8/enero/16: Edité el epílogo! Juvia (sí lees esto, sí te había incluido en los agradecimientos del capítulo anterior, los hacia por capítulo no overall!)

Como Recuperar a Una Rubia

Paso 1

Maldición, había sido tan idiota. Se golpeó la cabeza contra la puerta de su apartamento, no había alcanzado a atrapar a Ino antes de que ella se fuera. Se reprimió mentalmente una vez más, ¿cómo había arruinado las cosas así?

Se tiró en el sofá desanimado. Tomó su celular que reposaba sobre la mesa. Sabía que no había esperanza de que Ino contestase pero lo intentaría. La foto de su primera cita con la rubia se iluminó en la pantalla táctil, y le estrujó el estómago. Pensar que la había perdido era insoportable. Pero él nunca se rendía, y no la iba a dejar ir por una tremenda estupidez como esa.

Iba a ir por ella.

xoxo

Había logrado escabullirse en el dormitorio gracias a una chica que sostuvo la puerta para él, y estaba dirigido al cuarto de Ino. Mas no contó con el puño de Sakura deteniéndolo de un solo gancho.

—No te atrevas a dar un paso más, Uzumaki — gruñó la pelirrosa, y Naruto supo que estaba en problemas. Serios problemas. —Yo pelándome la cara por ti, ¡¿y vas y haces una apuesta?!

—Sakura-chan…

—¡Sakura-chan, nada! Te debería despellejar aquí mismo — un par de chicas que iban pasando dieron la vuelta, claramente asustadas del demonio rosa.

—No fue una apuesta — gimoteó cuando Sakura lo agarró por el frente de su camisa y lo hamaqueó. Sakura que lo conocía de años, lo soltó y le exigió una explicación.

—Bueno, verás, es una larga historia.

—¡Entonces acórtala! — dijo dándole un cocotazo.

—Ok, ok — aceptó sobándose la coronilla. —Me gusta Ino desde el semestre pasado, ella es una de las pocas personas que fue amable conmigo desde el principio además que tiene un cuerpo como para… —decidió obviar el detalle de lo que quería hacerle a Ino ante la fulminante mirada jade.

—Pero ella estaba caída con Sasuke. Lo mismo le pasaba a Sasuke con Hinata. Y un día estábamos hablando de lo cabreante que era eso, y entonces surgió ese plan. Nunca fue una apuesta, no ganábamos nada de ello. Sólo queríamos que ellas nos correspondieran. Y decidimos ver quien era capaz de conquistar a la otra antes, y de verdad… por eso las intervenciones, para asegurarnos de que todavía no estaban enganchadas con el otro.

—O sea que armaron todo este embrollo por orgullo masculino.

—Sí, ¡no!... bueno sí — se pasó una mano por el cabello. Sakura siempre los hacía sentir como sí sus ideas fueran idiotas.

—Son unos idiotas — ven. Naruto suspiró, al final sí tenía razón.

—Pero la quiero de vuelta — aseguró con determinación — Voy camino a disculparme.

—No quiere hablar contigo — lo detuvo nuevamente, desinflando su espíritu. —Vuelve mañana, tendrás mejor chance.

Sakura le dirigió una sonrisa, y Naruto la abrazó. Ella conocía mejor de asuntos de chicas, y sí decía que Ino necesitaba tiempo la escucharía.

xoxo

Esperó por dos horas debajo de la lluvia a que alguien abriese la puerta del dormitorio. ¿Cómo es posible que en dos horas nadie entre o salga de un lugar? Hace rato el torrencial había calado sus huesos, y ya estaba desensibilizado al frío.

Estaba apunto de marcharse cuando una chica pasó corriendo por su lado, directo a la puerta. ¡Gracias Kami por los milagros!

Técnicamente no se debería dejar entrar a no residentes en el dormitorio, pero la chica se compadeció de su estado y le sostuvo la puerta. Naruto fue recibido por el calor del pasillo, y sacudió su cabello para deshacerse de una parte del agua inútilmente.

Ahora, ¡a por Ino! Tocó la puerta de su habitación una, dos, tres… a la sexta vez escuchó el cerrojo deshacerse.

—Sí no te vas, voy a llamar a la poli del campus — amenazó la otra rubia, Naruto solo pudo ver la mitad de su rostro ya que no había abierto la puerta por completo.

—Ino, por favor, quiero disculparme — pidió cuando ella no le tiró la puerta en la cara.

—No quiero tus disculpas, se acabó — ahora sí la iba a cerrar, pero Naruto metió el pie para impedírselo.

xoxo

—Eres tan hipócrita — Ino lo miró furibunda. ¿Así pretendía disculparse? Por supuesto que ese insensato no tendría ni la menor idea de cómo recuperarla. Pero su acusación había logrado captar su atención y lo dejó entrar. Estaba empapado, una parte de ella sintió compasión por él pero luego recordó el por qué él había estado parado en medio de la lluvia esperándola.

—¿Qué cosas dices? — preguntó frunciendo el ceño.

