Chapter 8: ¿Por qué es tan misterioso?
P.O.V Astrid
-¿No puedo estar un solo día tranquila?- Mi mente esta confusa, salgo de mi casa y la primer impresión que obtengo del día es un castaño peleando verbalmente con un gigante rubio de dos metros mientras a unos metros se encuentra un coche deportivo... ¡basta de sorpresas!... tomo mis cosas, dejo salir un suspiro y sigo mi camino, siento como el oji-verde busca mi atención, pero no necesito más distracciones para que me sigan haciendo dudar de mí ya nublado juicio.
¿Qué es lo que le vi a ese sujeto?... ¿El físico?... ¿La personalidad?, aun no lo comprendo, nunca he juzgado a los demás por su apariencia y su comportamiento conmigo es tan indeseable, que estoy segura que de un momento a otro perderé la cordura y me lanzare a su cuello para estrangularlo. Debo pensar en donde esconder el cuerpo y como… me he alejado de lo inicial.
Creo que es… su locura, ¿Su actuar despreocupado?, ¿su poca decencia verbal?, ¿su porte de caballero que es más falso que la peluca que usa nuestro maestro?... No… es todo junto y a la vez separado, es su misterio.
He llegado a la escuela sin darme cuenta, de nuevo he pensado en el mientras iba de camino, necesito darme una reprimenda mental pero no estoy de ánimos. El reloj marca las 6:45, he llegado más que a tiempo, por ahora solo tengo ganas de llegar al salón, pero sé que como siempre estará Tilda más que lista para molestare durante las siguientes ocho tortuosas horas de clases, acerca de cómo dentro de su ilusa imaginación yo tengo un descarado romance con el chico que vive a lado mío.
Elimino de mi mente la opción de ingresar al recinto y tomo la ruta que más me convenció, di la vuelta por el área poco concurrida de la escuela, subí por unas rejas traseras y entre por una ventana a un cuarto cerrado que con anterioridad hacia función de laboratorio de usos múltiples, donde cuando me aburro paso el rato, dentro de este tengo un reproductor, un poco de ropa para cuando sucede algún percance. Este lugar es mi favorito, dentro de aquí nada ni nadie puede molestarme.
Me siento en la silla que seguramente antes usaba el profesor puesto que es la más cómoda, y sin darme cuenta ya son las 7:56, me he quedado dormida… bueno solo he perdido la primera hora. Antes de poder reaccionar, veo como un chico de rojos cabellos está observándome, su mirada es cálida, pero a la vez desafiante… carece de ese aire que tienen los chicos de mi edad, el solo su presencia es de alguien centrado pero antes de sentir temor de él siento… ¿curiosidad?.
-Creo que este no es el salón de clases… ¿O acaso tu eres la profesora?- Dijo en tono burlón aquel pelirrojo.
-No lo soy… pero eso no significa que puedas llegar con esa actitud pedante, ya que tú tampoco estas en clase- Conteste tajante, aunque no era lo que realmente quería hacer.
-Soy nuevo aquí, así que me he perdido… pero perdóname por lo de antes, es solo que es inusual ver un salón con una chica tan bella dormida, hasta pareciera que yo podría ser su príncipe-
-¿Y quién crees que te ha dado el permiso de adjudicarte tal título?-
No podía creerlo, el chico de manera autoritaria se acercó lentamente pero aun así, yo sentía que no podía moverme, rápidamente coloco su mano sobre mi cara y deslizo sus dedos sobre mi mejilla, el tacto era diferente, no lo deseaba, pero no podía separarlo de mi… mientras sus labios se acercaban a los míos yo solo podía sentir que algo no estaba bien.
Cuando un estruendo sonó de la nada… siento como un brazo rodea mi cintura y me jala hacia él, mi cuerpo se jacta de la sensación, el aliento que roza la parte posterior de mi oreja, el olor indescriptible que me ha tenido en la ruina los últimos días.
Parece que él había entrado por la ventana, así como lo hice yo.
