Disclamer: Los personajes de Tinkerbell que aparecen en las películas, libros no son de mi propiedad, pertenecen a Disney.

Esto no estaba en mis planes, pero no pude evitar hacerlo al re-leer Ella.

Final alternativo para este grandísimo fic, partiremos desde el sábado por la tarde, después de que Tink se marchara del vestidor del Skating (capítulo 6). Voy a darle un buen final más realista.

Ella.

Capítulo 6.1: Amor imposible.


[Periwinkle]

·¡Joder! Ha apagado el móvil· estábamos en el hotel y ya perdí la cuenta de las veces que la llamé.

"Peri, deja, ya, el puto, móvil, ella ya ha tomado una decisión, acéptala de una vez" pero no estaba dispuesta a rendirme.

·Déjame en paz, no es asunto tuyo· me puse a enviar mensajes de texto de pago, como se hacía antes. Tink, llámame por dios | Necesito verte, lo nuestro no puede terminar así | Por favor, no me hagas esto, te quiero | Dime que al menos vendrás mañana, por favor | Slush me dijo que sentías algo por mí, no puedes hacerme esto | Al menos seamos amigas, desbloquéame de whatsapp | Estoy en el Palace, habitación 563, ven cuando quieras | Dime que no te has deshecho de la pulsera.

"¡Para! No me hagas quitarte el móvil, ¿es que no ves que la estás torturando?"

·¡Cállate! ¡La estoy intentando convencer!· Sé que hay algo especial entre nosotras | El lunes vendré a verte en el trabajo | No p-

"Basta, dame el móvil"

·¡No!·

"¡DAME EL PUTO MÓVIL PERIWINKLE!" encogí los hombros instintivamente frente ese grito. Se lo di y se lo guardó en su bolsillo. Después de eso me fui al baño y cerré la puerta con llave. Tenía todo el maldito mundo en mi contra, nadie me apoyaba, ni siquiera él. Mi corazón gritaba que fuera a por ella pero mi cabeza me estaba matando por dentro. No podía más, tenía que desahogarme de alguna forma.

·¡AAAAAAH! ¡JODEER!· por poco le pego un puñetazo al cristal. Me senté en la taza del váter para calmarme y me inundé de recuerdos de Tink al ver esa pulsera. Tenía que encontrarla, tenía que hacer lo imposible para estar con ella, tenía que ir a buscarla.

Salí del baño y fui directa a la salida, pero la puerta no se abría.

"¿A dónde crees que vas?"

·Ábreme la puerta·

"No"

·Joder Slush, ¿porqué eres tan tocapelotas? Déjame hacer lo que quiera·

"Ven aquí. Ven aquí y siéntate" tenía más que claro lo que iba a decirme, pero tampoco es que pudiera hacer nada sin la tarjeta de la habitación. Me acerqué al sofá y me senté de mala gana "Recuerdas a Qana ¿verdad?"

·Tink no tiene nada que ver con ella, no e-·

"¡Déjame hablar!, tenías diecisiete años pero recuerdo muy bien lo que dijiste. Dijiste que no volverías a patinar si eso significaba estar sin ella, que querías quedarte en Francia para siempre y que te dejara en paz, que desapareciera…"

·Sí, ¿y?·

"Ya eres mayor Peri, tienes el derecho de tomar tus propias decisiones y el dinero para hacer lo que quieras. Toma, tu móvil y la tarjeta del hotel. Si sales por esa puerta entenderé que quieres cambiar tu vida y dejar el patinaje artístico profesional, no volveré a tener nada que ver contigo y serás libre de hacer lo que te plazca. Con unas llamas puedo cancelar los eventos si eso es lo que quieres. Elige" me quedé pálida, inmóvil y sin palabras. Era increíblemente tentador, era lo que me pedía el corazón y lo que tenía que hacer para recuperar a Tink, pero…

Por otro lado tenía dieciocho años invertidos en mi pasión, incontable experiencia, reconocimiento mundial, un buen sueldo y Slush. Él, el impecable fiel compañero con el que llevaba seis años, con el que había pasado mil historias de todo tipo, con el que pese a todos los dolores de cabeza que le di siguió a mi lado, siempre ayudándome y apoyándome. Nos vimos crecer día a día y no era una amistad que podía terminar fácilmente.

Lo pensé, le di vueltas y vueltas pero no fui capaz de tomar una decisión.

·Y-y-yo… no puedo… elegir· me saltaron algunas lágrimas al verme atrapada en el medio de la nada, no podía escoger ninguno de los dos caminos, los dos iban a acuchillarme el corazón de una forma u otra.

"Ven aquí" me abrazó y me puse a llorar por todo lo que estaba pasando, tenía un constante dolor en el pecho como si fuera una espina clavada que no sabía cómo quitarme. Tras un par de minutos entre sus brazos, conseguí calmarme un poco "Voy a por un vaso de agua" miré si tenía alguna respuesta de ella pero nada, me ignoró por completo. No entendía cómo podía pasar de mí de esa forma, no me lo esperaba.

·Gracias· me sentí mejor al beber. Decidí que si ella no quería saber nada de mí, no podía hacer más que olvidarla, tendría que pasar los días como fuera para salir de Barcelona lo antes posible, tendría que borrarla de mi mente y tendría que hacerlo cuanto antes. No sería para nada fácil, pero si eso era lo que ella quería, tendría que aceptarlo.

"¿Ya estás mejor? En media hora iremos a buscar a tus padres, ¿quieres que lo aplace?"

·No… Estoy bien· me levanté del sofá y viendo que ni siquiera me había mandado un correo, tiré la pulsera a la basura. Después abrí el portátil decidida a borrar las fotos que me descargué de ella y fui a por mi móvil para borrarlas allí también. De repente vi que tenía un vídeo suyo del vestuario. Mi cabeza se bloqueó al tener el botón de reproducir y de borrar en la misma pantalla, no sabía qué hacer. Terminé reproduciendo el vídeo por instinto.

·No lo dudes. ¿Te lo has pasado bien?·

"Por supuesto, no pensé que tendríamos la pista solo para las dos… Ahora me arrepiento de no haber ido antes. ¿Me estás haciendo una foto?"

