Seis años de soledad.
Capítulo 6.
Oscuridad. Todo lo que Dipper podía percibir era una profunda oscuridad y un hueco en su pecho.
Unas extrañas voces susurraban algunas cosas a sus oídos, pero, por alguna razón no podía entender que. No entendía porque estaba tumbado en medio de una profunda oscuridad, porque había tantos sentimientos en su corazón, todos amargos, y porque su cuerpo se empeñaba en levantarse.
Lo primero que el cuerpo de Dipper hizo cuando reacciono fue levantarse de golpe. Sus pupilas dilatadas y su respiración agitada sorprendieron a sus seres queridos, los cuales al instante se acercaron a asistirlo.
Mabel coloco gentilmente su mano en el pecho de su gemelo; al voltear velozmente lo primero que Dipper vio fue la preocupada mirada de su hermana, la cual lo hizo volver a la realidad. Lo hizo recordar lo sucedido.
- Cuanto tiempo llevo inconsciente -
- Eh... Poco más de media hora... Pe-Pero eso no es lo i... - Fue interrumpida
- Es lo más importante! -
Sin perder tiempo Dipper se levantó de la camilla, preocupando aún más a los presentes.
- Dipper, Tranquilo muchacho - Hablo su tío Stan - Primero dinos que sucedió -
- Alguien... Alguien secuestro a Pacifica - Dijo, a la vez que rebuscaba por la sala - No pude ver quienes era... -
- E-Espera Dipper... Pacifica? -
- Dipper, sé que estas preocupado y alterado en este momento, pero tienes que calmarte. No puedes ir tu solo, más aún con sujetos que lograron dejarte inconsciente -
No hubo respuesta alguna.
- Dipper!-
- Se de lo que hablas tío Ford! ¡Debería pensar en un plan, analizar la situación y todo eso... Pe-pero no puedo! - La frustración escapaba de él - ¡No sé quiénes son, que planean o que le harán! ¡Solo puedo pensar en lo peor! -
- Te ayudare - Hablo Mabel, mientras tecleaba algunos comandos en una Pc cercana.
- Mabel! -
- ¡No podemos perder tiempo Tío! Y es más peligroso que ustedes nos ayuden -
- Oye! ¡Eso ofendió! -
- Pero es cierto tío Stan, y tú lo sabes -
Desde el interior del suelo emergió una capsula, la cual tenía un traje mecánico sumergido en un extraño líquido.
- Yo me llevare el traje, soy la que sabe usarlo -
- Bien, yo llevare el traje, el exo-esqueleto y el Servocasco -
- "Suspiro" Por lo visto no harán caso... -
- Tío Ford, tío Stran, lo siento... Pero... -
- No Dipper, está bien. Después de todo haríamos lo mismo si algo te pasara -
Sin perder tiempo Dipper se quitó la ropa y rápidamente se colocó el exo-esqueleto. Una serie de agujas atravesaron la espalda de Dipper, conectando una columna artificial directamente con la suya. Luego procedió a colocarse el traje y por último tomo un casco metálico, tan brillante que hacia reflejo; delgado pero resistente.
- Tío Ford... -
- ... ¡No!, ¡Total, definitiva y completamente no Dipper! -
- ¡Tio! Por favor -
- Dipper... -
- Tio -
- ¿Estás seguro Dippy?, Aun no sabemos cómo le afecta a tu cuerpo usarlo - Dijo, muy preocupada - Digo, yo puedo porque no tengo tanto... Pero tu... -
- Esta bien. Pero no lo abriremos aquí, tu tendrás que romperlo... -
- Y si no es necesario, no lo hago -
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- ¡Porque demonios tarda tanto! ¡Si lleva más de diez minutos! -
- Sabes que es muy difícil extraer la fuente mágica de una persona, más aún si esta es de un ser tan poderoso como Bills -
- Me preocupa... -
- Oh vamos, estamos en un lugar apartado del pueblo rodeado de criaturas mágicas muy salvajes, además las instalaciones son subterráneas -
- No me gusta subestimarlos... -
- Oh vamos. ¿Acaso piensas que ese mocoso fue el que venció a Bill? -
- Bueno... -
- Además no podemos arriesgarnos a matarla solo por apresurar el proceso
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- Dipper, hay más interferencia de lo normal. Me es difícil localizar el rastro de Pacifica -
- Y no está en el pueblo o sus alrededores Dippy. La deben tener en lo profundo del bosque -
- Vamos Mabel, no puedes sentir nada -
También me afecta a mí. Pero ciento algo inusual al suroeste de tu posición; aunque se con exactitud -
Voy para allá, cúbreme desde el cielo -
Y como si en aquel lugar realmente estuviera ella; Dipper salió disparado, usando la máxima energía de su traje. Su corazón estaba acelerado y una amarga sensación de desesperación lo invadía. No podía perder tiempo. Necesitaba llegar donde ella lo antes posible.