-Sabes chico, aunque tu fueras el príncipe que quiere llegar a la princesa… yo soy el dragón que la resguarda en la torre, creo que ahora entiendes cuál es tu posibilidad de llegar a ella-
Sin duda alguna reconocí la voz, Hipo se encontraba abrazándome por la espalda con una actitud felina, su mirada era seria y su agarre fuerte, pero aun con eso sentía la sensación amable del contacto.
-Solo debo deshacerme del dragón y salvar a la dama cautiva, ¿no?-
-Inténtalo...-
Antes de dejarlos armar un numerito actué…-¡NO SOY NADA DE USTEDES IDIOTAS!- Con esto di una patada al chico que esta tras mía, dejando caer en el suelo adolorido, no era una caída estruendosa y nunca dejo de sonreír pero podía notar que le había dolido.
-NO SOY UNA PRINCESA, SOY UNA GRAN GUERRERA ASI QUE DEJEN DE ESTAR HABLANDO DE TENERME POR QUE NO SOY SU BURLA NI OBJETO, PRIMERO A TI NO TE CONOSCO Y NO SE COMO TU LLEGASTE AQUÍ ASI QUE LARGUENSE AHORA- Después de haber gritado todo eso, y que los chicos volvieran en si por la impresión de lo que acababa de hacer se creó un silencio un tanto incómodo.
El chico de cabello rojizo y el castaño soltaron una pequeña risa lo cual me molesto al punto de que ahora si iba a matarlos a ambos.
-Sabes… Ahora veo que no puedo ser tu príncipe, pero tal vez si pueda ser algo tuyo, no me rendiré contigo, por cierto mi nombre es Zach.-
El chico me sonrió y se fue, aun enojada busque a Hipo y le di un golpe al estómago, este de manera extraña se acercó y me abrazo.
-Me alegro que no pienses mal de mí por lo de esta mañana, aunque sabes, ese golpe dolió mucho, parece que en ningún momento necesitaste protección-
-Al menos no a tuya-
-Pues ahora lo harás… yo soy el dragón y tú la guerrera, veamos quien acaba con el otro primero-
Un leve sonrojo se presentó en mi cara, ese tono seductor era eficaz conmigo aunque lo odiara.
-Como sabias que estaba aquí… ¿me estabas acosando?- Dije para darme un poco de calma y darle la vuelta al marcador.
-Claro que sí, no puedo estar sin saber de ti-
-Cállate, y vamos al salón… ¿qué excusa usaste para salir del salón?-
-Ninguna, le dije al maestro que tenía mejores cosas que hacer y me largue… tengo una idea, mejor vamos a otro lugar-
Antes de responder, él se acercó a mi como lo había hecho Zach, pero esta vez Ni siquiera me percate de nada hasta sentir el contacto de sus labios con los míos, una sensación agradable, ligera, algo que sentía se volvería mi adicción.
-Yo si terminare lo que el príncipe de cuarta no pudo hacer- Me dijo con una voz tierna y a la vez característica de él.
-¿Por qué tienes que ser tan misterioso?-
El solo tomo mi mano y con una sonrisa me llevo de nuevo hacia uno de sus retorcidos planes. Aun no lo comprendo del todo y Ni siquiera conozco una cuarta parte de él, pero sé que me he enamorado de un chico complicado.
Continuara…
Aunque no lo parezca, he vuelto, me disculpo por haber tardado tanto, tuve muchas dificultades para volver a retomar los fics por culpa de la escuela, sin embargo un poco de inspiración llego y decidí seguir con los pendientes, tal vez no lo había mencionado, pero no pienso dejar inconcluso ningún proyecto, ni aunque me quede sin ideas como me ha pasado ya muchas veces.
videl.S.S: A pesar de que tardé en publicar, te aseguro que no lo dejare incompleto, por cierto gracias por comentar.
UnbreakableWarrior: Gracias, la verdad ese tipo de comentarios me animan.