·Es un vídeo hehe, ¿algo que declarar?·

"Voy a echarte de menos… cuando te vayas" me arrepentí al momento de no haberlo borrado, me entraron muchísimas ganas de estar con ella, demasiadas.

"Peri… tómatelo con calma ¿quieres?" dijo apagando la pantalla del teléfono "¿Te apetece hablar?"

·No hay nada de qué hablar…· borré ese vídeo dispuesta a no dejar rastro de ella en ninguna parte y borré la conversación de Whatsapp también, junto con los correos que me envió. Después de eso fui al baño para arreglarme, tenía una pinta horrible.

Eran las ocho menos veinte cuando conseguí que el maquillaje ocultara mi tristeza, mis padres estaban al caer.

·Slush, vámonos· él no daba crédito a mi comportamiento, pero no podía seguir siendo una niña estúpida y caprichosa, tenía que madurar de una vez y aprender que en la vida no siempre se gana.

Fuimos a esperarlos en la estación de tren de alta velocidad, y yo, más seria y callada que nunca, me entretuve como pude para no pensar en ella.

"¿Estás bien Peri? ¿Necesitas algo?"

·Estoy bien, deja de preguntármelo· respondí seria y tajante.

A los cinco minutos llegó el tren y con él mis padres. Me mataron a besos y abrazos, y me relajé un poco al estar con ellos después de tanto tiempo, pero por dentro seguía batallando contra mis sentimientos.

Más o menos logré disimular mi estado de ánimo y nos fuimos a cenar a un restaurante de lujo.

Sólo quería volver al hotel y echarme a la cama cuanto antes, no estaba de humor para quedarme charlando con ellos después de la cena, así que cuando terminamos, puse la excusa de que estaba agotada y necesitaba descansar para la exhibición de mañana.

Aún así tuve que aguantarlos hasta llegar al hotel ya que también habían cogido una habitación allí. Las dos horas que estuve con ellos se me hicieron eternas y al final no pude evitar pensar en ella.

Ya por fin en mi cama y con mi pijama puesto, reflexioné sobre qué era lo que realmente quería hacer con mi vida. Aún tenía carrera para diez años como mínimo, pero ese ritmo de vida acabaría destruyéndome si no hacía algo al respecto. Necesitaba un respiro, unas vacaciones, un tiempo para descansar y relajarme en algún lugar tranquilo.

Me puse a pensar en dónde podría ir para pasar una temporada, algún lugar con playa, buen clima, con poca gente… y Tink volvió a golpearme el alma al imaginar lo maravilloso que sería viajar con ella.

Tuve que levantarme para beber agua y refrescar mi mente. Vi que Slush aún seguía despierto, pegado al ordenador.

·¿Viendo porno gay a estas horas?·

"Exacto, me has pillado con la chorra en mano. ¿No puedes dormir?"

·Lo conseguiré, no hace falta que me cantes una nana· volví a la habitación y me entró curiosidad por saber qué estaba haciendo con el ordenador, me pareció ver el nombre de Tink en su pantalla.

Miré el historial del navegador del ordenador desde el móvil, al parecer llevaba media hora entre páginas de redes sociales, búsquedas de direcciones, números de teléfono, familiares y otras cosas extrañas relacionadas con ella.

¿Qué está haciendo? Le envié un Whatsapp diciendo, Deja de buscar cosas de Tink y vete a dormir con una cara enfadada al final como hizo conmigo la noche anterior conmigo.

Di un par de vueltas en la cama intentando de todo para dormir pero tenía su nombre grabado con fuego. Eran las doce ya y tenía que hacer lo que fuera para olvidarme de ella, me estaba dando dolor de cabeza y todo.

Fui a la habitación de Slush para que me ayudara.

·¿Estás despierto?·

"Quieres que te cante una nana, ¿a que sí?"

·No, ¿tienes pastillas o algo para dormir?·

"Si, siempre tengo cloroformo, tranquilizantes, un libro de cuentos para leerte… elige"

·Muy gracioso, me parto contigo. ¿Vas a ayudarme o qué?·

"Veamos, ¿porqué no puedes dormir?" me molestó que tuviera que decírselo a estas alturas.

·¿Tú qué crees? No puedo dejar de pensar en Tink·

"Bien, entonces no intentes dejar de pensar en ella, deja que fluyan tus pensamientos y hasta puede que tengas un buen sueño. Si los bloqueas lo único que conseguirás es frustrarte y ponerte más nerviosa. Prueba a relajarte"

·¿En serio? ¿Este es tu remedio?·

"Hazme caso, tarde o temprano te quedarás dormida, ya verás. Eso sí, nada de masturbarse"

·Te odio…· volví a la cama y puse en práctica su estúpido consejo. En nada, mis recuerdos de ella ocuparon toda mi mente, esos buenos momentos que pasamos juntas, esa primera vez que la vi… Repasé lo que recordé de nuestra conversación, recordé sus fotos, sus publicaciones de Facebook y sin darme cuenta casi por arte de magia, caí dormida.

Soñé que estábamos en un gran lago congelado, en una especie de valle cubierto de nieve. Allí, Tink y yo patinábamos juntas, sin nadie que nos molestara. Hacíamos el cisne cogidas de la mano y entonces nos poníamos a volar con unas preciosas alas que se desplegaban detrás de nuestra espalda. Fue un sueño increíble, nos divertíamos, volábamos por esos preciosos blancos paisajes sin preocupaciones, con total libertad, y justo cuando íbamos a besarnos debajo de un gran árbol congelado, desperté.

"Vamos, levanta"

·Hmm… joder, ¿por qué me despiertas en la mejor parte?· sonreí al recordar el sueño, quise volver a dormir para vivir aquel beso, aunque no fuera real.

"Venga, vístete que tenemos que irnos"

·¿Hoy no me traes donuts?·

"Espabila, venga, no me hagas esperar" me vestí repasando el sueño una y otra vez para no olvidarlo, imaginándome como podría haber terminado, hasta que recordé que tenía que olvidarme de ella de una vez. Me puse de mal humor.

Fuimos al ascensor pero Slush picó la planta del parking en vez de la del restaurante.

