… pero al cabo de unos días volvió… comencé a soñarme en otra época… en otra vida… era todo tan extraño… pero había logrado acostumbrarme… fui a ver muchos especialistas de pequeña pero nadie encontró nada… inclusive fui al psiquiatra… pero no hubo respuesta… así que simplemente intente vivir con ello… hasta que poco a poco fue quedando en el olvido…

–Kagome, es hora de ir a la escuela– escuché a mi madre en la cocina

–Voy…– contesté adormilada, vagos recuerdos de la noche se agolparon en mi cabeza obligándome a mirar hacia la ventana, estaba abierta… recordaba que mi madre la había cerrado por la noche…

–Agh– me lleve las manos a la cabeza –Tenían que empezar de nuevo… justo cuando voy a comenzar mis exámenes…– hablé para mis adentros… entré al baño… me cepillé los dientes y trence mi cabello… tome la ropa interior del cajón y le di un vistazo a mi sostén… en poco tiempo tendría que comprar nuevos, pensé… me miré al espejo…

–¿Que rayos haces hermana?– me grito Sota que se asomaba por la puerta entreabierta

–¡Aaaaaah! ¡Sota!– le grite tapándome y lanzándole un zapato directo a la cara

–¿Qué pasa allá arriba?– gritó mi madre quien acostumbrada a nuestras peleas no le dio gran importancia

–Mamáááá Sota me esta molestando– gruñi mientras cerraba la puerta de golpe

–Sota, ¿Qué te he dicho de molestar a tu hermana?– escuche a lo lejos

–Ella dejo la puerta abierta…– contraataco mi pequeño hermano, las voces se perdieron en la distancia…

El templo Higurashi a estado por mas de 500 años cuidando de el árbol sagrado, el Goshinboku… siempre he sentido una extraña conexión con ese árbol… tengo gratos recuerdos de mi infancia en el… para mi… es como si tuviera vida, claro todas las plantas y arboles tienen vida, yo me refiero… a vida de verdad, sentimientos, emociones… incluso lo recuerdo de alguno de tantos sueños que tuve, como si estuviéramos conectados, esto claro esta, nadie lo sabe…

–Mamá, ya me voy– dije mientras salía por la puerta trasera y me calzaba al mismo tiempo.

–Cuídate Kagome– gritó mi abuelo, me termine de poner los zapatos y un escalofrío recorrió mi cuerpo, mire hacia el árbol sagrado y sin dudarlo me acerque, a pocos metros estaba el pozo devorahuesos, un lugar tétrico que permanecía cerrado desde hacia muchos años, y que claro estaba, no tenia pensado abrir estaba a punto de deslizar las puertas del templo que aguardaban el pozo solo para asegurarme de que este seguía sellado…

–¡Higurashi!– me gritó a lo lejos un compañero, miré que me saludaba muy alegre desde la calle a varios metros de mi

–Hojo– lo salude, mire una vez mas las puertas y me fui corriendo… esto de los sueños me hacia actuar y pensar extraño.

–¿Quieres que te lleve en la bici?– me preguntó amable cuando estuve junto a él.

–Gracias…– respiré agutada– Pero prefiero caminar– respondí mirando nuevamente el árbol sagrado, restandole importancia a su proposición.

–Es hermoso ¿Verdad?– me sacó de mi ensimismamiento, lo miré a los ojos –El árbol…– agregó al verme confundida, se sonrojó–

–Si, lo es...– le regale una sonrisa, Hojo era muy amable– me sonrojé también

–¿Te importa si te acompaño andando?– preguntó nervioso

–No…– le sonreí nuevamente, parecía una coqueteo de niños, y lo era.

Hojo es un compañero de la secundaria, lo conozco desde los 7 años, es bastante sabido el hecho de que me esta pretendiendo, pero aun no me siento lista para nada con nadie, no les voy a negar que su amabilidad y sus tratos lo han hecho alguien especial para mi algunas veces me a invitado a salir pero por alguna razón nunca a llegado a nuestras citas así que opte por rechazar sus invitaciones.

