Compré unos cuantos megas para poder subir esta historia a fanfiction porque desde el celular no se pudo.
-llora en ruso-
Este escrito participa en la convocatoria de Halloween de SNR/EF
DISCLAIMER: Los personajes de shingueki no kyojin no me pertenecen, su autor es Hajime
TIPO: Romance/ violencia/RIREN/drama/trastorno de ansiedad/traumas/TOC/Eren se comporta como un perro
Eren no me pertenece...no le pertenece a nadie.
El solo se queda tirado en el suelo la mayor parte del tiempo, jugando con sus manos o mirando al vacío.
Cuando llego a casa, suele acurrucarse en una esquina del sofá y gime en voz baja. Todavía me tiene miedo, le rompí las piernas y por ese motivo cree que voy a hacerle algún tipo de daño.
He comprado ropa de su talla, Eren la desgarra toda con los dientes, hasta convertirlas en harapos.
Durante estos meses Eren aprendió a comer con cubiertos y ya puede ponerse de pie, está progresando.
Cada día, nuestra esperanza aumenta un poquito más, y me doy cuenta de que ya no soy tan frio como antes.
Eren me está cambiando.
Ƹ̴Ӂ̴Ʒ
No sé si es humano
Ƹ̴Ӂ̴Ʒ
Tuve que dejar los estudios al quedar huérfano, y ahora, a los veinticinco lo único que logre fue trabajar como cajero en un centro comercial muy concurrido.
Trabajo de lunes viernes, nueve horas al día, recibo vacaciones pagadas y un bono a fin de año. Con el dinero que pude ahorrar compré una casa en la capital de Sina, este año remodelarán los alrededores así que todas las viviendas subirán de precio.
En navidad y san Valentín mis compañeros de trabajo suelen salir a divertirse, yo prefiero quedarme en casa limpiando. No suelo dormir con mujeres, mucho menos prostitutas, ¿imaginan cuantos tipos de enfermedades tienen? Es simplemente asqueroso.
No, no quiero imaginármelo.
Para esos momentos de necesidad siempre tengo a Petra, ella es limpia y de confianza, sus padres creen que vamos a casarnos pero eso no es cierto. Solo la busco para poder pasar la noche.
Termino de trabajar cuando se ha ido el ultimo cliente, entonces cerramos la tienda pero antes de eso debo darme una ducha, nunca se sabe qué tipo de gérmenes pude haber pescado luego de manipular el dinero de cientos de personas.
Nuestros casilleros se encuentran al fondo del pasillo, el mío es el número siete y ahí guardo mi ropa. Pantalones negros y una camisa del mismo color que suelo remangar hasta mis codos.
Esta anocheciendo, pero no tengo frio. Puedo volver a casa a pie, ya que Hanji y Erwin se van a una fiesta cercana, necesito ejercitarme y lo mejor es correr de noche. Conveniente porque de esa forma no podré sudar.
En lugar de eso me limito a caminar los pocos metros que faltan hasta llegar a casa, no quiero manchar mi camisa. Hoy es día de recibir la correspondencia y mi buzón está saturado a causa de las revistas que pido por correo. Además dejaron una enorme caja de madera en la entrada de la puerta, tiene varias postales y tres agujeros de dos centímetros de diámetro.
De repente se mueve y me doy cuenta que hay alguien adentro, un perro quizá. De seguro confundieron la dirección, podría devolverlo mañana o llevarlo con Hanji para que lo cuide.
Lo único que me queda por hacer es abrir la puerta y empujar la caja, que está verdaderamente pesada, hacia adentro. Afortunadamente no está sellada y puedo abrirla por el costado derecho.
La tapa delantera cae al suelo levantando una nube de aserrín, al fondo puedo ver como una sombra se arrincona y esconde.
Es un puto perro. Las etiquetas no indican el tipo de raza y el cachorro se niega a salir de la caja.
Justo en el momento cuando me inclino para sacarlo de ahí, un pie desnudo resbala y escuchó el quejido de una persona dentro. Un gruñido y lo que creía que era un perro resulta ser un niño de cabellos castaños.
No es un niño, tiene el cuerpo de un adolescente. Esta desnudo y camina a cuatro patas como un animal. Apoyando las palmas de las manos junto con las rodillas en mi piso encerado. Puedo calcularle unos quince años, sus ojos son grandes y verdes como dos esmeraldas, delineados para agrandárselos aún más.
Tiene una cara bonita.
Es entonces cuando dejó de pensar que esto es una broma de muy mal gusto, el chico lleva un par de orejas falsas y una cola falsa, sus muñecas y tobillos están apresados por una especie de collar de perro en forma de brazalete y él mismo lleva uno en el cuello, con una placa que dice "Eren"
Automáticamente doy un paso hacia atrás al verlo avanzar, me mira con desconfianza y olfatea el suelo de forma curiosa.