·¿Hoy no desayunamos o qué? ¿Tan tarde es?· miré la hora en el teléfono y vi que era más temprano de lo que esperaba. No tenía mensajes nuevos.

"En el hotel no. Te llevaré a un sitio especial"

·¿Me llevas al Dunkin' Donuts

"No señorita donuts, pero supongo que allí venderán" subimos al coche y tras diez minutos aparcamos en una calle al lado de un encantador Audi fucsia muy chillón.

·¿Ves? Éste coche deberías de haber alquilado y no éste mercedes tan soso…·

"Increíble, tenéis exactamente los mismos gustos"

·¿Eh?· no me aclaró su comentario, tampoco quise insistir. Entramos en esa cafetería y fui directa a la vitrina para ver los dulces recién hechos.

"¿Qué te pongo?"

·Hmm… Un café con leche y uno de esos donuts de chocolate por favor· al menos un donut me iba a subir un poco los ánimos.

Cuando me di la vuelta, me sorprendieron mis ojos azules favoritos. Casi me da algo ·¡T-TINK!· por un momento pensé que nos habíamos encontrado por casualidad, que había sido obra del destino, pero luego comprendí que era cosa de Slush.

Me quedé pasmada sin entender por qué estaba ahí, pero no podía estar más contenta de volver a verla.

"¿Vamos a sentarnos?" no podía apartar la mirada de ella, la repasé de arriba abajo para memorizarla por si era la última vez que nos veíamos. Evadió la mirada en todo momento hasta que nos sentamos cara a cara, con el responsable de todo esto a mi lado.

·Tink… ¿qué-·

"Lo siento Peri, yo… No sé muy bien como decirte esto…" dime que me quieres. Se echó las manos a la cara un momento y suspiró, parecía estresada y sus ojeras no le favorecían "No debí haberme ido de esa forma, lo siento" me está pidiendo perdón "Estaba hecha un lío y la verdad es que…" la corté, quería confirmar que venía para quedarse conmigo.

·¿Leíste mis mensajes?· su rostro me lo afirmaba, no podía estar más ilusionada por ello.

"S-sí…" esperé que me correspondiera a ellos, pero por su expresión intuí que no estaba allí para reconciliarnos "Escucha, quería verte por que necesitaba despedirme de ti debidamente, me sentía mal conmigo misma después de… lo que pasó" se detuvo al quedarse mirando mi mano.

La escondí al darme cuenta, pero ya era demasiado tarde. Ella sí que llevaba la pulsera y me sentí fatal por eso.

·L-la tengo en el hotel· mi triste excusa no sirvió de mucho.

"Mira, gracias por pasar tu tiempo conmigo pero lo nuestro no puede funcionar de ninguna manera, supongo que lo entiendes" no quise creer que esa respuesta fue por no llevar la pulsara, tampoco quise creer que lo decía en serio.

·E-espera, no puedes haber venido sólo para despedirte de mí… No quiero que esto termine… Y sé que tú tampoco…· era como si pudiera escuchar sus sentimientos, ella me quería, tenía tan claro que quería estar conmigo que no entendía por qué me rechazaba.

Al ver que ninguna de las dos decía nada, intervino Slush.

"Anoche me llamó diciendo que no merecías que se fuera de esa forma. Sé que es duro para las dos pero es lo mejor que podéis hacer. Gracias por venir hasta aquí Tink, de veras, ha sido todo un detalle"

·¿Estás segura? ¿Ni siquiera vamos a ser amigas…?· me alegró verla dudar tanto cuando nuestros ojos se encontraron, por desgracia al final asintió desviando la mirada ·¿Por qué mientes…? Dime que al menos vas a venir a la exhibición, por favor·

"No… Me gustaría, pero no creo que debamos volver a vernos, es lo mejor ¿no?" miró hacia Slush, humedeciendo mis pupilas.

Iba a hablar, pero la camarera me interrumpió.

"Aquí está… tú café y tu donut, buen provecho" me dio el tiempo suficiente para pensar en algo.

·Pues no estoy de acuerdo contigo. Me parece estupendo que hayas venido para decirme adiós pero me niego a creer que estés aquí sólo para eso. Sé que sientes algo por mí y yo jamás había querido tanto a alguien en tan poco tiempo. Hay algo especial entre nosotras dos y lo sabes, no me jodas… Al menos dime que seguiremos siendo amigas o algo, no me dejes tirada de esa forma, no antes de una exhibición· estaba a punto de ponerme a llorar, cada palabra me dolía y le di un mordisco al donut para tratar de calmarme.

"No puedo ser tu amiga, ¿es que no lo ves? Y claro que quiero estar contigo, pero es que no quiero cogerte cariño sabiendo que te irás en nada. Es que te vas a Finlandia este puto miércoles, ¿qué pretendes que haga?" ella también estaba al borde del llanto.

·Pues a la mierda Finlandia, a la mierda el patinaje, ¡me quedo aquí y ya está! ¡Problema resuelto! ¡Quiero estar contigo joder! ¡Estoy harta de todo esto!· me levanté dispuesta a dejarlo todo por ella. Por desgracia, Tink se puso en pie mirando hacia la ventana.

"Lo siento, no puedo permitir que hagas esto, es… No puedo Peri. Lo siento" y empezó a irse. Fui detrás de ella, intenté detenerla cogiéndole el brazo pero se resistió y terminamos saliendo de la cafetería dando un espectáculo.

·¡Tink por dios! No dejes que esto termine así· la agarré fuerte para darle la vuelta al salir ·¡Tink!·

"¡Basta! No lo hagas más complicado de lo que ya es, ¿¡porqué insistes tanto!?"

·¡Porque te quiero! … Y quiero estar contigo… aunque sólo sean unos días…· me quedé sin fuerza después de decir eso, dejando que unas lágrimas me adornaran las mejillas, entonces me abrazó durante unos segundos sin decir nada, sintiendo la rabia en su fuerza, queriendo pasarme el resto de mi vida entre sus brazos.

"Te echaré de menos… ya lo sabes. Ojalá nos hubiéramos conocido en otras circunstancias" cuando quiso alejarse la agarré para que no se separara de mí "Peri… tienes una exhibición que dar. Esfuérzate ¿quieres?" dijo entre sollozos.