Puuuuuf... el sonido de algo desinflando rompió la extraña atmosfera que se había formado entre los dos.

–Ah, ¡No puede ser!– dijo desconcertado, miré la causa de su angustia –Le acabo de cambiar la llanta– murmuró, mientras revisaba el daño en su bicicleta

–¿Podrás repararla?– Pregunté preocupada

–Si.. si, no es problema– se rió nervioso –Creo que deberías adelantarte, no quiero que se te haga tarde–

–Vale…– me despedí. Era extraño, es la segunda vez en la semana que su llanta se revienta, sentí pena dejarlo ahí pero a veces tenia la extraña sensación de que le pasaban cosas malas por estar conmigo.

Cuando tenia 12 años mi madre estaba tan asustada por mi condición que nos mudamos a otra ciudad, pero fue peor… era como si algo dentro de mi deseara estar en el templo, enferme y al poco tiempo regresamos.

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La era feudal, como ya vimos el tema pasado… estaba plagada de monstruos, demonios y Hanyous, todos aquí sabemos bien lo que entra en la definición de monstruo y demonio, –todos asintieron en clase– Ahora bien, ¿Alguien puede decirme que fueron los Hanyou? – se escucho a lo lejos la voz de alguno chico que habrá estudiado bastante.

–Un Hanyou es un híbrido profesor– lo vi acomodarse sus lentes y proseguir – Es el resultado de un humano y un demonio– continuó… se escucho un "Ohhh por parte de los otros" ¿Es el resultado?, como si fuera alguna reacción química, o una ecuación matematica, o algo así, levante la mano para participar, afortunadamente había estudiado.

–¿Señorita Higurashi?– el profesor me miró cediendo la palabra.

–Un Hanyou es un mediodemonio resultado de la union–Hice énfasis en la ultima palabra –De un humano con un demonio, en la Era Feudal los demonios podían manipular su apariencia, lo cual les permitía concebir con un humano, al igual podían transformarse en poderosos y enormes demonios; En su forma humana había ciertas características que los distinguían, como orejas puntiagudas, ojos y cabello de color extraño, los Hanyou por su parte, no podían controlar su poder a su antojo, pues su parte humana hacía que fuera complicado, su aparciencia era similar a la de los demonios, algunos parecian más humanos que otros, por esta razón eran marginados ya que no pertenecían ni al mundo de los humanos ni al mundo de los demonios, se sabe de su existencia por leyendas, pero son menos conocidos que los demonios completos.

–Excelente Higurashi, me complace verla tan motivada con el tema– me alabó el profesor, me sonroje cuando Hojo se giro a verme sonriente.

La Era Feudal era uno de mis temas favoritos, las leyendas que circulaban sobre aquella Epoca se me hacia increíbles, ojalá todo eso hubiera existido de verdad.

–¡Kagome!– Gritó una chica a lo lejos haciéndome señas de que la acompañara,

–Eri, ¿Dónde están las demás?– pregunté cuando estuve cerca –Te están esperando, vamos a almorzar juntas– me jalo del brazo y nuevamente ese escalofrío de antes se coló por entre mi cuerpo, me detuve en seco ¿Qué esta pasando?.

–¿Estas bien?– Me preguntó mientras me imitaba

–No… no lo se– mi cabeza comenzó a girar y después ya no hubo nada.

Inuyasha… Inuyasha… ¡¿Por qué?!

Me levante de golpe de la camilla, estaba en la enfermería… no había nadie… me quede mirando la pared intentando recordar que había sucedido.

–Kagome ¿Cómo estas?– preguntó una de mis amigas que venia entrando acompañada de Eri y Yuka, quienes denotaban una clara preocupación.

–Estoy bien Ayumi…– le sonreí desganada… mi estado era deprimente, no había explicación normal a lo que fuera que me estuviera sucediendo.

–Kagome, deberías irte a casa a descansar– me sugirió Ayumi mientras se acercaba a mi

–No se preocupen chicas, es que no he dormido bien últimamente…– En realidad no me había sentido tan mal durante el día, pero nunca me había desmayado.