—¡Que me castigas sin dejarme explicar, cuando lo que tú hiciste es peor, 'ttebayo! — Naruto eligió ese preciso momento para sacarse la chaqueta y camisa mojadas, e Ino sintió sus mejillas calentarse ligeramente… tan solo el día anterior ella había sido quien lo desvestía. Prácticamente podía sentir la dureza de su abdomen bajo la punta de sus dedos… ah, por Kami, necesitaba concentrarse en el argumento.

—Lo único que hice fue entregarme a ti como una tonta — Naruto avanzó hacia ella, acorralándola contra el escritorio.

—No te hagas Ino, todo este tiempo has estado tratando de deshacerte de mí — su tono de voz fue bajo y feral, pero sus ojos fueron lo que la hicieron palidecer. Lo había lastimado.

—¿Cómo…cómo te enteraste? — tartamudeó porque no podía entender porque Naruto sabría sobre ello.

—Los hombres hablan, Ino — debió haberlo sabido, seguro muchos se quejarían de lo perra que había sido en sus citas y habrían llegado juntos a esa conclusión… no le sorprendería que Naruto no fuese el único en saber, seguro era conocimiento popular en el campus.

—¿Tienes idea de cómo me hiciste sentir cita tras cita? No importaba que hiciese, tú siempre buscabas la manera más descabellada para ahuyentarme, ¿tan despreciable me considerabas? — sus palabras la llenaron de culpa.

—Naruto, yo no… — buscó sus manos con las suyas para sostenerlas, pero él las apartó.

—¿O es que no me comparo a tu Saskue-kun? — el nombre había sido dicho con sorna, pero ella podía ver los celos e inseguridad detrás.

—¿Cómo sabes? — al parecer Naruto estaba enterado de mucho y ella lo ignoraba.

—Todo el mundo lo sabe, él lo sabe — recordó la conversación que había escuchado por el ventilador del baño.

—Por eso fue que apostaron —concluyó. Se recostó contra el escritorio, no sabiendo como sentirse. Indignada, utilizada, avergonzada…

—Sí — él pareció haber notado su decepción y suavizó su tono. —Pero, Ino, no es como crees, jamás hubiera hecho algo así de no ser porque me gustabas.

Naruto pasó a explicarle como había surgido el plan, que de verdad no había sido una apuesta en el sentido de la palabra, que se había quedado a su lado por voluntad propia no para probarle algo a Sasuke.

Ino escuchó con paciencia (algo nuevo para ella), y encontró razón en lo que decía. Todavía no creía que había sido una idea muy brillante, pero tampoco ella había estado en todas sus luces cuando empezaron su relación.

—No hice esas cosas para deshacerme de ti — confesó, ganándose una mirada azul igualmente confusa que esperanzada. —Bueno, sí al principio, pero luego…Quería asegurarme de que eras el indicado.

Cuando esas palabra salieron de su boca supo que era la más cursi que había dicho en toda su vida, pero pareció contentar a Naruto que la cargó y la sentó sobre el escritorio.

—¿Entonces soy tu alma gemela, tu otra mitad, el único hombre que has amado y que vas a amar? — Ino viró los ojos, desde ya sabía que Naruto jamás le iba a dejar pasar esa.

—Claro, tonto, sino no me hubiera acostado contigo — quizás y sí eran almas gemelas, porque el mismo pensamiento pasó por sus mentes después de que ella dijese eso. Sus bocas se encontraron a mitad de camino, ansiosas, hambrientas… el deseo los consumía por dentro, ya llevaban más de veinticuatro horas sin tocarse y para una nueva pareja eso equivale a alrededor de cien años.

xoxo

Sakura bajó al primer piso, iba a chequear que Ino estuviese bien. No le había contestado su último mensaje de texto, y le preocupaba que estuviese al borde de hacer una locura… como comerse una pizza grande por sí sola.

La habitación de la Yamanaka era la catorce, pero desde la número diez Sakura comenzó a oír los gritos. A medida que se acercaba estos se intensificaban junto con el constante y seco sonido de algo chocando contra la pared.

—Sí, Naruto, más fuerte , ahhh, sí— escuchó gemir a la rubia (un sonido que quedó grabado en su cabeza por años, por desgracia).

—Mierda, Ino, tu coño… — ¡ok! Sakura no necesitaba oír lo que su mejor amigo pensaba sobre los genitales de su otra mejor amiga. Se cubrió los oídos con sus manos y se dio la vuelta.

Al menos quedaba tranquila de saber que Ino estaba bien, más que bien. Sexo de reconciliación, sí el volumen era indicativo entonces los rubios estaban disfrutándolo al máximo. Quizás ella debería buscarse un novio, pelear con él, y luego intentarlo… Kami sabía que necesitaba sacarse el estrés de los exámenes de encima.

Seguiría el consejo de Ino y le diría que sí al próximo chico que la invitase a salir.

Y así acabó en una relación con Rock Lee.