·Si te vas la cancelo·

"Por favor Peri… no me lo pongas más difícil" antes de que fuera demasiado tarde, me lancé a sus labios para besarla al menos una vez.

Lo que esperaba que fuera un beso de película, se quedó en un horrible beso mal dado en la mejilla por haber apartado la cara. Me hizo una rabia inmensa no poder probar sus labios después de todo.

Slush me rodeó con sus brazos desde atrás dándome un beso en la cabeza mientras Tink se alejaba dando pasos hacia atrás, con una falsa sonrisa y unos ojos llorosos que no quería perder.

·¡TINK! ¡Vuelve!· se fue ·Vuelve…· y la perdí de vista.

"Entremos, venga" me daba hasta vergüenza haber hecho el ridículo intentando besarla, analizándolo bien, todos los que estaban cerca de la entrada me podrían haber visto y eso me cabreó aún más. Fui a la mesa a paso ligero y devoré el donut en segundos para coger fuerzas, con un dolor en el pecho que me provocó un escalofrío. Quería llorar como una niña pequeña y caprichosa.

Me sentía observada, rechazada, encadenada y maltratada. Quería que estallara una bomba que acabara con ese sufrimiento.

Con la boca llena y en un último intento por mantener la poca esperanza que quedaba dentro de mí, salí de la cafetería corriendo a por ella. No podía dejar que eso terminara así, pero la vi con ese Audi pasando por delante de mí, perdiéndose entre ese laberinto de calles. Quise haber subido en el coche con ella, abandonando mi carrera, consiguiendo la vida y libertad que Tink tanto me hizo desear.

Quise cancelar el evento para demostrarle que no mentía, pero eso no iba a servir de nada, sólo empeoraría las cosas.

"Siento que esto tenga que terminar así… Pensé que podría cambiar de opinión pero…"

·Déjame. No quiero hablar del tema. Vámonos·

"Voy a pagar" lo esperé fuera, pensando en qué podía haber hecho para evitar que Tink se largara.

Cualquier cosa relacionada con la pista iba a recordarme a ella por la tarde que pasamos el día anterior y eso no iba a ser bueno. Aún así tenía que hacerlo, tenía que seguir mi camino, cumplir con mis deberes y avanzar sin mirar hacia atrás, por muy difícil o doloroso que fuera.

O no.

Ayer por la tarde Slush me dio a elegir y tenía razón, podía escoger el camino que quisiera, era lo suficientemente madura como para tomar una decisión y si quería dejar de patinar, tan sólo necesitaba decírselo.

Cuando subimos al coche, en medio de un silencio sepulcral, se lo dije.

·Esta va a ser mi última exhibición·

"Ya, claro, como si no te murieras de ganas de patinar con el vestido que te diseñó Tink" aunque era cierto, tenía más ganas de estar con ella.

·Yo ya te he avisado, luego no me vengas con tonterías· era arriesgado, nada me garantizara que ella querría estar conmigo al final, pero al menos ya no tendría una excusa que poner.


[Tinkerbell]

Cuando entré en el coche me puse a darle golpes al volante como una histérica. No quería que acabara de esa forma, no era mi intención pero Slush no me dejó otra salida. Peri sería capaz de colgar los patines por mí y eso era justo lo que su mánager no podía permitir.

Me hubiera gustado que nos hubiéramos hecho amigas e incluso algo más que eso, pero el estúpido de Slush no me lo permitió.

Encima me aparté cuando quiso darme un beso, me supo fatal por ella. Sentí que si nos hubiéramos besado todo habría terminado de otra forma.

Me fui de allí cabreada conmigo misma, con la entrada estándar que me dio Slush para no tener que encontrarme con ella ni con sus padres. Lo único que me quedaba de ella era ir a verla en su exhibición, a no ser que lo que dijo iba en serio y la cancelara, lo cual me sacaría de quicio.

Como aún faltaban un par de horas para las diez, decidí ir a la playa para tranquilizarme, necesitaba un poco de paz y sobre todo necesitaba pensar. Cogí la toalla que llevaba en el coche y me tumbé en la arena para escuchar las olas. Me imaginé pasando el rato allí con ella, divirtiéndonos en el agua y compartiendo la toalla juntas. Había muchas cosas que me gustaría hacer con ella, pero no podía hacer ninguna de ellas. Su mánager tenía razón, ella era inalcanzable para mí, nunca podría ponerme a su altura.

El tiempo me pasó volando imaginando mil escenarios con ella y se me hizo tarde. Volví rápidamente al coche y fui a toda prisa para el Skating. Fue imposible aparcar, así que tuve que correr unas cinco manzanas. Ya eran pasadas las diez y la exhibición debía de haber empezado. Me arrepentí de haber ido a la playa aunque eso dio calidez a mi corazón.

Por suerte no tuve que hacer cola. Entré desde las gradas de media altura y aluciné con la de gente que había allí. Estaba todo lleno, el espectáculo de luces y música era asombroso, todas esas personas estaban allí para verla, aplaudiendo cada una de sus maravillas.

Logré sentarme en mi sitio junto a un grupo de alemanes eufóricos y me quedé viéndola con la boca abierta. Era hipnótica, sus movimientos, sus saltos, su concentrada expresión y profesionalidad me dejaron impresionada. Entonces entendí por qué no podía dejar que dejara el patinaje, era una diosa que volaba por encima del hielo, capaz de enamorar a cualquiera.

La hora que duró la exhibición se me pasó en segundos. Cuando terminó casi me quedo sorda por los aplausos y gritos de toda gente, y no fue para menos, su impecable arte junto con la música, la iluminación y el ambiente, nos cautivó a todos, fue un espectáculo en mayúsculas.

Después de irse y dar por finalizada la actuación me sentí triste, pero entonces dijeron por los altavoces que Peri diría unas palabras. Apareció minutos después en el centro de la pista con un micrófono en mano, me alegré mucho de verla otra vez en la pantalla gigante. Se hizo silencio absoluto cuando empezó a hablar.