Eri, Ayumi y Yuka eran mis compañeras de clase, solían salir juntas, algunas veces las acompañaba pero solía volver antes a casa, les gustaba sonsacarme para salir con Hojo… en resumen no me sentía parte de su manada pero eran buenas chicas.

–Volvamos a clases…– les pedí mientras me bajaba de la camilla

–Señorita Higurashi, ¿A dónde cree que va?– Me detuvo en seco la enfermera.

–Ah, bueno, ¿A clase?–miré a mis amigas formadas en una perfecta hilera quienes desaprobaban mi decisión con su gesto.

–Tienes que irte a casa Kagome, le diré a Hojo que te lleve– sugirió Eri comenzando a exitarse.

–Ah, no... no es necesario…– Hojo ya tenia bastante mala suerte conmigo

–El estará encantado– agregó Ayumi sonriendo

–Chicas, chicas, ¿Quieren calmarse?, estoy bien, ¿ven?– me puse de pie de un pequeño brinco y gire sobre mi misma…–Quiero volver a clase…– mire a la enfermera quien no muy segura me dejo salir.

Los días pasaron, mis pesadillas se hacían mas constantes… los malestares no cesaron pero si no había cura no había otra opción que vivir con ello nuevamente, quizá con el tiempo cesarían como pasó una vez.

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–Buenas noches Kagome… descansa– mi madre apagó la luz y me dio una mirada preocupada, no era justo que estuviera pasando esto, estaba preocupando a todo mundo… ya no quería dormir. La ventana estaba abierta y me daba pereza pararme a cerrarla, ademas hacia un clima cálido… un poco de aire me vendría bien, los arboles se movían al compas del viento… y poco a poco me fueron arrullando… en la copa del árbol comenzaba a verse una figura difusa mis ojos estaban entrecerrados y no distinguí ni le di importancia, me sentía tranquila y cuando finalmente morfeo me tomaba en sus brazos… la silueta de una figura que se posó sobre el umbral me hizo abrir los ojos de golpe…

–¿Quien anda ahí?– pregunté temerosa… encendí la luz del buró pero ya no había nadie, me aventure hacia la ventana y me cerciore de que no hubiera alguien husmeando… –Habra sido mi imaginación…– intente convencerme a mi misma… y me dormí…

–Inuyasha… no te detengas…– le susurré completamente perdida… –No lo haré…– murmuró acariciando mis pechos… mientras aprisionaba mis nalgas contra su pelvis…

–Kagome eres tan… eres tan suave… tan pequeña… tan mía….– y entró de una estocada…

Desperté…

Oh por dios… ¿Qué… qué… clase de sueño fue ese…? me moví lentamente, como si aún pudiera sentir sus manos y cuerpo sobre mi… fui al baño a mojarme la cara… lo sentí, estaba húmeda… –Oh por dios…– susurré mientras me limpiaba… –Soy una pervertida… ¿Por qué tengo esa clase de sueños? y… ¿Quien era esa persona no pude verle la cara, solamente recuerdo su voz la misma voz que me persigue en los sueños… pero era la primera vez que soñaba algo así, tan, tan real y yo lo había disfrutado... ¡Por dios! lo había disfrutado ¿Qué esta pasando? volví a la cama y por fortuna me quede completamente dormida, sin sueños y situaciones extrañas…

Continuara….

Hola Sujetillos perdidos, ¡Bienvenidos a mi historia!, estoy reeditando este capítulo (cof cof, mis faltas de ortografía y gramática) , no es por que no me acuerde de que había escrito y tenga que leerlo de nuevo para continuar jajaja, ja... .-. .Sí ya leíste este cap. y lo estas releyendo veras que hice algunos cambios muy insignificantes pero considero que mejoraron la redacción. Si eres nuevo, uuufff espero que te quedes conmigo lo que dura la historia, espero tus comentarios :) y gracias por tomarte tu tiempo de leerme, no te arrepentirás (espero).

Abajito hay una ventanita donde pueden dejar un comentario... me hará muy feliz leerlos :) :) :) :) :) en verdad... :) :) :) :) :) :) :) :) :) :) :) :) :)

Matta Ne