Epílogo

—Buenas noches princesa — a pesar de que lo había escuchado mil veces, Ino se derretía cada vez que lo escuchaba. Al final, Naruto acabó siendo un pelín rubio similar a su padre. Pero jamás lo admitiría a Shikaku o Choza.

—¡Buenas noches, papi! — exclamó su pequeña Minako besando la mejilla de su padre. —¡Buenas noches, mami!

Ino la abrazó y la arropó con su cobertor naranja. Sí, naranja. Su hija había heredado el mal gusto de Naruto, pero ya tendría tiempo para corregirla. Por suerte también había heredado otros rasgos, Minako era igual de amorosa que su papi. La niña colocó su manita sobre su vientre y dijo —¡Buenas noches, hermanito!

Estaban por apagar las luces cuando su pequeña de cuatro años les hizo otra pregunta.

—¿Por qué a Itachi no le agrado? ¡Nunca me habla! Yo pensé que éramos amigos.

Ino sonrió, su hija era señorita popularidad y justo como ella no podía soportar que alguien no le reciprocara.

—Estoy segura que le agradas, cielo, pero recuerda que él es tímido como su madre — Hinata nunca se enteró de la 'apuesta' de Sasuke y Naruto. Cosa que estuvo bien, ya que la heredera Hyuga se había enamorado del Uchiha. La pareja se casó un año después que Naruto y ella, varios años después de terminar la universidad.

—O un antisocial como su padre — su esposo se ganó un codazo en las costillas, a pesar de que Ino no había perdonado al Uchiha desde que se reveló su plan con Naruto, ella no quería que su hija tuviese una mala impresión del padre del niño que ella consideraba su mejor amigo. Por suerte Minako ya había quedado dormida y no escuchó la última parte.

Naruto y ella la besaron antes de apagar las luces y salir del cuarto. Todas las noches tenían la misma rutina. Literalmente, era igual. Ya que su hija adoraba escuchar la historia de cómo sus padres se habían enamorado y la pedía como cuento de buenos noches todas las benditas noches.

Ellos complacían su petición (con un par de alteraciones al relato, por supuesto), porque era lo único que lograba calmar a su hiperactiva hijita. A veces la niña los agobiaba, pero era su culpa. ¿Cómo esperaban que fuesen sus hijos conociendo la personalidad de ambos? Ahora que lo pensaba, ¿por qué habían considerado un segundo? Un mini Naruto iba a ser un terremoto, pero uno muy lindo.

—Es curioso que Mina no se parece a esos bebés que me enseñaste — comentó él divertidamente y a Ino le tardó un momento captar su significado. Se refería a las fotos de los bebés hipotéticos que la había dado la aplicación en su teléfono tantos años atrás.

Todo el mundo se llevó una sorpresa el día que Minako nació. Habían estado seguros de que la bebé sería rubia, pero su hija resultó ser pelirroja. Naruto lloró cuando la sostuvo por primera vez porque le recordaba mucho a Kushina.

—¡¿Todavía te acuerdas de eso, tonto?! —Naruto hizo para besarla burlonamente, pegando los labios exageradamente pero ella lo apartó.

—Me acuerdo de todos tus trucos, mujercita — se ganó un cocotazo por hacer uso del apodo.

—Tienes que admitir que fueron buenos, podría escribir un libro con mis tácticas.

—No funcionaron conmigo —dijo él abrazándose de ella.

—Y me alegro de ello —cedió, besándolo. —¡Éste será rubio!

Sus manos se posaron sobre las de su esposo que reposaban en su vientre.

—¿Estás segura?

—¡Tiene que serlo o demandaré a los creadores de esa aplicación!

Naruto la pegó más contra él, cada día se sentía tan afortunado de tenerla a su lado. De verdad que había valido la pena soportarle sus locuras (todavía lo hacía), Ino era el amor de su vida.

—Naruto, dame un masaje de pies.

Miró los hinchados pies de su embarazada esposa. Vale la pena, se repitió.


Ahhh he terminado! No puedo creerlo. Me ha divertido tanto este fic que es triste finalizarlo, pero a la vez me siento bien por haber cumplido.

Quiero agradecer a todos los que han seguido esta historia, han dejado sus reviews, dado fav… en fin son los lectores más geniales que pudiese pedir.

Especialmente quiero mandarles todo mi agradecimiento y cariño por sus palabras de aliento, de verás que me hicieron caer en cuenta que no hay que prestar atención a la gente así… ¡son lo máximo, gracias!

Un beso para: Desluvyakeane, momo-aster, CONNIE23, Tem, Helene Mcfly, Ellie, paosu, Fairy Tail no kyubi, Zumekqi, ichimaruuu, Kunieda Hatake, Guest, Eri, belsazar, Guest. ¡gracias por los reviews!

¡Espero que hayan disfrutado esta historia tanto como yo!

Chao,

Alessandra

PD: Comencé otra comedia romántica NaruIno, sí les interesa denle una oportunidad! Ino es una sirena y Naruto tiene que enseñarle sobre el mundo humano ;)