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La usual paz que se solía sentir en lo profundo del bosque era violentamente interrumpida por un desesperado muchacho, el corría desesperadamente por el bosque, buscando el ligar donde aquellos sujetos se encontraban. Pero lo abundante del bosque le hacía difícil la búsqueda.
- Dipper, al noroeste de tu posición hay una cabaña algo rara; aunque es poca, emite energía mágica -
No tuvo que correr mucho para encontrar la pequeña cabaña de la que Mabel de refería. Vieja, sucia y abandonada. Una cabaña que, a simple vista parecía normal, pero en efecto, percibía una muy sutil aura mágica.
Entro lo más rápido que pudo. Dentro no parecía haber nada raro. Muebles hechos de madera, muy viejos y casi cayéndose a pedazos, además de un extraño olor a animal muerto.
Rápidamente Dipper comenzó a quitar la madera del suelo, hasta revelar una superficie metálica escondida entre los cimientos de la vieja casa.
- Una plataforma? - Hablo Mabel, parada en el umbral de la puerta.
- Ayúdame Mabel -
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- ¡Señor dos intrusos irrumpieron el lugar y van en el décimo piso! -
- ¿Cómo demonios bajar tantos pisos? ¿Y dónde se supone que están las criaturas? -
- Las están liquidando piso por piso. A ese paso en cinco minutos llegaran hasta aquí -
- Activa la barrera mágica apartar del sexto piso y activa la barrera de este piso -
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Una serie de estruendos se podían escuchar por todo el lugar, mientras los gemelos se abrían paso por una cantidad enorme de criaturas salvajes, las cuales tenían el único objetivo de frenar su paso.
- Mabel, han levantado una barrera -
- Yo me encargo -
Mabel se posiciono frente a la barrera, justo sus brazos y comenzó a acumular una gran cantidad de energía, mientras Dipper evitaba que los monstruos la tocaran.
Una fuerte onda expansiva obligo a los enemigos a retroceder. Inevitablemente la barrera cedió; creando una pequeña abertura en ella.
- ¡Dipper! -
Dipper dio un salto y casi como si de una película se tratase paso al otro lado, justo antes de que se cerrara, dejando atrás a Mabel.
- ¡Tu ve!, encontrare otra forma de pasar -
- ¡No te pongas en peligro! -
Y sin decir más siguió corriendo, mientras los fuertes latidos de su corazón y la preocupación nublaban su mente. No quería perderla y en ese momento solo podía pensar en lo peor.
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- ¡Aumenten la potencia! -
- ¡El nivel de estrés en su cuerpo está al límite! - Gritaron, desde el panel de control - Subirlo más podía matarla -
- ¡Ese idiota llegara en menos de 40 segundos! -
- ¡La barrera ya está lista! -
- Actívenla -
Como era posible que un simple par de muchachos hayan llegado tan lejos en tan poco tiempo. Era algo simplemente absurdo, pero viendo la facilidad con la que pasaban por la horda de monstruos de cada planta, le daba una visión clara de que aquel muchacho no era normal.
La puerta al fondo de la sala salió disparada de sus bisagras, revelando la imponente silueta de aquel muchacho, portando un extraño traje, el cual lo había ayudado a llegar hasta ahí.
Dipper se quedó de piedra al observar la escena frente a él.
Una inconsciente y desnuda Pacifica, dentro de una capsula, con algunos tubos conectados a su cuerpo y una gran cantidad de energía mágica saliendo de cada agujero de si inconsciente cuerpo. Una escena que le hacía hervir la sangre.
Sin pensarlo se lanzó hacía ellos, dejando un cráter tras de él, la rabia lo invadía y solo pensaba en sacar a pacifica de ese infierno.
El cuerpo de Dipper choco de lleno con una pared color lila, la cual se había formado justo frente a él.
- Oh dios - Pronuncio aquel sujeto, cayendo al suelo - Un poco más y todo se va a la mierda -
Un fuerte puñetazo hizo resonar aquella barrera, pero nada ocurrió.