"Muchas… muchísimas gracias a todos por haber venido hoy hasta aquí, sé que hay algunos que vienen de muy lejos, de países como Francia, Italia o Alemania, así que pido un aplauso para todos ellos" los alemanes de mi lado se volvieron locos "Doy gracias también a todos lo que me han apoyado y al increíble equipo que ha hecho todo esto posible, un aplauso por ellos también. Por último y no menos importante, doy gracias a mi familia, mis amigos, mi entrenador y a Slush, que no sé qué haría sin él. Me encantaría quedarme más tiempo en Barcelona, adoro esta ciudad y ahora más que nunca… Por lo que voy a hacer algo que no estaba planeado, espero que me salga bien…"

Por un momento pensé que iba a dedicarme unas palabras, pero era absurdo después de lo que pasó, el dolor que sentía en el pecho era desgarrador, cada vez que pensaba más en ella tenía más ganas de estar a su lado.

Todos nos quedamos intrigados por saber qué iba a hacer. Después de dejar el micro en un rincón se puso a patinar como si nada. Hizo el cisne y la canción de la oreja de van gogh me vino a la mente. La expectación era máxima, quise creer que iba dedicado a mí pero no estaba segura. De repente, sin música, con toda la pista iluminada, un silencio abrumador y muchísima expectación, hizo el huracán, al igual que el día anterior.

Tuve que taparme las orejas por la tremenda locura que se desató en las gradas, Slush no mentía cuando dijo que era un movimiento muy especial, todo el estadio la aclamó. Volvió a hacerse con el micrófono, esta vez para batearme el corazón.

"Se… se lo dedico a una persona muy especial para mí, ojalá estuviera aquí para verme pero… En fin. ¡Gracias! ¡Gracias a todos!" lloré sabiendo que me lo había dedicado, todo el mundo aplaudía como loco. Casi ni me lo podía creer, quise saltar a la pista para abrazarla.

·¡Peri! ¡PERIII! ¡PERIII!· grité con todas mis fuerzas como si fuera a oírme con todo el caos que había. Tenía que ir a por ella.

"Una última cosa…" todos silenciaron para escuchar sus entrecortadas palabras, estaba a punto de llorar, podía sentirlo en su voz "Este… Este ha sido mi última exhibición… Voy a retirarme de toda competición porque he conocido al amor de mi vida y no dejaré que se marche, así que no volveré a patinar" su sonrisa y sus lágrimas se reflejaban en mi cara. Nadie daba crédito a lo que estaba pasando, mucho menos yo, que era la culpable de eso.

Cuando Peri salió de la pista me puse como una moto queriendo estar con ella, no sabía qué hacer ni a dónde ir, y lo primero que se me ocurrió fue salir de las gradas. Justo cuando llegué perdida a recepción, me llamó Slush, y por poco se me cae el móvil.

·¡S-S-SLUSH!· no sabía ni por dónde empezar, estaba hasta temblando de los nervios.

"Felicidades, acabas de arruinar la carrera de Peri ¿Estás contenta?" lo ignoré por completo.

·¿D-dónde está? ¿C-cómo llego hasta ella? Dímelo, te exijo que me lo digas, rápido· suspiró.

"En los vestidores, ¿te acuerdas de cómo llegar?"

·¡Claro que no! Ven a buscarme·

"Sois tal para cual… Quédate en recepción, iré en un minuto"

·Vale gra-· colgó. Cogí un sofocón de los grandes, me puse a dar vueltas de punta a punta tratando de asimilar lo ocurrido. Casi no podía respirar.

El amor de su vida. Esas palabras no dejaron de resonar en mi cabeza. Cierto era que ella me caía estúpidamente bien, que me gustaba mucho y compartíamos incontables gustos, y hasta sería capaz de enrollarme con ella pero no imaginé que su atracción por mí llegaría hasta tal punto.

Me estaba quedando sin uñas de tanto mordérmelas.

"¿Mirando las musarañas?" Slush me hizo reaccionar al aparecer de repente.

·Vámonos· se lo tomó con calma andando como si no tuviera prisa. Me puso más nerviosa de lo que ya estaba ·¿Te ha dicho algo? ¿Cómo está? ¿L-lo decía en serio? ¿¡Podríamos ir más rápido!?·

"Primero, cálmate, segundo, no vamos a ir corriendo y tercero, como le hagas daño a Peri de alguna forma te las verás conmigo" no entendí a qué venía eso "Cuida de ella ¿me oyes? A veces es muy cabezota y es imposible discutir con ella, pero ten paciencia. Como sois uña y carne supongo que no tendréis muchos problemas, pero si algún día ocurre algo, no dudéis en llamarme"

·¿A qué viene esto? Ni que fuera a casarme con ella, suenas como si fueras su padre·

"Ahora que sacas el tema, sus padres están por ahí, estaría bien que os conocierais y aclararais lo de que os impedían estar juntas. Ah, y sería todo un detalle que te cogieras unos días de fiesta para estar con ella, no creo que en tu oficina te dejen entrar con niños"

·Vale… ¿Algo más? ¿Tengo que darle de comer y sacarla a pasear cada día?·

"Muy graciosa. Ve anda, es todo recto"

·Gracias· me puse a correr hasta que llegué a pie de pista y escuché que alguien discutía en el vestidor.

Entré sin hacer ruido y me encontré a Sled echándole la santa bronca a Peri por lo que hizo, gritándole e insultándole sin miramientos.

·¡Eh tú! ¿¡Pero quién coño te has creído que eres!?·

"Sal de aquí, aún no hemos terminado" Peri se alegró de verme.

·Sí, sí que habéis terminado y ya estás saliendo de aquí antes de que-· iba directa hacia él.

"Mira niñata, no me vengas co-" le di un bofetón con toda mi rabia, sorprendiéndole. Si no me hacía caso, tenía que echarlo a la fuerza.

·¡Fuera!· le señalé la salida ·La siguiente será una patada en los huevos, quedas avisado·

"¿¡Pero tú q-!?" lo avisé. Menudo rodillazo le di, se quedó sin habla y todo.

·¿Ya te ha quedado claro?·

"Tsk…" empezó a largarse agachado y dolorido, de mala gana "Esto no ha terminado ¿me oís?"

·Mememé memimí, ¿momí?· dije, imitando su tono de voz.

Peri me abrazó con fuerza cuando se fue.