—Oi...¿puedes hablar? —le pregunto— ¿Quién eres?
Eren, creo que ese es su nombre, balanceó la cabeza avanzando a paso lento hasta pegar la nariz contra mis piernas. Intentó alejarlo pero el mocoso es más rápido y saca la lengua para lamer mi mano. Una sonrisa inocente se extiende por su cara al ver lo que ha hecho.
No debo golpearlo.
Esto debe ser una puta broma de mal gusto. Tengo a un menor de edad en mi casa, desnudo y con una forma de comportarse bastante estúpida.
Lo amenazo con llamar a la policía si no se larga de mi casa en este preciso momento, haré que lo arresten y lo lleven a un reformatorio de delincuentes donde les va a encantar esa cara estúpida que tiene. Pero antes de eso voy a molerle la cara a golpes, romperle esa sucia boca y arrancarle la lengua que se atrevió a tocar mi piel con sus asquerosas bacterias.
"Hola, ¿en qué puedo servirle?"
Intentó calmar mi furia al darme cuenta de que he llamado a la policía de manera automática, maldito teléfono que no sirve para nada, ya no podré golpear al mocoso.
—Un extraño entró a mi casa —le digo a la operadora— se niega a salir.
"¿Podría describirme cómo es?"
Tengo que respirar hondo para no gritarle a esa mujer.
—Tiene quince o dieciséis años, cabello castaño y ojos verdes —omito decirle que esta desnudo y usa accesorios de prostituta— se niega a ponerse de pie y...
¿Alguna vez se quedaron paralizados por algo que vieron?
Tu cuerpo se petrifica y ya no te responde, un sutil frio sube por tu columna vertebral causando ese escalofrió casi imperceptible pero devastador. En ese momento puedes decir que ya lo has visto todo, solo te queda hacer preguntas y más preguntas que jamás tendrán una respuesta.
Eren volteó para explorar el resto de la casa, mientras la operadora hacia preguntas pude ver que el mocoso tenía un trasero bonito, la piel bien cuidada y para mi sorpresa esa supuesta cola de animal era un dildo.
Pero es otra cosa la que me llama la atención, me quedo paralizado y de repente no quiero llamar a la policía.
La operadora comienza a preguntar si continuo allí, hago caso omiso colgando el teléfono. Mis labios se secan al procesar toda la información que tengo cobre el mocoso.
Enviaron una extraña caja con la dirección equivocada, dentro de la caja venía un chico menor de edad. Tiene ojos verdes, tiene el cabello castaño y la piel bronceada. Está usando orejas falsas y un collar de perro donde posiblemente se halle escrito su verdadero nombre.
Comenzó a comportarse de forma estúpida al verme, lamió mi mano llenándola de saliva y sus dientes no son normales, fueron tratados por un dentista que los pulió para afilarlos un poco.
Mis ojos se abren ligeramente al darme cuenta que eso no es lo que verdaderamente importa ahora.
Eren tiene un tatuaje en la espalda baja, justo donde termina la columna.
El tatuaje está escrito con letras mayúsculas, el tatuaje es una marca
El tatuaje dice fóllame
Un auto pasa por la calle tocando la bocina, Eren voltea su rostro y ladra.
Ƹ̴Ӂ̴Ʒ
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Lo he mantenido oculto en casa desde el martes, pedí un permiso de tres días debido a un contratiempo y desde entonces he tratado de que Eren se comporte de manera civilizada.
El mocoso se niega a ponerse de pie o cubrirse con algo de ropa, cada vez que intento levantarlo a la fuerza patalea y grita, me mordió dos veces dejando una cicatriz en mi mano.
He comprado ropa de su talla, pero Eren la desgarra toda con los dientes y garras, hasta convertirlas en harapos.
No sé si es humano.
No sé qué es.
La primera noche logré sacarle el dildo con cuidado, también las correas y el collar. Los tiré a la basura, me es imposible saber quien pudo hacerle eso al mocoso.
Ahora Eren se encuentra durmiendo en el suelo, con una camisa deportiva grande, que es lo único que se digna a no romper.
Es un insulto a mi dignidad, ayer lo encontré mordisqueando mi teléfono hasta sangrarse las encías.
Toda su dentadura fue reemplazada, le afilaron los caninos y moldearon los demás dientes. Las garras fueron tratadas a mano, eso al menos tiene solución, pero su forma de comportarse sigue siendo extraña.
El único gesto humano que demuestra es sonreír como un idiota e ir al baño, lo cual me costó mucho enseñarle. Se niega a dormir en el dormitorio de huéspedes y lo encuentro recostado junto a mi puerta casi todas las mañanas.
No sé qué hacer con el mocoso.
Algo me impide entregarlo a la policía.