- Ríndete mocoso, hemos usado todos nuestros cristales oscuros en esa barrera, los cuales no son pocos -
No podía ser. Estaba a centímetros de Pacifica, y lo único que lo detenía era aquella barrera frente a él.
Rápidamente acciono el botón de emergencia del traje, el cual inyecto aquel extraño líquido, dotándolo de una gran fuerza y percepción.
Sin perder tiempo comenzó a dar una fuerte lluvia de golpes. Tenía que romper aquella barrera, no tenía tiempo.
La frustración lo invadió al ver como aquel sujeto le daba la espalda, con una tranquilidad que lo enfadar a niveles que no era normales.
Solo había una última opción, pero ni siquiera él sabía muy bien como ejecutarlo. Solo lo había hecho una vez y sus recuerdos de aquel suceso no eran muy claros que digamos.
De lo más profundo de Dipper un desesperado grito hizo resonar aquel lugar, mientras apoyaba ambos brazos en la barrera. Tenía que hacerlo, sin importar que.
Su respiración se volvió cada vez más y más pesada, al punto de quitarse el caso. Sentía claustrofobia, múltiples escalofríos recorrían su cuerpo mientras sus piernas perdían fuerzas y su cerebro comenzaba a punzar.
Sentía que iba a explotar.
Grandes bocanadas de aire entraban y salían por su boca, mientras el dolor y esas desagradables sensaciones aumentaban.
Dipper se llevó la mano a su ojo izquierdo, mientras sus dientes rechinaban con fuerza, le dolía, mucho. Como aquella vez.
Al igual que aquella vez una imagen permanecía en su mente. Pero no era la misma que en aquel momento.
- ...Pacifica... - Susurro.
Un aura conformada por formas, sensaciones y olores bizarros invadió su cuerpo, mientras su ojo comenzaba a doler más y más.
Y al igual que aquella vez. Todo se detuvo.
Además de sentir que tenía el control de al menos en 90% de sus movimientos, todo era exactamente igual.
Todo a su alrededor se tiño de una serie de colores, formas, olores, sensaciones y sonidos que no sabía cómo describir. Seguía ahí... Pero no.
Dipper se reincorporo, mientras retiraba su mano de su ojo.
Revelando una pupila similar al de un reptil, la cual estaba cubierta por un aura dorada.
Esta era, sin duda alguna lo era.
Una neutral expresión se pintó en el rostro de Dipper, mientras que, como si nada atravesaba la barrera, sin romperla. Como si no estuviera ahí.
En el momento que lo voltearon a ver, una serie de gritos de locura invadieron el lugar, seguido de un colapso mental por parte de todos.
Se acercó al panel de control por un momento y lo miro detenidamente.
Como si el mismo hubiera diseñado la máquina, tecleo algunos comandos y la maquina comenzó a devolverle la magia extraída, para después abrir la capsula.
El Cuerpo de Pacifica se tambaleo ligeramente, pero antes de caerse Dipper la atrapo, con una melancólica mirada en él.
No se merecía alguien como ella.
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Una gran nube de confusión cubría la mente de Pacifica, la cual solo podía escuchar una serie de sonidos y voces, pero nada concreto. Pero algo dentro de ella le gritara que despetara... ¿Porque?
- ¡Trae otra pie... ura! -
- ¡Lo perdem...! -
- ¡...ord haz algo! -
- ¡Aumenten la dosis, lo perdemos! -
- Lo sien... cho... culpa... -
Sus ojos se abrieron con pesadez. En una camilla junto a ella estaba alguien muy familiar, su cuerpo cubierto por líneas y figuras raras. Amarado con cadenas de un color muy raro y con ambos ojos con un aura dorada. Además, a su alrededor estaba una extraña... cosa... Algo raro, no sabía cómo describirla, pero no le gustaba. No le desagradaba aquella persona, sino lo que le estaba pasando. El sufrimiento en su rostro.
Sin saber muy bien que pasaba su mente se volvió a apagar.
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Los ojos de pacifica se abrieron como platos, mientras se levantaba con rapidez. Por alguna razón su mirada buscaba desesperadamente algo, pero ¿qué?
Sus ojos se cruzaron con el tranquilo rostro de Dipper. Cubierto de vendas, descansando en una cama junto a ella. Una venda cubría el ojo izquierdo de Dipper, pero lo resaltable era lo que estaba escrito en aquella venda.