"No sabes cuánto me alegro de verte, no sabía qué hacer para sacármelo de encima. Has estado espectacular"

·No, tú has estado espectacular, ¿siempre patinas así de bien? O sea, waoh, no me extraña que seas la mejor del mundo, me quedé sorda con los gritos de los alemanes que tenía al lado· sonrió, con los ojos brillando como perlas.

"Gracias por estar ahí, pensaba que te habrías ido a casa"

·¿Bromeas? Si no fuera por Slush esta mañana te habría dicho todo lo que siento, pero se empeñaba en decirme que no interfiriera en tu carrera·

"¿En serio?"

·Sí, te envié un montón de mensajes y correos, te llamé pero bloqueó mi número y puso mi correo en spam, ya no sabía qué hacer·

"¿Lo dices en serio?" asentí apenada, él decía que era por su bien, pero yo sabía que en el fondo ella quería desmadrarse tanto como yo, y vaya si lo hizo "Esa me las pagará… B-bueno, tengo que ducharme y cambiarme en diez minutos, así que…"

·Ah, claro· se separó de mí lentamente, tratando de decirme algo con la mirada. Soy terriblemente mala con las indirectas, pero con ella, era como si pudiera leer su mente.

"¿Puedo ducharme yo también?" pregunté, aunque sabía de sobra su respuesta.

·Bueno, si insistes…· su sonrisa era tan poderosa como el mismísimo sol en pleno agosto.

Se empezó a desnudar delante de mí y la seguí para hacerlo a la vez. Nos mirábamos con curiosidad, con ansia y una pizca de vergüenza por nuestros complejos, pero eso no tenía que importarnos.

Con mi pulso galopando por un campo de baches, terminé completamente desnuda, y sus ojos analizaban cada pequeña parte de mi cuerpo, mordiéndose el labio inferior.

·B-bueno, ¿vamos?· negó con una sonrisa, acercándose lentamente a mí, poniendo sus manos suavemente en mis hombros desnudas, obligándome a respirar por la boca por la poca distancia que nos separaba. Era el momento, estaba más que claro que era el momento perfecto.

Posé mis manos en sus caderas, entrando en contacto con su barriga, teniendo nuestras bocas tan cerca que nuestros suspiros nos acariciaban.

"Te quiero Tink" esas palabras mágicas hicieron caer mis parpados para sumergirme en un beso único, en un roce de labios que no había sentido nunca, en un placer indescriptible que no reconocí en mi memoria. Nos besamos, probamos nuestras bocas perdiéndonos con el tacto de nuestra piel, creando un enlace grabado con fuego que nada ni nadie podría romper.

Desde fuera podría parecer un simple beso, pero era muchísimo más que eso, era electrizante, era todo un gozo indescriptible, el desate de pasión más intenso y emocionante de mi vida, era el comienzo de la relación más pura y loca que había tenido, era su amor bailando lentamente con mío, sintiendo que por primera vez estaba haciendo lo correcto con quien debía.

Y nos seguimos besando, ella repasando mi torso con sus manos y yo queriendo probar cada parte de ella.

Empezó a andar hacia las duchas sin despegar nuestros labios, y por poco nos caemos. Cuando encendió el agua estaba congelada así que volvimos a tocar de pies al suelo.

·¡Kyah!· el contraste con mi calor era demasiado como para soportarlo.

"Ups, perdona" la dejó abierta para que se calentara y volvió a mis labios, acariciándome con su ardiente cuerpo.

Nos pusimos debajo cuando el agua se volvió soportable y por un momento casi me ahogo. Ella disfrutaba con mi cuerpo, jugueteando con mis pezones y besándome por toda la cara. Yo no podía dejar de sentirla como una diosa capaz de revivirme con uno de sus besos.

Cerró el agua, cogió el gel de ducha y se llenó las manos hasta arriba para echármelo por todo el cuerpo, pegando el suyo al mío para compartirlo, repasando cada una de mis extremidades hasta que se detuvo en mi entrepierna, sorprendiéndome.

Me miró llevada por la excitación del momento, le di permiso para que siguiera y se puso a tocarme mientras me besaba y succionaba el cuello con maldad. Me estaba volviendo loca por momentos, y patosa de mí, quise apoyar mi espalda a la pared sin tener en cuenta el regulador, abriendo el agua sin querer.

·Au…· dolió más de lo que esperaba.

"¿Estás bien?"

·S-sí…· se rió, pero no por el golpe, si no por lo feliz que estaba, podía verlo en su rostro. Me cogió la mano y se la llevó a su pecho izquierdo. Sentí lo revolucionada que estaba, lo mucho que deseaba eso y sus ganas de quedarse todo el día en la ducha.

La abracé repasando su espalda hasta llegar a sus nalgas, donde me entretuve en la parte inferior y pasó su pierna derecha hasta mi espalda, restregándose contra mí, apoyada en mi cuello. Le agarré su trasero presionándola contra mi cuerpo, sintiendo su vagina deslizarse por el hueso de mi cadera.

Nos estábamos poniendo a cien y sus primeros gemidos me deshicieron por dentro. Le aparté su pierna para que la dejara en el suelo y la ataqué directamente con la mano, dándole el placer que tanto merecía. Ella hizo lo mismo, besándome mientras nuestros dedos jugueteaban en zonas desconocidas.

Nuestra temperatura corporal ganó a la del agua, los besos se imposibilitaron al necesitar respirar con fuerza, nuestros gemidos se igualaron al mismo tiempo y cada vez se me hacía más difícil mantenerme en pie.

Seguimos imparables y aguanté todo lo que puede hasta que mis típicos espasmos de piernas me hicieron arrodillarme.

"¿Estás… bien?" preguntó, recuperando el aliento y cerrando el agua.

·Sí, sí…· me senté en el suelo para descansar.

"Creo que aún tenemos cinco minutos" mintió, porque como mínimo llevábamos quince.

·¿Tú crees?· se arrodilló ante mí, separando mis rodillas y besándome la barriga mientras sus manos subían por mis muslos ·B-bueno vale·

Sus besos se acercaban peligrosamente y sus dedos también, arqueándome, hasta que terminaron abriéndome por completo y sentí su lengua acariciando mi clítoris.