Ƹ̴Ӂ̴Ʒ
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Mis vacaciones adelantadas terminaron el día de ayer, para entonces tomé una decisión drástica.
Le pedí a Erd y Gunter, los empleados del almacén, que vinieran a mi casa está noche.
Ninguno de los dos pudo negarse, pero la sorpresa en sus caras, cuando vieron a Eren, me hizo cambiar de parecer por un momento.
—Levi, encontraste un novio —me dijo Gunter tratando de calmarse al ver al mocoso gateando hasta sus piernas.
—Necesito que hagan algo por mí
—¿Qué?
—Uno de ustedes lo sujetará por la espalda y el otro por los tobillos, luego tiraran de el con fuerza hasta que logre ponerse de pie.
Ambos palidecieron al escuchar eso, no pude explicarles que Eren es incapaz de ponerse de pie porque sus rodillas están dobladas todo el tiempo. Se niega a cambiar de posición. Es lo único que puedo hacer por él.
Gunter duda por un momento, pero luego se acerca a Eren y pasa los brazos por debajo de la axilas del mocoso para levantarlo.
Eren jadea con fuerza al intentar liberarse, pero Erd lo sujeta por los tobillos como he ordenado y estira solo un poco, quizá con demasiada rapidez.
Lo que pasó luego fue perturbador.
Eren abrió la boca para ponerse a gritar como un loco, sollozó con fuerza hasta que su voz quedo ronca por el esfuerzo. Las lágrimas le caían por los ojos y tuve que golpear su nuca para que pueda desmayarse y terminar con el dolor.
No puedo llevarlo al hospital, Erd y Gunter prometieron no decir nada pero se negaron a volver en un futuro, siento que debo cuidar de Eren.
Sus piernas convulsionan de vez en cuando, tengo que entablillárselas para que no se haga daño. Mueve la cabeza al despertar y chilla tan solo verme, intenta arrastrase lejos pero no puede, tengo que forzarlo para que vuelva a la cama.
Él se encoje al igual que un niño a punto de ser golpeado. No entiende mis palabras, tampoco deja de temblar hasta que me haya retirado lo suficientemente lejos.
Cuando trato de acercarme grita o trata de morder mi mano.
Estoy nervioso, eso no es bueno.
Los pensamientos de llamar a la policía vuelven a mi cabeza con más fuerza que antes, pero si lo hago también tendré que explicarles porque lo retuve en casa por tres días y como es que el mocoso no puede decir una sola palabra o entender lo que le digo.
Sus ojos verdes me miran con terror, las pupilas dilatadas tratan de mostrar valentía pero sé que esta aterrado por lo que hice.
La fractura comienza a hincharse y Eren se lamenta en voz baja, cierra los ojos para olvidar el dolor y olvidarme a mí.
No sé quién es este mocoso, porque se comporta de esa forma, ni porque apareció en mi vida.
Solo sé que es molesto, su maldita actitud me molesta. Yo solo trato de ayudarlo, lo tengo bajo mi techo y le di de comer, pero a cambio no mostro gratitud alguna.
No puedo soportarlo más.
Mi pulso se acelera al verlo indefenso, tan torpe y estúpido. No entiende que si no enfría la hinchazón va a dolerle más.
Odio a la gente que no entiende nada, no puedo creer que haya acogido a alguien como él en mi casa. No puedo creer que toda mi paciencia se haya ido al carajo por esa anormal actitud que tiene Eren.
Odio su mirada, en lugar de odio encuentro temor, en lugar de reclamos está llena de miedo.
Quisiera echarlo a patadas de mi cama, y quisiera echarlo a la calle, cerrar la puerta y fingir que nada de esto paso jamás.
Volver a mi seria y correcta vida.
—Ponte de pie —le siseo acercándome.
Ya sin fuerzas, apenas puede gruñir bajito y arrastrase unos centímetros lejos de mí.
—Levántate —sujeto su muñeca obligándolo a salir de mi cama, ya no me importa hacerle daño. Lo llevo a rastras hasta la puerta continua a mi habitación, ahí está el baño.
Eren chilla una vez más, pero logra sostenerse sobre las plantas de los pies.
No me importa en lo absoluto, lo lanzo bruscamente hacia adelante y abro el grifo activando el agua fría.
Eren trata de librarse de mí, quiere correr pero logro detenerlo abrazándolo por la espalda. Ambos caemos al suelo en el momento exacto cuando una lluvia de agua congelada baja sobre nuestras cabezas empapándonos por completo.
Eren comienza a llorar.
PROXIMO CAPITULO: Ladra
Quizá no se trate del final feliz, quizá se trate de la historia.
Dedicado a Ame 8910
Solo tendrá 8 capítulos.
ADVERTENCIA: Ninguno muere pero eso hubiera sido lo mejor.