Su mirada se apartó de él al escuchar la puerta abrirse. De ella de asomo Mabe, la cual embono una gran sonrisa al ver a su amiga al fin despierta.
- ¡Paz! - Sin perder tiempo corrió a darle un abrazo - Estaba muy preocupada -
- ¿Pre-Preocupada? -
- Pues claro, llevas un par de días inconsciente, al igual que Dipper -
- E-Espera, ¿Inconsciente? ¿Nosotros? -
- ¿No... No lo recuerdas?, ¿nada? -
La confundida expresión en su rostro fue suficiente respuesta. Era probable que no hubiese estado consciente en ningún momento del secuestro. Lo cual hacia lógico que no recordara muchas cosas.
- ¿Qué es lo último que recuerdas? -
Pacifica se rasco la nuca, pensativa. Era una buena pregunta. Su mente se sentía rara. Recordaba que ella y Dipper eran novios, eso era difícil olvidar, un par de citas, la búsqueda de materiales para aquel portal y Dipper herido...
- Yo y Dipper estábamos... ¿En un santuario?... Si... De los elfos... Ahí nosotros... No-Nosotros - Los recuerdos de su primera vez hicieron que se cubriera el rostro de vergüenza.
- Ustedes... -
- Bu-Bueno, eso no es importante... Mi-Mis recuerdos terminan ahí -
- Segura Paz... -
- Bu-Bueno... Recuerdo que Dipper me llevaba a en su espalda... Luego sentí algo raro y me dormí... solo eso -
- "Suspiro" Supongo que te tendré que contar lo que ocurrió -
La historia de Mabel solo hizo que Pacifica se sorprendiera y preocupara por el estado de Dipper. Sin duda no recordaba haber sido secuestrada... O a Dipper luego de estar en el santuario...
- Y él... ¿Él está bien? -
- Bueno, pudimos estabilizarlo. Logramos volver a sellar la magia de Bills, pero lleva tiempo inconsciente. Y dudo que despierte pronto. Su cuerpo y mente fueron más allá de sus límites al romper su sello - Mabel le dio una pequeña palmada en la espalda a su preocupada amiga - Pero no te preocupes, solo necesita recuperara sus fuerzas. Ya veras que en unos días despertara -
Solo le quedaba confiar en Mabel. Mucho no podía hacer, además quería tener fe en que Dipper estaría bien.
Dos semanas después.
Una relajante brisa, cargada de magia acariciaba el rostro de un par de muchachos, los cuales disfrutaban la vista desde una tranquila colina.
Pacifica sostenía con firmeza una silla de ruedas, donde Dipper descansaba. Ambos con rostros llenos de paz.
Apenas hace dos días que había retomado el sentido. Y lo primero que había visto era la preocupada mirada de Pacifica. Llorando y disculpándose sin parar. Aunque no era su culpa, se sentía mal por orillar a Dipper a tales destructivos extremos. Pero obviamente a Dipper poco le importaba, estaba feliz de que ella estuviera a salvo.
Ambos permanecieron en silencio. Disfrutando de la compañía del otro. Dipper se había rendido con el asunto de alejarse de ella, y Pacifica estaba disfrutando como niña pequeña estar a lado de él.
Aunque habían buscado en las instalaciones donde la tenían cautiva, tanto los sujetos como su información habían desaparecido. Aunque eso lo tenía preocupado. Había decidido cuidar de ella con su vida, y eso incluía vivir en la mansión Nortwest con ella. Casi como una pareja de casados.
Pacifica se agacho ligeramente y envolvió a Dipper en un tierno abrazo. Sintiendo su calor.
No había necesidad de pronunciar palabra alguna.
Ambos habían decidido disfrutar de ese hermoso sentimiento dentro de ellos. Sin importar cuanto durase o quien intentara atacarlos. Si tenía a su familia, y más aun a ella, tal vez valdría la pena.
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Finalmente.
Que puedo decir. Me alegro haber terminado, luego de, prácticamente abandonarla. No sé si la sientan forzada o rara. Personalmente no sabía cómo redactar lo que tenía en mente. La última parte fue lo que salió. No quería posponerlo más. En fin. Supongo que subiré otra historia, tal vez no de gravity falls... O tal vez si, quien sabe.
Gracias por seguirla y no abandonarla, como casi yo lo hice.
Nos leemos en otra ocasión.