·Aah~·

Sentí entonces uno de sus dedos intrusos dentro de mí y su boca paseándose por mi toda vagina. Entonces dejé de apoyarme en mis brazos para echar la espalda al suelo y disfrutar de su habilidad para darme placer como si estuviera en el paraíso.

No me sentí para nada incómoda pese a estar en un suelo duro, su forma de hacerme sentir bien era mejor que la que nadie me había dado hasta entonces, recorría mis paredes y me mordisqueaba en su justa medida, su lengua me drenaba y no tardé gemir de placer, sintiendo mis fluidos correr sin parar.

"¡Vamos Peri, no hagas esperar más a la gente!" la voz de Slush, quién debió de escucharme, nos cortó todo el rollo.

"¡Ya voy!" dejé caer mi cabeza en el suelo, casi sin poder moverme "Después seguimos"

·Aha…· estaba en una nube de algodón sin poder volver a la tierra. Me besó sentándose encima de mi barriga, recordándome lo adictivos que eran sus labios. La abracé para que no se separara de mí.

"Venga vamos, después tendremos toda la tarde para jugar" puse la palma de mi mano en su entrepierna, recorriéndola y adentrando mi dedo corazón en su húmedo interior "Tink… ¿es que no me escuchas?" seguí con mi dedo índice, estaba muy dilatada y mojada. Mi visión se volvía borrosa y mi respiración irregular.

Ella se encargó de quitarme la mano, también de chuparme los dedos, luego me ayudó a levantarme y me llevó de vuelta al vestidor. Seguía en mi nube como si aún pudiera sentir su boca extasiándome, haciendo eses de camino al vestidor.

"Tink, Tink, Tink" tardé en prestar atención "¿Dónde estás? Vístete venga"

·Estaba en el paraíso…· sonreímos como dos tórtolos.

"Vamos, que nos esperan"

Al final nos vestimos y salimos corriendo hacia la sala donde habían unas cincuenta persona entre la prensa y los que tenían la entrada VIP.

Toda la atención se centró en ella, los flashes y las preguntas se nos echaron encima como una avalancha y nos impactó, sobre todo a mí que no estaba acostumbrada. Me sentí como si fuera la novia de una superestrella.

Con las primeras preguntas, cayó la de ¿es ella ese amor de tu vida? y mintió. Según ella sólo era una amiga.

·¿Por qué les mientes?· pregunté en voz baja.

"Después te lo explico" un montón de cámaras nos rodearon en un momento, y después de diez minutos aclarando el fin de su carrera, dio por terminada la rueda de prensa.

Entonces se acercaron los invitados para saludar, y cuando Peri quiso presentarme a sus padres, me quedé más que sorprendida.

·¿Q-qué estáis haciendo aquí?· mis padres también estaban allí, de hecho, estaban los cuatro juntos y no sabía por qué.

"¿Conoces a Dani? Es un amigo de papá" no me lo podía creer.

·¿Dani? ¿Cómo que Dani?·

"Se llamaba Dani ¿no?" los seis nos quedamos en silencio, por alguna razón Peri conocía a mi padre pero no sabía su verdadero nombre.

·¿Qué está pasando papá?·

"¿Es tu padre?" preguntó alucinada.

·Milori, ella es Peri, Peri, él es Milori, y su esposa Clarion. ¿De qué os conocéis?·

"E-es una larga historia" dijo Dewey.

"Y tan larga, es amigo de papá desde que tengo memoria" estaba alucinando.

"Escuchad, ahora no es el momento de hablar de esto. Si os parece bien, comeremos juntos tranquilamente en algún restaurante ¿de acuerdo? Deja que hable con Tink un momento" papá me cogió del brazo, llevándome hacia un rincón, separándome del resto.

·O sea que ¿conoces a Peri de toda la vida?· no me lo podía creer. Suspiró.

"Desde que nació, sí. Antes de nada, confírmame una cosa, ¿ese amor de su vida que ha soltado al final de la exhibición se refería a ti?"

·¿Por qué quieres saberlo?·

"Contéstame, por favor"

·Sí, ¿y qué? Que la haya conocido hace poco no significa que no sea nada serio· sobreentendí que se enfadaría por eso.

"Después hablaremos de eso. Por ahora mantén las distancias con ella ¿de acuerdo?"

·Pues no, no estoy de acuerdo, haré lo que me dé la gana·

"Tink, por f-"

·Pues dime de una vez qué manía tienes con ella, ¿por qué no podemos estar juntas? ¿eh? venga, dímelo, ahora ya ha abandonado su carrera, ¿para qué tengo que mantener las distancia? ¿eh?·

"No es que no puedas estar con ella, es que no debería tener relaciones… de ese tipo con ella"

·¿Por qué? Ni que tuviera sida·

"Mira, cálmate, hablaremos de esto después y punto, no quiero empeorar las cosas"

·Pues yo sí que quiero empeorarlas, dímelo de una vez, tengo que saberlo, necesito que me digas qué coño pasa con ella, no me vale un después, si se trata de ello quiero que me lo digas ya·

"No quiero que montes un escándalo, y menos ahora"

·Montaré un escándalo si no me lo dices, y te aseguro que te arrepentirás" lo miré desafiante, quería saberlo a toda costa, parecía algo importante y si él la conocía desde que nació quería saber por qué.

"Joder Tink… Está bien, te lo diré, pero no flipes ¿vale?" esperé expectante su explicación "Vosotras dos… sois hermanas, por eso no quería que estuvierais juntas de esa forma" me quedé sin palabras, pálida, sin terminar de creerlo "Mierda…" tenía que ser una broma, no podía ser cierto.

·¿Qué…?· Me quedé extrañada por la burrada que acababa de decir, esperando que lo negara. Mamá se nos acercó al ver nuestras caras. Era imposible que ella fuera mi hermana, aunque eso explicaría lo de sus padres adoptivos.

·¿En serio? ¿No había una excusa mejor para que no me dejéis estar con ella? ¿Tanto os molesta que salga con una chica?· mamá me miró preocupada.

"No es una excusa, y sabes de sobra que no tenemos nada en contra de la homosexualidad" aclaró. Miré a Milori en busca de una explicación pero se limitó a asentir con la cabeza.

·¿Pero cómo? ¿Desde cuándo? ¿Por qué? ¿Se supone que me lo ocultasteis todo este tiempo? ¿Qué cojones pasa con vosotros? ¿Q-q…?· no sabía ni cómo tomármelo.

"Sé que tienes muchas preguntas, por eso queríamos hablar con las dos tranquilamente" quise ir a por ella para decírselo pero me pararon los pies "No se lo digas, no es un buen momento"

Me acaloré de repente, todo aquello era demasiado para un fin de semana, no podía con todo y ya me estaba empezando a doler la cabeza.

·¿Y-y qué se supone que voy hacer ahora? O-osea lo habéis visto ¿no? El amor de su vida… debisteis decírnoslo antes joder· me tapé la boca intentando asentar mis pensamientos, no podía estar más impactada.

"Lo sabemos, cálmate Tink, respira ¿quieres?" mamá no me ayudaba a tranquilizarme "Ven aquí" ni siquiera con uno de sus abrazos.

·N-nacimos el mismo día… ¿Nacimos el mismo día?· ya no sabía lo que era cierto o lo que no.

"Sí, sois mellizas, por eso os parecéis tanto"

·¡Pero si no nos parecemos para nada!·

"Físicamente no, pero sí en la forma de ser. Creo que te confundes con gemelas"

·¿Y-y por q-· me puse a temblar, creí que mi cuerpo terminaría explotando.

"Tink, respira, ya hablaremos de esto después ¿de acuerdo?"

·Aha…· asentí sin poder dejar de pensar en lo que hicimos en la ducha.

No quería ni imaginar cómo iba a tomárselo Peri, si a mí ya me estaba dando algo a ella le iba a dar un ataque al corazón. No sabía qué pasaría a partir de entonces, ¿iba a vivir con nosotros? ¿la obligarían a seguir patinando? ¿nos volverían a separar como hasta ahora? Tantas preguntas me estaban agobiando, no podía con todo.

Todos los escenarios posibles se me hacían imposibles, traté de procesarlos todos en el menor tiempo posible y empecé a sentirme mareada.

Volvimos con la gente y Peri se me acercó, teniendo a mis padres uno a cada lado.

"¿Qué tal? En unos minutos traerán comida y bebida, pero si te vienes conmigo podemos… ¿E-estás bien? ¿A qué viene esa cara?"

·N-nada…· no me atreví a mirarle a los ojos.

"Periwinkle, cuando estés libre iremos a comer todos juntos ¿de acuerdo? Tenemos algo importante que decirte" me miró preocupada, esperando que le dijera alguna cosa.

"¿E-es muy malo?"

"No… no, no es algo malo, es algo… que deberías saber" por supuesto que era malo, era una catástrofe monumental.

"¿Tú lo sabes?" negué queriendo que no me preguntara sobre ello "No me mientas, ¿qué pasa?" simplemente, no podía decírselo. La presión me estaba matando por dentro.

"Lo mejor será que nos vayamos" papá me cogió del brazo "Llamaremos a Slush para concretar una hora y lugar"

"Tú no te vas ¿no?" cerré los ojos como respuesta, no podía soportarlo "¿Por qué? ¿Qué está pasando? ¿Qué le habéis hecho? Tink…" sentía su mirada incluso sin poder ver, iba a colapsar en cualquier momento.

·¿H-hay algún baño por aquí?·

"En esa esquina, ¿por q-" fui corriendo hacia allí, me estaba ahogando, me faltaba el oxígeno, me sentía muy mal y nada más llegar al váter, vomité. Me senté en el suelo derrotada, con unas dolorosas lágrimas y un malestar que maltrataban mi corazón.

Cuando levanté la cabeza vi que Clarion estaba detrás de mí. Eché en falta a Peri, pero tampoco quería que me viera, era una sensación muy extraña.

"¿Cómo estás?"

·¿Es que no me ves?· dije aún en el suelo, secándome la cara con las manos.

"Vamos, levanta" me ayudó, y fuimos delante del espejo "Sé que esto va a ser difícil para vosotras, y más ahora, pero tenéis que ser fuertes, tómate unos días de vacaciones para asimilarlo, iremos poco a poco, vamos a hablar con todos y a aclarar esto de una vez"

·¿Y Peri? ¿Tienes idea de cómo se lo va a tomar?·

"No te preocupes por ella, estoy segura de que-" su voz acercándose a toda prisa nos interrumpió, irrumpiendo en el baño.

"¡Tink!" me quedé de piedra esperando que papá no se lo hubiera dicho "Somos hermanas" por un momento creí que me iba a desmayar, pero me sorprendió que lo dijera con una sonrisa.

·E-eso parece…·

"¿No te parece genial?" no me podía creer la forma en que se lo estaba tomando, me esperaba de todo menos eso.

·¿G-genial? Bueno…·

"Compartimos el mismo padre" dijo felizmente. Supuse que le hacía ilusión conocerlo, pero eso no compensaba el hecho de que no podríamos salir juntas.

·Y… lo de… ¿antes?· no supe cómo seguir sin que mi madre me pillara ·¿Puedes salir un momento porfa?· nos dejó hablar a solas ·¿Qué vamos a hacer ahora? No creo que a nadie le haga mucha ilusión que nos enrollemos siendo hermanas y sabiendo lo mucho que…·

"Qué les den a todos, seguiremos haciéndolo y punto, mientras no nos pillen… tampoco es que vayamos a hacer el amor en medio de una plaza, no te preocupes por eso" aluciné con la poca seriedad e importancia que trató el tema, no terminaba de creerme su despreocupación.

·Vale…· dio unos saltitos hacia mí y me plantó un beso en los labios, relajándome y durmiendo todos mis nervios ·Vale·

"¿Vale?"

·Vale·

"¿Vamos?"

·Vamos· sólo ella era capaz de calmarme de esa forma, mi hermana.

Me cogió de la mano para salir de ahí y sentí su temblor en ella, no supe si creerme sus palabras o no.


Sin duda, esto promete xD No sé cuando voy a subir el próximo, tengo dos fics más pendientes y soy un desastre (no me lo tengáis en cuenta).
Hasta la próxima.